Era tarde, de madrugada, pero habias hecho unas fotos increibles y no podias esperar para revelarlas.
En el cuarto oscuro las imagenes comienzan a tomar contraste. Tenias razon, son increiblemente buenas.
Tomas una para contemprar los detalles con una lupa y notas algo que no habias visto cuando la hiciste. Intentas centrar mejor esa sombra que has visto, casi difminada en un lateral y el susto te hiela la sangre al comprobar que los verdes ojos de Izam Smith te estan mirando, incluso lo ves parpadear.
Cuando vuelves a comprobarlo no ves nada, incluso te sientes idiota por dejarte llebar por tu imaginacion ¿o no era tu imaginacion?
Me sentía bien en aquella habitación, me sentía bien entre aquellas cuatro paredes rojas, y aunque el espacio no era muy grande, para mí se hacía infinito al poder tener colgadas todas aquellas fotos. Había tenido suerte aquella noche. El cielo estaba nublado y alguna lluvia fina se dejó caer en la noche de Nueva York. Hacía tiempo que no retrataba mi ciudad y ví en ello una oportunidad. Las calles pobladas de gente en un blanco y negro con fuerte contrase en el cielo habían creado unas buenas imágenes que serían posibles postales en cualquier tienda de recuerdos de Manhattan.
Era tarde y aunque el sueño me podía, estaba impaciente por ver los resultados. Había dedicado un par de horas a retocar luces y a eliminar el ruido en algunas de las zonas donde la luz no había aparecido del todo. Cogí con cuidado aquella foto, era bonita, he reconocerlo. La colge en la cuerda donde pasaría toda la noche secándose para mañana poder cogerla y buscarle un buen lugar o un comprador. Me gustaba aquel contraste de las nubes con la luz que se desprendía entre ellas, todo eso rodeado de edificios, ventanas y mucha gente con paraguas. Era una buena hora punta en la ciudad.
Pero algo me llamó la atención en la foto.
- ¿Cónoceré a alguien? - me dije mientras cogía la lupa que tenía a mano - Veamos...
Había mucha gente y fui pasando poco a poco entre los rostros de los allí inmortales que habían quedado en el cartón. Había de todo, gente jóven y chicas guapas, ancianos, pero sobre todo empresarios con sus gabardinas largas y sus maletas a juegos. Pero en una esquina, algo me llamó la atención. Una cara conocida hizo desviar mi lupa hacía allí. Tarde unos segundos en reconocer aquellos ojos claros.
- Pero que coño... - dije mientras me acercaba un poco más a la imagen.
De repente, aquellos ojos pareción parpadear y un susto me recorrió todo el cuerpo, haciendo que se me callese la fotografía al suelo.
- Joder... ¿qué hora es? - dije remangándome la camisa - las 4... voy a acostarme, ya es demasiado por hoy... - y cogí de nuevo la foto. Cuando quise pasar la lupa una vez más, no pude ver de nuevo el rostro de Izam Smith, uno de los gemelos que causó aquella carnicería.
Querias ir a tu habitacion para dormir, pero la puerta no se abria... Estaba cerrada, como atrancada desde el otro lado. La risa de Izam comenzo a resonar por la habitacion, primero lejana como una brisa de aire, luego mucho mas fuerte y real.
De pronto ceso para hablarte.
- Hola Robert, ¿Me has extrañado?.- Te pregunto con tono casi amable pero no habia nadie en la habitacion.- Por favor, no intentes uir... solo vas a perder tiempo y fuerzas.
Caminaba a mi cuarto con la mano en la cabeza. Era tarde y quizás el cansancio me había jugado una mala pasada. No me encontraba muy y tenía un sensación de malestar en el cuerpo, deseaba poder llegar a la cama y dormir, estaba agotado. Pero cuando llegué a mi cuarto la puerta estaba atrancada, no podía abrirla.
- ¿Qué coño pasa...? - me dije mientras soltaba el pomo y no daba crédito a lo que pasaba. De repente, la pesadilla, ahora más real comenzó a susurrarme al oído.
Cita:
Estaba alucinando, no sabía que pasaba. Forcé el pomo con más intención para entrar. Al final, tras unos segundos de forcejeo cedió.
- Esto no puede estar pasando... - me dije algo alterado mientras abría la ventana de la habitación para que entrase el aire - No eres real, ¿qué coño quieres....?
- Si no soy real... ¿Que esperas que te conteste?.- Pregunto y casi pudiste adivinar su sonrisa maquiavelica.- ¿Que que quiero?¿Es que un viejo compañero no puede pasarse a saludad?... Que mal pensado... Tranquilo... Solo pretendo una pequeña reunion de antiguos alumnos, ya sabes, reencontrate con los supervivientes, enseñaros cicatrices.... ¿Que te parece? ¿Quieres venir?
Tragué saliva al notar como su voz parecía tan real, como si estuviese allí. No era la voz de crío de hace ya unos años, pero tenía un tono, una insinuación que hacía pensar que era él. Intenté tranquilizarme, intentaba mantener la compostura pero aquella situación tan irreal y tan real a la vez que por un momento pensé que me había vuelto completamente loco.
- Tú nunca fuistes compañero de nadie, ni tú ni tu hermano, y no sé que cojones quieres para venir aquí o donde quiera que estés... Y espero que no se te ocurra hacerle nada a nadie, bastante daño hicistes aquella noche, maldito bastardo...
Por un momento pensé que estaba hablando conmigo mismo, pero algo me hacía sentir que no era así...
- Estoy notando mucha ostilidad.- Dice con tono socarron y despues resopla.- Robert, Robert.... Estas tan confuso... mi hermano es una mujer, se llama Alexa y te manda recuerdos... Ahora relajate... Solo he venido a hablar.
- Bien... vemos, eres fotografo ahora...- Dice cogiendo una foto para observarla mejor.- Se me ocurre un juego ¿Quieres ayudar a tus compañeros? Hazles una foto e intenta adivinar la forma de salvarlos por lo que tu camara te rebele... ¿Que te parece? Te doy la opcion de que te me adelantes y los protejas.
- ¿A quiénes te refieres? No sé de que compañeros hablas, y hace mucho tiempo que perdí el contacto con ellos, desde lo que sucedio...
Perdón por lo de la hermana, sabía que era chica pero se me fue la mano xD
- Eran tus compañeros en el instituto...- dice encogiendose de hombros.- Buscalos, eres periodista ¿no? Ademas, tampoco escaparon tantos. Muchos murieron en el hospital.. otros se suicidaron despues... Pero eso... sera solo si tu quieres salvarlos. Si no quieres solo tienes que sentarte.. y esperar tu turno.
No hay problema ^^
Parecía que no tenía elección. Aquella pesadilla había vuelto a mí haciéndose tan real que ni si quiera sabía que debía de hacer. En un principio pensé dejarlo pasar, pero después me di cuenta de que algo me decía que tenía que ayudar, o al menos avisar, a expensas de que me trataran como un loco, que sería lo más seguro. Si algo sucedía en esta macabra situación, me sentiría responsable de no haber movido un dedo para ayudar a esos antiguos compañeros con los que había sufrido aquel horror. Después de un largo rato, apretándo la mandíbula conteniendo la rabia y el miedo, contesté a duras penas.
- ¿Y qué ganaré si los encuentro y les aviso de qué el maldito loco ha vuelto de nuevo? Vas a intentar matarnos de nuevo...
- Si, voy a mataros pero despues de terminar con tantos de vosotros... me gustaria hacerlo mas interesante. Puede que exista una forma de pararnos.. puede que estando juntos la descubrais o no... en todo caso puedes ganar o incluso puede que tu vida, si juegas bien tus cartas. ¿Comprendes amiguito?
El chico sonrie y despues se desaparece como si jamas hubiera estado alli. La puerta se libera y ya puedes ir donde te apetecca.
La tensión se fue rebajando poco a poco cuando aquella aparición desapareció de mi mente. No sé si era real, pero no iba a quedarme de brazos cruzados, iba a matarnos, iba a matarme y eso era suficiente. Si a alguno de mis antiguos compañeros le hubiese pasado también no sería tanta coincidencia, ni tampoco sería un síntoma de que se me había ido la puta cabeza.
Me senté en el borde de la cama, aprovechando el aire que salía de la ventana. Después de un tiempo recuperándome, me dejé caer e intenté dormir. No quería repetir aquella pesadilla en el pasillo del San Gabriel, ya había tenido bastante como para volver a tener visita aquella noche.
A la mañana siguiente me desperté confuso, sin saber si lo de ayer había sido real o no. Me metí en la ducha y me relajé un rato, despejándome. Una vez que terminé me dirigí al estudio, para revisar las fotos que hice la última vez. Una escalofrío me recorrió el cuerpo al ver la foto donde había visto a ese bastardo. No sabía como empezar, lo primero que iba a hacer era ir a la redacción, a ver si encontraba alguna lista de nombres de aquella tragedia en el archivo. Si no tenía éxito iria a la comisaría, allí pediría información con mi acreditación de periodista y también como superviviente de aquello.
En la redaccion encuentras una serie de datos algo confusos. La mayoria de personas prefirieron desaparecer de la vida publica y al ser menores sus datos se protegieron. No obtante encuentras el nombre de una niña que fue novia de Izam. Se la interrogo muchas horas antes de decretar que solo fue una victima mas.
Tambien encuentras datos de un chico que se dedica a tatuar, consiges el numero de su establecimiento actual y tambien algunos datos de una chica que fue quemada con acido.
Después de despejarme salí a la calle decidido a buscar algo que me diese alguna pista por donde empezar. La redacción fue el primer lugar. Había gran cantidad de archivos y de documentos, pero la mayoría eran antiguos y sus protagonistas no estaban registrados o no tenían información de importancia. Pero al menos, el viaje no fue en vano, pues algo pude conseguir.
Eran dos nombres importantes. Importantes porque eran los únicos que había recopilado y a parte tenía sus direcciones y algún número de teléfono. El primero era un tatuador y la segunda una chica que tuvo accidente con ácido. En primer lugar iría a la tienda del tatuador, esperaba no tener que salir peleado con él. Salí a la calle:
- ¡Taxi!
Como no me has dado nombres ni direcciones no he especificado nada!;)
Tienes el nombre de Eddy y su numero de telefono. Tambien tienes el de Beth. Si los quieres llamar ve a la escena de llamadas y mando un privado solo para el receptor de la llamada.