Partida Rol por web

Una y otra vez examinaba toda la superficie del suelo, de las paredes, de los rincones en los que creía que pudiera haber algo oculto, pero mi desánimo iba creciendo al mismo ritmo que los lugares que podía examinar iban decreciendo. Me quedé en mitad de la sala, mirando todo a mi alrededor con el ceño fruncido y la sensación de que aquella casa me estaba venciendo. Estaba convencida, al igual que Aramiel, de que allí había algo escondido, algo que nos indicaría qué narices estaba pasando y el porqué todos los que habían intentado descubrir el misterio habían fracasado. Pero la oscuridad y mi propia rabia me impedían pensar y ver con claridad.

Respiré hondo, fijándome con detenimiento en cualquier detalle que llamara mi atención, cualquier detalle que pudiera percibir a pesar de la falta de luz, intentando relajarme y alejando los malos presagios y mi propio pesimismo. Y algo conseguí. Me di cuenta que la alfombra parecía haber sido movida, no estaba colocada tal y como debería en una casa ordenada. Quizás la hubiéramos movido nosotros con tanto ir y venir, pero no recordaba haber hecho tal cosa.

Me acerqué para observarla más detenidamente, al fin y al cabo no perdía nada por mirar si había algo oculto debajo. Había sido una buena idea, allí se escondía una trampilla que llevaría al sótano o lo que fuera que hubiera bajo la casa y que habíamos estado buscando. Pero la frustración volvió a hacer acto de presencia al comprobar que no había forma lógica para levantar la trampilla.

Bufé por lo bajo decepcionada. Había dado un paso descubriendo aquel paso hacia el piso inferior, pero por más que lo intentaba no había forma de levantar aquella maldita trampilla. Me levanté para volver a concentrarme en el resto de la estancia, convencida de que tenía que haber algo que moviera esa parte del suelo, quizás algún resorte secreto y oculto... Tenía que encontrarlo, así que me puse una vez más a buscar en la estancia, palpando cualquier milímetro de pared, tocando cualquier objeto, pisando con cuidado el suelo,... Si existía algún resorte o palanca oculta tenía que encontrarla.