Me quedo con la primera siempre que se duplican normalmente
Pues fallo épico entonces.... jejeje
Hiroshi se habría abalanzado gustosamente sobre aquel desgraciado, pero su carrera fue frenada en seco por varios de sus amigos que le agarraron como un granjero agarra un manojo de zanahorias.
-¿Pero qué? ¡Soltadme! ¡Esto no va con vosotros!
QUe en realidad sí que iba, al ser amigos de Makoi, pero Hiroshi sólo tenía enfilado al macarra navajero ese. Tenía que hacerle pagar por haber amenazado a Mika y haber hecho sufrir a su adoradísima Mayurit-chan. ¡Vaya que si lo iba a pagar!
El enorme muchachote bramó, tensó sus musculosos brazos y lanzó a los chavales que le agarraban lejos de él, liberándose de su agarre.
-¡Largáos y no volváis o será peor!
Porque con suerte Mika o Mayurit avisarían a las autoridades. Y entonces a esos macarras se les caería el pelo a base de bien.
Motivo: Combate (librarme de los amigos de Makoi)
Tirada: 9d6
Dificultad: 4+
Resultado: 5, 4, 6, 2, 4, 2, 4, 2, 6 (Suma: 35)
Exitos: 6
8 éxitos para librarme de los matones, intuyo que lo consigo. Si tengo que editar algo, avísame, máster.
Esperamos a Mika y resuelvo
Joder... esto no pintaba nada bien -Baja el cuchillo o te lo meto por el culo... Eres lamentable diciendo eso delante de la novia que supuestamente quieres- le dije de forma directa tratando de intimidar aunque sea un poco para que nos dejase tranquilas al chico cuando enseñó el cuchillo para amenazarme después de haberle hablado... ¿como puede reaccionar así cuando seguramente sea la única persona que le hable educadamente? Capullo.
Pero después de eso, la cosa se encendió muy rápido, pues vinieron amigos del imbecil de Makoi dispuestos a pelear, mientras que por otro lado, en nuestro favor, vinieron Hiroshi y Kenichi empezaron a involcrarse en la pelea. Esto se estaba volviendo muy violento, demasiado para Mayurit. Así que mientras ellos peleaban, yo me acerqué a mi amiga -¡Mayurit debemos irnos! Si te pasa algo ninguno de los tres nos lo perdonaríamos... ¡Es peligroso quedarse ahora!- le dije a la chica, esperando que me empezase a seguir fuera... Si era necesario hasta escapábamos por la ventana -¡ENFERMERA, UN LOCO CON NAVAJA!- grité por si acaso me oía alguien de la enfermería... que mira que se ha organizado un circo romano aquí mismo entre adolescentes y nadie a venido a pararlo.
Motivo: Inteligencia
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4 (Exito) [4]
Motivo: Carisma
Tirada: 4d6
Dificultad: 4+
Resultado: 1, 3, 2, 5 (Suma: 11)
Exitos: 1
Las palabras provocativas de Kenichi no hicieron más que hacer que la sonrisa de desquiciado del maníaco de Makoi.- Vete a ponerte una permanente en ese pelazo antes de que te lo estropee-. En ese momento dos de los cinco matones se tiraron a intentar atacar a Kenichi con sus puños a la misma vez.
El cuerpo de Hiroshi era muy grande, por lo que poco pudieron hacer tres matones para sostenerlo, a pesar de que eran grandes también. Debido a la sorpresa decidieron tomar medidas más drásticas, así que se lanzaron a intentar golpear a Hiroshi sin piedad.
La enfermera pareció escuchar el grito de Mika, pero se quedó en la puerta lateral bastante pillada, intentó coger el móvil para llamar a la policía pero se le cayó al suelo torpemente de los nervios...
Mika por su parte decidió usar su capacidad de oratoria para detener o despistar a Makoi, pero él decidió no gastar un segundo más y intentó clavar su cuchillo en el vientre de Mika. Mika comenzó a sentir el frío filo en su barriga, cerró los ojos mientras intentaba forcejear con lágrimas de rabia en sus ojos, pero el cuchillo no pareció penetrar. Al abrir los ojos se encontró con el cuchillo en el suelo, y alguien muy familiar sostenía un conocido palo que pisaba contra el suelo la mano de Makoi.- Si quieres luchar con armas hazlo con alguien que esté también armado, cobarde.- Dijo con una media sonrisa Lucinda.
Era increíble, algo se le había removido a esa emisaria del diablo para que estuviera de vuestra parte en este combate ¿Habría sido el escarmiento del Sensei? ¿Habría esperanza con ella?
Motivo: Mantener agarre Hiroshi
Tirada: 9d6
Resultado: 2, 2, 6, 6, 1, 4, 6, 1, 6 (Suma: 34)
Motivo: Ataque a Kenichi
Tirada: 6d6
Resultado: 3, 1, 1, 6, 5, 5 (Suma: 21)
Motivo: Ataque a Hiroshi
Tirada: 6d6
Resultado: 4, 3, 1, 6, 4, 2 (Suma: 20)
7 éxitos para mantener el agarre frente a 8 de Hiroshi, así que logra deshacerse del agarre
Makoi no cayó en mi provocación, lejos de ello intentó apuñalar a Mika, lo que me hizo hervir la sangre, por suerte, Lucinda llegó para ayudar, sin lugar a dudas merecía una disculpa, pero de momento no había tiempo para eso, los matones de Makoi ya estaban cargando sobre mi.
Eran sujetos fuertes, de eso no había duda, pero sus movimientos eran lentos, parecían telegrafiados así que procedí a esquivarlos y arremetí contra el objetivo de mi furia. Mi rostro lo decía todo, mi intención era clara, causar el mayor daño posible con cada movimiento.
Ya estoy harto de ti imbécil, aterras a las mujeres y a todos los que son más débiles, veamos que tan valiente eres contra mi. - le espeto a Makoi mientras me muevo con agilidad entre sus hombres contra él con toda la intención de propinarle un potente golpe de palma abierta justo en la quijada.
Si mi golpe lograba conectar, estaba más que seguro que el daño que recibiría Makoi sería severo, pues existía la posibilidad de que el impulso lograse desestabilizarlo y proyectarlo por el aire.
Sin importar si Makoi encajaba o no bien mi golpe, ya lo tenía donde quería, acorralado contra la pared y lo siguiente que intentaría hacer sería inmobilizarlo o causarle una lección severa.
Hiroshi, Mika y yo, somos artistas marciales entrenados, él es sólo un matón que confía en su navaja y en la fuerza de los números, pero los números no son nada cuando cada uno de tus adversarios son mucho más hábiles que tu.
Motivo: Combate
Tirada: 8d6
Dificultad: 4+
Resultado: 2, 4, 4, 5, 6, 2, 3, 6 (Suma: 32)
Exitos: 5
7 éxitos, te va a doler Makoi.
A pesar de que le superaban en número, Hiroshi consiguió deshacerse de los amigos de Makoi a base de pura fuerza bruta. Y más tendría que usar, ya que estaba claro que tendrían que ocuparse ellos de aquellos matones de mala muerte. Así que, nada más sacudirse de encima a aquellos idioras, Hiroshi se preparó para atacar. Sin embargo, los tres amigos de Makoi se le adelantaron, empezando a golpearle por todas partes. Y a pesar de la desventaja numérica, Hiroshi aguantó como un campeón aquella somanta, aunque no le dejaban contraatacar con tanto golpe.
Y lo peor de aquella paliza era no poder moverse. Porque en el momento en el que vio a Makoi atacar a Mika con su cuchillo, se le heló la sangre en las venas. Mika era una chica muy fuerte, más que capaz de tumbar a un imbécil como Makoi, pero las puñaladas eran heridas graves siempre. Y si el matón apuñalaba varias veces a su amiga, podría incluso matarla.
Hiroshi gritó de rabia, preparándose para saltar hacia Makoi, ignorando a los matones que le seguían golpeando. Pero en el momento justo, aquella mujer apareció. Lucinda, la que había sido su enemiga por abusar de su poder, había acudido a ayudarles. El grandullón no cabía en sí de felicidad. ¡Sabía que hacía bien en darle un voto de confianza! Alzó el pulgar mientras le sonreía y luego volvió a centrarse en los tres idiotas que tenía delante. Que se prepararan, que su contraataque iba a comenzar.
Motivo: Combate (defenderme y contraatacar si posible)
Tirada: 9d6
Dificultad: 4+
Resultado: 1, 3, 5, 3, 5, 3, 6, 1, 4 (Suma: 31)
Exitos: 4
Tres éxitos netos nada más.
Lucinda miró a Hiroshi mientras cómo éste se enfocaba en Makoi mientras Kenichi peleaba con él, así que decidió echarle una mano dirigiéndose hacia aquellos que habían intentado agarrarlo y que se comenzaban a levantar para pelear con él.- Hiroshi, ve a por ese desgraciado, yo me encargo de estos gorilas.- Dijo mientras comenzó a hacer girar su bo para mantenerlos a raya.
Kenichi por su parte cargó con toda su destreza marcial contra Makoi intentando como objetivo final proyectar un golpe severo a la quijada del mismo. Makoi sin su cuchillo no era nadie, así que no supo esquivar ninguno de los golpes de Kenichi. Éste salió volando por los aires antes de que Hiroshi pudiera llegar, y cayó desmayado al suelo.
Lucinda comenzó a repartir a los tres matones de lo lindo con su palo. No tuvieron tiempo de reacción, uno fue golpeado severamente en la cabeza, otro en el estómago y otro en sus partes íntimas, cayendo los tres al suelo de un solo golpe.
La enfermera pudo tomar el teléfono y llamar a las autoridades, que pronto estarían allí.
Mika se había quedado totalmente paralizada... mirando la situación, al igual que Mayurit. Las dos se "abrazaban" medio paralizadas.
Motivo: Makoi Pelea
Tirada: 5d6
Resultado: 4, 1, 3, 1, 1 (Suma: 10)
Motivo: Matones
Tirada: 9d6
Resultado: 1, 5, 1, 1, 2, 3, 5, 3, 2 (Suma: 23)
Motivo: Lucinda
Tirada: 10d6
Resultado: 2, 6, 4, 3, 2, 2, 2, 2, 5, 5 (Suma: 33)
Tan pronto Makoi cae al suelo tomo mi cinturón y le ato firmemente las manos en la espalda, para luego despertarlo de una soberana bofetada.
Si vuelves a acercarte a Mayurit o a cualquiera de mis amigos, no sólo te tumbaré los dientes, sino que haré que te arrepientas de haber nacido. Espero haber sido claro contigo maldito patán, ahora quédate allí hasta que llegue la policía o te volveré a zurrar y esta vez lo haré con toda mi fuerza. - le digo a Makoi con desprecio para luego acercarme a Lucinda.
Al parecer te debo una disculpa, en cuantobla policía llegue, iré contigo a hablar con tu sensei. Ahora, si me disculpas, quiero ver como están mis amigas. - dicho esto le dedico una leve venia a Lucinda y me acerco a donde se encuentran Mika y Mayurit.
¿Están bien? ¿Ninguna de las dos está herida? - pregunto mientras observo a las dos chicas a detalle en busca de alguna clase de herida que requiriese atención. - Ya todo terminó, ese sujeto pasará una buena temporada entre rejas y de mi cuenta corre que no vuelva a acercarse a ti Maturit, eso te lo prometo.
No olvides nuestra conversación, tomar las riendas de tu vida depende de ti y si me lo permites, yo estoy dispuesto a recorrer ese camino a tu lado. - agrego mientras centro mi atención en Mayurit, pues con Makoi y sus matones bajo control ya no había razón para no centrar mi atención en la hermosa Mayurit.
Lucinda asintió las palabras de Kenichi.- No hay marcha atrás, el sensei ha hablado, tendré que hacer frente a los peligros que guarda “el bosque”.- Miró a los presentes.- Voy a preparar mis cosas para la travesía.- Y sin mediar una palabra más se dispuso a salir del lugar.
Mayurit miró a Kenichi con ojos llorosos y sin decir nada más dio un beso de pasión al chico y lo abrazó.- Gracias Kenichi, quiero recorrer este camino junto a ti, me has demostrado tantas cosas en tan poco...- Mika y Hiroshi quedaron perplejos aunque contentos por su amigo, a pesar del dolor que provocaba que su amada se fuera con él.
Las autoridades llegaron pronto y se llevaron consigo a los jóvenes delincuentes tras tomar declaración a los presentes, incluida la enfermera que parecía más tranquila y alardeó de tener delante de ella a unos verdaderos héroes.
¿Qué será de nuestros protagonistas a partir de aquí? Todo depende de ellos
Llegamos al final de la partida. Si queréis poner un mensaje narrativo de despedida os la dejo abierta. Paso a poner vuestro carisma correspondiente y espero con ganas que juguemos juntos de nuevo, pues habéis demostrado una paciencia extraordinaria.
Muchas gracias y espero que os haya gustado.
Cuando Mayurit me besa, no dudo ni un segundo en corresponderle, para luego abrazarla de la cintura de manera protectora.
El resto del campamento transcurrió con normalidad, mientras Mayurit y yo iniciamos nuestra vida como pareja, de cuando en cuando Sakura le dedicaba alguna que otra mirada de celos a Mayurit, pero con el tiempo termino por aceptar que mi corazón era de Mayurit y no de ella.
Sin darnos cuenta, los días juntos se convirtieron en semanas, luego en meses y cada instante que pasamos juntos era más que memorable, el año escolar llegó a su fin en un abrir y cerrar de ojos y con la clausura del mismo, llego el recital de danza.
Cuando subía al escenario en leotardo, los rumores no se hicieron esperar, al igusl que alguna que otra risilla estúpida, pero al ver danzar a mi querida Mayurit junto a mi, todo más que claro, aunque no faltó el listillo que intentó hacer alguna broma tonta sobre aquel evento, bromas que se acallaron cuando traje otras dos medallas de oro en karate y judo para la escuela.
Al finalizar el año escolar conseguí una beca deportiva en la universidad de Tokio lo que me mantuvo ocupado bastante tiempo y aunque al principio fue algo difícil, al cabo de un par de meses, Mayurit y yo nos adecuamos a nuestra nueva realidad.
Al terminar mi carrera de leyes, le propuse matrimonio a Mayurit quien se encontraba ya en su segundo año de medicina y vivimos una larga vida juntos.
Yo sin lugar a dudas la he disfrutado mucho la partida de principio a fin, incluso he revivido mucho de mi adolescencia con la misma.
Gracias a la inestimable ayuda de Lucinda, pudieron acabar con Makoi y sus amigos. ¡Victoria! ¡Y todos estaban sanos y salvos! Y lo mejor era que Mayurit se había dado cuenta al fin de que Makoi era un imbécil indigno de ella. Tras despedirse de Lucinda, dándole profusamente las gracias por su ayuda, Hiroshi miró a su amada y sonrió. Su Mayurit, tan dulce, tan perfecta, tan... En los brazos de Kenichi.
En ese momento el mundo del grandullón se rompió en pedacitos. ¿Qué? No, en serio, ¿qué estaba pasando? ¡Pero si Kenichi era sólo su amigo! ¿No? ¿O era algo más y él o se había dado cuenta? Al ver como reaccionaba su amigo, Hiroshi Tameyama fue consciente de que Kenichi correspondía a los sentimientos de Mayurit. Le entraron ganas de llorar, pero era un hombre y los hombres no lloraban en público. Así que, haciendo un esfuerzo sobrehumano, Hiroshi se tragó las lágrimas y alzó el pulgar hacia su amigo. Kenichi era un buen tío, un tío excelente más bien. Aunque le doliera, sabía que Mayurit había elegido a alguien excelente. Kenichi la cuidaría como merecía.
Sin embargo, a pesar de que quería apoyar a su amigo, no podía permanecer en ese lugar demasiado tiempo. Y sin pensárselo dos veces, Hiroshi se fue a buscar a Lucinda. Aquella mujer se había redimido con creces por sus fallos y ahora que el grandullón necesitaba pensar en cualquier cosa que no fuera Mayurit y su corazón roto, quizás pudiera irse de viaje con ella. Y después le pediría al sensei que le admitiera en su dojo. Y perfeccionaría su técnica en la lucha tradicional. Se graduaría en el instituto y se metería a estudiar en una universidad culinaria. ¡Cumpliría sus dos sueños, ser un cocinero excepcional y un luchador de sumo profesional! Y quizás, sólo quizás, encontraría a una persona especial con la que compartir su vida. Algún día.
Que conste que no se queda con Mika porque no quiere que le vea llorar. Si Mika va a por él, edito mi post sin problema.
Y la partida 10/10, una historia de amor mucho mejor que Crepúsculo.