El profesor Claude buscó enteonces la fotografía en la mochila que le habían señalado. Al principio no encontró nada, pero después logró extraer la imagen y la divisó unos instantes...
Uhm... pues... los bororo creen en una entidad superior, Maereboe-doge Etu-o -dijo el antropólogo-, podría ser una reprentación suya, pero no está claro. Su misteriosa cosmogonía habla de espíritus o dioses subordinados al principal, si es que es un dios esta especie de totem. Lo siento, señores. No está claro.
De acuerdo profesor. Gracias por su ayuda... -entonces se giró hacia vosotros tres, con tono decidido-. Creo que deberíamos marchar cuanto antes. De hecho, yo comenzaré a preparar una mochila para visitar Curudores. Señor Strauss... si no tiene nada más que decir, creo que debería volver y no hablar a nadie de este encuentro -Claude se quedó callado, pero sabía que todo esto no era un asuntio precisamente claro-. ¿Ustedes vienen, verdad? -os preguntó-.
Puf, una vez más, Lecián lamentó haber preguntado al profe. Este rollo le había resultado más incomprensible que los anteriores. Pero de nuevo había algo que no le encajaba. Si todo este jaleo tenía que ver con los otwes, que están al sur de Cuiabá, ¿por qué estaba Marvin en el norte cuando lo secuestraron?
En cualquier caso, parecía que el momento de irse de expedición a la selva había llegado. Al fin y al cabo, eso es lo que suponía que venía a hacer aquí. Pero, caramba, Martin contaba con un par de días para aclimatarse y hacerse con el equipo al menos.
- Elías, Connor: no tengo equipo para ir a la selva, ¿cómo podría conseguirlo? ¿Me dará tiempo a pasar por algún sitio a comprarlo?
No debemos esperar más, señor Lecián -dijo Rondón-. Tengo todo lo necesario. Tan sólo necesitamos víveres y agua. Confío en que no nos lleve mucho tiempo y econtremos al profesor cuanto antes.
Entonces comenzó a introducir algo de ropa y utensilios de pequeño tamaño en una mochila.
Si no tenéis nada más que decir pasaré de escena. Bien podríais avituallaros, pero en realidad retrasaríamos en exceso la partida. Se supone que tenéis las maletas en esa habitación, y que ya que habéis venido a Brasil traéis todo lo necesario para andar por la selva.
Una cosa, Lecián. Acabo de darme cuenta (y corregir), dos post atrás de Elías Rondón. Se refería a que estaban en plena marcha al sureste, pero el poblado Curudore está al norte. Ello creo que te ha hecho dudar de toda la historia. Ya está corregido :)
La conversación parece que no les iba a traer más información en claro que sacar, bastante habían conseguido gracias a la colaboración del profesor Levi-Strauss. Ahora no había más tiempo que perder.
-Muy bien, entonces parece que está decidido: partimos hacia Curodore. Si me dan unos minutos prepararé mis cosas para empezar el viaje.
Dicho lo cual, Connor empezó a preparar una mochila con el equipo que había traído para la expedición.
Por mi cambiamos de escena cuando quieras.
Por mí también podemos continuar cuando queráis.
Tras prepararlo todo, Rondón lo pensó mejor y propuso partir al día siguiente temprano, pues Martín tenía que descansar debido al disparo que había recibido. El guía acompañó a Levi-Strauss de vuelta a Maranhao y consiguió alquilar, una vez de vuelta, una habitación en el hotel,junto a la suya, para vosotros. Allí podríais descansar.
Quedamos mañana abajo a las 7, si os parece bien -añadió el guía-. Hay que aprovechar la luz para la ruta. Un pequeño equipo de confianza vendrá con nosotros. Hasta mañana.
Escena cerrada. Continuamos en la siguiente.