Partida Rol por web

A la desesperada Ricky, Dhalia y Miguel salieron hacia el hall principal, dejando atrás la extraña mujer que recordaba a la Novia Cadaver sin demasiadas ganas de conocer a su marido. Cuando llegaron a la puerta, por el rabillo del ojo, vieron una sombra que descendía por las escaleras. Una voz que recordaba al ruido de la tierra cayendo por la fosa de una tumba les llamó desde allí:

- No os vayáis hijos... No tenéis a donde huir...

La puerta abierta parecía prometerles lo contrario.

Miguel, sin decir ni una palabra para guardar hasta su último aliento, intenta salir de la casa a toda velocidad. lleva la barra de hierro presta por si tiene que utilizarla para evitar que la puerta se cierre.

-¡Corre Dhalia, no pares ni por tus muertos!

Ricky corre como alma que lleva el diablo hacia la puerta tras Miguel.

-Tenía que haberme quedado en la Mazinger Metal, hasta las cejas de mierda y follándome a Dhalia, joder joder joder, en menuda me he metido

Mientras Miguel alcanzaba la puerta, interponiendo la barra de metal ante la posibilidad de que se cerrase en sus narices, Riky lanzó una mirada a su espalda. Ahora veía unas piernas esqueléticas embutidas en un traje negro raído que hablaba desde la escalera. Se habían detenido. Que mala señal. ¿Por qué no los perseguía?

- No podéis huir... Otros antes que vosotros lo intentaron pero ahora os invitarán a quedaros.

Escuchar aquello no era una buena señal. Para nada. No era una buena señal... Riky y Dhalia tropezaron momentáneamente con Miguel cuando éste se detuvo un breve instante en la entrada.

El pequeño terreno que había entre la puerta de la casa y el muro estaba removido. La tierra, evidentemente, se remueve cuando los muertos deciden salir de su interior. Y aquello era lo que había pasado: tres individuos muertos, vestidos con ropas de calle carcomidas por la humedad, el tiempo y los gusanos, se alzaban en medio de aquel patio con sus rostros putrefactos mirando sin sentimiento a los fugitivos de la puerta.

Al menos no parecían demasiado rápidos...

Si hay espacio, Miguel sale a la calle e intenta rodear a la carrera a los tres difuntos ambulantes. Si no, sale de la casa y se apresta a arrancarle la cabeza al primero que se acerque con la barra.

-Joder joder joder joder joder.

Se detiene detrás de Miguel un momento mira al lugar de dónde proviene la voz. Después coje a Dhalia y sale corriendo entre los cadáveres como alma que lleva el diablo... casi literalmente.

Miguel sale corriendo hacia donde se encuentra los cadáveres andantes. Al ver que difícilmente podrá escaparse sin topar con ninguno levanta con furia su barra de acero. Si no hay camino ¡se hace a golpes! Sin embargo el embite no alcanza al monstruo y Suso comprueba con cierto ataque de pánico como las criaturas empiezan a rodearlo. Tras él llegan Riky y Dhalia. Uno de los zombies intenta interceptar a los recién llegados.

Riky antes de salir por la puerta ha mirado atrás, pero parece que su misterioso anfitrión ha decidido no bajar las escaleras. Viendo a sus sicarios a Riky no le extraña para nada.