Partida Rol por web

Gramar iba ensimismado en sus propios pensamientos, miedos y dudas. ¿Quién era Fulber Lee, también conocido como El Gato Negro...? ¿Y por qué diantres atacaron a esa guarnición, matando a diestra y siniestra todo lo que se cruzase en su camino? ¿Sería acaso por el Gato Negro? Y si ese era el caso ¿Alguien más le estaría dando caza? ¿Qué podría haberse robado que valiese semejante retribución?

Al entrar al pueblo, sin embargo, decide dejar todos esos aciagos pensamientos de lado... Después de todo ¿De qué le servía hacer suposiciones al aire si no tenía los medios para corroborarlas —por ahora al menos.

—Sí, así que parece que finalmente nos hemos encontrado con la "autoridad" de esa maravillosa comarca... —dice dándole una extraña entonación a lo que acaba de decir, pero por lo demás, manteniendo la compostura.

—Respecto a eso echarnos al oído algo de información me parece bien, solo asegurémonos de escuchar más de lo que decimos... Por lo menos hasta que sepamos quién es quién. A mí en particular me da mucha más curiosidad esa dupla de elfos que está por allí —señala con un rápido gesto— ¿Qué andan haciendo aquí? Son claramente figuras disonantes en la composición de este pueblucho.

Lográis sentaros antes de que se llene por completo la posada. El ruido de las conversaciones ajenas esconde vuestros susurros y elucubraciones y os permite escuchar los rumores y sinsabores de la gente humilde de Fourquet. Entre todas las tonterías y pequeñeces de los campesinos hay una conversación que realmente os llama la atención.

No no no, pero que dices hombre! Te quieres callar? Hay lo que pasó es lo de siempre. Claro. El Gato y sus compinches se encontraron con tanto oro que han acabado matándose entre ellos en el bosque. Que si joder! Que te lo digo yo, eso ha sido así.

Mientras poníais el oido no os habéis dado cuenta de la presencia del mesonero. Es uno de los gemelos por supuesto. - Caras nuevas! Es tradición invitar a los forasteros a la primera ronda. Que no se diga que somos unos racanos en Fourquet. - Se gira para coger varias jarras de cerveza y sidra.-Pueden quedarse a cenar y a dormir si gustan. La cena son 2 talentos por persona y la habitación comunal son otros 3 talentos por noche.- deja las jarras en medio de la mesa. - A su salud!

Disimuladamente, Gamar escudriña el lugar para buscar quiénes hablaban del Gato Negro. No tenía claro si iba a intervenir, pero era mejor ir haciéndose una idea de quienes podían saber algo más al respecto.

Son un grupo de campesinos, algo borrachos aunque parecen inofensivos.

-- Gracias por la invitación, no se si habría la posibilidad de tener una habitación algo más privada para el grupo, no nos gustaría molestar a los demás

Sabían lo de los cadáveres del bosque aunque no habían dicho la causa

-- Yo podría invitarles a los dos a una ronda? por el buen recibimiento a su establecimiento

- Gi! - grita el gemelo que os ha atendido dirigiéndose a su hermano de la barra -  ¿Has oído edo? ¡Hay una sacerdotisa que nos quiere invitar a un trago! - El posadero no puede evitar soltar una carcajada - No se preocupe señora, pregunte sin miedo. - Parece que no toma en serio tu cara de preocupación.

sonrío ante el comentario y me acerco al hombre como si lo que fuese a decir fuera un secreto

-- hace poco que hemos llegado a la ciudad, solo estamos de paso para propagar la palabra de Argos. Pero es de agradecer una bienvenida así de cálida, a veces no es normal tratar así de bien a los extranjeros

Tampoco sabía que decir para soltarles la lengua, estaba segura que Fulbert con su lengua de plata sería mucho más hábil que yo

-Dicen... que la cerveza bendecida tiene propiedades especiales... pero nunca he sabido si es cierto -Añadió a las palabras de invitación a una ronda para los mesoneros, por parte de Arria. Era una buena forma de crear una cierta confianza con la gente, eso de invitar, aun siendo a los propietarios.

Añadió una sonrisa, lo más franca posible a sus palabras

-No hemos podido evitar oír cosas sueltas... -señaló vagamente con la cabeza al resto de parroquianos, que estaban en sus conversaciones.-El caso es que creo que la gente rellena el relato con meras suposiciones, sin haber visto nada tangible.

Miró al resto del grupo. Quizá eran las personas a las que contarles lo que habían visto, y esperar a ver cómo reaccionaban, y si acertaban a decir algo que aportase luz. 

Y quizá... miró fugazmente a los elfos... ¿estaban atentos a lo que se dijese alrededor de esta mesa, o eran realmente ajenos a todo?