Partida Rol por web

Tranquila xD no es un punto por cigarrillo, pero tampoco dura un "día", los gastos de sangre se hacen para "escenas", es decir para acciones determinadas que pueden durar des de segundos hasta horas, en este caso la escena es la charla con Zelinda.

Si, si tranquila lo de cerrar las heridas lo doy por sobreentendido.

Miras sus pocas pertenencias; un billetero con un carnet de conducir que lo identifica como Henrry Bradford, 20 libras y algunas monedas, el cuchillo retráctil que lleva en el cinto y las llaves de un vehículo. Después de saquearlo supongo que te diriges de nuevo al hotel.

Llegas y como siempre el educado personal de recepción te saluda: 

"Hola señorita Pierpont, ¿Ha disfrutado usted de la noche? Ah lo olvidaba! si, quería comentarle que ha venido una... chica un tanto extravagante buscándola, me dijo que se llamaba Drake... Meredith Drake, pero al enterarse de que no estaba usted en el hotel se marchó, le ofrecí dejarle el recado pero comentó que lo olvidara... la verdad era una chica con pocos modales, me extrañó que fuese amiga suya... solo quería que lo supiese."

Cuanto antes tengas la ficha mejor. sip.

Sales del Oblivious club, empiezas a andar por las ahora borrosas calles de Manchester en dirección al teatro "Coliseum" que hay en Picadilli Street y que ofrece conciertos de orquestra clássica prácticamente todas las noches, quizás quede alguna entrada libre allí, piensas. Cuando a medio camino te percatas de que hay alguien que te sigue los pasos de lejos.

En oír su lebe murmuro en forma sarcasmo, me percaté que las rencillas comentadas anteriormente en el Oblivious parecían más un toque de atención que en real resquemor de ésa Ventrue; aún así, su puntualización acerca del brindis no pudo más que sorprenderme: masoquismo quizá -pensé-, pero tenía que haber más: no parecía ninguna lunatica que se cortara las venas y autoflagelara por puro morbo. Cómo Caín en el Jardín de la Reina Oscura, enchanzando su alma con dolor para fortalecerse ante los serafines condenatorios del Señor...

Su forma de hablarme de la paciencia, me mostraba que estaba frente a alguien que se fijaba en los detalles, y analizaba todo su entorno, además de serle algo difícil olvidar, ¿a caso es una amenaza? -pensé-, pero reconociendo que del fondo de la misión no sabíamos ni una misera mitad.

Ciertamente, no era mi deseo principal saber lo que había ocurrido en la sala, ya que mi intención en irme de allí era poder pensar tranquilamente no pervirtiendo mi visión con estupidos paradigmas mentales en que el centro del analisis sería confiar en los informes de Damian, pero Caterina me había mostrado su deseo de trabajar de otro modo, y mostrandome sus dudas y su pensar, yo no podía por lo menos que hacer lo mismo. Si a partir de ahora tenía que trabajar con ésas personas mejor analizar la mejor elección para aprender a moverme entre mi nueva condena.

No sabía si conocería nada sobre Josseline, la malkavian, pero sabía que era un punto importante para poder abanzar sabiendo dónde pisabamos en el berengenal que nos estabamos metiendo, pero con temas de locura es mejor tener una visión periferica del asunto. De las desconfianzas de Caterina quizá pudiera encontrar respuestas a las mías, viendo además que su principal preocupación era el negocio, algo que alejaba sus preferencias notablemente de la sociedad cainita, más o menos lo que tambien hacía yo.

Fué por éso que prefería entregarle la estaca, para en primer lugar poder limar un poco la desconfianza que en ella había, y así poco a poco poder analizar más a ésa mujer. Preferí dejar las cosas claras para no tener que perder más tiempo, algo que precisamente no nos sobraba. Sabía que la tarea de Damian no era un juego, e hicieramos lo que hicieramos tendría consecuencias. Si tenía que acercame a alguien, mejor que éste no caiera o me arrastraría a mi tambien.

Con el dolor uno se crece dicen algunos -murmuré tras su puntualización en el brindis para seguir excuchando sus dudas acerca la información dada en el Oblivious.

Dulces cómo la venganza y los frutos del Conocimiento -le dije sonriente, asintiendo a sus posteriores afirmaciones sobre las ordenes de Damian-, una ignorancia a la que nos exponen cómo en el Jardín, condenandonos si queremos saber, pero ¿a caso tubo recompensa el Primero por sacrificar a su hermano cómo ofrenda al Altisimo? -volvía a murmurar, escuchando lo que me tenía que comentar mientras seguía zarandeando la copa, no queriendo interrumpir pero afirmando con la cabeza a sus apreciaciones sobre las implicaciones sociales posteriores al atentado, añadiendo después- pues al igual que éste, no espero más que una larga condena por seguir los designios del falso Dios que se nos postró delante -sentenciando después-.

Si me fui de la sala fue precisamente porque lamentaremos el haber ído allí -dije mostrandome relajada-, pues algo me dice que sólo se nos ha contado un 10% sobre la misión, y la mitad eran mentiras... trabajar con ello es cabar nuestra tumba, y creo que va siendo hora de decir las cosas por su nombre -añadí mientras me terminaba el contenido de la copa-. Podemos elegir regodearnos en la ignorancia o padecer por saber más, y ni en ésa sala ni con Damian creo que lo podamos hacer... sólo una persona nos pueda abrir un poco los ojos, y ésa és la loca de Josseline... su opinión sería digna de escuchar, pues en su paranoia el Primogenito me indico que estaba toda la información de la ciudad y parte del país -dije dejando la copa en la mesita de te-.

En ése momento me puse a rebuscar en mi bolso, sacando una cajita metalica de color negro, de unos 20 cm's de largo, y dejandola después encima de la mesa, para posteriormente decir: cómo tu, quiero que el hecho de habernos convertido en sabuesos de Damian interfiera lo menos posible en mi existencia... una preferencia que no he visto en nadie más ésa noche, por eso creo que ya que tenemos que dedicar tiempo a ésto, mejor intentar que los movimientos de uno no interfieran a los de demás... tu ya me entiendes -añadí-. La información es poder señorita -dije con algo de sarcasmo-, y si destinamos el tiempo en discutir prefiero trabajar sóla, pues sin ella no sómos más que peones para sacrificar.

Por lo visto, pocos más aparte de nosotras a comprendido la grabedad de la situación, y para mi la muerte no es un juego -le dije mientras le acercaba la caja para abriendola, dejar ver ésa estaca de madera requemada, sobre el acolchado interior rojo-. Por éso quiero que si me tengo que acercar a alguien, éste alguien esté protejido -para luego, dejando algo de tiempo por si me tenía que decir algo añadir- pero vigila en ni pincharte con ella, pues una simple astilla lleba al largo sueño del latargo.

Así pues -le dije ya recolsandome de nuevo en el sofá- ¿tiene alguna idea al respeto o nos pasaremos la noche charlando?

Bonjour - le dice Violette al personal de la recepción que la recibe. - ¿Meredith Drake dice usted? - Violette torció ligeramente la boca, tratando de recordar a aquella tal Meredith Drake. ¿Podría ser una de las vampiras con que se había visto en la discoteca, o sea, una de sus compañeras de trabajo? Preguntándose que quería aquélla, la mujer continúo. - No es precisamente una amiga mía, sino más bien una conocida. Merci, y disculpe las molestias.

Haciendo una leve inclinación de cabeza muy impropia del temperamento altivo de la joven francesa, Violette se retiró del lugar dispuesta a seguir hasta su habitación. ¿Qué quería aquella chica? Que ella recordase, no había olvidado nada en la discoteca; y al menos que ese no fuera el objetivo de su búsqueda, ¿entonces qué? Violette nunca había visto ni de vista a aquella Meredith Drake, y realmente no tenía gran motivación de contemplarla entre el cuadro de sus amistades.

Paladeando todavía el sabor a vitae en su boca, Violette subió al ascensor que le llevaría a su piso; y una vez en el pasillo, llave en mano, entró en su habitación.

Dejando la cartera sobre su cama se dirigió al armario, donde guardaba sus ropas, en búsqueda de algo cómodo que ponerse, mientras se preguntaba a sí misma, y otra vez, qué demonios quería esa chica, Meredith Drake...

Tras su manera de exponer el brindis, mire a Zelinda con más detenimiento. Solo sonriendola cuando comento su exposicon respecto al Primero...

Mucho fue el hablar y su discurso acabando con una pregunta que me dejo pensativa. Por lo que al ya estarse terminando el cigarrillo, lo fui apagar empezando a decir con un tono sarcastico. Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido, señorita Zelinda Weigel. Sentenciando un comentario del cual no había querido derivar interrumpiendo sus palabras. Pero bien, obserbo y creo deducir que en sus elocubraciones, no todos los ojos cerrados duermen, ni todos los ojos abiertos ven. La mire con cara de denotar afabilidad al ambiente, acomodandome para cruzar las piernas y empezar a comentar con normalidad en mis gestos. Por supuesto, no es tan denigrante este punto de vista como para no prestarle la suficiente atención. Me aclare algo la voz para de mientras aprovechar para coger la copa de nuevo. Las andaduras del Principe de Manchester, muchos sabran a que acondecen. Solo se puede llegar a percibir que de alguna manera nos vemos envueltos en un ataque del cual no sabemos todos los intereses en cuestión. bebi un buen trago para denotar después que poco más quedaba para deleitarse, postrando el objeto en su sitio con algo de interes en la figura de Zelinda.  Por lo tanto estoy de acuerdo en no subestimar ninguna locura de una malkabian, en que hacer una visita a Josseline nos seria de beneficio. Contestando así quizás a algun tipo de controversia, pero no marcando mucho más sobre este tema, añadiendo rapidamente y señalando la cajita metalica. Quizas con un tono burlesco ante una perplejidad extraña- Puntualizando en las dos primeras palabras.- Cualquier sociedad, señorita, que renuncie a un poco de libertad para ganar un poco de seguridad, no merecen ninguna de las dos cosas. Me levante para instintivamente recoger el objeto por la parte metalica y obervarlo con más detenimiento mostrando interés y cerrandola decir un leve Grazie por el detalle. Dirigiendome a la mesa para guardarlo en un cajon cercano a la silla. Desde allí comente con un tono serio y marcado a la vez.- Esta claro que la muerte no es un juego, ni una broma, ni una bonita situación para debatir, mientras otros contemplan como seis necios intentan cambiar el mundo. Para volver a la zona de los sillónes sonriendola después Y espero creer que usted ya sabe, aún ty sonar beemente quizás, que no es la forma de gobierno lo que constituye la felicidad de una nación, sino las virtudes de los jefes y de los magistrados. Rei sarcasticamente, para tras un lebe golpecito en el reposabrazos decir Puede sonar a locura pensar que hemos estado siempre manejados por soñadores en abarcar algo que no acaban de comprender. Por lo que se podria brindar por las mujeres que entienden que hay mucho más detras de una simple misión para destrozar un recinto. Mobi algo el brazo para señalar alrededor y preguntar ¿solamente protegido por cuatro miembros del Sabbat? Yo también lo dudo.

Volvi a acomodarme recolsando la espalda en el sillón y retirandome algo el cabello de la frente murmurar.- Ideas al respecto de como perpetrar o dejarnos llebar por la situación, pueden haber muchas Zelinda. Dejando caer el brazo y fijarme en sus ojos Aun así, me gustaria poder creer, que entienda que me guste escuchar antes de dar mi opinion sobre como llebar a cabo la mejor solución al respecto. Por lo tanto, simplemente atiendo elocubraciones, sin que ello deba interferir en sus confianzas evidentemente. Sin sonreirla, mostre un interés especial en la "reunion", sin que fuese algo paradojico, puesto estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones en los despachos.

Esa puntualización respecto al dolor me dejo algo pensativa. Realmente poco sabóa de esa Cainita y ya eran demasiadas veces las que recalcaba mis puntos de vista. Una extraña mania de "toques de atención" de los cuales me estaba sintiendo analizada con mucho detenimiento. ¿Acaso le había llamado la atención? Quizás simplemente eran elocubraciónes debido a sus anteriores comentarios respecto a los libros... Un brindis algo desconcertante, para después fijarme en su comentario respecto al Primero. No parecia estar hablando por hablar, pero dejé esa exposición como un mero comentario tras mi anterior puntualización.

Estaba claro que las ideas y las habladurias hacian que muchas veces cayeramos en el error de perpetrar ilusiones. Aun así pensé que sería mejor postular una postura de entendimiento. Almentos me había interesado la manera como había expuesto sus conclusiones iniciales, además sorprendiendome el punto de nombrar a Josseline. Por eso proponerle ir a verla no seria de mal ver. Quizás para poder conocer mejor los intereses de Zelinda o simplemente para observar sus posibles movimientos. Pero mientras los demás estaban perdidos. O simplemente mi Ghoul había hecho caso a mis indicaciones de no pasarme ninguna llamada mientras estubiese reunida. Por lo que decidi mostrar mi cara más negociante posible y esperar respuestas a algo que queria comprender y matizar a mi manera... como siempre hacía en esos casos.

El hecho de que Caterina siguiera la conversación parafraseando con bellas palabras que ni daban la razón ni me contradecían abiertamente, me hizó dudar de ella por un momento. Por lo visto, su dominio de los sistemas de seguridad quedaba claro con las pantallas, por lo que fruncí algo las cejas, preguntandome si estaría grabando ésa charla de algun modo, pero en mostrarse algo más clara en los temas importantes, relajarme un poco en el sofá, para, en soltar ésa lógica izquierdista sobre el desequilibrio de valores, preferir dejar algo apartados los temas políticos en ésa conversación, todo aprovechando para sacar el móbil del bolso para mandarle un mensaje a César, eludiendo de paso quizá el conflicto, eso si, no sin poder menos que aportar un lebe punto de vista.

Pero la importancia con que veía hablar con ésa mujer, además de trabajar a mi lado era algo que me dejaba entrever que quizá no era la única que quería despertar de la ignorancia, pese y que al volver a hacer alusión a los gobiernos nacionales, comparando quizá demasiado ciertos sistemas con la forma de líderar de Damian, algo por lo que no pasaría, todo cambiando de tema para ver que medios teníamos para llegar a la malkavian, no sin antes llegar a notar cierto escalofría en el cuerpo, ni el títere de Tito merecía ser comparado con ésa desgracia de la estirpe -pensé-, justo cuando empecé a querer saber que medios tenía ella, y a quien podía llamar en caso de que nos metieramos demasiado en un lío, todo recordando en ése momento que mandar un mensaje a mi sire no sería una mala opción, mejor prevenir que curar, ahora además, sabía que estaba aún facil de encontrar, no cómo César, aún así, en bromear sobre nuestro carácter, además de las previsiones de Damian, no pude más que ponerme a reír, poniendome seria cuando ví que la noche no todo serían bromas y sarcasmos.

A parte de la información que pudiera darnos Josseline, poder llegar a ése lugar sin tener que entrar por la puerta nos permitiría realizar la misión con mucha más seguridad, evitando ser vistos, y éso si el lugar no estaba a revosar de policías tras las noticias a primera hora. A parte de todo ello, estaba el tema de Kasius... ¿que relación había en ése lugar entre Cassandra, la mafia polonesa y Kasius, uno de sus lideres?... aún así, había una persona que podía responderme a mis dudas, y ése era Nick, pero para ello, necesitaría conocer más primero a la mujer que tenía sentada delante, para saber hasta que punto quería llegar al fondo de la cuestión. Una cena de aniversario -pensé-, ésa sería la mejor forma de poder quedar con él y justificar un viage de Londres a Manchester, pero bueno, almenos sitio para quedarse a descansar tendría, y ésos días seguramente tendría fiesta del trabajo, pero antes de terminar de perfilarlo todo, era importante conocer algunos puntos fuertes de ésa Ventrue.

Fruncí algo la frente, entrecruzando algo los ojos tras sus primeras palabras, escuchando sin decir nada, volviendo a cojer la copa, aún medio llena para, en verle terminar la suya murmurar: aunque sin prisas, las cosas se saborean mejor -para tras ello, hacer un sorbo de mi copa, todo dejandola de nuevo en la mesita y acomodandome relajada en el sofá, para mirarla de reojo trás su comentario social, mientras sacaba el telefono móbil del bolso para traster con él, a parte de mirar si alguien me había dicho algo, todo comentando- mientras la libertad no se convierta en libertinage, la seguirdad no tiene por qué intervenir -todo añadiendo, aprovechando para canviar de tema mientras volvía a guardar el móbil en el bolso- algo cómo lo que sucede ahora, aún y que me gustaría saber que valor defendemos nosotras.

Para, trás oír que las alusiones a la política volvían a aparecer intente cambiar un poco de tema, volviendo a lo que nos había hecho sentarnos a hablar, todo diciendo: Volviendo al tema de Josseline, sería importante buscar la forma de poder contactar con ella, estando claro que en ello tu Primogénito no nos será de ayuda -dije algo sarcásticamente-, ¿podriás llamar a tu sire o a alguien que esté en el país que nos pudiera ayudar? -le pregunté mientras volvía a sacar el móbil para volver a escribir un mensaje, todo diciendole-, yo estoy pendiente de que me digan algo al respecto.

Aún así, en bromear sobre nuestro carácter, además de los "4 Sabbat", no pude más que ponerme a reír y brindar con ella, todo comentando, y encima mortales -dije con cierta ironía-, poniendome algo más seria cuando ella hizo lo mismo, afirmando con la cabeza, para tras carraspear un poco decir: bien, a parte de comprender lo que realizamos o pretenden que realicemos -empecé a decir, juntando mis manos por las comisuras de los dedos, para acercar las manos a mi mentón- conocer algun modo adicional para entrar al recinto en cuestión sin ser vistos, a parte de los que nos ha dado Damian, creo que estaría bien conocerlo -para luego cruzar mis piernas, acomodandome algo más en el sofá en ver que la conversación sería quizá más larga de lo que pensaba-, ¿sabría alguna manera para poderlo hacer? -le pregunté- Para posteriormente, sin darle casi tiempo para responder añadir: por lo demás, he podido ver que esa tal Cassandra presenta una extraña relación con el mundo mortal, y creo que se quien nos podría contar más sobre ése tal Kasius -para posteriormente añadir-, si comparten algun tipo de negocio con un cainita y aún sigue vivo debe haber algo que le interese, y sabiendo el qué sabremos quizá porque Damian nos manda allí. Dejé un rato de silencio tras decir éso, para observarla de arriba a abajo, por si tenía algo que decir, para en ése momento decirle: pero antes necesitaría saber una cosa Caterina... ¿dominas el arte del olvido?

Durante la conversación con Caterine, el interfono del despacho suena, ella se disculpa y atiende la llamada, momento que tu utilizas para leer este e-mail que ha llegado a tu teléfono.

'Josseline... esa vieja loca, la conocí durante los últimos años de la Edad Oscura, puede que incluso sea más vieja que yo. No creo que te resulte peligrosa pues no es agresiva (o al menos no lo era), pero ten cuidado con ella hija mía, ya que escudriñará en tu mente como si de un libro abierto se tratase. Ahora... también puedo decirte que quien logre descifrar los complejos tejidos de su locura, hallará el conocimiento y las respuestas que tanto anhela. La última noticia que tuve de ella, era que residía en una vieja mansión a las afueras de la ciudad en la que te encuentras, creo recordar que al norte del canal Bridgewater.'

Zelinda querida, mi más preciada discípula… Estaré un tiempo sin mantener contacto contigo ya que algo está por ocurrir en todo el viejo continente, no quiero que te alarmes pero sé precavida a cada paso que des. Ahora mi deber es viajar a Viena, mi deseo por y para ti es que sigas los designios del clan en la próspera ciudad de Londres. Yo contactaré de nuevo contigo.

Dîciô et Agnitio

Valfredo

¿Esperas que pase el resto de noche, hasta la noche siguiente?

El interfono interno de tu despacho privado suena dos tímidas veces, por la corta duración de los tonos deduces que debe ser Michael que teme interrumpir, sabes que no lo haría sin una razón.

Tras escuchar todo aquello mostrado por aquella Cainita me quede expuesta a esos timidos tonos.  Pero volvi la mirada en Zelinda.  Así que me dirigi hacía el escritorio para desde el pinganillo antes de ponerme en contacto con mi ghoul comentarlé. Si que sería interesante estos puntos de vista. Me senté para después mirar por las pantallas si todo estaba en orden. Para después volver la mirada hacia ella,.- Quizás al tener tiempo... podríamos ponernos en contacto por separado con esa loca. Así podríamos ir a ver que quiere... Y así quizás nos quitamos trabajo. Así me quede mirandola con algo de atención. Para rebuscar en la agenda el telefono de Josseline. Marcando el numero para después comentarle que si quería otra copa se lo comentase a mi ghoul, a michael que estaba fuera... 

¿Michael llamando? ¿Quien sería, si le comente que estaría en otra reunión...?.- pensé.

Ponerme después en contacto con mi ghoul para ver que queria.

No, que va, para nada es tarde. Ahora mismo son las 12.30h de la noche, pero como has dicho que ibas al hotel y te ponías ropa cómoda... ¿Entiendo entonces que buscas la dirección de Jimmy y te preparas para ir hacia allí?

Cuando das el tono de escucha de tu interfono para que tus sirvientes te contesten, te sorprendes cuando es el propio Michel que te responde:

Michael:

- Mi señora, en realidad soy yo mismo quien está a la escucha y siento muchísimo la interrupción, pero ha surgido una pequeña "situación" que quizás deba saber; sus sirvientes no se atrevían a molestarla así que han decidido llamarme a mí... (Pausa). - El caso es que ha llegado una señorita llamada Meredith Drake al local y ha "insistido en verla", al parecer ante la negativa de los porteros a dejarla pasar y a interrumpirla a sabiendas de que estaba ya reunida, la chica ha insistido algo agresivamente y ha sido entonces cuando se han percatado de que ella no era una humana... Entonces he recibido su llamada y he venido de inmediato, ¿Qué desea mi señora que haga, la dejo pasar o intentamos de nuevo disuadirla con otros métodos si hace falta?