Partida Rol por web

Observando el lugar una vez que hubiéramos acabado con todos los trasgos, y quitado las orejas, me puse, con mucho cuidado, a fijarme con los trasgos del lugar. ¿Donde habían ido? ¿Habían emigrado? ¿Estarían preparando otro ataque? ¿Que pasó con todo lo que saquearon? Tras revisar todo esto, decidí continuar hacia donde nos indicaba el rastro, haciéndole un gesto a Nótt para que nos siguiera, mientras le decía;

-Ten mas cuidado, Nótt, no quiero verte muerta. -Dije, tras lo cuál, en silencio, continué el camino.

Nótt notó su cuerpo con varias heridas, por lo que intentó vendarse un poco, mientras se limpiaba la sangre de trasgo de su hacha. Observó a sus alrededores, y encontró que la cantidad de trasgos era muy poca, ¿Donde habían más enemigos para matar? ¿Que estaba haciendo Darkon? No entendía nada, y lo miró un poco extrañaba cuando lo veía caminar de aquí para allá revisando cosas en el piso. Cuando la llamó, ella se sorprendió bastante, y sintió la mirada de incredulidad, sorpresa, y...¿envidia? de Alicia, tras lo cuál siguió el camino que estaba mostrando su compañero.

Siguiendo las directrices de Darkon, el grupo avanzó más al norte, siguiendo unos caminos poco habituales que parecían no llevar a la nada, pero allí había un rastro que se había logrado interpretar... ¡y dio su fruto!

Aunque estaba bien escondida, apareció una pequeña entrada a una cueva. Era muy probable que la guarida de los trasgos estuviese allí.

Darkon miro a Nótt y a Alice, y haciendo un gesto de silencio y de cuidado, hizo un gesto para que pudieran continuar por la cueva. Decidió ir primero para ir atento a encontrar cualquier tipo de trampa. Esperaba que los trasgos estuvieran desprevenidos, cosa de que les fuera más fácil acabar con ellos, ya que si ahora realizaban el trabajo de buena manera, podrían salvar la región de cualquier próxima incursión.

Nótt miraba la cueva con mucha atención. De no ser por Darkon ella jamás habría encontrado esa cueva, pero ciertamente, era extraño que los trasgos estuviesen divididos de aquella forma. ¿Los que mataron habría sido un puesto de avanzada? No lo sabía, pero si sabía que solamente lo averiguaría en esa cueva, por lo que siguió el camino detrás de su compañero.

La cueva, en su interior, era más profunda de lo que parecía a simple vista. Recorristeis varias galerías sin encontrar nada. Os parecía demasiado extraño.

La exploración continuó con normalidad. Aquella galería de pasillos dio por fin a una sala lo suficientemente amplia como para poder descansar de forma segura ya que solo había un punto de entrada y salida.

Tras aprovechar aquel lugar seguro y recuperar fuerzas, continuasteis con la exploración. En esa ocasión, cuando ya os habíais habituado a recorrer los pasillos sin encontraros amenaza alguna, algo sucedió: un pequeño temblor reveló a un par de escarabajos gigantes que emergieron del subsuelo. Parecía que eran los centinelas de aquella cueva aparentemente abandonada.

Después de haber aprovechado el entrar a la cueva y encontrar un lugar seguro para descansar, Nótt estaba preparada para machacar con su hacha todo lo que se le cruzara por el frente. Fue caminando ansiosa por los recovecos del lugar, lista para pasar por el filo de su hacha lo primero que se cruzara, y para mala suerte de ellos, un par de escarabajos gigantes se cruzó en su camino. No fue caritativa con ellos. Con dos diestros hachazos, los cortó cada uno a la mitad, de un solo corte limpio.

Descansar nos vino bien, y sobre todo, porque había estado preocupado durante el camino por las heridas de Nótt, pero verla recuperada fue un alivio, y lo mas sorprendente fue su recuperación. Cuando fuimos emboscados por escarabajos gigantes, yo y Alice nos vimos preparados para luchar, pero antes de dar cualquier paso, Nótt se lanzó por delante masacrando los enemigos que teníamos a nuestro paso. Yo y Alice nos miramos con sorpresa, pero nos encogimos de hombros, y la seguimos por el camino.

Continuasteis avanzando por la mazmorra hasta que escuchasteis unos ruidos que os resultaron familiares.

En la que parecía ser la última sala de aquella guardia profunda visteis algo que os dejó de piedra. Un grupo de 5-6 trasgos le llevaban como ofrenda comida (frutas, restos de animales) a un dragón que había convertido esa cueva en su nido. Aquello que parecía un encargo sencillo terminó convirtiéndose en una epopeya.

Al ver la situación, sabía que sería un combate épico. Probablemente contarían fábulas de como un trío de personas había decidido luchar contra un dragón, pero como heroicos guerreros, debían enfrentar todos los obstáculos. Miré a Alice, y abrazándola con fuerzas, le dije;

-Puede que sea esta la última vez que combatimos en conjunto, pero quiero que sepas, Alice, que has sido la mejor compañera que podría haber tenido. -Dije, con una sonrisa, para luego mirar a Nótt, y decirle- Y tu también, Nótt, espero que nuestro corto viaje no termine aquí. -Dije, y tras una sonrisa, desenvaino mi espada y cargo contra el dragón.

Nótt no pudo evitar ponerse seria por primera vez. Realmente enfrentarían un enemigo poderoso, muy poderoso, y en su tierra, se le tenía un tremendo respeto a los dragones, sobre todo, los más temidos allí eran los dragones de hielo y los dragones de la túndra. Este sería un combate a muerte. Miró a Darkon y sonrió con medio labio, y dijo;

-Gracias, Darkon, y a ti, Alice. Espero que logremos vencer. Luchemos por nuestros sueños. -

Y tras eso, tomó aire, y cargó conjunto al resto de sus compañeros, buscando golpear el cuello del dragón.