Partida Rol por web

Abrió los ojos como platos en cuanto vió la máscara de Revan.

-¡E-eres el Shaitán! -dijo con un marcado acento árabe.- Me dijo que vendrías si no cumplía mi parte. So-soy Abdul Malzahar. Por favor no me mates.

Acto seguido se puso a rezar en árabe, cerrando los ojos con fuerza.

Revan giró la cabeza a un lado, con curiosidad, mientras el prisionero le catalogaba, al parecer, como una especie de genio maligno árabe. No obstante, no se esforzó en corregirlo en un primer momento, pensando, tal vez, que el miedo serviría para aflojarle la lengua... O tal vez fuera que no era una mentira realmente:

- Responde a mis preguntas y vivirás. ¿Quien te dijo que vendría?. ¿Y cual era tu parte exactamente?. Si tratas de mentirme, o ocultarme algo, no te gustará lo que te haré, así que cuéntame todo... - Le interrogó, con tono amenazante, con esa voz inhumana suya, que verdaderamente le hacia parecer un auténtico Shaitán.

Con la frente empapada en sudor, no podía más que balbucear.

-Fue... Fue... -cerro los ojos y suspiró.- Allah me lo ordenó. El mismisimo. Vi como bajaba de los cielos y... Me prometio el paraíso. Con setenta... Por favor no me mate. Yo no he matado a nadie. Solo venían a esta casa a por las armas. Alguien las dejaba en la alcantarilla y yo las cogía...  No me mate por favor.

Y cerró los ojos con fuerza, con la esperanza de que no lo abrasara una bola de fuego.

El hombre se quedó ahí parado, escuchando lo que Lara iba diciendo. Tenía cara de extrañeza, al parecer la agente de SHIELD no era tan inteligente después de todo.

-Tss. -dijo el hombre cuando Lara terminó de hablar. Su cara lucía una media sonrisa.- Parece que no te enteras, bonita.

Se puso un dedo en la herida.

-Esto me lo hizo tu amigo de verde, el tiraflechas. Tú mataste a amigos míos. -dijo con desdén. Metió la mano en su bolsilló y saco un rosario. Le dio un beso- Sabes lo que hacer Betty, él te lo recompensara.

Al escuchar la voz de aquel hombre, me giré para ver que ocurría, poniendo mi mano sobre una de las dagas. Al verle la expresión de terror y como llamó a Revan, preferí mantenerme al margen. Sólo faltaba que me metiese y por ser mujer, jodiese toda la charla. Pensé mientras me quedaba detrás, atenta a cualquier movimiento extraño por parte del sujeto o del exterior. ¿Allah? ¿Será Alá?.... ¿Se lo ordenó? Desde cuando un Dios, si es que exist... vale.. Thor, Odín... pero, ¿desde cuando baja un Dios a ordenar nada a un hombre?

Shaitán! Si es un seguidor de Allah... deberíamos destriparle. Saqué una de las dagas, siguiendo el juego de Revan... Salvo que decida hablarnos del resto de sus amigos. Dejé entreverme detrás de Revan, pero lo más importante era que viese la daga en mis manos.

-Lo-lo siento. -dijo Betty desde el otro lado de la habitación.

Les apuntaba con una pistola, completamente asustada.

-Él se me presentó, lo vi con mis propios ojos. Me dijo que lo hiciera... -dijo con lágrimas apunto de salir.- Muchos de los encapuchados salieron de aquí. Lo hice en nombre de nuestro señor.

Muy bien, nos rendimos, pero antes de disparar, recuerden el quinto y el onceavo mandamiento. No matarás y ámense los unos a los otros como yo los he amado. Lo dijo Jesucristo. - digo poniendo mis manos en alto con las palmas apuntando tanto a Betty como al otro sujeto.

Por cierto Betty, si disparas esa arma, estarás cometiendo un pecado mortal y no sólo eso, los sujetos de afuera entrarán y los abatirán a tiros. - digo intentando razonar con Betty, si no naja el arma disparo.

Demonios adoraba estos guantes 20 euros a la basura. - pienso mientras me aperesto a aturdir a ambos

Revan dudada que Allah fuera realmente el responsable de todo eso, más bien parecía un metahumano que se hacía pasar por él para convencer a este desgraciado de que hiciera lo que le pidiera. Sin dejar de intimidar a su presa, el hechicero le preguntó:

- ¿Y que tenías que hacer con esa caja?. ¿Donde tenías que llevarla?. Mejor que respondas antes de que le diga a mi sierva que te destripe como un pez. Ya ves que lo está deseando...

Le hizo un gesto a Noche para que se mantuviera al margen, sin dejar de tener los ojos clavados en el Infiel, no queriendo perder el temor que tenía sobre él.

-¡No, por favor, no me maten! -suplicó.- Solo las subía a mi casa, ellos venían y las vaciaban, o a veces se las llevaban enteras. La primera vez...

Revan lo pilló a la primera... era lo malo de andar con máscaras, que no podíamos guiñarnos un ojo ni hacernos gestos con la mirada para avisarnos de algo. Si queríamos trabajar juntos, debíamos lograr entendernos... Sonreí para mi. Su sierva... Repetí mentalmente para mi, cuando vi su gesto con la mano. Tranquilo, sólo quería que supiese que ando por aquí... así podré moverme por la habitación y por la casa con libertad. 

Caminé lentamente por la sala, manteniéndome alejada de "mi amo" y de aquel hombre, apartándome del campo de visión de este último. Eso ayudaría a Revan. No hay nada que cause más terror que aquello que no se puede ver y que sabes que está ahí, amenazante. Así que, mientras Shaitán seguía interrogando al infiel, yo me dediqué a ver si podía encontrar algo más en aquella vivienda.

"Mierda"

Debía admitir que aquello sí que no me lo esperaba. Betty era complice y nos apuntaba ahora con un arma. Lo que más me preocupaba ahora, sin embargo, era el otro tipo. Parecía estar al mando, por el momento al menos. Dudaba que fuera el artífice de todo lo que estaba pasando pero no podía descartarlo.

Además, si ahora comenzabamos un tiroteo, mi tapadera quedaría en peligro. Por no hablar de que la mitad de la policía de Londres vendría y no podríamos hablar con testigos ni en un millón de años. Tenía que evitar el conflicto.

- Betty, ambas sabemos que Él no quiere muerte ni violencia. Nadie conoce el plan de Nuestro Señor pero matar a alguien a sangre fría no parece que pueda formar parte de él. El Demonio tentó tres veces a Nuestro Señor Jesucristo disfrazado de ángel. No te dejes engañar.

"Serán asesinos, pero desde luego son hinchas del equipo correcto" pienso mientras miro el poster del Arsenal. Le pego un buen repaso a la habitación.