Partida Rol por web

Björmolf se acerca con cuidado al hombre barbado y comienza a inspeccionar la casa por todos lados hasta que habla de su mundo.

-Yo creo que si los espíritus hubieran querido que aprendiera habrían mandado a otro más adecuado, yo soy un... ser de acción y estoy aquí para luchar contra la oscuridad que osó invadir mi mundo- parecía que escupía las palabras más que pronunciarlas.

Al escuchar la voz de Merlín de repente, Lym dio un salto sobresaltada, mientras miraba alrededor y le veía aparecer casi de la nada. Intentando disimular ante sus compañeros, como si no se hubiera sorprendido por la aparición del viejo mago, Lym se echó a un lado, poniendo una mano sobre su corazón intentando apaciguarlo mientras cerraba los ojos un segundo, antes de abrirlos y notando los ojos de Merlín sobre todos ellos, se rió nerviosamente.

Apenas le había dado tiempo a respirar hondo cuando de nuevo, y ante la segura afirmación de Merlín, el aliento se le congeló en la garganta. Mirándole fijamente, ya no le preocupaba nadie más que Merlín y lo que acababa de decir, mientras las lágrimas se le agolpaban en los ojos y cerraba la boca, intentando tragar saliva y decir algo, aunque parecía que las palabras no querían salir, porque no fue capaz de articular nada, más allá de un ligero carraspeo mientras asentía con la cabeza.

Los siguientes segundos, y mientras Merlín les transmitía un mensaje a cada uno de sus compañeros, Lym se recuperó mientras se secaba los ojos y daba un paso hacia Merlín.
Tocándole el hombro ligeramente intentando no sobresaltarle, susurró, mirándole con ansia en los ojos - Gracias, Merlín. Muchas gracias. Si... la ves, ¿le dirás que lo haré lo mejor posible para que nunca deba dejar de estarlo? -.

Alconcerr observó los montones de libros y dio una vuelta por la sala, mirando la pizarra con interés y leyendo los títulos de los libros. Al aparecer el mago dio un pequeño sobresalto y esperó a que los demás terminaran, luego se dirigió a él:

Merlín tengo que agradecerle el arma que me entregasteis, pero todavía no he conseguido averiguar el sentido de este objeto. Sacando de su bolsillo una bolsa, como un pequeño monedero con una estrella dibujada y dos correas que le colgaban a los lados.

Una a uno, Merlin fue respondiéndoles con tono afable y tranquilo, él primero sería Björmolf.

- Todos aprendemos, Björmolf, ya has visto que incluso para un ser de acción, el conocimiento de sus enemigos le puede ayudar a vencerlos, hay mucha sabiduría en el mundo y te darás cuenta poco a poco- Luego miró a Lymsleia- Mi niña, lo haces muy bien, aún te queda un largo camino por recorrer pero ten por seguro que ella nunca sentirá mas que orgullo por su hija.

Finalmente atendió a Alconcerr, mirando la bolsa e inspeccionándola, para devolvérsela después y dar un sorbo al té, antes de hablar.

-Las respuestas llegaran a su debido tiempo, ahora debemos centrarnos en otras cosas. Un mundo llamado la Isla del Sol Dorado esta en grave peligro, debéis ir a ella, la oscuridad esta creciendo en su interior y debéis impedirlo a toda costa, nuestros amigos de Vergel Radiante os proporcionaran una nave gumi en la que podreis partir, quizá​as querráis hacer algo en la ciudad

-¿Qué es una nave gumi? -Björmolf estaba bastante extrañado... demasiadas cosas nuevas

Antes de partir, señor Merlín me gustaría entrenar mi magia y habilidades con el bastón.

Eloise miraba con desinterés el interior de la morada... Así que la echaban de menos en Halloween Town, estarían quemando muñecas en su honor. Tampoco escuchó mucho al viejo barbudo ni a los magos, a los cuales parecía conocer de antes... Pero entonces el troglodita formuló una pregunta.

Unas naves que sirven para viajar entre los mundos... Deberías de saberlo.

- No hay tiempo de explicaciones ni para entrenar, debéis partir la oscuridad podría apoderarse de ese mundo y es algo que no podemos permitir.- Merlin los apremiaba que salieran pero una fuerza extraña hizo que se detuviera y que incluso le pillara desprevenido, no se esperaba para nada nadie allí y menos a él.

Miró hacía atrás con la mirada seria y hablo con voz muy defensiva.

-¿ha que has venido aquí?

- No te preocupes, mago, vengo en son de paz- De las sombras surgió un encapuchado, muy parecido a los que vieron  los elegidos en la salida del castillo, pero este era mas alto y su voz mas brusca y escondida. - Creo que estamos siguiendo el mismo objetivo, queréis detener a la oscuridad y que no consuma mas mundos, nosotros buscamos lo mismo.

Hizo una pausa mientras miraba a cada uno, su rostro escondido tras la mascara no se podía ver pero sabían que les estaba mirando.

- Os dirigís al mismo lugar que algunos de mis hermanos, posiblemente lleguen antes que vosotros, de momento ya tienen sus ordenes, pero podemos acabar antes si trabajamos en equipo ¿no creéis vosotros cuatro?

Björmolf estaba bastante perplejo- ¿cómo podemos estar seguros de que no queréis consumirlo vosotros?

Alconcerr se giró rápidamente al aparecer el encapuchado y un escalofrío recorrió su cuerpo al notar su mirada.

Mirándole fijamente y con el tono de voz muy seria. Si queréis hacer lo que decís y no tenéis otras intenciones ocultas, ¿porque utilizáis capuchas? Hizo una pequeña pausa y con cierta furia. En la lucha contra la oscuridad no es necesario ocultar la identidad.

Eloise se giró a Alconcerr levantando una ceja. Fue a hablar de capuchas... Dio unos cuantos pasos hacia el sujeto encapuchado, sujetando a Aramis mientras lo miraba con desinterés a la máscara.

Pues yo me fío... Sonrió con malicia. Pero quiero verte la cara, ya.

Pero yo no la utilizo para ocultar mi identidad. Llevo la cara al descubierto y no tengo en mi rostro nada que esconder, puesto que las intenciones se muestran en él. Dijo todavía serio y furioso a Eloise.

Mirando como se acercaba Eloise al encapuchado. Eloise no deberías confiar en alguien que se oculta tan a la ligera.

-Si quisiéramos consumirlos ¿para que uniros a vosotros? no os habría dicho que vamos donde vosotros es mejor pillaros de sorpresa- Respondió a Björmolf con tranquilidad, luego miró a Alconcerr, riendo cuando lo escuchó- Mi identidad es algo que no descubro, si sabes algo sobre los incorpóreos me entenderás.

Luego vio como se acercaba la pequeña con ese peluche macabro y al escucharla volvió a reír, sobre todo escuchando la advertencia de su amigo.

- Si quisiera hacerle algo, estoy haciéndolo mal, me presento ya, en ves de pillaros por sorpresa... No, no me suena a buen plan para haceros daño, pero mientras mas hablamos, mas tiempo perdéis, yo ya os he ofrecido mi oferta, en tiempos de guerra buscarse dos bandos enemigos es una autentica estupidez.-dijo mientras desaparecía en la oscuridad para dejar nada donde se supone que una vez estuvo.

Merlin suspiró como si algo no le gustara, miro a los chicos y los miró uno a uno antes de hablar.

- En eso tiene razón muchachos, estamos retrasados, debéis partir ya, aunque... Lymsleia, te quedaras conmigo, si hay incorpóreos por la zona necesitaré tu ayuda, ademas de para los sin-corazón- la joven asintió tímidamente y merlín miró a los demás- bien espero que tengáis un buen viaje, sed fuertes amigos míos y nunca dejéis que la oscuridad os consuma.

Antes de que pudieran despedirse, Merlin movió las manos y aparecieron en la extraña cúpula que todos menos Björmolf, reconocían como la nave gumi, el joven indio solo la reconocía de su primer viaje, era hora de ponerse en marcha.

Björmolf miraba muy extrañado a la nave y a sus compañeros- ¿alguno sabe manejar el trasto ese? -preguntó extrañado mientras intentaba aparentar normalidad.

Alconcerr observó la nave e intentó recordar todo lo que había leído sobre ellas en sus libros, tenía un conocimiento acerca de estructura y su funcionamiento, tal vez pudiera manejar sus controles.