Partida Rol por web

- Amigo. - Bryan abraza fuertemente al ruso, intentando contener las lágrimas ante esta despedida definitiva. - Espero encontrarte en el futuro.

Deja que los demás se despidan de él, antes de supervisar todo el proceso para que no hayan dificultades.

Bryan prepara las pocas cosas que necesitáis para el proceso.

El ordenador central os hace colocar en unos enormes tubos de criogenización donde os podréis conectar con el y donde vuestros cuerpos serán conservados y mantenidos en suspensión durante un largo tiempo.

Uno a uno os despedís entre vosotros mientras entráis en los tubos.

Cuando os conectáis aparecéis todos en una sala virtual de paredes blancas con el avatar del ordenador central delante vuestro. Delante vuestro se despliega un menú flotante con un enorme botón del tamaño de una mano e el que pone "Iniciar proceso"

La voz fría de la Inteligencia Virtual os habla:

Cuando estéis listos para empezar la rutina de digitalización pulsad el botón. El efecto será inmediato e indoloro.

Después de despedirse sentidamente de cada uno de sus compañeros, Jake se quedó mirando como silenciosamente iban entrando en los tubos de criogenización. Su mente era un torbellino de pensamiento y reflexiones que se debatía entre si debía o no dar el paso:

… ¿Tanto sufrimiento para terminar así?...

Como si su cuerpo se resistiera a separarse del alma, el americano se quedó inmóvil en su puesto mirando sin ver como sus amigos completaban la secuencia. Los segundos pasaban lentamente y su mente se perdió en un espiral de preguntas sin respuesta.

Al cabo de unos minutos, Jake dio media vuelta y se marchó.

Las partículas de nieve eran como virutas ardientes en su cara trasportadas por el viento ártico. El tacto helado de la nieve entumecía en un abrir y cerrar de ojos los dedos de su mano. Los intensos reflejos solares llegaban de todas partes y obligaban a mantener los párpados entrecerrados para no quedar cegado. En la contrariedad de ese páramo pocos seres podrían sobrevivir, pero en él Jake se sentía vivo.

Jake necesitaba sentir, ni que fuera el dolor, por última vez. Empezó a correr y a correr. A correr, a saltar y a gritar hasta la extenuación y al final cayó rendido en la nieve jadeando como nunca lo había hecho…

…

Sin pensar, sin dejar que su conciencia le volviera a sumergir en la duda, Jake entró en el tubo que quedaba y cerró la compuerta. Dio la orden de que empezara el proceso y ya no hubo marcha atrás. A la velocidad de la luz se amontonaron imágenes y recuerdos en su mente mientras todo ocurría. Su último pensamiento fue darse cuenta con curiosidad que estos solo pertenecían a lo que le había ocurrido en los últimos días después del despertar, dejándole la certeza de que toda su anterior vida carecía de valor y que solo respondía a una memoria falsa.

Finalmente todos le dais al botón virtual y desaparecéis en un mar de ceros y unos.