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El capitán Baerfaust es un curtido veterano de la guarnición de Averheim, acuartelada en la ciudad. Bajo las órdenes del Conde Marius Leitdorf participó en la represión contra la Rebelión Halfling y en la Tercera Batalla del Paso del Fuego Negro así como en otras batallas. 

Se rumorea que su descontento por su participación en la Rebelión halfling y la muerte de su hermano en una disputa fronteriza hizo que en la Tercera del Fuego Negro omitiera ayudar al Conde y que por eso cayó en combate. Por supuesto, nadie en sus ano juicio diría tales cosas en su presencia y es innegable que su valor y ferocidad hizo que los espaderos de Averheim decantaran finalmente la batalla a favor del Imperio.

A día de hoy dirige la guarnición de Averheim y hace lo que puede por poner un poco de orden al caos de que no haya un Elector en la provincia.

El Luminario Konrad Mauer, hechicero de la Orden de la Luz, uno de los colegios de magia imperiales, es un hombre de 39 años, de baja estatura y complexión delgada. Sus deslumbrantes vestiduras blancas de mago luminoso compensan su falta de estatura y siempre lleva una mitra blanca que añade varios centímetros a su altura aparente. 

Friderich von Kaufman está un poco por encima de la estatura media y es de buena constitución. Tiene 36 años, aunque parece un poco mas joven. Tiene unos hermosos rasgos marcadamente cincelados y lleva una barba recortada, pelo marrón corto y un denso mostacho.

Siempre viste a la última moda con ropa de satén perfectamente confeccionada y como buen patriota averlandés gran parte de su armario está cortado con los colores de la provincia, amarillo y negro. Destaca alrededor de su cuello una cadena de plata unida a un emblema de oro decorado en esmalte con el escudo de armas de los von Kaufman, una cruz negra imperial sobre un campo amarillo. La cruz está rodeada por una corona roja estilizada, como si eclipsase al sol.

Es un aristócrata menor con un pequeño dominio en Averland y una impresionante mansión en Averheim. Aunque no es un noble particularmente influyente y nunca sería considerado un pretendiente serio para el asiento de elector es muy respetado y tiene muchos amigos influyentes.

Tiene bastantes negocios destacando una participación en la posada de la Flecha Roja, sede del servicio de diligencias con el mismo nombre.

Es una miembro menor de una de las familias nobles más preeminentes de Averland, los von Alptraum. Inusualmente para una mujer de su nacimiento, posición y edad está soltera y tiene su título por derecho propio, no a través de un marido. 

Clothilde es una visión de belleza radiante de casi treinta años con una cara atractiva y amable, una figura curvilínea con forma de reloj de arena, marcada aún mas por su busto y corsés bien ajustados y un largo cabello castaño rojizo sujeto mediante una tiara de hierro forjado.

Es todo un criminal, a veces un ladrón, a veces un contrabandista, a veces un extorsionista, con muchas conexiones en los bajos fondos de Averheim. Se sabe que es fiel a sus patrones, un ejemplo del "honor" entre ladrones.

Es un hombre de estatura mediana en su temprana treintena, presenta unos rasgos desgastados y un magnífico mostacho. Es musculoso y suele vestir ropas de mala calidad.

Es una mujer llamativa de unos 30 años, en buena forma física y endurecida por la experiencia. Lleva pantalones de cuero marrón, un abrigo negro y el alto sombrero de cuero grueso común a la mayoría de los cazadores de brujas. Alrededor del cuello lleva un grueso colgante del martillo de plata, el símbolo de la Orden del Martillo de Plata a la que pertenece. Su antebrazo izquierdo fue amputado por una herida cumpliendo su deber por lo que lleva una prótesis con un gancho de acero en lugar de su mano perdida.

Una mujer corpulenta, perista de profesión, viste ropa chillona con dibujos y lleva muchas baratijas y brazaletes. Se sabe que es experta en poner en contacto a criminales con otros criminales o a asesorar donde vender cargamentos de contrabando pero nadie nunca ha podido demostrarlo y, además, a fin de cuentas, realmente ella no comete ningún crimen.