Partida Rol por web

El rastro parecía adentrarse en la jungla y perderse en ella, pero aparte de aquello, no te pareció distinguir nada más. Los dos pilotos, o estaban vivos y ocultos, o habían sido hecho prisioneros, pero lo que si podías asegurar era que al menos uno de ellos debía seguir con vida, o de lo contrario, no tendría ningún sentido que no estuvieran allí ambos.

El teniente dudó por unos segundos, pero finalmente afirmó:

-No, no es una trampa, pero si alguien sobrevivió ahora está capturado y en mal estado - a juzgar por el rastro de sangre.

Informemos a la capitana sobre esto.

-Capitana, ¿me recibe? - dijo por su equipo headset de comunicaciones.

El comunicador estaba funcionando, pero a pesar de intentarlo varias veces, no obtuviste respuesta. Era evidente que o bien no querían contestar, porque estuviesen en peligro o lo hubieran desconectado precisamente para evitar estarlo, o no podían contestar porque algo había sucedido.

El teniente entendió que estaban solos, lo intentaría una hora más tarde, pero mientras había que tomar una decisión:

-Seguiremos el rastro de sangre..a ver si han salido por su pie o no - dijo convencido.

-¿Algo que añadir o que se me haya escapado, sargento? - preguntó a Whisper

Mientras Lorraine trataba de contactar sin éxito con la capitana comencé a seguir el rastro de sangre sin alejarme demasiado, muy pendiente de los sonidos del entorno. No distinguía nada que pudiera indicar alguna amenaza inminente, así que apoyé mi espalda sobre el tronco de un árbol y saqué de mi mochila uno de mis cigarros provechando la distracción del teniente. Lo mantuve sujeto con los labios y lo prendí seguido de una profunda calada. Tragaba el humo por la boca y lo soltaba por la nariz sin tocarlo en ningún momento, tal era mi técnica. 

Tenía que aprovechar este "descanso" pues era probable que estuviera viviendo mis últimas horas, tal vez minutos, de vida. Que cojones, puede que ahora mismo estuviera apoyado sobre un árbol con un puto jaguar acechando sobre mi cabeza, estábamos condenados. Nos habían mandado a una misión suicida estos hijos de puta. Solo esperaba que antes de espichar me diera tiempo a reventar a unos cuantos trozos de mierda, pensé, mientras pensaba en las cargas de C4 que llevaba en la mochila. Vengaría a O'Connor, si.....me iría por todo lo alto. 

Me encendí otro esperando a Lorraine, cuyos pasos creí escuchar cerca, a mi espalda. Habló.

-Seguiremos el rastro de sangre..a ver si han salido por su pie o no.

-¿Algo que añadir o que se me haya escapado, sargento?.

- Me parece bien, teniente....me parece bien.....vamos a encontrar a esos hijoputas. 

Me erguí y me puse en marcha a su lado. 

El rastro de sangre se alejaba del helicóptero y no tardó en desaparecer, dejandoos solo con dos opciones. CAmbiar vuestra dirección o seguir en la misma. Haciendo esto último, puesto que no habíais visto rastro alguno de nada, continuasteis caminando hasta llegar a los lindes de lo que parecía ser un campamento terrorista. Había casas mal hechas, jeeps de a saber qué guerra y armas, muchas armas dentro de ellos y de un camión. 

Los negros llevaban también todos armas y hablaban y reían por su cuenta. 

Cuando varios de ellos se apartaron, visteis a lo lejos a una mujer desnuda que no llegabais a distinguir bien, porque estaba en mitad de una especie de círculo, en el suelo. La estaban violando entre varios al mismo tiempo, eyaculando encima de ella y golpeándola salvajemente. La mujer prácticamente era un muñeco en sus manos. Observasteis con horror como la penetraban por delante y después por detrás, y acto seguido, varios más hacían lo mismo, mientras otros le introducían su miembro en la boca para después masturbarse encima e incluso orinarse entre risas.

Por su aspecto, bien podía ser la mujer que habíais venido a rescatar... o incluso una de las vuestras.