Partida Rol por web

Todo mi cuerpo se tensó cuando mi madre me atrajo hacia ella para abrazarme. Echaba mucho de menos la protección de sus brazos, el calor que desprendía su cuerpo, lo segura que me encontraba en ese tipo de unión, pero llevaba ya tanto tiempo haciéndome la dura y la indiferente que era incapaz de aceptar esas muestras espontáneas de cariño.

Me aparté de ella rápidamente y me quedé observándola con el ceño fruncido, un gesto que cada vez era más habitual en mí, mientras ella hablaba. Me sorprendió comprobar que, por una vez, me cedía a mí el “honor” de ser la primera en decidir y elegir. Eché un rápido vistazo a mi alrededor, mirando con concentración cada una de las puertas, sopesando cuál sería la más interesante para abrir, cuál era la que más me llamaba la atención. Pero lo tenía claro, quería ver lo que se encontraba tras la compuerta que acabábamos de abrir y que había dejado ante nuestra vista aquel espacio blanco que tanto me atraía.

—Por ésta. —Dije señalando al lugar que mi madre había abierto al tocar la placa.

Alex y Ted volvieron a acercarse a las mujeresde la familia cuando Dorothy señalaba la puerta por la que quería ir.

-La única distinta; muy propio de ti, Dorothy. Sin duda, yo hubiera elegido la misma -dijo Ted, con un asomo de sonrisa en los ojos. Se le veía más calmado que un momento antes, y en verdad su hija y él se parecían bastante en muchas cosas; quizás por eso chocaran tanto. En esta ocasión hasta le guiñó un ojo, y asintió a Joanna, como aprobando la decisión que había tomado de dejar elegir a la hija más rebelde.

-Zona de exposición. ¿Qué creéis que significa? Me pregunto si se refiere a una exposición como la de un museo o un zoo. Me pregunto de qué lado estamos nosotros... Bien, la elección está hecha, y esta vez nos mantendremos todos juntos -miró a Stacy con una severidad un poco forzada. -La familia que desaparece por una puerta misteriosa unida permanece unida -añadió, con una sonrisa sarcástica. Y... ¿quién quiere hacer los honores?

Si antes me había tensado con el abrazo de mi padre, más desconcertada me dejó aún la actitud de mi padre. Hacía mucho tiempo que no se mostraba así conmigo, de acuerdo que yo no ponía las cosas fáciles, pero esa amabilidad y aparente orgullo repentenido me confundía bastante. Intenté esbozar una tímida sonrisa que pronto desapareció de mis labios para mostrar mi habitual gesto de indiferencia.

—Por supuesto estaremos del lado de los monos del zoo... y ahora cuando entremos en esa habitación comenzarán a tirarnos cacahuetes. —Ni siquiera me molesté en ocultar el tono irónico de mi voz—. Joder, yo he elegido por dónde ir así que entraré yo primero.

Mostraba un valor que distaba mucho de sentir, pero no iba a permitir que mi familia se diera cuenta de ello así que, respirando hondo y tomándome unos segundos para infundarme valor, me adentré en la habitación blanca que había detrás del panel.

Aproveche el momento para besar levemente la mejilla de Ted para poder susurrar a su oído un, "bien hecho" ante la actitud que acababa de mostrar a Dorothy.

-¿Tal vez un lugar donde monitorizar el resto? -Busque la respuesta mas agradable que me paso por la cabeza, pues el resto era solo peligrosas o rematadamente malas.

Una vez que la niña pasara, apreté el brazo de mi marido para que volviera a prestarme atención. -Síguela, luego entraremos los niños o yo.

Y decidí ponerme en ultimo lugar, recogiendo de nuevo entre mis manos el atizador, siempre apoyado en el suelo a modo de paraguas familiar.

Ted chasqueó la lengua con disgusto cuando Dorothy soltó la palabrota, pero asintió al gesto de Joanna y siguió a su hija.

Atravesáis el acceso a... a esa Zona de Exposición.

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