A la noche siguiente, preparados o no, el largo viaje comienza cuando los dos carruajes que os han sido entregados junto con los guardias montados a caballo vienen a recojeros. Al revisar los carruajes, en uno de ellos encontráis un pequeño cofre cerrado y una llave no muy lejos del mismo junto a una nota de la que reconocéis la caligrafia. La nota dice lo siguiente: esta llave abre el cofre que contiene el dinero que os prometí para el comienzo de la obra. No olvidéis mandarme con frecuencia informes de vuestros avances. Jervais
Una vez acomodados entre los dos carruajes partís hacia vuestro destino. Viajando a la máxima velocidad que permiten los caballos y carrajes, llegaréis a la frontera oriental de Transilvania en unas tres semanas de arduo, incómodo y aburrido viaje. A las molestias propias del camino hay que añadirle la escasez de presas a lo largo del camino por lo que siempre estáis bastante hambrientos.
Una vez entráis en Transilvania las probabilidades de cazar una presa no mejoran pues los campesinos locales aterrados ante los "grandes señores que viajan en los vientos de la noche" os evitan todo lo posible.
Así pues, después de que vuestros criados hayan pasado un largo, húmedo y cansado día en el camino, despertáis a las afueras de Klausenburg, justo tras el crepúsculo. Vuestros ghouls están cansados y hambrientos, los caballos reducen el ritmo al sentir que pronto les dejarán descansar el resto de la noche. La "ciudad" es poco más que unas pocas calles embarradas entre casas de madera y chozas de paja y argamasa. Unas pocas tiendas recorren la calle principal, que tiene una descuidad iglesia en un extremo. Sorprendentemente el pueblo entero está rodeado por una recia muralla de piedra, con un baluarte central de piedra.
Dos guardias os saludan con rudeza y os preguntan por vuestros asuntos en la ciudad
Por cierto debéis decirme qué hacéis con el cofre y la llave.
Al despertaros esa noche tenéis solo 7 ptos de sangre cada uno.
Recordaros que esta es sólo una ciudad de paso hacia vuestro destino...
Confiando el cofre y su contenido a Malik (mas preparado para protegerlo), desciendo del carruaje para hablar con los guardias.
-Buenas noches, buenos hombres. Estamos solamente de paso, y buscamos un lugar donde reposar nuestros cansados huesos. El camino es duro, y aún nos queda un buen trecho por recorrer. Espero no haya problemas en conseguir una buena cama, ya que realmente la necesitamos. ¿Podrían dirigirme hacia una posada, si sois tan gentiles?-les hablo con el mejor de mis tonos.
Estoy junto a Franz, aunque en estado ofuscado mejor que no vean mi aspecto la gente de esta ciudad, y con mas motivo los guardias. pienso mientras me quedo a esperas de que no haya problemas para entrar...
Mis ropajes negros, tapan en su mayoria mi cuerpo, tan solo dejan entreveer la rendija de mis ojos.
Cogiendo el cofre y tratando de no llamar la atención, Malik asiente ante la conversación ofrecida por su compañero de viaje.
Mejor será que al menos en el viaje no nos busquemos problemas...
Los guardias os inspeccionan detenidamente con cara de pocos amigos antes de contestaros con rudeza.
La posada se encuentra en la calle principal, se llama la Enseña de los Viajeros. No causen alborotos, Klausenburg es un pueblo pacífico y tranquilo
No se preocupe señor, no es nuestra intención causar ningún disturbio. Gracias por su amabilidad -dice Melinda con voz dulce y ciertamente encantadora.
Sigo a mis compañeros en estado ofuscado durante el camino.
Hasta que no llegue a la posada no me mostrare...mejor pasar desapercibido.
Animo chicos que ya empieza lo bueno;)
-Muy amables, buenos hombres. No causaremos problemas.-contesto a los guardias, al igual que Melinda, y subo nuevamente al carruaje para llegar a la posada.
Recien ahora veo los mensajes. El del 7/05 no lo vi. Que raro.
Tras hablar con los guardias volvéis a montar en los carruajes para atravesar las puertas. Pese a la hora hay algunos transeúntes que se apartan presurosos ante la presencia del carruaje
vale, podéis pasar, a dónde queréis ir???
-Bien, compañeros, ¿que deseais hacer ahora? ¿Intentamos refugiarnos en la posada? No creo que tenga dependencias adecuadas. Alimentarse aqui puede ser difícil. Creo que quizás hubiera sido mejor pasar de largo. Los ghouls, en todo caso, pueden descansar en la posada mientras nosotros nos quedamos aqui dentro. No demasiado cómodo, pero quizás mejor que los alojamientos que pueda brindar este...pueblo.
Creo que deberiamos pasar la noche aqui...en los carruajes por supuesto digo mirandome el aspecto viendo que no es muy adecuado para deambular por la calle sin una razon de peso y cuando vuelva a ser de noche proseguir nuestro camino.
Mirando a los compañeros añado por ultimo, tenemos todo, herramientas, dinero, ghouls...solo necesitamos llegar al sitio de destino.
Malik sonríe con la propuesta de Franz y comenta, de manera jocosa: Cuatro vástagos encerrados en un mismo carruaje... Seguro que la Inquisición consideraría esto todo un hallazgo... En todo caso, yo me mantengo neutral en asuntos de ésta índole. No estoy acostumbrado al poder ni lo pretendo, así que me conformaré con seguir vuestros consejos y hacer mi trabajo cuando llegue el momento...
No perdemos nada por ver si los alojamientos de la taberna son adecuados o si encontramos otro sitio. Siempre nos quedará la opción del carruaje.
Bueno...como dice la dama...no perdemos nada....de momento y una sonrisa algo maliciosa e inquisidora sale de sus fauces tal vez la noche sea entretenida al fin y al cabo
Vamos pues si os parece bien, como bien ha dicho Melinda, como ultima opcion tenemos los carruajes. Tras lo cual sigo la direccion que indico el guardia momentos antes.
-Como deseen.-digo, mientras me arrellano en el asiento, pensativo.
¿Que cosas nos esperan alla? ¿Y que noticias nos precederán?
Entráis en la posada y confirmáis lo que su apariencia externa daba a entender: se trata de una taberna típica de pueblo aunque de dimensiones algo mayores. La mayor parte de las mesas están vacías pues, aparte del tabernero, solo hay un par de hombres sentados en sendas mesas. El tabernero al veros entrar levanta la cabeza un instante pero enseguida la baja de nuevo, continuando con la limpieza de varias jarras.