-Vale. Pues ya está, ¿no? Decidido. Os ha costado poco, la verdad es que creí que os lo pensaríais un poquito más, sólo un poquito. Que habría un poco de duda, de debate. O que os daría un poco de pena que fuera tan rápido, que quizá habría otra fiesta en cubierta, como anoche. Aunque el final fuera el mismo. Nada, ni pizca.
Se giró hacia el Capitán Morris.
-Hank, estoy preparada. No voy a votar a nadie más que a mí misma, ¿para qué? Las votaciones públicas no admiten cambios, ya estoy sentenciada diga lo que diga. En fin, me despido, pasajeros del Aquitania.
Se sacó un trocito de chocolate del bolsillo, y se lo comió, muy quieta, mientras le miraba a los ojos.
-Venga, hazlo. Y... ¡Buen Viaje!
Me voto a mí misma.
El Capitán estaba temiendo este momento. El que pudiera ser el disparo que les diera la victoria definitiva y acabara con toda aquella pesadilla era el más complicado.
Maggie podría ser cualquiera de sus hijas en unos años.
Y además aquella pasajera representaba toda la misión: Una refugiada. Una huérfana. ¿Acaso no era el mayor símbolo del horror de la guerra y de la esperanza de los exiliados?
- Maggie, lo siento... por favor, niña, cierra los ojos...
Que ella se hubiese votado así misma hacía aún más difícil todo.
Al principio pensó que ese titubeo lo cambió todo.
Luego supo que era mucho más grande que eso.
Se giró hacia Lila, Inés, Juliette y Paul buscando en ellos las respuestas de lo que se les había escapado...
FRAGMENTO DE CUADERNO DE BITÁCORA
SIN FECHA
Al verse acorralada la niña se transformó.
Como todos habían apuntado, MAGGIE ERA UN LOBO
Pero no pude apretar el gatillo. Algo inesperado ocurrió cuando.....
....
.... Jamás hubiéramos pensado que....
... ¿Cómo íbamos a saber que en este juego de espías la traición más inesperada lo iba a cambiar todo?
.... Dios mío, ayúdanos a todos...
Ahora sé que no volveré a casa a ver a mis hijas...
CAPITÁN HANK MORRIS
Jenna acarició la última página rota del Cuaderno de Bitácora.
Habían pasado cinco años desde que el Capitán Hank Morris escribiera aquellas páginas.
Cinco años desde que el Aquitania y su pasaje se perdieran en el mar.
Sus hombres solo encontraron la muerte cuando fueron al puerto a recoger las valiosas marionetas que pudieran terminar con aquel Imperio de Lobos que se extendía por una América que celebrando el final de la Guerra Mundial no sabía que estaba en una batalla mucho más peligrosa.
Jenna se abrazó al Cuaderno.
¿Qué había pasado?
¿Y si Otto hubiera imitado a otra persona? ¿Al Jefe Infecto de los Lobos y hubieran podido hacer otro lobo? Entonces serían tres contra dos en los últimos momentos... ¿Pero cómo podrían haber replicado los poderes de los que estaban descartados
Tenía que ser otra cosa...
Un momento... ¿Y si se imitó a la alcahueta y había otra pareja de enamorados desde hacía tiempo?
Entonces...
Claro... entonces...
LLAMARON A LA PUERTA DE SU CASA
Jenna era una anciana. Desde que hacía unas semanas le llegase por correo a su casa de Texas el perdido Cuaderno de Bitácora se esperaba algo así.
Sabían dónde vivía así que al igual que le hicieron llegar el relato de los últimos días del Aquitania podrían ir a buscarla.
Jenna llevaba toda su vida peleando con los Lobos. Plantaría cara hasta el final.
Cogió su bastón y abrió la puerta.
La sonrisa traviesa de una niña le esperaba al otro lado
Ya sabemos quién leía el Cuaderno de Bitácora todo este tiempo.
Ahora, acompañadme en la resolución y explicación final de LOS PASAJEROS DEL AQUITANIA...