Partida Rol por web

Alconcerr pasó y tomo asiento (extrañado de encontrarse con Yen Sid después de casi un año).

Se presentó ante Björmolf, con voz segura pero suave:

-   Hola, mi nombre es Alconcerr, encantado de conocerte.

Después le preguntó a Yen Sid acerca de sus palabras:

-   ¿A quién esperamos Sr.Sid?

Yan Sid se sentó en el escritorio mientras miraba a ambos chicos

- Esperamos a otros dos elegidos, los cuales han llegado hace poco y posiblemente no tarden en llegar -y en ese momento la puerta volvió a abrirse, dejando entrar a una niña de un aspecto un tanto macabro, quien la viera diría que ha venido de una fiesta de hallowen... pero Yen Sid sonrió con calma mientras esta entraba. - Bienvenida, Eloise, ya quedan pocos y podre daros la información que necesitáis, pero... ¿por que no os presentáis? por favor, quiero saber si hemos acertado con nuestros elegidos.

Eloise miró inexpresiva a los allí presentes, tenía abrazado con ambas manos un conejo de peluche un poco macabro... Tenía la boca a medio coser y varios parches. Alzó la mano señalando a Björmolf.

Tú debes comprarte ropa nueva... Pareces salido de la selva. Luego señaló a Alconcerr. Y tú... Le miró de arriba a abajo. Pareces una monja...

La joven Eloise no tiene pelos en la lengua, si ve algo que no le gusta, lo dice. Pasó a agarrar al conejo con un solo brazo mientras se señalaba a si misma.

Soy Eloise Baptiste de la Phantome... Pero os permito llamarme Eloise a secas.

Alconcerr se levantó ante las palabras de Eloise, pero al ver que era una chica contuvo sus palabras.

Al presentarse Eloise, Alconcerr dijo:

Hola Eloise, mi nombre es Alconcerr. ¡No soy monje, soy mago! ¡Y solo me quito la túnica y la capucha ante un digno rival! Por cierto boinito conejo.

A lo que volvió a tomar asiento y esperó a que alguien dijera algo, rojo como un tomate.

Oh...

Fue lo único que dijo Eloise antes de acercarse a Alconcerr por detrás y quitarle la capucha de un tirón. ¿Que pasa? ¿Tienes alopecia? Preguntó mientras miraba su pelo sin interés. Se separó y cambió de tema.

Lo se, es precioso... Se llama Bunny y no es un conejo, es un demonio... Dijo como si fuese lo más normal del mundo... Parecía ir en serio.

Al decubrir su pelo, se dió prisa en sujetar su capucha, que dejó entre ver un pelo medio largo y cada vez mas plateado que cubrió rapidamente.

No, mi pelo es diferente. Como he aprendidó los demonios más peligrosos no lo parecen. Mirando a Eloise timidamente, como si no quisiera hacerlo. Y es mejor no enfadarlos.

Eloise se encogió de hombros.

Bunny no, Bunny hace lo que yo le digo... ¿Verdad? Colocó su mano sobre la cabeza del peluche y comenzó a acariciarlo de un modo un poco bruto. Juraría que el conejo acaba de pronunciar un "Sí".

Ese es mi Bunny... Por cierto... Alconcerr es un nombre demasiado raro... Ya te encontraré un nombre nuevo. Dijo mientras se sentaba en el suelo aún con Bunny en brazos.

-Tú debes comprarte ropa nueva... Pareces salido de la selva.

-De la selva no, de la montaña

Resopló un poco pero no se sintió ofendido.

Luego estuvo atento a la conversación sin quitarle los ojos de encima al conejito y se extrañó al oir ese posible "sí"

-¿un demonio?¿eso es algo así como un espíritu?

Bunny comenzó a actuar por si solo agarrado por Eloise, moviendo brazos y piernas de arriba a abajo mientras comienza a hablar.

"¡No me llamo Bunny! ¡Me llamo Aramis y soy un demonio superpoderoso capaz de destruir este sucio mundo! ¡Aquella maldita bruja me encerró en este cuerpo!" En ese momento, Eloise le cerró la cremallera de la boca y comenzó a estirarle los mofletes tipo la madre de Shin-chan.

Tú te llamas como yo diga... Que para eso cargo contigo... Miró a sus compañeros. No le hagáis mucho caso... No ha desayunado.

Mientras tanto, Bunny/Aramis seguía retorciéndose, como intentado seguir su discurso.

Actúa como un peluche normal, ¿Quieres? Dijo Eloise agarrándole la oreja y hablándole bajito.

Yen Sid esperó pacientemente a que los elegidos se presentaran antes de hablar él, dando unos ligeros toques en la mesa para atraer su atención

- Bien jóvenes elegidos, si aún dudais de por qué estáis aquí os resolveré esa duda, la oscuridad a regresado y con ella los Sin-corazón vuelven a alzarse para hacer sucumbir a la luz y ahogar a los mundos en una oscuridad eterna... - dejó una leve pausa en la que con un ligero movimiento de mano, un mundo apareció delante de ellos como una holografía, sobre un as de luz. - Bastión hueco o Vergel Radiante como algunos lo llaman, ha vuelto a ser el origen de este mal y vosotros seréis enviados para comprobar que sucede allí.

Dicho esto la holografía se disipo y miró a los jóvenes uno por uno, estudiando sus rostros y esperando sus reacciones.

Björmolf intenaba entender lo que le estaban diciendo

-¿Me estás diciendo que tenemos que ir al tal "bastión hueco" ese que es el núcleo de todos esos bichos a destruirlos? 

Se queda pensando un momento- ¿Como llegaremos allí y como los dentendremos?

Alconcerr miró con gran interés el holograma y se quedó pensativo. Continuando la pregunta de Björmolf, Alconcerr miró a Yen Sid y dijo:

- Es cierto Sr. Sid, ¿para viajar entre los mundos hay que usar naves gumi no? Y mirado la biblioteca. En mis libros he leido sobre Vergel Radiante. ¿Quién nos recibirá allí?

Con un pequeño movimiento dejó entre ver debajo de su túnica la punta de un arma, y a continuación asomaba la forma de un dragón. Un bastón enorme sobresalía desde la túnica, inexplicablemente el tamaño del arma era mayor que el de la túnica pero no se notaba que la llevara debajo.

- Tendremos que enfrentarnos a la oscuridad. Dijo en voz baja y sin mirar a nadie. Por una décima de segundo parecieron brillar los ojos del dragón y volvió a esconder su arma dentro de la túnica.

Entonces Eloise se puso a pensar.

Pero... Sr. Mago, ¿No es más fácil mandar a adultos profesionales que a unos pobres niños? Dijo mirando al mago sin expresión mientras Aramis continuaba retorciéndose, intentando quitarse la cremallera de la boca.

Poniendo por primera vez un pie en los jardines del castillo, Lym miró alrededor, paseando entre los macizos de flores y los setos, mientras una sonrisa afloraba a sus labios.
Caminando tranquilamente, sin fijarse muy bien por donde iba más que para no tropezar, Lym se vio de repente rodeada de soldados con el blasón de Mickey en la armadura. Sin decir mucho más que un "síganos", la escoltaron hasta un edificio cercano, que parecía la biblioteca.

Traspasando la puerta y dejándola sola nada más traspasar el umbral, Lym miró alrededor, algo nerviosa, antes de ver a un grupito sentado en una mesa cercana hablando con alguien que le resulta familiar.
Dando un paso hacia ellos, hace un gesto con la mano, saludando, y cuando se hace el silencio, dice - ¡¡Hola!! Soy Lymsleia, pero podéis llamarme Lym. ¡Encantada! -.

Yen Sid miró por fin a los cuatro elegidos y asintió mientras se levantaba y se acercaba a ellos, suspirando y tomando aire para poder responder a todos.

- La hora esta muy avanzada, deberé llevaros yo mismo a Bastión hueco, pues el enemigo ya esta preparado y debemos llegar al castillo lo antes posible-miró entonces a Eloise y sonrió- Esto no es un tema de edad pequeña, sois elegidos por vuestras diferentes facultades y habilidades, si piensas que no estas preparada, en Bastión hueco encontraras una nave que te llevara de vuelta a tu mundo.

Dicho esto en un abrir y cerrar de ojos casi como si no hubiera pasado, todos se encontraban en la entrada del castillo que permanecía abierta, Yen Sid los guió hasta adentro y allí los miro detenidamente.

- Aquí la oscuridad es mas poderosa, debéis tener cuidado, si el peligro es demasiado difícil huid, y dirigíos camino abajo a la ciudad, los refuerzos no tardaran en llegar y recordad, debéis descubrir por que la oscuridad ha resurgido entre estas paredes, suerte elegidos, se que lo haréis bien- El viejo mago desapareció sin dar a tiempo a respuestas, dejandoles en las ruinas de aquel castillo, en el cual todo parecía demasiado tétrico.