Partida Rol por web

El Brandon se molestó por eso. ¡La mielda paya rechazando la comía! Japutaa. Si no estaba allí pa entretenerlos él no sabía qué coño hacía la pava. Vamos, literal ¿De dónde había salío la mielda esa y qué pintaba allí? Que en las 3000 hay muchos payos, pero payos güenos, agitanaos, gente desente y normá, no payos forasteros como ella que le miran a uno como si fueran má mejore. ¿Qué se creía esa?

-¡He disho que te lo coma! -le gritó.

Me quedé mirando al cubo de la basura con la misma expresión que en la foto del avatar. ¿Qué pollas estaba ocurriendo? ¿Se derretían con la Cruzcampo? ¿Qué coño le echan los payos a la Cruzcampo? Si yo me la he bebío de to la vía como si fuera agua, hasta diría que alguna vez me he rociao de Cruzcampo cuando me había metido un tirito entre pecho y espalda y quería llegar al siguiente nivel de euforía, oler durante horas a esta bebida de dioses... y eso me dio una idea.

Mecagonel copón, si er milico aquél - hago memoria recordando al pobre payo al que se cargo el mengue feo aquél - hubiese estao bañao en cruzcampo, otro gallo labría cantao.

A esto que habla la paya, que por cierto, ¿quién coño era la paya aquella? Me quedo mirándola otra vez con la expresión de mi avatar, y le digo - tú que te cré mu lihta con tus etudios de paya o qué, a fregal - Lo que faltaba, una paya intentando quitarme la gloria de mi día de héroe diciendo cosas que ya se me habían ocurrido... mecagondiezya.

Salgo rápido afuera donde estaban los premos y les digo en voz alta - PREMOS PREMOS, PERAL. QUE LA CRUSCAMPO DESASE LOS MENGUE, NO SUSLABEBÁIS QUISIRVE PA DIRRITIRLUS. MIRAL - me acerco al trozo de mengue que tuviera más cerca, aunque estuviese en la mano de otro gitano, y le echo un chorreón de cruzcampo - ¿VIS? AMOS A GUALDAL-LA POL SI ENTRAN MENGUES O TINEMUS QUE SALIL A POL COISAS PA LA SIUDA.

Al acabar, después del besuqueo, ya fui consciente por completo del ardor de bajos. No me extrañaría que los tuviera en carne viva. Después de esto tendría que echarme Vaginesil en cantidades industriales, con el mismo pitorro que el de las pistolas de silicona fría. Pero no me iba a quejar, eso era de payas delicás. No me iba a morir por un ardor de chocho unos días, ni de un tajo en las tripas, ni nada de eso por lo que un payo suele ir al vitirinario.

Aún sentada sobre mi Cristo, le palpé bien el torso. Y le comí los morros por las cosa tan bonita que me dijo.

- Ay mi Crihto, que me paece mentira tenéte aquí otravé...- y morreo otra vez, y me recuesto encima. Me debatía entre salir a cenar, o quedarme aquí retozando sobre la sudor de mi hombre un rato más.

Oh. Osea, intolerable. Recibir órdenes de un niño que no le habían ni salido pelos en los huevos. Así le miró, ceñuda.

-A mi no me grites, niño. Anda y vuelve al salón que está tu madre allí.

Y siguió fregando los platos.

Se le cerraban los párpados, pero el ruidazo de la gente en el salón le impedía dormir. Entonces sonó la voz atronadora del primo Cayetano tras la pared.

-PREMOS PREMOS, PERAL. QUE LA CRUSCAMPO DESASE LOS MENGUE, NO SUSLABEBÁIS QUISIRVE PA DIRRITIRLUS. MIRAL. AMOS A GUALDAL-LA POL SI ENTRAN MENGUES O TINEMUS QUE SALIL A POL COISAS PA LA SIUDA.

El patriarca miró el efecto de la cerveza sobre la carne del alien. Y su mente voló. Voló, llena de posibilidades e implicaciones. Ahora los gitanos podían pelear de tú a tú con esas cosas, teniendo posibilidades de éxito. Sonrió, despacio.

-Vaya, vaya... Sabíamo que la crúcampo era meao de burra, pero nunca penzé que era pa tanto.

Hubo risas. Luego señaló al Cayetano.

-Bien hesho sobrino. Ere un tío con do cohone y tiene cabesa. Mañana por la mañana quiero que pilles con tu primo el Shasho y vayáis a la tienda los shinos, el toysaras y a los bares. Os traéi tos los barriles de crucampo que veáis, las pistola de agua y to lo que sirva pa tirar líquido así a distansia. Hasta globos pa los niños. Nos vamos a armá.

Se encendió un cigarro-puro con un toque chulesco.

-Y se van a cagá las pata abajo.

Levanté un poco la cabeza, cagándome en los muertos de la gente. Los muertos que eran los míos. "Ay Señó, perdóname". Me alarmé un poco ante los gritos del primo Cayetano, pero luego ya vi que no es que nadie hubiera sio apuñalao ni na de eso. Es que en estas fiestas nunca se sabe.

- ¿Ay que dise er premo? ¿Que la cruhcampo desase ar bisho? ¿No irá puehto ya de peyote? - A mi Cristo. Ay mi Cristo, cuerpo de pecado.
 

Sín, patriarca, comusté quiera - le respondo con el mayor respeto que sé demostrar, para acabar mirando al Chacho y sonreírle orgulloso: el patriarca también dice que soy la polla, nos ha confiado una misión de gran importancia e íbamos a ir los dos de nuevo a la ciudad a jugarnos los cojones tal y como habíamos hecho hoy. Estaba empezando a descubrir que me gustaba el salseo.

Y se van a cagá las pata abajooo... *pla-plas, plas* - comienzo a cantar y bailar animado con la última frase del patriarca - SEEeEeee van cagal las pata abajoooOOOoooo... *pla-plas, plas* y los gitano vamo a SÉ...... los reye der mundajooOOOoo... *pla-plas, plas* ASÍN, ASÍN, ASÍN, ASÍN *saltitos pa un lao y pa otro* - no hacía ninguna puta rima, lo sabía, pero me la sudaba, estaba contento y animado y eso me bastaba.

El Brandon estaba por sacarle la chirla a la paya y darle un pinchaso por gilipolla, pero escuchó al Cayetano dando fiesta y se le fue la atención. Volvió al grupo dando quejíos flamencos y se uso a darle palmas al premo.

-Ole! ole! ole!

Pegó un salto y entró al ruego dando taconazos y palmas a ritmo de bulerías.

-Ay los mengueee ain, ay los mengueee ain, que les vamo da pal pelo con el botellín.... ay los mengueee ain, ay los mengueee ain, se van a dá un carajasooo con las trehmil... que se vayan al carajo, que se vayan duna veeee, que se vayan con cruhcampo que yo no la ví bebeeee...

https://www.youtube.com/watch?v=QdBPLPyb0Ss

El Brandon se pone agresivo con la paya mierda, cosa que es normal, ya que estaba aquí tenía que divertirles. Verla potar con lo finolis que era no iba a tener desperdicio, aunque el Kevin seguía sin descartar eso de potarle encima a ella. Así que cuando el Brandon se fue al oír las palmas, él se metió un trozo de mengue en la boca y le dio un trago a la cruzcampo estando al lao de la paya. Apuntó bien que le cayera un buen chorreón encima.

Acabó de enjuagarse con un poco del vino que habían birlao antes de acercarse a darle una colleja al Kevin. -Cantah mu remal, malaje, no tieh ni puta idea.

La noche entraba y la fiesta prosiguió todo lo que pudo. Al final, la conciencia se impuso. Había sido un día largo, lleno de azares, tiroteos, heridas y descubrimientos. Un día cojonudo para los gitanos, nefasto para los payos. ¿Sería éste un punto de inflexión?, ¿un anuncio de lo que estaba por llegar? Quizá. Pero el futuro es incertidumbre, y más en medio de una invasión a gran escala, que no sabes si te va a caer un bombazo de un momento a otro, un arma de positrones del copón, o lo que sea que usen los mengues. Los mengues. No habían visto ni uno, al menos de momento, pero si a sus sicarios.

Se fueron a dormir, pero unos ojos atentos escudriñaban la noche. Unos ojos que no eran de éste mundo. Un explorador, tan solo, un pequeño ojeador de una raza servidora de los jerarcas. Rápido y flexible, se escabulló del perro que ladraba, y luego dejó de ladrar cuando la pequeña arma que portaba, similar a un puntero láser, hizo separar su cabeza del resto del cuerpo.

El Chacho guapo bajó la basura, y la dejó en la acera, por que no tenían contenedor. La puerta del bloque se cerró. El humanoide se deslizó pegado al suelo, camuflado gracias a su traje especial, que reflejaba la luz del entorno. Examinó la bolsa con sus dedos huesudos, y el hedor le arrancó un gruñido. Aquello olía a... No podía ser.

Regresó hacia el puesto avanzado de su raza, no muy lejos de allí. Tenía mucho de lo que informar. Los gitanos podían ser una amenaza.