Maggie se despierta.
No está en su camarote. Está en una bodega del barco que jamás había visto. O eso intuye por la humedad y las penumbras, porque está en la oscuridad.
Aún así sabe que no está sola... Un terrible ser se encuentra hacia ella... La pequeña niña tiembla.
- Maggie, queremos darte la oportunidad de ser una de nosotros. Unete a nuestra raza y acaba con el resto de la tripulación...
Maggie traga saliva aterrorizada, pero ve un resquicio de luz... Tal vez debiera echar a correr y ponerse a salvo... O aceptar la tentadora oferta de convertirse en una Mujer Lobo.
TIENES QUE DECIDIR SI SER O NO INFECTADA.
LO QUE RESPONDAS SERÁ LEÍDO POR EL JEFE INFECTO DE LOS LOBOS.
Si lo haces cambiarás tu carta, la que fuera, por la de Lobo desde este instante.
Si no, volverás a tu camarote como si tal cosa aunque recordarás que has sido tentada, sin saber por quién.
Jodeeeer....
Me lo pienso. Aquí, ¿estoy sola con el dire, o me lee el jefe de los lobos?
El Jefe de los Lobos está ahí acechando tus pensamientos y respuestas
La pequeña se asustó... un poquito. Tampoco había para tanto, después de todo acababa de ver cosas muuuuy gordas, cabezas arrancadas, sangre por todas partes, mentirosos compulsivos...
Pero nada comparado con la tentación. ¡Ah, la tentación! ¿qué le quedaba en la vida? Nada ni nadie. Estaba sola, absolutamente. Y aquello era la tentación de pertenecer a una manada. Con colmillos y garras, cierto, pero una manada, al fin y al cabo.
Se preguntó quién de entre los "gentiles pasajeros" le estaba tendiendo la... pata. Miró entre las sombras, afilando los ojos, pero no, no veía quién podía ser. Tenía sus sospechas, desde luego, al igual que las había tenido con el cura. ¿Le habían perdonado que lo descubriera, por cierto? Claro que, bien pensado, era de cajón que esta noche iban a tentar a alguien, y era todo un detalle que fuera a ella.
Los pasajeros también lo pensarían, si aceptaba, debería ser MUY cauta. O acabaría como el otro pobre.
En fin...
La inocente y dulce huerfanita sonrió. Sí, claro.
Aceptaba.
Una monstruosa zarpa empujó un cuenco lleno de sangre. De la misma sangre del Jefe Infecto de los Lobos, aquel Miller centenario cuya identidad ahora era un misterio.
Maggie se lo bebió antes de que se arrepintiera.
Los humanos la habían dejado huérfana.
Pero ya nunca más estaría sola.
Las convulsiones la tiraron al suelo y notó como otros lobos la llevaban a su camarote.
No pudo saber quiénes aún eran sus compañeros de camada.
Pero en la siguiente noche... se reuniría con ellos para cazar.
¿O sea que durante este próximo día, cuando votemos, no sabré aún si estoy votando a un lobo? ¿Seguiré ciega?
Exacto. Ellos sí saben que tú eres de los suyos, pero no al revés hasta la noche siguiente.
Uffff... qué responsabilidad con ese voto a ciegas....
Otra pregunta: Si la vidente me mira, ¿ahora verá que soy lobo, o ve la carta inicial?
Vería que eres lobo. Tu carta ya es la de lobo
Los protegidos por la puta no llegan a saber quien es ella, ¿cierto?
¿La puta muere después de acostarse con el enamorado?
Perdona que sea tan torpe, pero es que me huelo que ha muerto por GG, ¿o muere nada más elegir? Es decir, habria muerto a la qud eligió a quien proteger, sin q sepamos quien era?
Si la puta decide acostarse con un enamorado muere ella y el enamorado no es protegido.
Si alguien quedó protegido por la puta no puede estar nunca enamorado.
GRACIAS!!!
Al haberme formulado la pregunta varios, la he hecho general en instrucciones.
¿Qué pasa en el caso de que maten a un enamorado, y por tanto muera también el otro, pero uno de los dos sea el anciano?
Depende del orden de muerte de esa hipotética pareja de enamorados anciano-aldeano
- Matan primero al anciano, resucita y por tanto no muere su enamorado
- Matan primero al aldeano. Muere y cuando muere el anciano, este resucita y se quedaría él solo sin enamorado.
Jefe, si el rapapolvo va por mi, lo siento. Me ha parecido que ya todo estaba muy directamente dicho como para que decirlo así fuera transgredir las reglas.
Pero no se repetirá.