Partida Rol por web

Erika escucha a la morena, Beth.

Asiente. Yo haría lo mismo.. Dice de forma comprensiva. Si habían intentado matarla, estar sola era lo peor que podía hacer.

Como siempre, Erika no puede parar quieta, no puede evitar dar algun que otro paso, nerviosa.

¿Cuál es tu experiencia? Le pregunta al chico. Creía que hablar de ello la ayudaría a asimilarlo mejor.

Asentí con la cabeza al ver que la muchacha me comprendía y luego fue a buscar mis cosas al sofá donde las había dejado cuando había llegado, para coger algo de ropa y mis enseres y así poder darme una ducha.

Me fui al baño y como había dicho, no cerré del todo la puerta, dejando muy poco de ella abierta, pero lo suficiente como para sentirme en contacto con el resto de la casa, como esos gestos de cuando tenía miedo por la noche dar la luz, cosa que no valía para absolutamente nada, pero que al menos tranquilizaba un poco.

Con soltura, y eso que mis pintas darían que pensar a que tardaría como mil años en desvestirme, cosa que no era cierta, me deshice de la ropa y antes de abrir ni siquiera la ducha me quedé mirando la cicatriz de mi pierna y pasé la mano por ella, suspirando unos instantes al sentir aquel contacto que tanto había podido sentir a lo largo de aquellos años y después, intentando no pensar más en ello me metí bajo el agua, esperando quitarme así aquel olor y quizás con un poco de suerte, relajarme un poco.

Al final aquella chica era Erika, una antigua estudiante de San Gabriel. No recordaba su cara ni conocía nada de su historia. Asentí con la cabeza cuando Beth me presentó.

- Me llamo Robert, Eddy viene dentro de poco.

Después de las presentaciones y de ver que nada se sale de lo normal, la situación se tranquilizó aunque en ocasiones nos contagiábamos el miedo unos a los otros. Beth se retiró a la ducha tras conversar unos minutos con Erika y yo me quedé con ella.

- No te preocupes Beth, nosotros estaremos aquí - Me dirigí hacia Erika cuando me preguntó - Yo estaba castigado en mi cuarto el día de la masacre. Recuerdo escuchar gritos y ruidos viniendo hacia el pasillo. Cuando salí al mismo, decenas de niños corrían hacia mí ensangrentados y despavoridos. Cuando todos pasaron tras de mí, los gemelos estaban allí... y ya no recuerdo más - terminé mientras me encendía un cigarillo. Le ofrecí el paquete.  - ¿qué relación tienes con Eddy, si no es mucho preguntar?

Erika aceptó la oferta del tabaco y esperó a responder para llevarse un cigarrillo a los labios un poco temblorosa aún, esperando fuego.

Ninguna. He recibido su llamada ahora mismo. Responde immediatamente. Sí, podría parecerle arriesgado a cualquiera. Ir al piso de un "desconocido" en aquella situación, pero es que estaba realmente desesperada. Nadie de su actual entorno podría entenderla, nadie, excepto alumnos supervivientes. ¿Y tú? Parecía que ellos se conocían más.

Su contestación fue rotunda, no se conocían de nada.

- De acuerdo, ya somos dos entonces, pero todos tenemos algo en común... - expulsé el humo de mis pulmones - Tenemos que buscar unos tatuajes en un libro que debemos de buscar, es algo de brujería. Vamos, échame una mano tiene que estar por algún lado ¿te gustan los tatuajes? - le dije empezando a mirar las estanterías.

Erika aspira y disfruta el humo del cigarrillo como si fuese el último.

Escucha al chico. Vaya... así que él tampoco. Piensa. ¿Brujería? No sabía por qué le extrañaba, pero se levanta y le acompaña.

Ante su pregunta, se aparta el pelo a un lado, dejando ver el tatuaje del cuello, y luego levanta levemente la pierna, dejando ver el de su tobillo.

Son una adicción. Estoy pensando en hacerme otro.. en la zona lumbar seguramente... le suelta con confianza y mucho más tranquila, y quizá con una pizca de picardía casi imperceptible. Luego también empieza a mirar las estanterías, intentando buscar algun nombre que le llame la atención respecto al tema.

Me sorprendería que tú no tuvieses ninguno.. Pregunta por hablar de algo mientras buscaban. Parecía el típico chico con ese punto malo que atrae a todas. No puede evitar fijarse en la cicatriz de su mejilla, aunque no pregunta nada al respecto.

Desde el baño, se escuchaba el agua de la ducha. Miré hacía allí y la puerta estaba entreabierta, al final del pequeño pasillo. Sólo la luz de la bombilla iluminaba ténuamente el corredor. Parecía que a la chica nueva le gustaban los tatuajes. Tenía varios.

- Eh.. - dije sorprendido al verlos - Son bonitos, el del cuello me gusta mucho - dije observándolo bien, tantas punzadas habrían dolido.

Cita:

Por un segundo pensé en aquella bonita figura con la espalda al aire dispuesta a empezar con el nuevo tatuaje - Pues estás de suerte - dije irónicamente - Ese tal Eddy afirma que con un símbolo tatuado tendremos una protección sobre nuestras alucinaciones... a saber... él es el tatuador, espero que al menos no nos cobre - dije sonriendo de medio lado mientras seguía buscando el libro.

Cita:

La miré unos segundos, como extrañado por dar de hecho que tuviese alguno. Sostenía el cigarro entre mis labios, mientras utilizaba las manos para mover cosas de la estantería.

- No me gustan las cosas que son para siempre...

Gracias. Responde asintiendo y refiriendose al gusto del tatuaje.

Se queda pensando en lo del símbolo y Eddy. Cada vez todo se volvía más surrealista y raro.

Vuelve a darle otro calo al cigarrillo y deja ir suavemente el humo.

A mí tampoco me gustan las cosas para siempre. Pero estos tatuajes son parte de mí. No tienen que ver con nadie más. Los tengo porque me gustan. Me recuerdan que he cambiado. Dice muy segura de su forma de pensar y sin juzgarle a él tampoco.