Partida Rol por web

^{Hotel Eurostars Madrid Tower. Refugio de Estela Vergara}

Cuatro pilares de acero y hormigón se alzan desafiando el cielo nocturno de Madrid. El Dominio de Estela Vergara, Senescal de la Ciudad. Os ha citado en su refugio, en el mismísimo ático del Hotel Eurostars Madrid Tower.

La Torre, como lo llaman los Vástagos de la zona, es un lugar respetado y temido. Aquellos situados en las más altas esferas de la comunidad vampírica, saben que este lugar es una especie de "über-Elíseo"; una zona de no violencia. Los peldaños más bajos de la sociedad de los Vástagos ni siquiera saben tanto. Escuchan que deberías mantenerte lejos del Eurostars si sabes lo que te conviene y, dado que la mayoría de los Vástagos de menor nivel no pueden permitirse el hotel y se verían desesperadamente fuera de lugar, es fácil que sigan este consejo.

El único Vástago que puede considerarse "en casa" aquí, es la propia Senescal. Los rumores cuentan que cada quincena se reune con "otros" para conspirar. Que organiza orgías, reuniones esotéricas, y que tiene un gusto de lo más extravagante. Quien sabe...rumores. Tiene un ático en la planta superior y, técnicamente, los derechos de alimentación en La Torre le pertenecen a ella, aunque ha declarado públicamente que cualquiera puede alimentarse al menos una vez mientras sea discreto.

El primero en llegar es Diego, el último Jack. Y ahora mismo estáis los cuatro metidos en el ascensor, catapultados directos a la última planta; a la boca de lobo. Los últimos acontecimientos no han sido del todo... favorables. Eso sin mencionar el tema de la desaparición de Astilla. Sentís una presión en el pecho. Miráis como cambian los números digitales que indican la planta por la que vais como quien mira una oveja buceando en el fondo de un río. El silencio es incómodo, sólo roto por el zumbido del elevador. Una tensión creciente que se puede sentir, casi palpar. Toca rendir cuentas...

Tras limpiar y tirar el cuchillo y el serrucho en partes diferentes del manzanares, Jack se encaminó a la Torre.
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La tensión entre Diego y Jack se podía cortar con un cuchillo de mantequilla. Apenas si le dedicó una mirada y un gruñido antes de espetarle.
- Le he metido fuego al coche y a los cuerpos. Te recomiendo vigilar el forense mañana por si hay que terminar de limpiar el rastro. – le dijo mascullando los dientes.
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Luego se giró a los otros dos.
- ¿Habéis encontrado algo de Astilla? – pregunto un poco más suave, pero se notaba en su cara que no estaba para muchas tonterías.

- Gracias por la recomendación.

Digo cargándome de paciencia. No era el sitio ni el momento de discutir ningún punto importante.

- Yo he informado al sheriff de cuantos detalles poseo sobre la investigación.

No me apetecía hablar. Quería guardar fuerzas para responder adecuadamente ante la senescal.

Nuestros modales debían ser impolutos ahora.

- ¿Para eso querías que no lo llamara antes? ¿Para informarle tú y llevarte el mérito? - gruño con evidente sorna en la palabra mérito

Me muerdo la lengua y guardo silencio.

Era muy tentador enzarzarse en provocaciones y dejar en ridículo a Jack; "Si tantas ganas tiene de informar, podría empezar por contarles a Sofía y Alejandro el despropósito que protagonizó esta noche"  pero por lo visto recaía en el niño el demostrar una pizca de madurez.

Me cargo de paciencia y espero que el ascensor llegue finalmente a su destino.

El viaje en coche con Ale habia sido incomodo cuanto menos, ni una palabra, y ahora estabamos metidos en ese ascensor al infierno, ya no podia aguantar mas aquello, la noche estaba siendo agotadora. Pero por las palabras de Jack y Diego ellos lo habian pasado peor aun... en fin

-Alguien ha secuestrado a Astilla... no sabemos quien, pero alguien se la llevó por preguntar lo que no debía... Quien sabe lo que le estarán haciendo...

Tengo las manos claramente temblorosas, y aunque como siempre pretendo que paso de todo, no hay que ser muy listo para ver que esto está pudiendo conmigo.

- Así que primero me enmarronas vivo con tu supuesta ayuda que viene siendo lo mismo que decir que ponerme una soga al cuello es para ayudarme.

>> Luego cuando hay que limpiar, me dejas que me coma yo solo el marrón.

>> Y para terminar, después de convencernos de que no informemos a Casas, vas tú y nos la clavas a todos por la espalda informándole tú.

>> Chaval, esta noche te estás luciendo. Con compañeros como tú, ¿quién necesita enemigos, joder? – gruñí mirando al silencioso Diego.

Luego miro a Sofia.

- Yo sé quién y qué le están haciendo – aseguré con un gruñido aún más gutural.

>> Los Sangre Débiles están usando sangre de vampiro para crear la nueva droga esa que lo está petando y para sacar la sangre de vampiro han estado secuestrando vampiros y sacándosela, y resulta que su jefe es Cucaracha.

>> Así que esos hijos de puta la habrán secuestrado y ahora la tendrán en alguna caja o encadenada o con una puta estaca para sacarle sangre.

>> Cuando terminemos de informar pienso ir a reventar uno a uno cada puto almacén que tienen hasta que dé con ella, comenzando por el almacén que Alejandro encontró en los informes de la policía. – gruño augurando más muerte, destrucción y sangre.

Ante el primer comentario de victima ofendida meneo la cabeza indignado, pero luego mi ceño se frunce al escuchar el entramado en el que supuestamente han metido a Astilla.

Aquello me horrorizaba profundamente y me temía lo peor si no encontraba una forma de atar corto al brujah que se estaba descontrolando por momentos y tenía intención de lanzarse a un ataque suicida en solitario.

Me lamento en silencio durante unos segundos.

- ¿Qué has hecho con tu amigo, el de las gafas amarillas?

Se suponía que debías traerlo contigo.

- Lo que Casas me dijo: entregarlo a quien envío. Yo no podía ocuparme de vigilar que no escapara y limpiar la mierda que me dejaste. Estaba solo. – gruño remarcando la última palabra.
>> Ahora lo tiene Golconda y su coterie. – espeto llanamente sin hacer juicios de valor sobre ella o sus colegas.

El —dinnng— que emite el altavoz del elevador sentencia y da por finalizada vuestra conversación.

El sonido anuncia el final del recorrido y la llegada a vuestro destino: La última planta del Hotel Eurostars. Una planta a la que sólo es posible acceder introduciendo el código correcto en el panel numérico del ascensor. Un código numérico que, por motivos evidentes, cambia regularmente y solo lo conocen los Vástagos más allegados a la Senescal.

Si vuestro corazón aun latiera se os saldría de la boca cuando las hojas de metal de la puerta comienzan a retraerse una sobre otra. Al otro lado, tres matones enfundados en trajes carísimos os reciben plantados justo en el umbral de la puerta. Todos tienen el pelo negro rapado muy pequeño o cortado al estilo militar. No necesitan disimular que bajo sus chaquetas se esconden las herramientas necesarias para desempeñar su función.

—Ya conocéis el procedimiento —dice quien debe ser el jefe de seguridad— y así es, conocéis la rutina habitual. La precaución de Estela Vergara roza casi la paranoia, sobre todo cuando se trata de la posibilidad de toparse con estacas cerca de su persona. Tras el registro inevitable, dos de los tres matones os acompañan a través de los pasillos de la planta superior en dirección a la suite de la Senescal.

El lugar no es tan impresionante como cabría esperar para un Vástago de los recursos y posición de Estela. Aunque es cierto que está decorado con buen gusto, es espacioso y cómodo. Dejando de lado tales detalles estéticos, lo realmente importante es que está altamente vigilado y protegido. Primero, por un servicio de seguridad bien remunerado con sangre y dinero que, además, está equipado con armamento moderno de alta calidad. Segundo, por artilugios de alta tecnología tales como sensores de presión y detectores de temperatura corporal, y tercero, por una variedad de trampas ocultas letales incluso más allá de la inmortalidad. Todo ello herencia directa del Príncipe y, por lo que parece, Estela lo conserva tal como su anterior dueño lo dejó.

Una puerta solitaria os espera al final de un corredor cuya moqueta luce un color rojo carmesí. Vuestro acompañante se detiene frente a ella, alza el puño y llama con un simple roce de advertencia. A continuación, otro matón que parece un clon del anterior os hace un gesto con la cabeza para que entréis.

La iluminación de la estancia es sutil. Hay repartidas cuatro lámparas de luz tenue que dan al ambiente un aspecto vaporoso. Os sorprende lo bien que huele; una mezcla entre pétalos de rosa sobre un leve y delicioso aroma sanguíneo.

Dándoos la espalda, la silueta de Estela Vergara se recorta contra el ventanal. Sobre el cristal se refleja el burbujeo amarillento de las luces que dan vida a la noche de Madrid. 

En la estancia también está Sanchez-Casas, de pie junto a ella, y os mira fijamente.

—Ponedme al día —dice la Senescal sin siquiera darse la vuelta. Sin duda ya debe estar al tanto de todo lo ocurrido, así que más que una mera formalidad, es evidente que lo que quiere Vergara es escuchar los hechos de vuestra propia boca. No se os capa el hecho de que, en una situación como esta, es de vital importancia sopesar todas y cada una de las posibles palabras antes de decirlas.

Nada más abrirse las puertas salgo como propulsado por un resorte; casi no han tenido tiempo de terminar de abrirse.
Antes de que me cachen ya les doy todo lo peligroso que llevo encima que básicamente son las baquetas y una navaja con las medidas legales para llevarlo por la calle.
Pasamos ante Estela y reprimo un prrfff. Puto cliché de película. Ya sabemos que le importamos una puta mierda, no hace falta que nos lo restriegue.
Una vocecilla en el fondo de la cabeza me recuerda que debería medir mis palabras. Tiene razón. A la mierda.
- Encontramos al tipo. Se llama Dominique, o según María, Dominicus. Ahora lo tienen ella y su coterie. Yo tuve que encargarme de limpiar un marrón. – mascullo apretando los puños con la última frase.
>> Tuvimos una jodida descoordinación y 2 policías acabaron vacíos y reventados. Corté cualquier rastro de garras, dientes o mordiscos, y les pegué fuego a los cuerpos para disimular la falta de sangre. Todo ocurrió en el sótano de un almacén abandonado, por lo que no hubo grabaciones. – explico tratando de mantener la calma todo lo que puedo – Aún así fue una puta y jodida cagada, jefa. El crío se encargará de vigilar la información del forense para asegurarse de mantener la Mascarada y cubrir lo que me haya podido dejar. – sentencio. Ahora que tenga cojones a rajarse, que tendrá que explicarle el porqué a la Senescal.
>> Alejandro y Sofía estaban buscando a Astilla que desapareció anoche en Moratalaz. – no le echo mierda a Diego, pero estoy seguro de que no se le pasará sumar 2 y 1 y 1 y preguntar qué coño estaba haciendo el 1 que falta en el relato mientras yo limpiaba.
>> Por lo que soltó Dominique y averiguamos, hay una nueva droga en las calles que lo está petando, moviendo una cantidad ingente de dinero. La policía le está siguiendo la pista y hay un puto componente que aún no han podido identificar. Sí, es puta sangre de vástago lo que les falta por identificar.
>> Al parecer los Sangre Débil han conseguido producir la droga usando sangre de vampiro. Para sacar la sangre de vampiro han capturado a otros vampiros y los tienen encerrados en jaulas o alguna mierda así en diferentes almacenes por la ciudad.
>> Dominique estaba en uno de esos almacenes. Se escapó y famélico se dedicó a seguir el rastro del tipo que parece estar a cargo de todo; por eso perdió el control tan fácilmente.
>> El tipo al cargo lo describió Dominique como un Nosferatu que usa un puto sombrero de copa y viste jodida ropa sacada de los años 20, lo que apesta al puto Cucaracha, jefa. Eso y que el puto Cucaracha tiene un jodido piso en Moratalaz. – digo apretando los dientes.
>> Imagino que anoche cogieron a Astilla y ahora la tienen en uno de esos putos almacenes sacándole sangre.
>> Tenemos la dirección de un almacén que la policía fichado y que Dominique dice que es uno de los principales sitios que él sepa. Lo jodido es que el puto almacén está en Vallecas, con lo que no podemos estar seguros si los Anarkas también están involucrados o simplemente los Sangre Débiles se han metido allí para joderles y que parezca que también están en el ajo.
>> Me gustaría ir al almacén a sacar más respuestas y recuperar a Astilla, jefa. – digo mirando a Casas con el implícito “voy a sacar las respuestas a ostias y lo sabes, y me vendrían bien refuerzos”, con el tono de voz que indica que estoy siendo todo lo educado y sumiso que sé ser, y que es más un “te estoy informando de lo que voy a hacer” y no una petición de permiso.

Estela Vergara resopla, y si su cuerpo aún estuviera vivo y caliente el cristal del ventanal se empañaría al recibir la vaharada salida de su boca. Si ese gesto manifiesta ira contenida, decepción o tal vez hastío de escuchar la interminable repetición de las palabras jodida y puto por parte del Brujah, es algo que nunca sabréis.

—Tenía entendido que había sido un... mortal... quien se había encargado de incendiar ese almacén.

Tiñe de amarga desaprobación la palabra mortal cuando la dice, y lo hace sin girarse, aún con los ojos puestos en el oscuro horizonte que se extiende sobre Madrid.

Aquel lugar helaba mis huesos muertos. La seguridad era implacable y la presencia de la mayor responsable de la Camarilla en la ciudad era algo absolutamente imponente. Una mala decisión de aquella mujer podía condenar a cualquiera para toda la eternidad.

"Cuidado, Diego. Mucho cuidado"

Y como si el destino se mofara de mí, Jack empezó a charlar como una locomotora sin frenos y en su particular estilo.

No pude evitar bajar los párpados horrorizado.

"por favor: que la senescal tenga la paciencia de entender su falta de modales y que no se lo tome como un ultraje"

Y cuando lo escucho dar su versión de los hechos sobre lo ocurrido siento como si una estaca de hielo se me clavara en el pecho.

"¡¿será posible?! ...como tiene la osadía de presentar la situación de esa forma. Menudo sinvergüenza."

Mi paciencia parece no tener límites, pero no me queda otra que quemar y quemar más cartuchos de sosegada contención, cuando lo que realmente me gustaría era ridiculizar y despedazar públicamente al brujah.

- Entiéndase, su alteza, que cuanto mi compañero expone son nuestras humildes conjeturas.

Trato de suavizar las gravísimas acusaciones que había lanzado el boca-chancla contra Cucaracha y también sus imperantes intenciones de como iba a proceder a continuación.

- Solo usted puede dictar sentencia y decidir el curso de acción a emprender.

y en cuanto menciona lo del mortal:

- Así es, también mandé a un mortal bajo los efectos de la dominación a incendiar el edificio.

Será a él a quien acusen en caso de que el ganado abra una investigación.

Bajo la cabeza tras terminar.

Frunzo el ceño ante las palabras de Estela. ¿Me estaba poniendo a prueba o me estaba ofreciendo una salida de aquella mierda? Daba igual. Cuando estás de mierda hasta las cejas no discutes con tu jefa.
- Sí e... - Diego habla y me corto para dejarle hablar. El puto crío tiene un piquito de oro y sabía lamer culos. Joder, vaya si se le daba bien. Estela tenía que estae disfrutando con el beso negro que le estaba haciendo.
- Como decía, esta noche estamos teniendo unos flecos de coordinación que estamos puliendo. Estamos en ello. - aseguro más dócil. Diego diría las mierdas que quisiera de que soy un monstruo, pero el crío no se queda atrás; ha decidido joderle la vida a otro tipo más para salvarnos el culo, como si mandar a esos 2 polis al matadero no fuera suficiente. Aún así ha hecho algo por los dos, aunque sea solo para cubrir su culo también.
Me giro a Diego y con un tono un poco más bajo le digo:
-Gracias. - aunque se nota que aún estoy resentido con él he sonado sincero.
-

—Ya basta —espeta levantando la mano en un gesto que hace callar al Brujah— Mañana tendremos la noticia en la televisión de un par de policías muertos, un incendio sin sentido y, cuando amanezca, andará por ahí nuestro nuevo encargado de mantener de la Mascarada, un mortal que recordará como un niño de diez años le dijo que fuera a incendiar un almacén que, además, ya estaba incendiado. ¿Cómo habías definido este hecho, Jack?.

Se produce un inquietante silencio que ninguno se atreve a interrumpir, ni si quiera el Brujah.

—Si... ya lo recuerdo. Una "jodida descoordinación".

Estela Vergara aparta los ojos del cristal por primera vez, y estos van a clavarse sin piedad sobre Sánchez-Casas.

—Si los perros no saben salir a pasear juntos, habrá que acortarles la correa, ¿no te parece?. —Casas parece empequeñecerse por momentos. Ahora desearíais que la Senescal aún siguiera mirando a través del ventanal— O quizá habría que buscarles un nuevo dueño —sentencia— Pero ya hablaremos de eso tú y yo en otro momento...

Tras dedicar esa amenaza al Sheriff se gira hacia vosotros, y la sensación de empequeñecimiento que sentís se hace abrumadora por momentos.

Apenas sois capaces de sostenerle la mirada cuando vuelve a hablar: —Y vosotros dos —dice dirigiéndose a Sofía y Alejandro— ¿No tenéis nada que decir de todo esto?.

me habia mantenido callada desde el momento en el que Jack dijo lo que le estaban haciendo a mi amiga, sumida en mis propios pensamientos mientras subiamos en ese ascensor y atravesabamos ese pasillo, ese corredor de la muerte que nos llevaba hasta nuestro castigo.

Alli estaba Estela, fria e implacable, lista para dejar caer su martillo sobre nosotros... hasta  ese momento me habia mantenido evitando su mirada a través del cristal. Cuanto mas contaba Jack sobre lo que habia pasado esa noche, mas me convencia de que estabamos jodidos, y mas me costaba mirar siquiera hacia delante. Hasta ese momento claro, Estela se dio la vuelta y tras echar una mas que merecida bronca a Diego y Jack se dirigió a nosotros. Entonces levante la mirada y nuestros ojos se encontraron... aquella mirada terrible me instaba a hablar.

-Empezamos investigando al hombre que se nos encargó, cuando averiguamos lo suficiente como para seguirle la pista a ese hombre tambien encontramos que nuestra compañera Astilla habia desaparecido, ahora sabemos por que... Empezamos a seguir el rastro a nuestra compañera con la sospecha de que su desaparición estaria relacionada con la investigación, no nos equivocabamos. No pudimos encontrar mucho mas antes de que usted nos mandase llamar, a lo que acudimos sin tardar un segundo...

No hay nada que odie mas que estar doblandome ante la senescal, pero no era el momento para ponernos chulos. 

-Sin duda hemos cometido errores- Unos mas que otros... -Pero tenemos un hilo seguro del que podemos tirar para desmantelar este ataque a nuestra comunidad....esos sangre debil están atacando a los nuestros y utilizandolos para sus propio beneficio. Si usted nos lo permite y nos da una segunda oportunidad, podriamos realizar una operación discreta con la que asegurarnos de quien está detrás de todo esto y evitar mas conflictos innecesarios.

Ahora mismo no puedo pensar en otra cosa que no sea sacar a Astilla de esas jaulas y cortarle la cabeza a Cucaracha... y que no vuelva a levantarse... pero claro, no podia decirselo asi a Estela.

-Como siempre estamos a sus ordenes Senescal...

Despues de haber dicho todo esto no consigo mantener mas tiempo la mirada y me derrumbo volviendo a mirar al suelo, evitando los ojos de Estela