Partida Rol por web

Fueron dias de extremo ajetreo en el laboratorio dce la Universidad de Miskatonic, donde acabas de conseguir una plaza en el departamento de quimica orgánica. Tras varios años deambulando por Universidades de segunda categoria entre Virginia y Maine, por fin tu trabajo llamó la atención del director del departamento de quimica orgánica de la mítica universidad de la pequeña localidad. ¡Y además cerca de la ciudad que te vio nacer!

Necesitabas un respiro, unas pequeñas vacaciones, y aprovechando el parón por exámenes por fin puedes poner un poquito de paz alrededor tuyo para terminar ese maldito trabajo sobre la interacción del dióxido de cloro en tejidos orgánicos y su influencia oxidativa en átomos de carbono. Realmente es un tema apasionante, mucho mas que la alineación de los Red Socks del próximo domingo.

No hay muchos lugares donde perderse cerca de Arkham. El bibliotecario de la Universidad, el buen Dr. Armitage, te recomendó buscar un hotelito en algún paraje tranquilo y terminar de poner tu trabajo en orden. Un lugar despoblado, sin turistas, con el ulular de los buhos y el graznido de los cuervos como única compañía, a orillas de un tranquilo lago....

Tus nervios lo necesitaban

Un lago.. buena idea doctor Armitage. Algun sitio cercano por si necesitaras acercarte a la universidad a consultar cualquier libro, pero tambien alejado para poder alejarte de toda distracción.

;Miraste un mapa del estado de Massachussetts. En el condado de Essex, en algún lugar entre Kingsport y Arkham hay un lago. Cerquita de Clarks Corner. No conoces siquiera la zona, puede merecer la pena darse un paseo en coche hasta allí. Crees que no tardarías mas de media hora o 40 minutos en llegar a Arkham.

parece un sitio idoneo

Llevas desde año nuevo en el hotel. Es agradable estar tan cerca del lago, aunque como era de esperar en un entorno rural en el viejo condado de Essex no esperabas mucha mas calidad.

Me curraria mas el mensaje pero me da la impresión de que me has dejado colgado asi que paso

"¡Ya era hora!" pensó Milton cuando tras años de investigaciones y, sobre todo, de maniobras políticas en la Miskatonic University, finalmente se le asignó una plaza. Su único objetivo en este tiempo había sido conseguir dicha plaza en el departamento de Química Orgánica. Esa era su estrella polar, su único pensamiento, su obsesión. Era consciente de que no tenía el talento científico de sus colegas, su agudeza para plantear hipótesis novedosas y experimentos para validarlas. Sin embargo, contaba con una persistencia notable y, lo que era su mayor fortaleza, un don de la palabra, argumentación, y entendimiento de las dinámicas políticas sobresaliente.

Su "ya era hora" reflejaba alivio, satisfacción e incertidumbre. Alivio porque no decepcionaría a su padre, su modelo y con quien siempre se comparaba. Satisfacción porque había cumplido un objetivo difícil y que había requerido de gran esfuerzo continuado durante un periodo de tiempo considerable. Incertudumbre porque se habría una nueva etapa en su vida que, de momento, no tenía un propósito claro.

Durante varias semanas tras el anuncio, la actitud de Milton cambió. De ser dicharachero y ansioso por la conversación, ya fuera ligera o profunda, a mostrarse taciturno, sin energía vital. Deambulaba por los pasillo del departamento, olvidaba nombres, y su trabajo sobre la interacción del dióxido de cloro en tejidos orgánicos y su influencia oxidativa en átomos de carbono no avanzaba. De hecho, respecto a este último tema, no se trataba de un bloqueo creativo, sino de una apatía profunda que le impedía acercarse a su trabajo.

El Doctor Armitage notó este cambió y, conocedor de la naturaleza humana, rápidamente identificó que Milton necesitaba un nuevo objetivo que le impulsara a seguir viviendo. Cuando le recomendó buscar un lugar alejado para continuar su trabajo, inicialmente Milton rechazó la idea. ¿Qué sentido tenía ir a un lugar alejado si su entorno le era indiferente? No necesitaba un lugar concreto para estar apático. Sin embargo, una frase del Doctor Armitage se le quedó grabada en la mente y, finalmente, le hizo reconsiderarlo: "es en los cambios de dirección donde los perdidos pueden volver a encontrar el camino".

Tras una primera semana en la que su vida era un reflejo de las previas en Arkham en un entorno diferente, su actitud cambió bruscamente tras entablar conversación una noche en la barra del hotel con Billy, el barman de las noches de fin de semana. Billy comentaba que desde que empezó a trabajar en el hotel siempre tuvo claro que su objetivo era crecer todo lo posible. Empezando limpiando las cocinas, aprovechó la primera oportunidad que tuvo para tomar más responsabilidad. Con el tiempo, aspiraba a ser el gerente del hotel. Milton se vio reflejado en Billy, y esa misma noche se planteó su siguiente objetivo: convertirse en rector de la Miskatonic University. Obviamente, sabía que el primer hito sería convertirse en jefe del departamento, pero todo llegaría.

Tras un año en el pequeño hotel junto al lago se había creado su nueva rutina. Un día a la semana solía acercarse a la universidad para devolver libros y tomar nuevos prestados, así como, y este era el motivo principal de sus visitas, para reforzar sus relaciones e informarse de cualquier movimiento político relevante. Cuatro días los dedicaba a comparar sus notas, leer los materiales extraídos de la biblioteca, y redactar su trabajo. Los fines de semana por las mañanas los pasa en el lago, ya sea acompañando a Billy en su bote mientras éste pesca, o a la orilla, leyendo ficción. Cuando el tiempo y la energía acompañan, intenta recorrer los bosques de los alrededores. Por las tardes, dedica toda su energía restante en la recepción del hotel o en el bar charlando con lugareños por el simple hecho de disfrutar de conversaciones intrascendentes y también, Milton admitiría, por el placer de saber de vidas ajenas.

Llevas ya varios dias en Squatters Lake Motel, desde la noche de epifania que marca el inicio del trimestre escolar y el fin de las vacaciones de invierno, un viejo edificio de madera a orillas del lago Squatters. Los dias pasan muy muy tranquilos, no hay mucho que hacer salvo escribir la tesis, intentar pescar algo en el lago (alguna carpa con suerte) y escuchar el incesante croar de las ranas. El paseo por las orillas del rio es agradable pero no ofrece nada de interés. Unas antiguas cabañas de madera al otro lado del lago completamente arruinadas revelan que alguna vez hubo un asentamiento en la zona.

El hotel ofrece barcas y aparejos de pesca, pero ese agua no está nada limpia y cuesta conseguir buena pesca por aquí. Billy a veces te acompaña por pasar el día libre. La verdad es que es un sitio extraño, regentado por un par de ancianos ingleses, William y Robert Brophy. No hay mucho turista y no suele venir mucha gente. Solo conociste al doctor Sanders, un antropólogo profesor adjunto de la Universidad de Miskatonic el primer día que llegaste, pero a la mañana siguiente su coche ya no estaba y habia marchado sin despedirse.

Y ese par de hermanos son gente extraña. Son inmigrantes británicos. Robert yace prostrado en una silla de ruedas y no lo escuchaste decir ni palabra desde que llegaste. William es educado y cortés pero no se muestra tampoco amistoso y suele mantener las distancias. Aunque el primer dia que llegaste se ofrecio a pedirte comida con la entrega que viene todos los martes para juntar a su pedido, siempre preferiste dar un largo paseo o un corto viaje en coche hasta la cafeteria donde trabaja Billy. Después de todo en la habitación aunque tienes un hornillo, no hay mucho mas para cocinar. Eso si , te dejaron una habitación con vistas al lago. El anochecer es agradable, pero entre las ranas del lago, los topillos que socavan el suelo bajo el hotel y los grillos no siempre consigues descansar del todo.

Hoy pasaste la tarde en el cafe de Billy. Jugaban los red socks y radiaban el partido. Juntos escuchasteis la victoria sobre los St. Louis Browns y para celebrar la victoria el bueno de Billy incluso sacó una botella de whisky canadiense de contrabando para bautizar el café.

Milton estaba animado: el partido le había ayudado a abstraerse de su investigación, se había metido en la narración, y había celebrado cada tanto. La victoria de los Red Socks le hacía sentirse exultante. Sin embargo, mientras conversaba con Billy, empezó a pensar en la extraña pareja que regentaba el Squatters Lake Motel. Tras pensarlo muy brevemente, pensó que esa noche era la perfecta para indagar acerca de su historia aprovechando los cafés canadienses especiales de Billy y su estado de emoción.

- Sabes, Billy, me pregunto si los hermanos Brophy habrán estado escuchando el partido. Creo que el beisbol no es muy popular en su tierra de origen, pero parece que llevan tiempo en Estados Unidos. ¿Crees que estarán celebrando como nosotros?

La curiosidad le reconcomía. ¿Cuándo habría llegado la pareja a Estados Unidos? ¿Por qué se habían asentado en esa pequeña localidad? ¿Cuál era la historia que le había llevado a uno de ellos a estar postrado en una silla de ruedas?

la verdad es que no temgo ni idea. Alli solo juegan al cricket. responde mientras lumpus unos vasos.
nunca llegue a escuchar la voz de Robert y William sin embargo si es algo mas locuaz. Me dijo un dia que regentaban una pension en Inglaterra y que su espiritu aventirero les llevo a comprar ese viejo hotel. Pero nunca han vemido por aqui

Sonrie con una ocurremcia que le viene a la cabeza y que procede a compartir yo creo que la pesca nunca fue tan escasa como desde que llegaron. Deben estar todo el dia comiemdose las picas carpas que quedan en el lago

- El lago Squatters...¡extraño sitio para buscar aventuras! Desde luego que el sitio ofrece naturaleza... pero en lo poco que llevo por aquí, sólo concibo este lugar como un sitio de retiro y relajación. No sé, hasta la pesca me parece limitada.

La excitación de Milton se desplomó. No parecía que fuera a descubrir nada nuevo esa noche. Sin embargo, como había aprendido en los días de pesca, pensó que nunca estaba de más lanza un último cebo. Lanzó su pregunta con desgana, sabiendo que son raras las veces en las que algo interesante pica en el último momento.

- ¿Acaso hay algo en esta zona que le acelere el pulso a uno, que desconozco?

Si la conversación no acompañaba, sabía que pasaría la noche charlando sobre el partido. No aprendería nada nuevo interesante, pero no era importante. Al día siguiente retomaría su tesis, así que cualquier momento de desconexión y de contacto con locales era bienvenido.

¿Salvo el incesante croar de las ranas que sacaria de quicio a cualquiera? responde mientras coloca unas tazas en la alacena.
eso si que produciria.. taquicardias. ¿Duermes bien en ese hotel?

- Por suerte... diría que duermo como un muerto. No he tenido mayores problemas. Es cierto que parecería que los hermanos Brophy no han invertido en el hostal desde que lo compraron, y, entre tú y yo, no le vendría mal algo de pintura a las habitaciones. Aunque admito que con la afluencia de personas que tiene la zona, igual no hay para mucho más. Pero respecto al sueño... la verdad, me quedo tan absorto en mi tesis que me aislo completamente. Alguna vez incluso me he dormido entre mis papeles.

En general, hasta hacía no mucho Milton no había tenido problemas de sueño. Pensaba que éste era un mal que sólo achacaba a aquellos con la conciencia intranquila. Sin embargo, tras recibir la plaza de profesor, se enfrentó a este problema por primera vez, y durante varias semanas sólo podía conciliar el sueño si añadía alguna bebida alcohólica, lo cuál no era siempre fácil de conseguir.

- Igual es buena idea esa, y podemos ir a cazar ranas para tener algo de emoción - añadió, intentando que el comentario sonase agradable y absurdo, con una media sonrisa en su cara. A continuación, dio un trago a su bebida para ocultar su cara y no tener que mantener la mueca.

- Oye Billy, ¿la gente se queja de que el ruido les impide dormir? Es la primera vez que oigo algo al respecto. Tampoco me he relacionado mucho con la gente del motel, sólo con un profesor de la Universidad Miskatonic, el Doctor Sanders, pero se marchó sin despedirse. ¡Muy fugaz!

¿Cómo de informado estaría Billy de los quehaceres de los hermanos? Se preguntaba Milton. Toda información sería buena para saciar su curiosidad. Quién sabía, quizás debería buscar otro lugar de descanso antes de lo que imaginaba.

No, hombre no, ¡lo decia por el croar de las ranas haciendo ruido toda la noche!

- ¡Menos mal! - masculló. Lo último que le faltaba era tener que buscar otro lugar en el dedicarse a sus estudios. - Eso será todo por hoy, Billy. Regreso al motel, que mañana quiero trabajar pronto. Si tengo tiempo, iré a dar un paseo al otro lado del río, cerca de las cabañas de madera. ¡Ha sido un gran partido!

Tras pagar la cuenta y comentar alguna jugada destacada del partido, Milton se despidió y dirigió de vuelta al motel. Había pasado un buen rato y había cumplido su objetivo: desconectar del trabajo y saciar su necesidad de charlar.

Retornas al tranquilo motel, ese pequeño edificio con forma de T y elevado sobre estacas a modo de palafito, posiblemente para prevenir problemas si hay crecidas del lago.

Pueden pasar dias sin que te cruces con los Btophy,pues las puertad de las habitaciones salen directamente a la plataforma de madera y en tu caso directamente lago.

Ka verdad es que al hotel le vendria bien un poco de actualizacion. La unica decoracion en recepción eran ese par de trofeos de caza y esa escopeta, asi como esas matriculas de coches viejas. Menos nal que ya quitaron unas cuantas, deben estar pensando en colocar alguna otra cosa... algun cuadro estatia biem...

Las habitaciones tampoco son nada lujosas. Un Armario algo envejecido, una cama de almidonadas sabanas y una alfombra en un buen estado de limpieza aunque con alguna quemadura de cigarrillo, una estanteria y una mesa donde apilas tus libros y papeles y tu maquina de escribir portatil.

Aparcas en la planicie frente a la puerta de recepción . Hay otro coche aparcado, deben haber venido nuevos huespedes, y estos de dinero al juzgar por la calidad del vehiculo