Partida Rol por web

De repente, algo os golpea a ambos en las espinillas y el peso de diego, al que habíais vuelto a cargar, se desploma sobre vosotros aplastandoos contra el suelo.

Intentais forcejear para apartar los mas de 100 kilos de colega que os retienen pero es imposible.

Una cerilla se enciende en la oscuridad y una voz de mujer con un fuerte acento silbante se dirige a vosotros. La luz de l antorcha revela un bello rostro de pelo moreno y unos ojos tapados por un antifaz. 

-¿Quien coño sssois vosotrosss?

Me quedo aturdido un momento, por la extraña visión. Mientras me froto la espinilla y, como siempre pasa en momentos como este, los pensamientos mas absurdos salen a la luz ¿Una cerilla? ¿Pero que cojones?

No somos nadie. Estos militares nos trajeron a la fuerza y sólo queremos salir de aquí

Me quedo mirando a la nueva visión, y sólo confirmo el discurso de Juanmi asintiendo con la cabeza, demasiado sorprendido para hablar...

¿Sssois los de Collssserola? ¿Os busca a vosssotros?

Os fijais que de vez en cuando ladea la cabeza como si escuchara algo que vosotros no percibís.

Sin acabar de incorporame del todo respondo a la misteriosa desconocida:

Emmm, si nos sacas de aquí te lo explicamos tranquilamente, pero por favor échanos una mano.

Lo ultimo que veis es su dedo posandose en sus labios antes de que apague la cerilla de un soplido.

La desconocida agarra a Juanmi por la camisa y tira de él en la oscuridad reinante. Si no fuera por el tiron, jamas diriais que teneis otra persona frente a vosotros. No solo no hace ningun ruido, es que ni siquiera sentis esa sensacion de falta de aire cuando hay un objeto frente a ti y estas a oscuras. La desconocida recorre varios pasillos. Algunos destrozados y ensangrentados (lo suponeis por lo resbaladizo del suelo).

Al cabo de unos 20 minutos se detiene. Escuchais  un ligerísimo "Está ahí delante".

Ahora que os fijais, si que se escucha una respiracion entre cortada mas adelante. Muy leve, como si estuviera varias decenas de metros por delante. Al poco, se enciende una luz en esa dirección. La criatura que la ha encendido aún tiene su garra en el interruptor. 

Digo criatura porque lo que acaba de encender la luz no es humano. Es una criatura ligeramente reptiliana que parece exhalar nubes de energía por algunas partes de su cuerpo. En sus manos, unas garras grandes como cuchillos, están cubiertas de sangre. En la otra garra sostiene el cuerpo de un científico que parece desmayado.

La criatura lo observa con curiosidad bajo la luz.

Mierda, mierda... Me quedo muy muy quieto, intento no mirar fijamente al bicho que tenemos delante, no sea que me vea, y me fijo en lo que hace nuestra nueva mejor amiga.

Si aún conservo mi tranquilidad, intento pasar lo más desapercibido posible, sin hacer ruido, y siempre detrás de la extraña mujer y de Juanmi...

De la mujer no hay ni rastro a oscuras (percepcion mas de 95 para detectarla). El bicho no parece veros de momento.

De repente, el aliénigena habla con una voz cavernosa y retumbante. Se dirige al cientifico inconsciente.

-¿Donde está el Karlankian? Aqui dentro se huele el combustible de su nave...

¡¿donde está la tía esta?!... si nos ha dejado tirados será mejor que nos movamos.

Miro a mi alrededor en busca de una salida que signifique pasar lo más lejos posible del bicho, moviendo el menor número de músculos posibles, para evitar tocar nada que haga ruido, ni mis ropas.

Intento buscar a la mujer con la vista, igual que Juanmi, sin mover apenas nada que pueda hacer el menor ruido...

mierda que miedo, han pasado segundos pero parecen días...

Por lo que respecta a vuestros sentidos, podria haberos dejado ahi delante, solos.

Entonces, el científico habla:

-El alien está muerto. Por favor, tengo una hija pequeña...yo no estoy contaminado...déjame ir.

La criatura lo escucha y parece relajar su presa. Sin embargo, despues, agarra la cabeza del cientifico y la dobla hacia atras, haciendo que se desprenda parcialmente del cuerpo, dejandolo como un dispensador de caramelos pez. El Bandagarn se inclina despues y empieza a sorber el interior del cuerpo del cientifico a traves de la hendidura.

El sonido es espeluznante.

Intento seguir la trayectoria que llevábamos con la enmascarada, aguanto la respiración... bueno no respiro una cosa menos de la que preocuparme, y milímetro a milímetro intento avanzar en la oscuridad

Tirada de acechar / discrecion

Me arrastro todo lo grácilmente que puedo por los cascotes del suelo

cuidado, cuidado, cuidado...

Intento seguir a Juanmi haciendo el mínimo ruido posible...

Tanteais con las manos en busca de algo mas solido que el aire y de repente os sentis arrastrados por los pantalones hacia la pared. La misteriosa mujer parece que os ha llevado a un despacho a medio abrir. En el interior, la única luz proviene de un reloj digital que ha perdido la hora y sus cuatro ceros parpadean esperando a alguien que lo vuelva a poner en hora.

Vuestros ojos ya se han acostumbrado a la oscuridad y con los parpadeos podeis distinguir una mesa de escritorio. La mujer os empuja debajo de la mesa, como diciendoos que os escondais.

La criatura parece haber oido algo porque ois como avanza por el pasillo aplastando todo lo que se cruza en su camino bajo sus pies. La intermitente luz del reloj os revela su rostro asomando por la puerta.