Partida Rol por web

La historia en este libro sigue contando de las desidias de ese personaje. Cuente, como el clérigo y los hombres que sobrevivieron enterraron el cuerpo, casi muerto, del sin-vida.
Bajo tierra en una colina, plantando un árbol sobre el. Esperando que sus raíces y la tierra le consumiesen en décadas de desolación.

Las paginas que siguen, narran como la criatura vuelve a alzarse o mas bien arrastrarse, para luego alimentarse de los animales de un poblado para recuperar fuerzas.
Y luego del poblado.

La historia termina, cuando el vampiro roba y mata a un supuesto mago, dueño de este libro... Dejando en la ultima pagina de esta historia un dibujo del vampiro sosteniendo el libro abierto, y una luz que lo envuelve.

Te encuentras en un limbo blanco, flotando en el aire, con las reminiscencias de todas tus memorias.
Estas entero y a la vez eres nada, estas consiente de ti, eres tu propia alma.

Escuchas una voz omnipresente hablando sola.
-No queda mucho mas tiempo.-

Escuchas que te habla a ti.
-Seras tu el elegido, tu volverás al mundo real y portaras con mi carga y la llevaras sana y salva.- En el aire se dilucida una reliquia, supuestamente la que debes proteger.
Luego ves un ciudad de grandes muros, supuestamente a donde debes llevarla.

-Correrás peligro, harás lo que te diga. Y no fallaras en tu misión.-
La ilusión en el aire continua viendose una ciudad de muchas iglesias derrumbarse en el fuego. Y tu alma, junto a la reliquia en el medio.

-Usare mi poder para llevarte de nuevo a la vida. Si tienes alguna objeción te destruiré.- Y ves como del libro salen otras almas entre las que ese ser omnipresente puede escoger.

-Así será.-Respondo sin saber qué más decir.-¿Se me permite saber a quien beneficio con mis actos?

-El beneficio es para todos los habitantes de estas tierras. Protegerlos. Y sera en contra a aquellos que buscan seguir el legado de los hijos de Timat.-

En la historia, los hijos de Timat, cinco grandes dragones, asolaron tierras y reinos, hombres y animales. Todo.
Pero les fue dado fin por la mano de miticos héroes. Los cuales siguieron luchado en las eras venideras, donde malignos y nigromantes aprovecharon las desbastación que hiabían dejado los dragones a su paso.

Ves como frente a ti se aparece una reliquia que brilla en azul.

-Esta reliquia guarda mi esencia. Yo Draco, el azul, fui uno de los antiguos magos que lucho contra los hijos de Timat y ayudo a los reinos a eliminar a los nigromantes de las eras obscuras.
Ya han pasado cientos de años y aun existen quienes siguen estos antiguos males. Y por temor o venganza vienen a destruir lo que queda de mi...-

La reliquia empieza a apagar su brillo. -... No permitas que caiga en manos de ellos. Se harán mas poderosos sino. Debes de llevarme a la ciudad de Falken, al norte de aquí. Ahí encontraremos protección...-

La reliquia se apaga por completo, quedando solo un cubo de piedra tallado.

Despiertas de tu letargo, cubierto de polvo y escombros. Es de noche. Pueden verse las estrellas.
Hacia los lados ves como paredes desmoronadas y maderos en llamas antes construían un templo, pero ahora ya no.
La ciudad estaba en llamas, el templo como las demás edificaciones de la zona, estaban destruidas.
Podían verse correr trasgos con antorchas por las calles.
Podían verse explosiones hacia cada lado donde miraras.
Fuego y caos.

Delante de tus piernas había un cofre destrozado, sus pertenencias revueltas, rotas y tiradas por doquier. Y a un lado, confundido con escombros el cubo de piedra tallado.
Envuelves el cubo en unas telas, las giras, te lo cargas a la espalda y lo atas.

Tenias que salir de allí, los trasgos no te iban a perdonar la vida.

Hacia el norte.

Al instante empiezo a buscar entre los cascotes algo con lo que protegerme. Algun tipo de arma, armadura u objeto mágico que me sirva como defensa. Uua vez encuentro algo, me desplazo con sigilo hacia el norte tratando de pasar inadvertido.

Trasgos y explosiones abordaban la ciudad. El fuego iluminaba la noche y el humo se acumulaba como paredes para la visión.

Entre los escombros encontraste con que defenderte y entre la niebla como perderte. No más de una hora tomo escapar de las ruinas de esa ciudad.

Hacia el norte, al salir, te encontraste con huellas frescas, pasos, pisadas, la tierra surcada por carretas. Cientos, miles, supuestamente aquellos que escaparon. Ibas a seguirles el rastro, por la pura coincidencia de que estaban en tu mismo camino.

-Malditas criaturas.-Pienso retirandome.-Ya ajustaremos cuentas.

En ese instante veo un objeto brillante entre los escombros.

-Vaya, ¿Qué sera esto?.-Pienso lanzandome hacia ello.

Tras unos instantes aparece en mi mano un trozo de tela sujeto a un pequeño broche, sigo tirando de el y encuentro la capa entera. Parece algun tipo de capa oscura, de un verde negruzco.-Con esto podre escapar sin ser visto.-Pienso mientras me la pongo.-La proxima vez otro gallo cantará.

Instantes despues, con la capa ondeando tras de mi, camino siguiendo el rastro de los fugitivos tan deprisa como puedo. Por el camino busco ademas algún lugar donde pasar el dia lejos del sol y el dolor que este trae.

No pudiste alejarte mucho antes de que comience la mañana. Oculto en bajo una cuña rocosa, esquivabas el sol.
Sentado mirabas el saco sin saber mas que hacer, y por curiosidad lo descubres.

La miras durante un par de horas, mientras el día comienza a transcurrir. 
De repente de la reliquia suena una voz, otra vez esa voz.

-Alguien intenta rastrearnos, usa magia para saber donde estamos. No le permitiré...- Y con unos destellos un conjuro los protege contra la adivinación...

-Quienes se han ido de la ciudad en llamas ya han llegado a la ciudad marcial. No perdamos mas tiempo, llevame al valle detrás del muro.-
Y de  repente un portal se hace a la roca, dejando ver el otro lado a un lugar donde una gran cantidad de personas levantan unas tiendas improvisadas, para poder pasar la noche, a la puerta de un gran muro.

-Asi sea.-Digo cruzando el portal.-Demonos prisa.

Una vez llego al otro lado, echo un vistazo a la zona tratando de pasar inadvertido. No se si alguien me reconocerá, pero hago lo posible por evitarlo.

Atravesar el portal te llevo a un lugar distinto, el cielo ya no viciaba de cenizas y humo, el oír de las brazas crujir cambiaba por un leve murmullo de personas y el viento, el viento suave que descendía de la montaña.
Atravesabas el portal con un simple paso, el cual volvía semanas de viaje en un instante. Cargaste con la reliquia y tus cosas, pero quedaste a la sombra de la roca, ya casi anochecería y te podrías mover...