Después de la exitosa misión en California, que permitió a nuestros investigadores encontrar el Arco de Vlactos y recuperar los cuerpos de los compañeros desaparecidos, el director André Stalin decidió crear un nuevo grupo de agentes de campo contratando a James Jeremy Jones, el especialista de cine. Así, el nuevo equipo formado por Melvyn, James y Gerrard continuará trabajando para impedir que la Orden del Crepúsculo de Plata complete sus planes.
Mientras están trabajando, reciben una carta de Damaris Sephard donde solicita su ayuda ya que ha encontrado nuevas pistas interesantes y les pide que acudan a su casa en Salk Harbor, Maine. Melvyn y James se ponen en marcha pero Gerrard decide quedarse en la sede para profundizar más en las pistas encontradas hasta ahora.
Tras un viaje en tren Melvyn y James llegan empapados a la casa de Damaris, el tiempo de Maine en esta época del año no acompaña, asombrados por el caserón esta les hace pasar rápidamente al interior y calentarse. Una vez repuestos les comenta que les contará todo tras la cena que está a punto de servir Sebina, su criada.
Tras la deliciosa cena Damaris les cuenta que un miembro del Crepúsculo de Plata, un tal Malcolm Smith, está merodeando una vieja casa encantada de la zona para acumular el poder mágico de los espíritus que allí habitan. Les cuenta que ella misma fue testigo de uno de los rituales, y que tras ese encuentro ella ha comenzado a enfermar. Pide ir a la casa e investigar si hay alguna pista sobre el tal Malcolm Smith, pues a ella le cuesta moverse. James y Melvyn se ponen en marcha el día siguiente acudiendo al lugar indicado por Damaris sobre el que se encuentra situada la vieja casa, una vez allí se encuentran con una emboscada perpetrada por una familia degenerada de caníbales. Después de reducir a dos de ellos y no encontrar nada relacionado con Malcolm Smith deciden volver con Damaris, avisando antes a las autoridades locales de las macabras acciones que se estaban llevando en dicho hogar.
Damaris les cuenta que no tenía idea de que la casa estuviese habitada, se disculpa y les prepara un placentero ágape para que repongan fuerzas. Mientras los tres comen Damaris comienza a toser y a encontrarse mareada, desplomándose súbitamente sobre su plato. Melvyn y James acuden en su ayuda creyendo que su enfermedad se ha agravado, hasta que ellos también comienzan a sentirse extraños. Melvyn se desploma a continuación entre dolorosos retortijones, espasmos y vómitos negros, mientras que James sufre sólo unos pequeños mareos y sudores fríos, lo que le permite conservar la entereza y llamar a una ambulancia para que se lleven a la señora Sephard y a su compañero Melvyn a un hospital.
En el hospital el doctor les comenta que han sido envenenados con Ptomaína. Mientras Melvyn tiene que pasar unos 5 días en observación Damaris ha logrado recuperarse casi por completo a pesar de tener una salud delicada por su extraña enfermedad. James habla con ella sospechando de Sebina, su criada, pero Damaris no cree que ella hiciese algo así aunque le informa de que lo investigará. Damaris y James vuelven a casa dejando a Melvyn recuperarse en el hospital.
Mientras Melvyn pasa una escalofriante noche encontrándose de cara con un ser antropomórfico formado por larvas y gusanos, la noche de James transcurre sin problemas.
Esa misma mañana Damaris propone a James dar un paseo en barco, su marido posee un yate de recreo en el puerto, las nubes se han disipado y un poco de luz natural y aire fresco podrían venir bien después de tanto estrés comenta Damaris. James acepta. Ambos se encuentran relajados varias millas mar adentro cuando de repente la embarcación choca con algo grande. James sale fuera a echar un vistazo para encontrarse con un enorme shoggoth envolviendo la nave entre enormes tentáculos carnosos llenos de bocas y ojos. La estructura del yate comienza a crujir. James entra raudo a avisar a Damaris de la situación pero la ve entrar ágilmente dentro de un baúl de madera. Cuando James se acerca y lo abre este está vacío. Sin entender nada y sabiendo que le queda poco tiempo, pues el barco comienza a zozobrar, desata una lancha y consigue subir a ella para huir en dirección al puerto mientras la monstruosidad lleva el yate hacia las profundidades como si fuese un juguete.
James comienza a preguntarse si la emboscada en la supuesta casa encantada, el envenenamiento en la comida y el ataque en el barco no estarán de alguna forma relacionados. Regresa al caserón de Damaris para buscar respuestas encontrando a la criada medio muerta con un tajo en la garganta y a una irreconocible Damaris amenazante. James huye buscando ayuda y, la hasta ahora enclenque y frágil Damaris lo sigue a la carrera para, en un momento dado, comenzar a desprendérsele la piel y emerger desde el interior la figura de un monstruo alado que se alza hacia el cielo dejando caer el sanguinolento cascarón de carne y huesos.
James se dirige al hospital y le cuenta a Melvyn todo lo sucedido, este hace lo propio narrándole su encuentro nocturno con el ser de los gusanos, por lo que ambos deciden marcharse de allí lo antes posible e investigar la casa de Damaris en busca de pistas con ayuda de las autoridades locales. Una inspección a fondo les permite encontrar una carta de Carl Stanford dirigida a ella, o al ser disfrazado de Damaris, donde además de ordenar nuestra eliminación había ciertas pistas de la posible actual localización de los miembros más importantes del Crepúsculo de Plata.