Espero te gusten las balerinas, quería dártelas hoy, porque no estaba seguro si irías al viaje escolar.
Si piensas ir, me gustaría compartir un chocolate caliente contigo, si estás de acuerdo. Claro está. Mayirit-chan. - digo esto último un poco nervioso, pues no sabía si podía tomarme tamaña libertad de usar el chan con ella.
Todo esto se lo digo mientras bailamos y en voz un tanto baja para que sólo ella escuche.
¡El macarra se iba derrotado! ¡Eso era una victoria en toda regla! Incluso aunque Mayurit abrazara a Kenichi y no a él, cosa que le dolía un poco en su corazoncito, aunque sabía que Kenichi y Mayurit eran solamente amigos. Entonces tanto Kenichi como Mika propusieron bailar los cuatro juntos. Bueno, Kenichi invitó a Mayurit y Mika dijo que mejor bailar los cuatro juntos. ¡Y ciertamente parecía una idea divertida!
-¡Meneemos el esqueleto! ¡Que esto sigue siendo una fiesta!
Y había que aprovechar para divertirse en grupo, que Kenichi se iba a marchar en seguida.
-¿Seguro que no te puedes quedar un poco más Kenichi-san? ¡La fiesta está en su clímax!
Porque clímax era la palabra que se usaba, ¿no? Al menos sonaba a palabra que se decía en esas ocasiones. Pero bueno, la cosa era que Kenichi parecía no poder quedarse ni un momentito más, ya que se empezó a ir tras despedirse.
-Pues vaya, pobre Kenichi-san, ocupado todo el día. Pero no pasa nada, ¡aún queda mucha fiesta por delante!
El grandullón se giró hacia Mayurit y, rojo como un tomate, dijo:
-Pu-puedes quedarte con Mika-san y conmigo si quieres, Mayurit-san. Te haremos compañía mientras Kenichi-san y Maoki-san no están.
Motivo: Carisma
Tirada: 3d6
Dificultad: 4+
Resultado: 2, 6, 4 (Suma: 12)
Exitos: 2
Tiro carisma para resultarle simpático y de confianza a Mayurit.
Al escuchar las palabras de Hiroshi, asiento con la cabeza y sonrío.
Tal vez pueda quedarme unos minutos extra, pero no tanto, como ya les dije, mañana tengo que madrugar. - le respondo a Hiroshi en tono amable mientras evalúo que tanto tiempo más sea prudente que me quede.
Y tras ver la hora en mi celular, decido quedarme sólo una hora extra, pues no quería desvelarme.
Efectivamente Mayurit aceptó el baile de Kenichi y todos bailaron juntos hasta el final de la fiesta, en el que Mayurit afirmó que tenía que irse para reencontrarse con su "novio" como lo llamábais vosotros, aunque ella no había dicho una palabra parecida, pero era evidente que si no eran novios tenían algo muy especial.
A los demás les fastidió por dentro la idea de que Mayurit no se despegara de Kenichi, pues sentían algo por ella y una vocecita les decía que tenían que actuar o Kenichi acabaría siendo el siguiente novio de la chica.
Parecía que la fiesta se había acabado, así que tocaba arreglar las maletas y prepararse para el viaje.
Terminada la fiesta, dejo escapar un gran suspiro.
Vaya, al final terminé quedándome más de la cuenta, esto me va a pasar factura mañana. - digo resignado.
Voy a pedir un taxi de aplicativo, ¿Quieren que los lleve o prefieren ir por vuestra cuenta? - pregunto con amabilidad, pues nada me costaba llevar conmigo a los chicos, después de todo viviamos en la misma calle, así que no habría recargo.
La fiesta había estado genial y me encantó poder bailar con Mayurit, sin embargo, hubiera preferido poder conversar con ella en un lugar un poco más apartado, pero Mika se nos pego como estampilla de sobre.
Por másbque me esforzaba, no terminaba de entender por qué razón esta chica se empeñaba a dejarme mal frente a Mayurit, en especial cuando no tiene nada que ganar de ello, a menos que ella también estuviera interesada en Mayurit, cosa que me parecía poco viable.
En fin ya habría tiempo para pensar en ello luego, ahora sólo restaba dormir, pues mi equipaje para mañana ya estaba listo.
Miré con enfado disimulado con una sonrisa a Kenichi al terminar la fiesta y quejarse de haberse quedado -Nadie te ha obligado a quedarte acaparador...- pensé. Dios... que tirria le tengo. Menos mal que hice que bailasemos todos y que por ello no estuvieron en privado... que si no... pff, me tengo que poner las pilas ante son Goku y matarle... metafóricamente hablando claro.
Cuando dijo lo del taxi negué con la cabeza -No gracias. Yo siempre prefiero mi bici. Es más barato- le dije con falso agradecimiento actuada como toda una actriz de Oscar -No quiero deberte nada- pense bastante sería... sólo espero que se quede frito mañana por trasnochar.
Yo mire a mi amigo gigantón con una sonrisa sincera -Colega, ¿tu que dices? ¿Taxi, a pata, o te llevo detrás?- dije señalando la parte de atrás de mi bici -Sabes que no me cuesta... es entrenamiento extra para las piernas y la resistencia cargar con tanto peso- bromee con simpatía con el.
Al final habían permanecido junto a Mayurit durante el resto de la fiesta. No había sido exactamente como en los sueños de Hiroshi, pero al menos el macarra se había ido. Claro, que el que su amada pelirroja se marchara para regresar con su “novio” … Pues dejaba un regusto agridulce a esa velada tan estupenda.
Kenichi dijo que llamaría a un taxi y Mika que se iba en su bicicleta, ofreciéndole ambos un viaje hasta casa.
-Yo pensaba irme andando, que hace un tiempo estupendo para tomar el aire. Pero si va a ser un entrenamiento para ti, iré contigo Mika-san. ¡Los grandes deportistas tienen que entrenar todos los días y a cada ocasión que se les presente!
Fue donde Kenichi para darle una palmada en el hombro.
-Ya daremos un viaje en taxi en otra ocasión, Kenichi-san. ¡Descansa mucho y bien!
Luego se giró hacia Mika y alzó el pulgar.
-Cuando quieras, Mika-san.
Muy bien os veo mañana chicos, que descansen. - digo dirigiéndome a mi taxi que me esperaba en la puerta de la escuela.
Una vez en casa reviso rápidamente el equipaje, programo mi despertador para las 05:30 ganándome unos minutillos extra de sueño y me acuesto en mi cama cayendo como piedra.
Al sonar el despertador, me visto rápidamente y me dirijo al dojo para hacer la limpieza reapectiva a paso veloz, bien podía hacer toda la faena en 30 minutos y llegar a tiempo a la escuela para tomar el bus, ya recuperaría las horas de sueño camino al monte Fuji.
Lo dejó aquí para no adelantarme más, si quieres que narre coml limpio y saludo a mis senseis mientras lo hago me avisas y lo pongo, caso contrario paso de frente a abordar el bus.
Tu decides master.
Sonreí a Hiroshi cuando aceptó la propuesta -Bien colega, pues siéntate detrás mia, rodeame con los brazos para agarrarte, y nos vamos- le dije mientras me echaba un poco adelante para dejar espacio al grandullon. Una vez lo hiciera, pues haría toda la fuerza que pudiera en mis piernas y a llevar a su casa a mi mejor amigo bebé elefante.
-¡Hasta mañana!
El grandullón se subió a la bicicleta de Mika como pudo y agarró a su amiga de la manera menos invasiva posible.
-¡Si-si te molesto me lo dices y me agarro a la bici!
Que por muy amiga suya que fuera, Mika seguía siendo una chica. Y esas cosas eran vergonzosas. Ay, lo que daría por poder hacer lo mismo con su Mayurit…
Cuando noté lo flojo que me cogía Hiroshi por no ser invasivo, pegue un suspiro -Ains... así te caeras nada más arranquemos. Te tienes que agarrar más fuerte, que no me vas a romper- dije soltando el manillar un momento... ¡así mi grandullon se me iba a desnucar de la caída y no quiero ser responsable! Le cogí los brazos. Los puse rodeandome por la zona superior del vientre y bajo el pecho, he hice que apretase -¡Peeeefecto! Así ya seguro no te caes- le dije mirándole con una sonrisa. Que era mi mejor amigo, no me importaba la proximidad. Entonces mire adelante y metí caña a mi bici -¡Nos vamos!- grité yendome con el en mi fiel bici.
Perfecto, hacemos un fundido en negro y vamos con la escena de la excursión