Partida Rol por web

 Aeropuerto Elen Church. Cresco. Mediados de Junio.Soleado.

Acabas de llegar al aeropuerto de cresco. Las maletas han tardado un buen rato en aparecer pero no ha habido problema. Estas emocionada por todo lo que te reodea, es el primer viaje que haces tan lejos de casa. Paras en la cafeteria para tomar un cafe, pues el yet laj te tiene algo mareada. Alli puedes ver las noticias en la television. Al igual que en europa no se habla de otra cosa.

"...las fronteras de kazakhstan siguen cerradas y los paises cercanos como rusia o uzbekistang siguen en estado de alerta roja. Todavia no se sabe muy bien que es lo que esta ocurriendo puesto que la información que sale de estos paises es con cuentagotas. Nuestras tropas estacionadas en Afghanistan se enfrentan a grupos rebeldes. Hablamos con el Sargento Michaels del 3er regimiento de infanteria.

-En efecto, es extraño, llevabamos meses sin enfrentarnos con...insurgentes per....arece que se han vuelto a poner en activo...o lo esperabamos,y estamos luchando duramente contra ellos pero resistimos.

Ya han oido amigos parece que de momento nuestras tropas situadas en territorio afghano mantienen la situacion bajo control."

Te terminas tu cafe, dejas unas monedas en la barra y pides un taxi.

Cuando hice la reserva del billete de avión para Cresco, me puse a buscar, concienzudamente, un motel lo suficientemente acojedor para mi estancia en la ciudad. Entre varias opciones que no estaban nada mal, me decanté por "Cresco Motel", no muy cerca del aeropuerto pero a unos diez minutos del Pizza Hut.

El avión había aterrizado de manera un tanto brusca aumentando estado de cabreo matutino. Las puñeteras galletitas saladas que me habían ofrecido tan cordialmente las azafatas me estaban sentado asquerosamente mal y para colmo, estaba muy mareada.

En la zona de recogida de equipajes, esperaba ansiosa poder recoger mi maleta que, finalmente, tardó 45 minutos en salir. Más enfado.

Fui a la cafetería dónde me pedí un café con leche muy cargado. Mientras le daba vueltas al café, con la mente centrada en la espuma que había hecho la leche, escuché trozos de una noticia aparentemente importante. Al parecer, problemas chungos en Afganistán ya que, estaban interviniendo grupos militares.

-Joder, siempre igual. Siempre tienen que estar liando alguna los moros éstos. ¡Qué triste!.- Me dije a mi misma en voz baja. - ¡Puf!. Y encima cierran las fronteras, anda que menudos gilipoyas. Los civiles que no tengan nada que ver en eso, ¿qué?. Madre mía...

Me giré hacia al café, que ya se había enfriado lo suficiente, y me lo tomé de un trago. Dejé unas monedas sueltas y me fui sin importarme las vueltas.

En la puerta del aeropuerto habían tres taxis esperando a los pasajeros. Dejé la maleta en el suelo y busqué en mi monedero, el papelito dónde había apuntado la dirección del motel. Me guardé el papel en el bolsillo derecho mientras observaba las pintas de los taxistas: Uno gordo y calvo con cara de lascivo, un joven de color de unos 23 años y una mujer de unos 35 o, incluso, 40 años. Me fui sin pensarlo hacia la mujer que, muy amablemente me invitó a subir al taxi.

-Buenos días señora. ¿A dónde la llevo? - Preguntó la taxista con un tono alegre y vivo.
-Hola, buenos días. Al 620 de la Segunda Avenida SurEste. Al Motel Cresco.
-No viene usted para quedarse mucho tiempo, ¿verdad?.
-No, lo cierto es que no. ¿Cómo ha sa...?
-Ese Motel no es para estancias largas. Es acojedor, pero no apropiado para una semana o dos.- Me interrumpió tajantemente.

Hubo un silencio incómodo hasta que, la mujer, encendió la radio. Volví a escuchar la misma noticia que había escuchado en la televisión del bar del aeropuerto; rebeldes contra el ejército, luchas crueles...

-Parece más grave de que lo que a simple vista es, ¿no? -Dije con un dulce titubeo.
-Esta mañana, a primera hora he escuchado en las noticias que "Los boinas azules" iban para la zona del conflicto. Todos los países de la Unión Europea y EE.UU estaban enviando grupos reducidos de soldados. Alguno soldados que han estado desde que esto comenzó, han muerto y no parece que "los rebeldes" tengan intención de entregarse o bajar las armas. Es muy raro, la verdad. Pero no se preocupe, estamos muy lejos del conflicto. A nosotros únicamente nos llegarás las noticias. Bueno, Ya hemos llegado, señora. Son 10 Dólares.
-Un poco caro, ¿no? - Pensé. - Aquí tiene, 10 dólares justos. - Dije muy secamente.
-Señora, si me permite, le daré mi número de teléfono y clave del taxi para cuando lo desee, confíe en mi para transportarla a dónde tenga que ir. Aunque de todos modos, la Central de Taxis está doblando esta esquina.
-Muchas Gracias, muy amable. Nos veremos entonces.

El Motel Cresco estaba enfrente mía. Era un lugar bastante acogedor y no dudé de que por dentro, fuera igual o más acogedor incluso.

Di mi nombre y número de identificación en recepción y, en seguida, me dieron las llaves de mi habitación. Nada más entrar me tiré a la cama sin darme cuenta del resto de la habitación, ni decoración, ni vistas, ni nada. El mareo se me había pasado al respirar suficiente aire fresco, pero las galletitas saladas aún estaban atascadas en mi estómago. Tras unos minutos largos, decidí que, un paseo por la zona sur de la ciudad me vendría bien para despejarme del viaje y quizás, en un traspié en plena calle, las galletas saladas se mueven en mi estómago y dejen de incordiarme, pudiéndose ser digeridas de una vez. Me di una ducha rápida y me vestí con pantalones cortos y camiseta de tirantes. Hacía mucho calor en esa ciudad.

Andé por la Avenida, todo recto. Habían casas super acogedoras con unos jardínes preciosos. Las familias jugando en los porches y rodando por céspedes con los perros. Una imágen que la industria del cine nos había vendido muy bien. Por un momento, me creía estar en una película de serie B como protagonista.

Divisé Pizza Hut, pero nada más pasar por delante, las tripas me rugieron amargamente, recordándome los dolores que me producían las dichosas galletas. Unos metros más a delante había un restaurante que no parecía tan insano como Pizza Hut así que, decidí echarle un vistazo. Efectivamente, "Kwik Star" era un restaurante más sano que la famosa pizzería, pero no con mucha diferencia.

Me pedí un ensalada y me senté en un rincón. Yo pensaba que la gente de esa ciudad sería desconfiada e incluso, estúpida pero me equivoqué; todos se saludaban con todos, me saludaron hasta a mi cosa que, me sorprendió mucho.

De vuelta al motel, caminé por la acera opuesta de la que había tomado al salir del motel. Pasado el "Super 8-Motel", otro motel de la Avenida, un señor que estaba sentado en el porche de su casa, saltó hacia la carretera gritando.

- ¡¡¡GUERRA!!!. ¡¡La Guerra llegará hasta nuestras casas!!. ¡¡La guerra nos quemará en el Infierno!!.

Aceleré el paso hasta casi correr. Ese hombre me acojonó de sobremanera, produciendo un agudo escalofrío por mi cuerpo.

Llegué al hotel con miedo, pero era absurdo, no había que tenerle miedo a nada.

En mi cuarto, me puse un pijama corto y me tumbé en la cama con una botella de agua mineral de un litro. Encendí la televisión y en los cinco canales que se podían captar, estaban dando la misma noticia. No quise saber más nada del puto conflicto por ese día. Apagué la televisión y me quedé mirando el techo de la habitación hasta que, cai profundamente dormida.

 Sorprendida por los acontecimientos das una visita turistica en parte de la ciudad. Parece una ciudad tranquila y bonita. Y el hotel que tienes, no es ningun lujo, pero está bastante bien. Mientras cenas en un bar cercano a tu hotel ves las noticias, la verdad es que las cosas parecen seguir igual o peor que cuando te fuiste de españa.

Hoy nuestras tropas en Afghanistan han sido retiradas. Rusia y china han cerrado las fronteras pero no hay ninguna informacion al respecto. Parece que los combates se han intensificado en las ultimas semanas. Las tropas replegadas serán devueltas a sus familiares asi como los multiples heridos que hay, que serán llevados a los hospitales de sus estados correspondientes..

Despues siumplemente te vas a dormir, pensando mentalmente en los sitios que visitaras mañana

El día siguiente de mi llegada transcurrió con total normalidad. Me había prometido que no encendería la televisión, ni le prestaría atención a ninguna noticia referente a los acontecimientos de Afganistán.

Mi plan para ese día sería recorrer, todo lo que pudiera, la ciudad pero sin cansarme demasiado porque el día siguiente, sería el primer día del "Encuentro Nacional de Esoterismo" que se iba a celebrar en East Park, unas cuantas calles más al Norte del Motel dónde me hospedaba.

Llamé a Awa, la taxista que cogí en el aeropuerto, para que hiciera de guía. Fuimos a East Park, a las oficinas de Cresco time, a los alrededores del Hospital de Howard (que me recordó el nombre a Harry Potter), Beadley Park, entre otros lugares. También estuvimos, un buen rato, callejeando con el taxi.

El día transcurrió muy tranquilo, tal y como lo había planeado.

Los dos días siguientes fueron un caos. Una marabunta de personas acudieron al encuentro. Aquello fue más asfixiante de lo que yo me esperaba. Cientos de puestos de diferentes especialidades esotéricas (péndulos, tarot, videntes, mediums, piedras, astrología...)estaban encerrados por miles de personas a su alrededor.

Los días, si ya me parecieron raros y excitantes a la vez, se hicieron aún más extraños porque no paraba de escuchar por doquier, la misma puta conversación y los mismos comentarios; Afganistán estaba en una situación muy jodida. Las tropas se estaban replegando por completo, aunque habían grupos reducidos que resistían.
Algunos hablaban de que el motivo era el petróleo, otros querer conquistar territorios anexos a Afganistán, y muy pocos eran los que decían que se trataba de algo peor porque no era normal que se estuviera produciendo aquellos acontecimientos tan salvajes. Yo me lo empecé a tomar en serio cuando en un bar, vi en las noticias que los aeropuertos de Rusia y China estaban siendo clausurados. También los de India, Irán, Iraq y Arabia Saudí. Un nerviosillo se empezó a producir en mi estómago. Creo que esto va más allá del Petróleo o cualquier tontería que han ido inventando a lo largo de tantos años.

Por otra parte, anunciaron la muerte de la mayoría de soldados heridos en la batalla. Pero no unos pocos soldados de los países que se unificaron para esta causa, no, eran decenas de soldados muertos de cada tropa mandada por cada País. Y al parecer, muchos de ellos no presentaban herida de bala o metralla si no, heridas simples, heridas "tontas".

En España, imaginé, se celebraría un funeral de Estado por los soldados muertos.

Estoy en el motel de nuevo, tengo una sensación amarga y aunque no lo quiera reconocer, también pánico. Pánico por una Tercera Guerra Mundial que arrasará con todo...Creo que empiezo a delirar.

 En esos dias te empezaste a preocupar por la situaccion en España. Quizas venir a los Estados Unidos fue un golpe de suerte, pero estabas preocupada por tus amigos y tu familia. Las noticias que llegaban de europa eran escasas.

Eran las 9 de la noche, la cena me estaba sentando fatal al ver tantas noticias. Mi mente se estaba empezando a colapsar con la información. Apagué la televisión y llamé a mis padres enseguida.

Mi madre estaba preocupada por mi y no paraba de repetirme, una y otra vez, que cogiera el primer vuelvo que pudiera a España. Allí la gente se estaba empezando a poner nerviosa porque, al parecer, se rumoreaba que en los hospitales, sobre todo en los de Madrid, se presenciaban comportamientos agresivos por parte de los soldados que habían regresado con heridas leves. Y no sólo era la agresividad; fiebres altísimas, erupciones de pus en la piel bastante graves y ojos irritados. Mi madre decía que era la peste negra y yo, intentaba decirle que no se preocupara, que cogería el primer avión para Pamplona.

Mi Padre, por otro lado, estaba muy tranquilo. No se le notaba nervioso ni preocupado. Sin embargo, me insistió, al igual que mi madre, en que cogiera el primer avión para Pamplona, que lo hiciera lo antes posible porque estaban cerrando los aeropuertos de Madrid y no tardarían en clausurar el resto.

-Papá, ¿Qué me estás diciendo?, ¿cómo que están cerrando los aeropuertos?. -grité.
-Tranquila, es sólo medida de seguridad. Según he oído, en dos o tres días no permitirán la entrada ni vuelos, ni trenes desde otros destinos. Vuélvete mañana, te lo ruego, que allí estás sola y tu madre y yo, nos quedamos más tranquilos.

Le dije que sí a todo lo que decía pero mi corazón latía con una fuerza que no me dejaba articular palabra alguna. Con un seco "mañana te llamo, Papá" colgué.

A las 8 de la mañana, ya tenía la maleta preparada y ya había desayunado. Llamé a Awa que me lo cogió enseguida. Me dijo que tenía que llevar a más personas al aeropuerto, que, de repente, en Cresco había estallado una bomba de preocupación entre los habitantes. Pero que me mandaría a un compañero suyo, tan pronto como éste pudiese. A la hora y media, el taxi me estaba esperando en la puerta del hotel.

Al llegar al Aeropuerto, una multitud de personas se agolpaban para entrar y poder comprar un billete de avión a sus casa o dónde quisieran ir.
La policía se presentó de inmediato y obligó a la gente a formar filas delante de las ventanillas para que no hubiera un caos general.

Estaba transcurriendo todo con relativa normalidad cuando las ventanillas se cerraron de repente. Todos los que estaban en los primeros puestos, empezaron a gritar y a golpear las ventanillas. Los de atrás no sabíamos que estaba pasando hasta que vimos que habían anulado la venta de billetes. A los pocos minutos, algunos individuos llegaron a las manos y al vandalismo ante la mirada de la policía que, no podía contener a tanta gente.

Mientras intentaba salir de aquel embrollo, pude ver a varias personas que salían de la puerta de embarque. El último avión con destino a Cresco acababa de aterrizar, el mismo avión que transportaría a las 140 personas que iban por delante de los que nos habíamos quedado sin la oportunidad de volver a nuestros hogares.

Por el momento, nadie cogería ningún avión más.

El ambiente se estaba tensando demasiado. Así que, salí del aeropuerto rápidamente. En la puerta Awa estaba esperando junto con todos los taxis de la ciudad. Me dijo que cogiera su taxi y una vez dentro y con el coche en marcha, me confesó que quería salir de allí y llegar a su casa para estar con su familia.

En el hotel, la cosa no mejoró. La recepcionista, por órdenes del dueño del Motel, me pedía 200 Dólares por la residencia de dos días, que era lo que creían que duraría todo esto. Al no poder salir de la ciudad, todos los moteles incrementaron el precio de la estancia. Me frustré mucho porque era lo que me costaba el billete de avión de vuelta a España, ¿Y si había posibilidad de volver?. Entonces se me ocurrió llamar a Awa de nuevo, que, tras contarle lo sucedido y sin pensarlo mucho, me invitó a su casa el tiempo que pasara hasta que esto terminara.

                                                                                                                    ----------------El principio del fin---------------

Pasaron un par de dias y las cosas no iban para nada mejor. Las redes de informacion(television, internet, la radio) estaban colapsadas debido al exceso de informacion. Al menos en america, en europa y asia ocurria exactamente o contrario. Desde hacia casi una semana, los paises de centro europa habían dejado de emitir señales y poco a poco los paises fronterizos se iban "apagando". Nadie tenia ni idea de lo que ocurria alli, algunos mensajes de alerta y socorro salian de inglaterra o japon. Pero nada quedaba en claro. En internet circulaba todo tipo de noticias y videos. Algunos mostraban multitudes de gente por las calles de ciudades practicamente en ruinas, disturbios en Madrid, paris y Roma. Carreteras llenas de coches abandonados. Disparos en china y Korea. No paraban de crecer las noticias sobre ataques violentos en todas las ciudades y la carretera de la informacion se iba colapsando.

Realmente no os hace falta ver estas noticias, puesto que antes de que nadie se diera cuenta la infeccion ya habia llegado a todo el mundo. Dos dias despues de que los heridos de Afghanistan llegaran a los hospitales empezaron a surgir los primeros brotes. Nadie sabía lo que ocurría y cuando el ejercito de los Estados unidos quisieron darse cuenta ya era demasiado tarde. Cientos de coches huyendo de las principales ciudades y miles de coches llendo hacia ellas buscando un refugio. Aeropuertos bloqueados. Miles de heridos, incontables muertos...

Lo primero que se escucho oficialmente fue que la gente fuera a las grandes ciudades y las autoridades emitieron un comunicado con las principales de cada estado. En tu caso era Mineapolis Pero nadie consiguió llegar alli. Las carreteras enseguidase colapsaron y los primeros disturbios empezaron a formarse. El aeropuerto se bloqueo a las 6 horas de empezar a evacuar. A los dos dias las autoridades ordenaron la ley marcial, que nadie saliera de casa si no era necesario y que no mantuviese contacto con nadie que presentara signos de violencia o algun comportamiento extraño. En realidad aquello era imposible de discernir puesto que aunque todavia no se sabía que ocurria en la ciudad la histeria colectiva reinaba las calles y las autoiridades eran las minimas pues habian sido requeridas en las ciudades principales, donde la infeccion empezó a manifestarse. 

Tres dias mas pasaron entre la incertidumbre. La radio no se escuchaba y la television solo era estatica. Desde el hotel donde estabas podias escuhar gritos, disparos, insultos hasta que...