Rumores y Historias de Villasimplona
La taberna Buenvino, construida y regentada por Habas Buenvino, un hobbit de mundo, la segunda persona más adinerada de la aldea, tiene dos hijos, tres hijas y dos mujeres. ¡Todos de Buenvino en la sangre! Su casa es de dos plantas, con la taberna en la inferior y su propio hogar en la superior. Habas es famoso por siempre disponer de un plato para el hambriento, por cobrar siempre, y por ser la persona más viajera de la aldea, ya que es el único que hace algún comercio con el exterior.
El orfanato de Villasimplona acostumbra a estar desierto, con una supervivencia muy escasa pocos son los que se atreven a eludir responsabilidades dejando ahí a su hijo, el recién nacido tiene más posibilidades siendo abandonado en unas zarzas. Los niños son cuidados por Vizaya, una vieja medio elfa-medio trasgo (lo cual es un atentado contra la vista, la naturaleza y el buen gusto) que ha visto ir y venir generaciones de Simplones, a veces se la ha tildado de loca, pero ella siempre se defiende diciendo que es culpa del agua, que la vuelve tonta, ¡De toda la vida! No obstante ocupa el puesto de matrona en el pueblo, por lo que el orfanato es el sitio predilecto para las parturientas.
Herrería, los lugareños la llaman solamente el Hierro, en la que el loco Smizz intenta trabajar, es un enano joven hijo del difunto Smizz Senior que murió de hambre por falta de trabajo, y es que en la aldea de Villasimplona nadie suele necesitar nada de la herrería. A veces reparar el arado que se parte y dobla contra las piedras, o alguna sierra o hacha para la leña. ¡¡Los cubiertos de madera son mucho más baratos loco!! ¡Y no pesan tanto! ¡Y si caen en la sopa no se hunden! Hay que ser idiota para tener una herrería. Smizz está soltero, y jamás conseguirá mujer si apenas le alcanza para la sopa de esta noche
Menua mierda cosechá hemotenio. No emo deslomao paplantá to a clase planta y na, emo plantao sá, emo plantao pelo pa los carvos, y emo plantao cuatro gorrino pal arbo del gorrino y na. Noay manea, queo, y queo de veddá, que eso duende se llevan toa la cosecha, tendríai que ir po'ellos o nos moriemo de ambre
Kajac era el menos palurdo de los granjeros, la yerma cosecha se extendía alrededor de la aldea en una planície que apenas tenía una sola brizna de hierba, toda la aldea dependía del grupo de cazadores, desde hacia treinta años que el grupo de ocho granjeros no conseguía ni una sola cosecha, cuando Kajac habla, el resto de granjeros se limitan a asentir y rumiar hierba en sonidos incomprensibles