Partida Rol por web

Estaba por asentir a la pregunta de Richard sin haber entendido la misa la media de lo rápido que hablaba el inglés, pillando solo el Papá, mamá y ¿te gusta? Así que decir que sí era la opción correcta fijo, fijísimo. En un momento frenó y agarró fuerte la mano del chico para que frenase, inhaló profundamente cerrando los ojos y entonces escuchó, podía sentirlo... Era humedad, la zona estaba cerca de agua y se escuchaba... -¡Agua! Señaló en una dirección algo dificultosa para alguien del tamaño de Richard aunque a Nyamo no le costó agacharse entre ramajes y meterse entre arbustos gracias a su complexión pequeñita y delgada aunque no dejó de estar con el chico a quien esperó con ansias a cada momento en el que le costaba avanzar hasta que llegaron a un riachuelo, era pequeño y poco profundo casi como si no se pudiera llamar siquiera riachuelo pero valía. Lo señaló dando saltos de alegría y no le faltó tiempo para ir corriendo y coger agua con las manos para beberla pero eso solo fue al inicio pues en cuanto dio el primer sorbo, metió la boca como animalito y empezó a beber a sorbos directamente, saciándose todo lo que pudo. -¡Casa, por allí! Hizo señas hacia un lado concreto de ese riachuelo, de donde provenía el agua pues probablemente habría más cuanto más arriba estuvieran. -¡Allí agua grande! Supuso que se entendería.

Buscar y rebuscar algo que la pequeña hacía siempre incluso antes de llegar a aquel lugar. Examinar aquel cristal era importante al igual que lo era vigilar para no cortarse.

Angelo no parecía demasiado motivado a salir, o a nada en general, pero al final salimos a buscar cosas. Además de lo que ya habíamos visto antes, nos topamos con un trozo de cristal. Lo hubiese considerado basura de no ser por que podría servir para que Bridget empezase a montar la máquina para hacer agua potable. Al ver que se acercaba intenté prevenirla para evitar que se cortara.

- Bridget, ten cuidado con eso. No deberías tocarla con las manos desnudas, lo mejor es que busquemos una tela gruesa o algo para poder agarrarlo sin hacernos daño. - Sin alejarme mucho del grupo comencé a buscar cualquier cosa que pudiese servir para ello. Ropa, una toalla, cortinas... lo que sirviese para protegernos las manos.

Nuestra exploración, que parecía más un paseo que una búsqueda, se ve interrumpido por el oído de Nyamo, que le hace escuchar agua. Abro mucho los ojos pues estoy sorprendido, pero a la vez maravillado. Encontrar agua dulce es definitivamente lo mejor que podría sucedernos pues nos asegura la supervivencia en este sitio.

Avanzo junto a ella, con más problemas debido a la diferencia de tamaño y la hostilidad del camino, hasta que finalmente veo lo que parece un pequeño arroyo. Me contengo de beber del agua pues, ya que Nyamo lo hizo sin dudar, acaba de ofrecerse como conejillo de indias.

"Espero que la pequeña no enferme. No beberé hasta que pase un tiempo de incubación decente. Debemos cerciorarnos de que el agua es potable."

Le sonrío y sigo con la mirada lo que me indica. Creo entender que se refiere que el arroyo debe venir de un cuerpo de agua mayor, aunque creo que también podría venir del subsuelo en forma de manantiales. Le asiento y respondo:

 - "Me parece perfecto. Vamos a explorar río arriba pero primero debemos marcar este lugar para no perdernos."

Busco una piedra con algo de filo y comienzo a hacer una marca muy vistosa en un árbol lateral a por donde ingresamos a esta zona. Así podremos encontrar el camino entre los arbustos por donde llegamos a la playa y encontrar así el camino de vuelta al resto del grupo.

Solo una vez que estoy seguro de que jamás podría pasar desapercibida esa marca, comienzo a caminar junto a Nyamo río arriba para encontrar la fuente del agua y un buen lugar donde trasladar nuestro refugio.

Bridget... deberías hacer caso a Celeste. Te puedes cortar, hacer daño, y la herida se te podría infectar...- le dije a la chica pelirroja, mientras me acercaba a su posición. Una vez cerca, sin pensármelo demasiado me empecé a desabrochar la camisa para quitármela. Si ambas chicas me veían con el torso descubierto, pues me daba bastante igual la verdad.

Me enrollé la camisa en mi mano derecha, y me agaché para estar más cerca de donde buscaba la chica -Tu me vas guiando ¿vale?. Yo tengo la mano protegida... así que ve diciéndome si estoy cerca o lejos- le dije a la chica. Ella se encargaría de buscar, y yo con mi mano protegida por la camisa enrollada, pues lo cogería con cuidado.

Empezasteis a recorrer el rio arriba, poco a poco y sin prisa. Habíais marcado el camino y el propio riachuelo amenazaba con ser largo hasta su origen. Por suerte no era así. La vegetación hacía que el riachuelo diera esa sensación pero tras un leve giro empezasteis a oir un sonido de agua mucho más fuerte, leve como el de un rio en su etapa final, pero más fuerte que un riachuelo. El origen de este estaba en lo alto de una pequeña subida vertical de rocas de la cual dejaba filtrar pequeñas cantidades de agua como si un muro de contingencia se tratase.

La subida no costaría mucho por su escasa altura, pero las rocas y la pared para escalar estaba humeda, costaría un poco. La cuestión sin embargo no era subir. Sabiais que el rio estaba ahí y sería muy extraño que se moviera, la decisión ahora era si volver a avisar al resto del grupo o continuar explorando.

Angelo cogió el cristal sin temor gracias a su camiseta, era bastante grande como para poder hacer varias cosas con el, pero de momento podría servir para la desalinizadora.

Bridget continuó buscando y buscando hasta que finalmente y tras acercar con un palo el cristal a Angelo, encontró una maleta de metal que parecía estar intacta. Tenía una cerradura de combinación, pero al no estar cerrada, no serviría de nada. Dentro había comida enlatada y agua embotellada junto a una nota. - En caso de accidente naval, huir en una balsa con este maletín de supervivencia. Comida y agua para una semana. - El filón de oro.

Celeste por su lado solo encontró una maleta que estuviera en buen estado en su progreso por buscar tela, hasta que se dió cuenta de que Angelo ya había solventado ese problema.

La maleta que encontraste sin embargo tenía ropa que conocías. No era tuya, era de alguien de tu pasado, o al menos el estilo era el mismo. Por un momento un miedo atroz empezó a gobernarte y según rebuscabas entre el resto de ropajes, confirmaste de quien podía ser. En el fondo de la maleta, había una pistola, cargada y con un cargador extra. ¿Iban a por ti en ese crucero?

Encontré una maleta que pensé que podría ser de utilidad. Dentro quizás encontrase comida, algo que sirviese de luz para la cueva o ropa que usar para coger el cristal, que era realmente mi objetivo. Sin embargo, lo que encontré allí me dejó helada. Mi rostro se volvió pálido mientras registraba la maleta, buscando algo que me diese la certeza de que lo que pensaba era cierto. Y cuando lo encontré me detuve al instante.

Tardé unos segundos en procesar lo sucedido y luego cerré la maleta y la cogí, llevándola conmigo. Podría ser útil en un futuro.

Me acerqué a Angelo y Bridget intentando ocultar mi nerviosismo. - Oh, ya... ¿Ya habéis podido cogerlo? Perfecto. Quizás deberíamos volver. - Comenté con la voz quebrada.

Bridget saltaba por la arena con los brazos en alto - ¡agua y comida! - gritaba. No es que la comida enlatada fuera lo que más deseara alguien acostumbrado a comida fresca, pero quien poco tiene, con poco se conforma. Esa maleta era un gran hallazgo del que la pequeña se sentía aún mas orgullosa que del cristal.

Bien, por lo que veía la búsqueda habia resultado ser útil. Teníamos un cristal que yo sujetaba usando mi camisa, un maletín lleno de latas de supervivencia, y Celeste había encontrado otra maleta.

Todo fue bien... pero a Celeste la encontraba algo rara. Pálida y quebrada -Si, vámonos de vuelta...- asenti a lo dicho por la chica.

Me giré un momento a ver a la pelirroja -Bridget, si la maleta te pesa mucho, la llevo yo... no me importa- le dije. Y luego mire de nuevo a Celeste -¿Estas bien Celeste? No te... ves muy bien- le pregunté a la chica -¿Hay algo en la maleta?.

Richard se dio a la tarea de marcar el camino de vuelta mientras que Nyamo seguía correteando cauce arriba para encontrar el inicio del río, porque lo que tenían al lado no se asemejaba ni a un cuarto de un río real. En el momento en que se encontraron de frente con aquella subida escurridiza, miró al hombre y señaló hacia arriba. - ¿Arriba o volver? Ella no se lo pensó demasiado siendo que le costaba mantenerse quieta esperando y cogió carrerilla para con el pie derecho apoyarse en una de las piedras, visualizando un saliente más seco que húmedo en el que agarrarse cuando diera un pequeño salto y acabar sentada en la parte alta del sitio, desde donde podría ver todo mejor y más aún, esperar la respuesta de Richard mientras zarandeaba las piernas porque no pararía quieta ni sentada. -Si decir volver, es bien. Si decir ir, es bien también. No parecía muy consciente del tiempo la chica y de hecho había perdido completamente el interés por el río en cuanto se fijó en una pequeña plantita que tenía al lado, con la cual comenzó a jugar con los dedos, meciéndola y acariciándola, incluso arrancándole alguna hoja que otra.

Era obvio que mi expresión no debería ser para nada serena puesto que Angelo había notado mi inquietud nada más acercarme a ellos. La verdad es que no sabía muy bien qué decir, o cómo decirlo, así que solté lo primero que se me ocurrió.

- Es solo que.. no he pensado mucho en el resto de personas que iban, ya sabes... en el barco. - Tampoco quería mencionar abiertamente lo que pensaba. No me atreví en su momento a preguntarle a Bridget sobre sus padres y no me atrevía en aquel entonces. ¿Estarían viajando Angelo y Nyamo sin compañía en su avión? Ni si quiera le había preguntado a Richard.

- No te preocupes, se me pasará. - Le dije con una sonrisa mejor que la anterior.

Aquel pequeño riachuelo termina en la filtración de unas rocas. Claramente no es un río en el que podamos bañarnos o transitar pero es un lugar excelente para formar un refugio pues el muro protege del frío y entre él y la vegetación, ocultan lo suficiente como para servir de escondite. Finalmente, por pequeña que sea la cantidad de agua, nos mantendrá vivos si no nos falta el alimento.

Nyamo no parece conforme con ello y se pone a escalar el muro. No puedo dejarla sola, por lo que comienzo a escalar con ella. 

No soy muy bueno trepando. Recuerdo que alguna vez lo hice en aquellos muros artificiales con salientes que había en el gimnasio del campus pero nunca estuvo mojada y yo nunca lo hice sin arnés. Intento esforzarme por conseguir trepar aquel muro, temiendo que sobre él podemos encontrar algo que no nos guste o sea peligroso. Al fin y al cabo, no conocemos nada de este lugar y eso no es bueno.

La pequeña en su euforia se lanzó a abrazar la maleta con intención de cargarla, ¡ella sola podía! Eso pensaba y quería demostrarlo.

Escuché lo que estaba diciendo Celeste sobre como se encontraba... que al parecer ahora había empezado a pensar en el resto de pasajeros del barco en el que iba. Hmm... entendía que se sintiera mal entonces, pero... -No me has respondido que hay en la maleta...- le dije al darme cuenta de ese detalle. Pero me encogí de hombros luego -Si no lo quieres decir... pues vale... no pasa nada...- terminé diciendo con apatía -Mientras se te pase y estés mejor, no importa...

Por otro lado, Bridget intentaba coger su maleta de latas, por lo que no la molesté... si le ofrecí ayuda y prefiere hacerlo sola, pues entonces no me meteré. Celeste estaba también lista, y yo tenía el cristal para la desalinizadora... -Si ya esta todo, volvamos a la hoguera, a ver si Nyamo y Richard volvieron...- les dije a ambas chicas.

Llegasteis a la cueva en la que faltaban aún Richard y Nyamo. Sin duda parecía que iban a tardar en volver de la expedición, pues aunque decidieran no alejarse mucho había que explorar un poco... O puede que simplemente se hayan perdido, o que un animal salvaje les haya atacado.

Sea como fuere habiais encontrado no una, sino dos maletas. Una con un contenido incognito hasta que Celeste decidiera comentarlo. La otra vuestra salvación, un cajón lleno de viveres para poder sobrevivir una cierta cantidad de dias frente a un naufragio... ¿Pero sería suficiente? Por no decir el cristal que necesitabais para depurar agua. Ahora faltaba contarle a los demás vuestros progresos y de la misma manera esperar que ellos trajeran buenos resultados.

La diferencia entre Nyamo y Richard a la hora de escalar, era notable. Mientras que una lo hacía como si practicamente cada día escalara, el otro el costaba si quiera avanzar un poquito.

Al final, con mayor o menor esfuerzo, ambos conseguisteis subir y ver lo que os deparaba el lugar. Era un pequeño claro, desde el cual se veia la playa por encima de los arboles que estaban donde estabais antes. Alrededor había un rio bastante más grande en cuanto a anchura y altura, pero que si os metiais no os cubriría más allá de la cadera. Era perfecto para bañarse.

Alrededor de ese claro había vegetación con cierto espacio entre el rio y ella para pode deambular tranquilamente haciendo que practicamente el rio fuera un camino. Algunos arboles parecían frutales. Los de abajo veiais que algunos eran de frutas exoticas o cercanas a lugares de playa como los platanos. Los que teniais ahora cerca en esa parte superior no eran del todo arboles frutales, los que si contenían alimento eran los arbustos cercanos, los cuales tenían bayas