De todas las torturas la más tétrica
a los poetas hiere por su voz,
ordénales seguir su ritmo atroz
y no tiene piedad: así es la métrica.
1. ACCIONES y VERSOS.
Dada una situación conflictiva, en la que uno de los jugadores desee que su personaje haga alguna acción fuera de lo común (pongamos que tienes las gafas de Cervantes y quieres deslizarlas cuidadosamente en el bolsillo de Tirso de Molina), necesitará escribir unos cuantos versos para que la acción tenga éxito. La dificultad de la acción exigirá que esos versos sean más o menos fáciles de escribir: una acción fácil (esconder un objeto en el puño, conseguir que nos presten atención, desplazarse con rapidez, no enrojecer ante una acusación comprometida...) requerirá un tipo de estrofa sencilla, como la copla, mientras que una acción casi imposible (dar un triple salto mortal y caer a los pies de Góngora al tiempo que le damos una colleja en la calva) probablemente hará que os exija una sextina.
El contenido de los versos debe tener relación con la acción a realizar, y, en realidad, el jugador es libre de contar en ellos cómo desea que suceda la acción. Si los versos son correctos desde el punto de vista métrico, entonces así sucederá, por lo que aparte de constituir las "tiradas" del juego, también son una oportunidad para interpretar e influir sobre el desarrollo de la partida.
Los jugadores también pueden proponer acciones y evaluar ellos mismos el tipo de estrofa o versos que quieren usar para realizarla. Por ejemplo: Lope de Vega tiene una idea maravillosa para ridiculizar al anciano Cervantes, que consiste en dejar bajo su asiento una vejiga de cerdo medio llena de aire. Cuando Cervantes siente sus reales sobre la vejiga, ésta se vaciará con una sonora pedorreta. El jugador que lleva a Lope decide que para que la acción sea colorida, debe por lo menos describirla en endecasilabos, y escribe un terceto relatando cómo situa la trampa sonora bajo el asiento. Si hubiera escrito una copla, los resultados serían menores, porque es una estrofa más fácil. Igualmente, si lo hubiera descrito con un cuarteto o incluso con un soneto entero, los resultados habrían sido mucho mejores.
En ocasiones, las acciones que querrán hacer los jugadores serán opuestas, y se enfrentarán a otro jugador. En estos casos, los jugadores deben decididir por separado que tipo de versos emplearán: evidentemente, el que use los versos más difíciles ganará. Para evitar que el otro jugador conozca los versos que ha empleado (y tenga, por tanto, ventaja), en estos casos los versos no serán públicos sino que se postearán sólo para el directar. Ejemplo: Quevedo desea arrancar de las manos de Góngora una carta de amor que éste está leyendo; Góngora, por supuesto, tratará de evitarlo. El director les comenta que van a hacer acciones enfrentadas y que tienen un máximo de cuatro versos para hacerlo. Quevedo escribe un serventesio y lo postea sólo para el director. Góngora, sin saber qué versos empleará Quevedo, escribe a su vez una cuarteta y la postea sólo para el director. En este caso, es muy probable que Quevedo lograra arrebatar a su enemigo la carta de amor, puesto que su estrofa es más difícil. Sin embargo, hay casos en los que esto no tiene por qué ser así. Puede que Quevedo se haya hecho un lío con la métrica y en su serventesio haya versos de doce sílabas, o que estén mal acentuados. O incluso puede que esté bien escrito, pero las rimas sean muy fáciles o la cuarteta de Góngora sea excepcionalmente buena. En esos casos, el director puede dar por ganadora una estrofa en apariencia "más fácil" si considera que su calidad es superior a su competidora.
Una última e IMPORTANTÍSIMA nota: puede que en tus versos, además, uses metáforas sorprendentes. O que te adecúes perfectamente al estilo del personaje que interpretas: eres Quevedo y en tu terceto has introducido un par de alusiones al culo, los pedos, las viejas o los homosexuales. O eres Góngora y tus versos están llenitos de cultismos casi importados del latín. Todo eso CUENTA, y cuenta más que la dificultad o facilidad de la estrofa. Cuanto mejores sean tus versos, pues más posibilidades tienes de tener éxito.
2. CONTAR SÍLABAS.
Una de las partes más importantes de la métrica consiste en contar las sílabas de cada verso. Sólo así se pueden escribir versos correctamente. Por lo general, las sílabas de un verso se cuentan normalmente, aunque hay excepciones.
"Érase un hombre a una nariz pegado", por ejemplo, se cuenta así: É-ra-seun-hom-breau-na-na-riz-pe-ga-do (11 sílabas).
"El süave susurro", por ejemplo, se cuenta así: El-sü-a-ve-su-su-rro (7 sílabas).
Si el verso acaba en una palabra aguda, se le suma una sílaba.
Si el verso acaba en una palabra llana, no pasa nada.
Si el verso acaba en una palabra esdrújula, se le resta una sílaba.
Ejemplifiquemos:
De-to-das-las-tor-tu-ras-la-más-té-tri-ca (12 sílabas, pero como la última es esdrújula, se le resta una: 12-1 = 11).
a los poetas hiere por su voz, E (10 sílabas, pero como la última es aguda, se le suma una: 10+1 = 11).
3. RIMAS:
Aparte del número de sílabas, la rima es otro elemento importantísimo para la métrica. Éste es fácil. La rima es la repetición parcial o total de los mismos sonidos desde la última sílaba tónica.
Por ejemplo: mechERO y pERO riman entre sí porque desde sus últimas vocales tónicas (E y E) se repiten los mismos sonidos.
Hay dos tipos de rima, según se repitan los mismos sonidos o sólo los vocálicos.
La rima asonante, por lo general, es más fácil que la consonante. Se suele utilizar con versos de ocho sílabas. Con versos de once sílabas siempre se usa la rima consonante.
4. OCHO CONTRA ONCE.
Por lo general, los versos más utilizados en el Siglo de Oro eran los de ocho sílabas (octosílabos) y los de once (endecasílabos).
Los octosílabos son fáciles de formar, no piden tener en cuenta la acentuación, y pueden llevar rima asonante. Por eso son los versos más facilitos.
Los endecasílabos son más largos y requieren pensar más, tienen unas reglas de acentuación que hay que seguir y siempre llevan rima consonante. Por eso son versos más dificilillos.
5. OCTOSÍLABOS y ESTROFAS:
Los octosílabos pueden usarse en las siguientes estrofas de cuatro versos:
NOTA: Lo de las as y las bes es tal que así:
En métrica a veces se usa para medir los versos esta notación que aparece al inicio de cada verso. El número indica, por supuesto, el número de sílabas del verso. La letra indica la rima, y letras iguales indican que esos versos riman entre sí (en este caso la a indica que el verso primero y el cuarto riman en EDO; mientras que el segundo y el tercero, marcados por la b riman en ER). Si la letra está en minúscula es que el verso es de ocho sílabas o menos (a eso se le llama arte menor) si eestá en mayúscula es de 9 o más (arte mayor). Los endecasílabos son de arte mayor y los octosílabos de arte menor.
6. ENDECASÍLABOS:
6.1. ENDECASÍLABOS y ACENTUACIÓN:
Los endecasílabos tienen una particularidad de la que carecen los octosílabos. Para hacer versos de once sílabas correctos, estos tienen que tener siempre unos acentos obligatorios.
Un verso de once sílabas tiene que tener siempre, OBLIGATORIAMENTE, una sílaba tónica en su sexta sílaba. Por ejemplo (en negrita las sílabas tónicas, y en mayúscula la sexta):
Sólo hay una forma de evitar esta norma: el endecasílabo puede llevar acentos en cuarta y octava sílabas y entonces no necesitará el acento en sexta. Por ejemplo (en negrita la sílabas tónicas y en mayúsculas la cuarta y la octava):
Por supuesto, en un mismo poema pueden ir mezclados endecasílabos con el acento en sexta y endecasílabos con los acentos en cuarta y octava.
6.2. ENDECASÍLABOS y ESTROFAS:
Los endecasílabos suelen aparecer en las siguientes estrofas:
7. OTRAS FORMAS MÉTRICAS.
Lo anterior no quiere decir que no se puedan usar otro tipo de versos u otro tipo de estrofas, siempre que se justifique que se usaban en la época (por ejemplo los heptasílabos, la lira, la décima, la octava real...). Esto no quiere decir, claro está, que sea válida una estrofa "inventada" con pongamos, un verso de tres sílabas seguido de uno de doce, uno de cuatro y luego otro de siete. Sólo quiere decir que si alguien se siente con ganas de investigar e imitar otras formas métricas del siglo de Oro más allá de la necesaria simplificación en octosílabos y endecasílabos eso sólo puede redundar en beneficio de la partida (y probablemente será recompensado por ello xD).