- Os agradezco enormemente vuestras palabras. - Responde Julieta al hombre haciendo una pequeña inclinación. Al escuchar sus últimas palabras, abre mucho los ojos antes de comenzar a hablar con un gran énfasis. - Y por supuesto que cuidaré de Romeo, con mi propia vida si fuese menester. Él es el sol que ilumina mis días y el arrullo de la luna que guarda mis noches, sin él la vida perdería todo su sentido y sólo me restaría abandonarla para estar a su lado fuera de ella.
Por Rickman supongo que querías decir Deckard xDDDD
Al ver que los profesionales se alejan Julieta se dirige a los tres con los que estaba planeando escapar de ellos. Respira más tranquila y finalmente se encoge de hombros. - Parece que no tendremos que cambiar nuestros planes al fin y al cabo... Pero deberemos andar con mucho cuidado, puede que ahora quieran tomar represalias, o que informen a los otros profesionales de la existencia de esta alianza...
- Hemos expulsado a los profesionales que intentaron entrar a colaborar con nosotros. - explico a Kvothe en cuanto tengo unos minutos.
- Puedo intentar convencerles de que Victoria y tú vengáis con nosotros, pero tal y como están las cosas podría ser arriesgado con el poco tiempo que queda.
- Hemos descubierto que los profesionales nos han ido abordando a casi todos por separado. A ti y a mí Odiseo, luego Hood, y también Yocasta y los demás. Varios han intentado fijar puntos de encuentro para después de la Cornucopia, supongo que con la intención de dividirse y tender emboscadas. Así tres pueden quedarse defendiéndola, por ejemplo, y otros tres acabando con un grupo más grande. Ten mucho cuidado.
Vuestros respectivos preparadores os fueron llamando, los juegos estaban a punto de empezar y teníais que arreglar los últimos detalles.
Voy a cerrar esto en 40 minutos D: así que si os queda algo que hablar daros prisa.
Al ver las señas del preparador de su distrito Julieta volvió a sujetar la mano de Romeo mientras miraba al resto del grupo. - A un kilómetro y medio en dirección a la luz. Allí nos veremos si la suerte nos sonríe para compartir nuestro destino.
-El señor Jekyll está unido a un grupo anti-profesionales. Han expulasado a todo contacto con ellos y se dedicarán a mantenerse alejados de ellos, están en su contra. Creo que es tarde para negociar alianzas entre los dos grupos, pero al menos no nos atacarán por su cuenta sin más. Deberíamos tenerlo presente.
Miro al grupo, viendo el escaso tiempo del que disponemos.
-Propongo visto el poco tiempo restante para planear estrategias, que cada uno se haga con lo que se pueda, uniéndose al que tenga más cerca, y huya hacia el bosque para tratar de reunirnos entre todos más tarde.
Suspiro, mirando hacia el grupo del señor Jekyll, y luego miro al resto del mío.
-El señor Jekyll también me ha advertido de alguna estrategia que ha sabido de los profesionales. Intentarán dar caza a algunos objetivos en la Cornucopia. Y después, se dividirán en dos grupos: Uno saldrá de caza a eliminar otros tributos, y otro grupo se quedará custodiando la Cornucopia. Tenedlo presente también.
Suspiro, al ver que nuestros caminos se separan.
-Al final parece que no podremos viajar juntos en esta aventura. He de decir que es la persona a la que más me he atrevido a acercarme, y no le deseo ningún mal. Suerte ahí dentro, señor Jekyll, y espero que si nos cruzamos, aún sea tiempo de poder tendernos una mano y ayudarnos. Espero sinceramente que sobreviva. He advertido a nuestro grupo de que no le ataque.
Me atrevo a dedicarle una sonrisa. Quizás podríamos haber sido amigos en otras circunstancias. Realmente espero que esté bien y poder cruzarme con él para echarnos una mano ahí dentro.
- Lo mismo digo, Kvothe. - asiento, con una inclinación de cabeza - He hablado con muchos, pero me has parecido el más sincero. Sin embargo, por la supervivencia de ambos parece que lo mejor será separarnos. No es momento de llevarte con mi grupo, ni tampoco puedo separarme de ellos a estas alturas.
Antes de separarnos me acerco a tenderle la mano. La aprieto con firmeza. A su lado he ido perdiendo la inseguridad inicial y a día de hoy siento una confianza natural hacia el pelirrojo.
- Ojalá hubiera aquí más como tú. - digo luego, con tono serio y grave - Que tengas suerte. Y si sucediera cualquier cosa, por mi parte siempre tendrás un hueco con los míos.
-Entonces debemos ser rápidos en hacernos con algo de la cornucopia. No nos quedemos mucho tiempo allí.
Es peligroso lo que cuenta el chico pelirrojo. Sin duda corren un gran peligro, incluso más que si estuviese la Reina de Corazones en ese lugar ordenando a sus cartas apresar a alguien para cortarle la cabeza luego. Deben ser cuidadosos.
-Suerte a todos.
Hace una pequeña reverencia al más puro estilo señorita inglesa de alta alcurnia y con buenas modales y se despide de todos para ir con los preparadores. Supone que les prepararan a todos para estar impactantes en esa pequeña aventura sangrienta.
Al darme cuenta de que debemos separarnos me apresuro a estrechar las manos de todos.
- Que sean dos kilómetros y medio, sólo por si acaso. - confirmo en el último momento - Tened cuidado, y coged algo sólo si lo veis muy claro. Y falte yo o falte otro, no esperemos más de unas horas. - recuerdo al final, antes de lanzar un suspiro - Mucha suerte, caballeros. Espero que podamos reunirnos todos.
En cuanto nos marchamos cada uno con nuestros preparadores me reúno con Asenath. Estoy nervioso y un poco asustado, pero no hay que pudiera hacer para cambiar eso.
- Suerte. - le digo a mi compañera de distrito - Si puedo echarte una mano en cualquier cosa, lo haré.