Partida Rol por web

Nuevo despertar.

Las cosas han cambiado mucho desde anoche. Camila te lo cuenta todo en detalle mientras comparte contigo algo de sangre. María Pellicer murió anoche abatida a tiros por la policía; al parecer fue encontrada desangrando a un sujeto justo al lado de la famosa chocolatería San Ginés. Pero eso no es lo peor. Hay un nuevo cazador en la ciudad, uno muy agresivo. Hasta ahora solo hay conjeturas, pero creen que sus primeras víctimas podrían haber sido Clara y su sire Miguel. La desgracia se está cebando con los nuevos chiquillos y por eso la necesidad de un grupo se ha vuelto aún más acuciante.

Nuevo despertar.

Las cosas han cambiado mucho desde anoche. Lagertha te pasa el periódico para que lo veas por ti mismo. María Pellicer, abatida a tiros por la policía,descubierta mientras desangraba a un hombre joven. También trae rumores de que alguien peligroso ha llegado a Madrid, aunque se desconoce su naturaleza. 

No solo hay malas noticias. Lagertha te muestra orgullosa su nuevo arsenal. Cuatro pistolas, dos machetes y una caja de granadas reposan cuidadosamente en el sótano. Está preparada para defenderte, pero tras lo sucedido sabes bien que la necesidad de un grupo es más acuciante que nunca.

Nuevo despertar.

Las cosas han cambiado mucho desde anoche. Yvone te lo cuenta todo en detalle, no sin antes interrogarte en profundidad sobre lo sucedido anoche. Al parecer María Pellicer murió anoche abatida a tiros por la policía; fue encontrada en pleno delito, desangrando a un hombre jóven justo al lado de la famosa chocolatería San Ginés. Yvoneno oculta su desprecio por ella, aunque lamenta la pérdida de un futuro títere manipulable.

Pero eso no es lo peor. Hay un nuevo cazador en la ciudad, uno muy agresivo. Hasta ahora solo hay conjeturas, pero creen que sus primeras víctimas podrían haber sido Clara y su sire Miguel. La desgracia se está cebando con los nuevos chiquillos y por eso la necesidad de un grupo se ha vuelto aún más acuciante.

Nuevo despertar.

Las cosas han cambiado mucho desde anoche. Julio te da los desagradables detalles mientras tomáis el "desayuno" en forma de copas con sangre fresca. Una de las nuevas ha muerto. María Pellicer, Nosferatu, fue abatida a tiros por la policía justo anoche. Al parecer no puedo refrenar su sed de sangre y fue encontrada desangrando a un tipo justo enfrente de la chocolatería San Ginés.

Pero eso no es lo peor. Hay un nuevo cazador en la ciudad, uno muy agresivo. Hasta ahora solo hay conjeturas, pero creen que sus primeras víctimas podrían haber sido otra novata y su sire, del clan Brujah. La desgracia se está cebando con los nuevos chiquillos y por eso la necesidad de un grupo se ha vuelto aún más acuciante.

José Luis no pudo disimular su asombro ante las noticias dichas por Camila. Bebía inquieto su sangre, pues aunque desconocía por qué el cazador habría ido primero por Clara y su Sire, sabia que su mentora era un posible blanco dada su posición en el Elíseo. Así que sin importarle si lo regañarían le pidió que se cuidara y tomara medidas precautorias. 

Cuando hubiese acabado de hablar se comunicaría con Amalia para saber si había revelado información de su naturaleza, además de saber si sus padres seguían buscándole y, si estaba bien. Por supuesto, se preocupaba por ella por ser una pieza bastante valiosa de información y porque sería interesante tenerla bajo su servicio aunque aquello sería más adelante. Cuando hubiese terminado todo iría al Elíseo para ver a los demás.

Se levanto de nuevo en unas ruinas de edificio y apartó unos cascotes y cartones de encima suyo. (Bendita crisis económica que había dejado edificios en mitad de su construcción o rehabilitación. Esperaba aprender a fundirse con la tierra pronto, eso sería de mucha ayuda. Fue a su habitación, a su casa, a cambiarse de ropa y darse una ducha rápida, atento a los ruidos. Trato de estar en ese sitio el menor tiempo posible y partió hacia el Eliseo.
 

Tras despertar y desperezarme un poco, no tardo en reaccionar ante lo que me dice mi compañera... la verdad es que creo que no sería el único en imaginar que algo así podría pasar, pero estoy seguro también de que muchos pensabamos que no ocurriría tan temprano...   No puedo evitar sentir algo de pena por ello...   Sin más, me levanto y preparo algunas cosas al lado de mi cama, si realmente se pudiera llamar así, y coloco cinco elementos pequeñitos, añadiendo una cruz pequeña al lado de uno de ellos. Cinco signos... cinco vampiros... uno caído... Al menos así llevaría la cuenta y podría rendir "homenaje". Tras una pequeña oración en latín por María, finalizo todo diciendo "Memento, homo... Quia pulvis es et in pulverem reverteris. Requiescat in pace."

Por último, cojo el arma que conseguí ayer (de momento creo que con una sola bastará), guardándola en la parte del cinturón que da más a mi espalda y que queda oculta por mis abrigos y gabardinas góticos. Tras cruzar con ella unas palabras, me dirijo al Elíseo. Creo que es hora de ver cómo reacciona el resto ante lo de María y ver si pedo sacar más información sobre ese nuevo individuo.

Amalia contesta con voz cansada. No parece haber dormido demasiado y se la nota inquieta, pero cuanto más habla contigo más parece relajarse. Sus respuestas son claras y directas, por lo que no te da la impresión de que este mintiendo. Tu secreto sigue a salvo, aunque hoy han llamado tus padres preguntando por la dirección exacta del lugar del accidente y como llegar. Trató de disuadirlos, pero para evitar sospechas al final tuvo que decírselo. Teme que allí puedan encontrar nuevas pistas que los guíen hasta tu paradero. 

Esta noche las calles de Madrid están agitadas. Miradas subrepticias a los callejones, movimientos casi imperceptibles al acercarse a algún extraño, murmullos entre los grupos de amigos, todo síntoma de un miedo que se extiende como un cáncer. Las patrullas están más activas que de costumbre e incluso una de ellos te para para pedirte tu identificación. Tu carnet es de la mejor calidad, pero hasta que el policía no te lo devuelve y continúa su camino no eres capaz de calmarte.

El Elíseo no ayuda a mejorar esa sensación. Desde las sombras los vampiros no dejan de cuchichear de los hechos de la última noche, fijando sus miradas los unos en los otros, estudiándose como animales enjaulados. La tensión se respira en el ambiente, solo cortada por el miedo y las palabras de una cortesía que esta noche se siente forzada.

Esta noche las calles de Madrid están agitadas. Miradas subrepticias a los callejones, movimientos casi imperceptibles al acercarse a algún extraño, murmullos entre los grupos de amigos, todo síntoma de un miedo que se extiende como un cáncer. Las patrullas están más activas que de costumbre e incluso una de ellos te para para pedirte tu identificación. Tu carnet debería dar el pego -ya sería mala suerte que alguien recordase la noticia de tu desaparición- pero hasta que el policía no te lo devuelve y continúa su camino no eres capaz de calmarte.

El Elíseo no ayuda a mejorar esa sensación. Desde las sombras los vampiros no dejan de cuchichear de los hechos de la última noche, fijando sus miradas los unos en los otros, estudiándose como animales enjaulados. La tensión se respira en el ambiente, solo cortada por el miedo y las palabras de una cortesía que esta noche se siente forzada.

Lagertha insiste en acompañarte y no hay nada que puedas hacer para evitarlo, aunque en cierto modo lo agradeces. Esta noche las calles de Madrid están agitadas. Miradas subrepticias a los callejones, movimientos casi imperceptibles al acercarse a algún extraño, murmullos entre los grupos de amigos, todo síntoma de un miedo que se extiende como un cáncer. Las patrullas están más activas que de costumbre e incluso una de ellos te para para pedirte tu identificación. Tu carnet debería dar el pego -ya sería mala suerte que alguien recordase la noticia de tu desaparición- pero hasta que el policía no te lo devuelve y continúa su camino no eres capaz de calmarte.

El Elíseo no ayuda a mejorar esa sensación. Desde las sombras los vampiros no dejan de cuchichear de los hechos de la última noche, fijando sus miradas los unos en los otros, estudiándose como animales enjaulados. La tensión se respira en el ambiente, solo cortada por el miedo y las palabras de una cortesía que esta noche se siente forzada.

José Luis se acerca a paso tranquilo con sus manos en los bolsillos del pantalón, pero solo un ojo muy experto o detallista podría darse cuenta hay movimiento debajo de la tela que cubre la mano derecha como si rebuscara algo con cuidado. Su sonrisa era de lado y cordial, además de caminar a paso seguro en apariencia para otras miradas. 

Al llegar saludó con un movimiento de cabeza y familiaridad a Tuomas y Lucas, mirando a este último con cierto interés.

-Buenas noches, espero no interrumpir-su voz ronca rebosaba de seguridad-. ¿Ya estás mejor, Lucas?-su sonrisa se volvió cordial ante el desconocido acompañado de un gesto con la cabeza a modo de presentación-. Soy José Luis, un placer.

Diego llegó al elíseo con la mosca detrás de la oreja. Le interesaba saber que había ocurrido durante las horas de luz para que estuviese todo el mundo tan afectado. Se reunió con Lucas, preguntándose si Mónica se les uniría pronto.

-Hola José Luis, Yo soy Diego.- Dijo tanto al vampiro que acababa de presentarse como al chico de ojos azules y pelo largo. -¿Sabéis qué ha pasado para que este la policía y la gente tan afectada?

Acabo de llegar, pero la verdad es que ver las caras conocidas de Lucas y José Luis me reconfortan un poco. Es bueno saber que al menos ellos siguen aquí. Además, no puedo evitar fijarme en la cara nueva una vez que me quito las gafas de sol, mostrando sólo el ojo bueno, azulado, dejando agujero del izquierdo oculto todavía bajo el parche y algo detrás de mi melena.

Hei. Me alegra saber que estáis aquí. La verdad es que no esperaba algo como lo que ha pasado...   y mucho menos después de que nos dijeran ayer que hablarían con María... - comento con mi habitual sequedad y tono apagado - Creo que no veía tanto revuelto aquí desde que a un tipo le sacaron el ojo. Ha debido de pasar algo  más, y además grave, para tanta nueva noticia. Lo que ha pasado ha sido una lástima... pero viendo cómo son algunos vampiros, dudo que todo este revuelo sea sólo por lo de nuestra amiga Nosferatu - añado antes de volverme a fijar en la cara nueva, la cual me da a pensar que el joven seguramente sea del país y no un extranjero como alguno de nosotros, echando un rápido análisis a la vez que saco mi Grimorio y escribo algunas anotaciones en un idioma bastante peculiar - A propósito, me llamo Tuomas. Tuomas Fenrich Nattfödd Varjo, Fausto para los mortales. Si es un placer o no, no podemos saberlo de momento, supongo que habrá tiempo de averiguarlo.

José Luis no podía evitar reflejar una sonrisa de satisfacción al notar que Toumas y Lucas estaban ahí. Miraba a Diego con curiosidad, pero ¿cómo no ver a alguien así que es recién conocido? Escuchó a Diego y Toumas para después aclararse la garganta y acomodarse en una posición donde los presentes pudiesen verlo bien y sólo ellos tres lo escucharan. En ese momento su sonrisa se esfumó.

-Si lo que me dijeron es verdad, y no dudo que lo sea-aseveró con tanta seguridad que hasta se pensaba que nunca lo habían visto así de convincente-, hay un cazador en la ciudad, con un temperamento que no raya en lo amable. Las conclusiones dicen que ya obtuvo sus primeras víctimas: Clara y su Sire Miguel-su rostro hizo una mueca de reprobación y no disimilaba estar sumamente indignado con el sospechoso-, aunque no es muy seguro. No se si dirán algo hoy en el Elíseo, pero es lo que sé. Les pido no divulgar nada de momento hasta que se corrobore.

Al cruzar las puertas del Eliseo me coloqué mi sonrisa como quien se coloca una máscara, ahí estaban todos incluso el chico de ayer, Diego, le dediqué una inclinación de cabeza y salude con la mano a los demás.

Mi vestimenta hoy se veía más casual que de costumbre mi chaqueta de siempre estaba abierta revelando una franela blanca con la imagen de una playa soleada.

Me di unas palmadas en el costado. “Totalmente sanado, gracias por preguntar” mi expresión se tornó seria “Diego, algunos de los nuestros murieron, no solo neonatos, algunos que ya llevaban años aquí. Jose Luis creo que expresó la gravedad del asunto incluso mejor que yo”

Me sentía a gusto con los tres, eso era innegable, no tendía a hablar tanto, ni tan abiertamente con nadie. Miré alrededor buscando caras conocidas. "¿No has visto a Mónica? Sería la que falta de nuestra pequeña banda, así se las presento a los demás"

-Un cazador...- Dijo un poco asustado. Hasta ahora solo habia oido de ellos, pero al parecer habia uno en la ciudad. -Si ha matado vampiros, puede que los haya torturado antes y que ahora sepa donde están los eliseos.- Su mirada recorrió las ventanas y puertas. Le habian jodido la noche, ahora iba a estar paranoico y acojonado un tiempo. -Mantengamonos juntos, ¿vale?

La muerte de la tal María no me había trastornado como lo habría hecho con mi antiguo yo, puede que sintiera algo de pena por la pobre aberración que no pudo evitar se esclava de sus instintos más básicos sin embargo la noticia de ese nuevo cazador me perturbó bastante y si hubiera podido me había quedado pálida ante el hecho de que había podido con la novata y con su sire... sentí miedo por mi familia, debíamos ser más precavidos y vigilar bien nuestros movimientos para no toparnos con ese humano... si es que se le podía llamar así...

-Que horror...- negué con la cabeza antes de darle un sorbo a mi copa -Habrá que ser más cuidadosos...- le lancé una mirada a Julio, no quería que nada malo le pasase, dependía mucho de él y de mis hermanos pues ahora eran todo lo que tenía -Daré lo mejor de mí misma- dije tras acabar mi desayuno poniéndome en pie -¿Tienes algún consejo para darme?-