No se pueden pedir peras al olmo. Si se las puedes pedir a Johny Melavo, dado su fantástico stock incomparable, inigualable, ininteligible, iniciable, interrumpible, insobornable, insondable, etcétera. Able.
Pero ya llegaremos a su Tienda de Ultramarinos. Primero hemos de contemplar a la Naturaleza Salvaje en todo su esplendor; contemplar a los personajes de esta fantasbulosa historia es como ver un documental de esos del Nasionalsocialiste Yeografic. Enriquecedor para el alma, y divino de la muerte para la siesta. Uno como este:
www.youtube.com/watch?v=D5E5TjkDvU0
Tenemos a Braspí, silente, impertérrito. Haciendo el papel de su vida, ahí encerrado en el tubo de Tang. Que mirada aquilina, ahi a lo aquiles pero como más sufrío. Como si el Tang le estuviera (o quizás estuviese) corroyendo la piel, haciendo que broten pústulas por toda su epidermis como setas tras lluvia primaveral. Pústulas que, en detallados primerísimos planos, explotan expulsando su excreción amarillo excremental, que se mezcla con el anaranjado liquido elemento en plan lámpara de lava de pus. Arriba, abajo, arriba, abajo, van los fluidos vitales pusiformes del Brá, que se hace uno con su papel, y queda convertido en lámpara de lava tamaño familiar. Uno más que no va a pedir nómina al final del rodaje.
Asimecago Entusmuertos y los tres subnormales motorizados deciden intentar imitar la épica de Vlad Pim. Pero o no le pillan el punto, o se agobian cuando les sale la pus por las primeras pustulillas, o simplemente es que les queda una herida más que al rubiales y no se pueden morir todavía. Tiempo al tiempo. En todo caso salen de sus tubos, llenos de llagas supurantes y con la sensación de que lo único que han hecho es el gilipollas: ni han salido a tiempo de evitar los daños, ni se han consumido estoicamente hasta hacerse uno con el Diseño de Interiores.
La Casa Encantada sufre un apalizamiento skin por parte de los protohumanos activos en el Laboratorio. Se ceban en la pobre que es un gusto. Incluso algunos pretenden estafar al Señó Direstó poniendo fotochopadas demier en lugar de afotos güenas, para hacerle más daño. Pero ni eliminando esos ataques malintencionados puede la pobre casa sobrevivir a sus atenciones.
No es el caso del hombre-osoamoroso. Por alguna razón para nada relacionada con disfunciones cognitivas, han pasado de su peludo culo. Quicir, es cierto que el ficus ese ha puesto en notas de juego que estaba muerto. Pero nadie, NADIE ha descrito en ningún momento que le prestase la menor atención. Han sobrado heridas como para cepillárselo, si. Pero no se ha definido como debe ser su final; es más, ese descuido lo ha cometido uno que es buen conocedor de las mecánicas. Ser reglista en este caso no es sólo necesario, sino también un medio para asegurar la continuidad dramática.
Así pues, el hombre-osoamoroso explota al fin. Está harto de repartir amor y no ser correspondido. Su misma esencia amorosa le impele a cometer suicidio, como forma de llamar a un ente aún más proclive a repartir amor que él mismo, una forma de inmolación sacrificial que invoque a una oscura fuerza primigenia del amor anal.
Sactamente. Conforme el hombre-osoamoroso estalla como confeti, aparece en su lugar el Afro Zombi.
Primero, atiende al Ayatolai. Según el viejales, sólo puede ser enfrentado por el Báculo de Rá. Él le va a hacer Ras en el Culo, que es casi lo mismo. Le agarra de las barbas y mete su cabeza dentro del ojete de Aironpollas, aún sobrecogido por el golpe del báculo de Ra. Chof. Meneándose como una culebrilla en el orto del friki recubierto de cartón, el Ayamedá siente que su virginal conducto de heces es exhibido al mundo exterior cuando sus faldones son levantados. Momento en el cual el afro zombi, que sabe qué es lo que el público quiere, le ensarta. A él y por endofagia al AironConcola, dejándolos a ambos como una brocheta sanguinolenta. Unidos por el amor, ya nunca volverán a pelearse.
Porque Aironlocas está muerto, y dos no se pelean si uno no quiere.
Melofo observa la escena juguetón. Se pone a cuatro patas al lado, solícito, esperando recibir su dosis de amor. El afro-zombie lo mira desapasionado: así no tiene ni puta gracia violentar rectos. Con extrema habilidad, y por qué no decirlo, extrema crueldad, hunde su mano en la espalda de la locaza, hasta agarrar su columna vertebral. Tira de ella, arrancándosela de cuajo, cabeza incluida, quedando en su mano como una suerte de fusta, que aprovecha para azotar en sus últimos espasmos a la brocheta Aironyatolá, y de paso al Mongolito, que está justo al lado tropezando sólo pretendiendo ser gracioso. Ahora que le ha dejado la espalda como la del Tio Tom a base de latigazos con espinazo de marica, tal vez se vuelva más simpático.
Tras ello, mira al Chupenjauer. Chopenjoder dice alguna cosa en nazi. Duelo de miradas. Silencio sepulcral. Tensión en el ambiente. Se intuye un desenlace dramático entre el afro y el germano.
La pota en chorro de Nombre Aleatorio se desvía aleatoriamente de su objetivo, y le da aleatoriamente al puto nazi en toda la cara, dejándosela limpita de carne. Le deja el cráneo pelao, vamos. Que jodío, sa librao de la sodomía gratuita.
Y así, la Némesis Inexorable, encarnada en forma de afro-zombi hostiga al resto de aspirantes a protagonista, que huyen en dirección a la Tienda de Ultramarinos de Johnny Melavo. Por ejemplo. Allí, se encuentran un espectáculo dantesco, que les provocaría una pérdidad de 1/1d6 de Cordura si tal atributo existiese en sus vidas.
La tienda está completamente rodeada por una muchedumbre, integrada en su totalidad por seres que se mueven lentamente, entre gemidos, ojos acuosos, nulas capacidades psicomotrices. Con sus manos desnudas golpean rítmicamente la puerta de entrada, plam, plam, plam, plam, con su perenne lamento-gemido-voz gutural. Los peores temores de nuestros aguerridos héroes se confirman.
Es una puta convención de frikis, que intentan entrar los primeros en la tienda que está a punto de abrir, dónde hay un expositor con todo el Merchandaisin Oficial de Motel Gore ™ . Desde sus posiciones pueden ver el estante repleto de las formidables mercaderías oficiales de tan Magna serie de películas: desde los estrapones oficiales a la sopa de sobre rica en azúcares y trigliceridos cancerígenos. Todos los artículos de coleccionista están allí, pero hay medio millar de freaks pugnando por ellos, y su Némesis Inexorable les persigue.
Y aún les queda la Base Militar Secreta. Peazo KDD, nene.
Muertos: Brad Pitt, Aironmen, Melo el Travelo, Shopenhauer. Bienvenidos al lado de los críticos.
Heridos por no postear: Aciago Eltriple, los tres de los coches.
Heridos por pesaos: El Ayatolá, Urkelito.
Ya nadie tiene moquete, porque me lío yo solo pensando en quien lo tiene y quien no.
En la Tienda de Ultramarinos hay Merchandaisin Oficial de Motel Gore que se puede emplear como arma ADEMÁS de un arma improvisada. Para ello hay que describir el Merchandaisin con al menos una fotochopada cutre y/o paint. Usarlo permite tirar 1d10 extra.
Los 500 frikazos que quieren robaros el merchandaisin se consideran zombis party, es decir:
Tiráis los dados, sumáis bonificadores y el resultado son la cantidad de dados de 6 heridas que hacéis al final.
Ejemplo: Sacais un 2 en el d6, +1 por arma improvisada, y un 3 en el d10 (tras poner la imagen del merchandaisin). Eso da 2+1+3 = 6d6 heridas. Tiráis 6d6 sin desglosar y eso son los frikis que matáis.
El afro-zombi no puede ser herido, y hará una herida extra porque sí. A joderse.
Throm contempla la tienda de artículos coleccionables con mirada de acero galvanizado. Sabe que debe entrar, y reclamar sus derechos sobre uno de los efectos que allí se exhiben. Avanza a trompicones entre la multitud, de forma civilizada. Entiende que lleven más tiempo esperando, y no desea incomodarles. Es un hombre del lejanísimo norte, y el concepto de honor está firmemente establecido en su noble corazón.
- Tu disculpar Throm, pero Throm tener que entrar antes que tu a coger cosa de estantería.
El avance es lento, atropellado, agobiante. La masa de fans se espesa en las cercanías de la puerta.
- Throm pedir por favor que tu dejar de sobar culo de Throm. Throm pedir otro tu soltar martillo de Throm. Tu, el otro tu. Si, tu.
Casi alcanza la puerta, la presión es insoportable; los sudores, asquerosos; el olor, a tigre bengalí.
- Frikis tocar cojones a Throm. Frikis dejar espacio para que Throm respire o Throm ponerse jevi.
Pero la masa no responde a las justas reclamaciones del bardóbaro, que, apesadumbrado, mira a su compañero de fatigas, ése que hace un momento le ha lanzado una mirada reprobatoria por no ser asistido.
- Tu, Nombre Random, ser buen amigo. Throm compartir con Nombre Random su Gloria.
http://www.youtube.com/watch?v=0sgBEHE3-Yo
En su diestra, esgrime su formidable martillo. En su otra diestra, coge por los tobillos a Nombre Aleatorio. Realiza un ataque de torbellino con ambas armas, que para algo se ha puesto la dote. El martillo RAZOR aplasta secuencialmente las cabezas de once fans. Nombre Aleatorio muerde la cara de uno de los frikis, arrancándosela de cuajo y dejándole, por tanto, un bonificador de +2 al carisma. No veas si era feo el cabrón.
- THROM TENER RAZON RANDOM PARA ENTRAR PRIMERO EN TIENDA DE COSAS CHACHIS, VOSOTROS IR A FRIKEAR A SITIO DONDE DIOS DE CRISTIANOS PERDER ZAPATILLA
La máquina de picar carne bardobaresca avanza descuartizando coleccionistas y las puertas de paso. Llega frente a la estantería, y toma el artículo que sólo el puede reclamar. Deja a su lado a Nombre Aleatorio.
Abre el precinto. Ocho frikis que le rodean (es lo que tienen los mapas cuadriculados) mueren de un infarto al ver la herejía de no conservar el objeto en su funda original.
Saca la camiseta, y le arranca las mangas.
Otros ocho nerdacos sangran a chorro por los ojos al ver tal desprecio por el Coleccionismo. Se pone la camiseta.
- THROM TENER CAMISETA JEVI Y AHORA COLAR A COMPIS RAROS PARA QUE COMPIS RAROS COGER COSAS ANTES QUE FRIKIS
A su lado, un carro de bebés que llevaba una de las fans que han pasado a mejor vida, contiene trillizos. El noble bardóbaro los observa. Recuerda una de las tradiciones de su Noble Patria.
Hunde sus manos en las tripas de los bebés, sacando sus intestinitos, los cuales ata entre sí. Fue Throm el Cascao quien le enseñó a hacer boleadoras con bebés. Alza la boleadora-bebé +3 sobre la cabeza, haciéndola girar y salpicando todo con gotitas de sangre. Lanza el arma arrojadiza contra la muchedumbre de la puerta, de modo que los intestinitos se van desenrollando en el aire, ampliando así su radio de acción. Al impactar, enreda en su malla de intestinitos a unos veintisiete fans, y explota como en cualquier película de acción que se precie.
- ESO SER JEVI COMO VALKIRIA EN CARRO DE DRAGONES CON CANCION DE MANOWAR.
Motivo: Hacer sitio en la cola
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+5)=7
Motivo: Molar mazo con camiseta jevi y bebes voladores
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Motivo: Frikis desalojados por el poder del Metal
Tirada: 15d6
Resultado: 47
Uso el objeto especial (+4) martillo RAZOR, más arma improvisada (+1) usando a Nombre Aleatorio.
47 frikis menos.
Algunos lo llaman la fiebre vikinga. Otros, majadería sin cura, por muchos médicos que existan. Yo prefiero llamarlo virtuosismo, sorprendente versatilidad, y una capacidad de hacer de cualquier cosa un arma. Esta vez, fui yo el elegido como arma. No sabía de qué rollo iba Throm, pero el horror de haber visto morir a tanta gente había avivado mi sentido del humor y la ironía y mi capacidad para reaccionar ante cualquier súbito encuentro. Como el que acabábamos de tener. Como si del Expomanga1 o una convención de perritos calientes se tratara, allí se hallaban infinidad de insufribles ilusos e imbéciles intentando inclinarse e impulsarse al interior del inestable establecimiento de ultramarinos2. Claro que, quizá para mí fueran incontables debido a que, como si de un fénix se tratara o tratase, pero sin la misma gracilidad del ave, me encontraba en una espiral imparable de movimiento circular uniformemente acelerado acompañado de un clásico movimiento rectilíneo uniforme de segundo de la ESO desde donde estaba Throm hasta dentro del local. Por suerte, no volví a vomitar durante el proceso puesto que eso había ocurrido en el turno anterior, y como no era un surtidor no me quedaba más líquido en el cuerpo que desperdigar y con el que asesinar a alguien o a alguna casa desprevenido. No obstante, al bajar al suelo de nuevo, con un semblante parecido al de un verdadero vampiro no brillante del mareo, tuve que agradecer a Throm su ayuda, puesto que el efecto centrifugadora del Real Ataque del Torbellino Anulador (RATA, a partir de ahora) había conseguido despegar las gotas de TangTM que se habían adherido a las ropas. Además, el Moquete que cargaba desde el segundo turno por la Mala Suerte que te Cagas del Destino Funesto que te Cagas por los dos minutos de mierda3, debido a la impresionante fuerza centrípeta4 de los brazos de Throm que me mantenían sujeto al movimiento y no me lanzaban por los aires sumado a la fuerza centrífuga5 que el Moquete recibía debido al susodicho movimiento giratorio se había ido hacia el lugar llamado “A Tomar por Culo”, o como fuera que lo llamara Throm. Desde luego, el Bardobaro no tenía muchos puntos de habilidades a comunicación, pero sí a “hacerse entender a mamporrazos” y a “educación”, aunque dudaba seriamente que alguno de los frikis, que probablemente sabían el idioma Klingon6, pero no el idioma de Bonificador de Inteligencia -3, lo hubieran entendido. No pude evitar recordar aquella melodía tan pegadiza del grupo de música cuyo nombre recordaba a nuestra situación y cuya canción recordaba a la mía en concreto.
Exhalé un suspiro de alivio, intentando relajarme. Era casi anecdótico el hecho que me sintiera mareado pero no me doliera la cabeza. No obstante, unas gotas de sudor frío recorrían mi frente, y mi piel se había vuelto más blanca que el yeso. Estábamos dentro del local, en mi caso casi sin darme cuenta por lo sucedido, y no me había abierto la cabeza en el proceso (cosa que ya era todo un logro7). Por un instante, me sentí igual que cuando actué de perro en una función de pequeño cuando me di cuenta que todavía poseía la cara de aquél ser que parecía más un zombie que una persona entre mis dientes. Realmente, aquella careta sabía a cerdo, con un ligero toque de bacon. No llegué, ni siquiera, a llenarme la boca de aquél manjar de algún pueblo indígena8, pero gracias a mi rápida mutabilidad de roles debido a un pasado como actor mediocre y al estar cerca del vikingo fui contagiado de su entusiasmo, de su fiebre. Agarré un Casco de Vikingo con Merchandise +1, casi sin pensarlo, y lo que pensé que era una estrella arrojadiza vasca, de forma ovalada, plana y sin puntas, hueca por dentro.
Me coloqué el casco en la cabeza, y al instante noté cómo recuperaba el color de mi tez y me comenzaba a hervir la sangre. Ese efecto placebo, proporcionado en gran parte por la parcialidad del atuendo de vikingo me hizo rugir cual león, y como el buen aprendiz de vikingo en el que me acababa de convertir e imitando el uso del movimiento para el ataque RATA con el arma del a partir de ahora llamado "doble martillo+yo" del bardobaro comencé a girar sobre mí mismo. El curioso intento de doble martillo acabó siendo algo muy diferente, un doble lanzamiento de disco olímpico de lo que resultó ser una Taza del Váter OficialTM con esquinas afiladas que lancé primero y una careta de persona arrancada y chorreante que fue a parar al hombro derecho de Throm. –¡Hostias, lo siento!- me disculpé, pidiendo perdón también con las manos juntas. Ese afán por intentar ser un personaje principal había acabado con la taza del váter dirigida hacia la acalorada, grasienta y sudorosa multitud con una velocidad increíble, eso sí, describiendo un increíble lanzamiento bumerán y cercenando nada más y nada menos que 32 cabezas. Con una leve y tímida sonrisa de disculpa en el rostro me dirigí hacia el bardobaro, y le ofrecí el casco vikingo como muestra de disculpa y respeto. –A ti te queda mejor que a mí, seguro-.
Motivo: ¿Dados? (Careta+1)
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+1)=4
Motivo: ¿Merchandise?
Tirada: 1d10
Resultado: 7
Motivo: Gente que mata
Tirada: 11d6
Resultado: 32
1: Convención que reúne a muchos personajes variopintos.
2: Con ímpetu, claro está.
3: Que te cagas.
4: No confundir con fuerza centrífuga.
5: No confundir con fuerza centrípeta. Por el culo te la hinco.
6: Lenguaje de una complejidad media-alta usado en según qué convenciones de según qué tipo de gente.
7: De esos que salta el trofeo o los puntos según la plataforma que se use.
8: Practicantes del canibalismo, obviamente.
Feliz y contento, Don Papel decidió dibujar con su bolígrafo mágico un arma. Sabía que apenas le duraría cinco minutos, pero tendría tiempo de sobra. Necesitaba aquel arma y otros cuantos utensilios más que decidió sacar del armario de utilería.
Se acercaba a la gran tienda de Ultramarinos, donde una horda compuesta por distintos seres le impedía pasar. Y entre todos esos seres, al menos había dos docenas de pequeños papelines en modo zombie. De todos los colores para demostrar que en esta película no se es colorcista, Don Papel decidió ayudar.
Tras al fin hacerse hueco, consiguió asomarse a la ventana de la tienda y vio emocionado una camiseta, LA Camiseta.
Había merecido la pena matar a tantos de su especie para poder admirar aquella maravilla.
Motivo: Utilería varia
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+1)=3
Motivo: Poder camisetil
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Motivo: Papelicería
Tirada: 6d6
Resultado: 16
El ayatolá estaba indignado, la clase de afrenta a la que estaba viéndose sometido no tenía precedentes, era intolerable. Tan intolerable era que un humo oscuro, denso y asfixiante, comenzó a emanar de sus orejas, impregnándolo todo con su toxicidad y provocando que, debido a la presión con que sale tal humo, el cadáver de Aironmen salga despedido hacia las capas más altas de la atmósfera, a través tanto del tejado como de una paloma que cruzaba en ese momento por el espacio aéreo circundante portando una simbólica rama de olivo en su inmaculado pico.
- ¡LA PUTA DE BABILONIA TRAVESTIDA!
Alzando el Báculo de Rá, aguarda estóicamente a que llegue el momento en que descienda sobre el el Espíritu Santo (en forma de paloma de la paz flameada), pero su indignación llega a niveles extremos cuando ve que va pasando el tiempo y lo único que va cayendo sobre la zona, en forma de lluvia de meteoritos metálicos incandescentes, son los restos de la armadura de Aironmen, que van diezmando a los zombis y a algunos extras también.
Finalmente, entre el pestilente humo, los meteoritos, y el malestar general por lo incómodo de la situación, se evidencia la imperiosa necesidad de impartir la justicia celestial de una manera incontestable, por lo que, haciendo molinetes con su Glorioso Báculo para evitar ser alcanzado por los zombis, los meteoritos o los paparazzis, se dirige al Afrozombi-que-no-puede-ser-herido y le purifica interiormente por el procedimiento de introducirle el báculo por la cara ejecutando un estético movimiento descendente hacia la tráquea, para que, pasando por el estómago, el páncreas y los intestinos encuentre una salida natural en el recto, dejándole clavado en el suelo como si de un kebab gigante se tratase.
Motivo: Kebab artesanal
Tirada: 1d6
Resultado: 5(+3)=8
Urkelito siente que su poco valor ha desaparecido por completo , tanto friki junto le hace sentir como en casa , y es algo que queria evitar al venir a esta excursión , así que decide que va acabar con tantos fikis como pueda .... .
Se quita los tirantes y se imagina un gran tirachinas gigante entre dos estanterias ... los coloca como si de esa atracciones de feria que tiran una bola al aire se tratase y busca el objeto mas pesado que pueda encontrar en esta convención de frikis ...
Y lo que encuentra ... le llena de orgullo , el manual original del Señor de los Anillos de tapa roja de JOC ... que no es que sea muy pesado ... es que casi una arma prohibida por la convención de Ginebra de lo tochazo que es .
Lo coloca entre los tirantes y se dispone a lanzarlo ... pero claro la emoción hace que estire del lado equivocado y al soltar los tirantes sale el manual despedido pero con el por delante cual catapulta humana ... los fikis caen cual bolos ante la pesadez del negro volante y del del asco que tienen ante el solo hecho de ser rozados por el fetido manual .
Motivo: Catapulta humana
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+4)=10
Motivo: Golpe con el cuerpo negro
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Motivo: Se estampa
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Frikis muertos
Tirada: 18d6
Resultado: 57
+ 3 de usar el objeto especial y + 1 de arma improvisada ...
Motivo: Atropello y fuga
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: Regalo estupido
Tirada: 1d10
Resultado: 4
El móvil volvió a sonar.
- Oh, sí, esto... pero es que estoy en una partida... no, no... sí, sí... ya lo sé mamá... pero no... de verdad, que mis amigos me están mirando mal... oh, vale.. no ¡no lo tires! espera...
Phil miró a su alrededor poniendo cara de profesional y sin dirigirse a nadie en particular dijo:
- Ataco y recojo el tesoro que deje.
En algún lugar se escuchó un dado en off. Luego volvió a su conversación telefónica:
- No mamá, no te lo decía a ti. Sí, con patatas... no sé... creo que acabamos para la semana... ¡no! ¡espera a que llegue!
Y mientras las cosas pasaban a su alrededor seguía hablando.
Motivo: Tiro el dado para algo...
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Esta es la clásica ratada del jugador que está en babia en la partida e intenta disimular... Bueno, iré encargando el ataúd.
Como el resto con la diferencia que el seguía desnudo, por suerte la parte derecha estaba tapada por espeso pelo por lo que no sentía parte del frio, ademas era una maquina que coño. Nada de frio.
Aprovechando que ese loco del martillo hidráulico estaba usando a uno de los tetistas para masacrar calaña del pasado, pensó por un momento que ese tal vez y solo ese podía dejarlo convida, después de todo parecía tener el mismo interés que sus jefes, acabar con el resto de los jugadores, como el ayatola ese, pero haciendo las cosas bien.
Al fin dentro, claramente gracias a la distracción del hispano disfrazado de nórdico. Pensó que tendría una buena oportunidad para tomar posiciones y poder acabar con mas de uno a la vez, puede que enarbolando a la masa friki tirando algún objeto de valor merchandinero como un casco negro, una camiseta de papel o... un muñeco exclusivo de algún Tettero*.
-Wolf, cualquier tonto valdrá-Comento sin mucho éxito, en algún momento su parte de animal vio volar pequeñas cabezas de niñitas y sintió un ímpetu irracional a perseguirlas y devolverlas a su madre furibunda,pero el robot era mas fuerte, eso y que ya no las veía entre la masa de frikis.
Al grano. Chuchopeligro, lo saco de la caja: ¡Soy un Héroe!-Grito el muñeco al ser sujetado.
-Me gustan las cosas brillantes-Comento el objeto al ser arrancada de cuajo su cabeza, con el colmillo derecho y molar izquierdo. -¡ME GUSTAN LOS SODOMITAS!-Recito en alto al ser lanzado contra la muchedumbre y por alguna razón que ni siquiera Skinet pudo deducir desde su piso franco allá en el futuro. El muñeco exploto al contacto con los frikis. El venido del futuro se sorprendió tanto que se dejo llevar por la impresión y de sus cuartos traseros asomo la cabeza de la tortuga seguida de una perdigonada que impacto en uno de los pjs mas absurdos: el tal ARES.
Motivo: Perdigonada al fiestero.
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Airon MEn siendo util
Tirada: 1d10
Resultado: 1
Motivo: FRikis explotaos
Tirada: 4d6
Resultado: 16
*Una vez mas para los mas vagos:
Se me olvido sumar el +1 por arma improvisada. por eso tiro 4 dados. ¬¬... Umbria odia los animales verdad?¿
De nuevo me toca escribir mierdas frikis para satisfacer a unos pervertidos, con solo una vaga esperanza de que eso postergue una muerte de muy, muy mal gusto...
Miro a mi alrededor: la tienda cutre está más llena de gilipollas que ningún otro sitio. Vuelvo a mirar a la pantalla: las palabras "Miro a mi alrededor: la tienda cutre está más llena de gilipollas que ningún otro sitio." se han escrito solas.
Hm. Esto me puede ahorrar algo de tiempo... lo malo es que me tengo que ensuciar las manos personalmente. Suspiro y me guardo el portátil en la mochila.
El bonificador de sabiduría que tengo escrito en la ficha me dice que puedo usar un arma sacada de mi imaginación para mejorar mi tirada, pero que si uso en su lugar el contenido del bolsillo lateral de mi mochila (sacado de mi imaginación, cómo no) la tirada mejorará más. Así que lo abro sin mirar, pero sabiendo qué, o mejor dicho quién, lo habita. Ahí está: Pájaro.
Pájaro está profundamente dormido, por eso de que hay unas cuantas horas de diferencia horaria entre Usa y España, más unas cuantas entre Pájaro y El Resto De La Gente, más otras más entre La Realidad y Las Partidas De TPW Con Su Super Ritmo Narrativo. Pero qué mono está cuando duerme.
Unos segundos después, 17 frikazos han muerto (no está tan mal esto del teto después de todo) y Pájaro ha abierto los ojos.
Motivo: un Pájaro salvaje apareció
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+3)=6
Motivo: Wake Up Pájaro Wake Up
Tirada: 6d6
Resultado: 17
PD: Dejo a la imaginación de cada uno la libertad para llenar esta elipsis con típica materia intestinal made-in-sombría. Pero no me jodáis demasiado al pajero, que tengo un asuntillo pendiente con él. O dos.
P2: A ver si me da tiempo (no creo) a fanartear.
Y sí, he dicho pedos. k mala soy
Como si de un héroe de película se tratara, viendo a frikis caer por todas partes como si fueran un castillo de naipes al ser golpeado por el viento o una pared de cristal al ser sacudida por un terremoto, saqué de la mochila una botella de vodka y la descorché con la boca, escupiendo el tapón hacia un friki mientras admiraba la escena con una sonrisa de loco en mis labios. No había matado a aquél friki al que había golpeado, pero nadie iba a poder negar que aquél taponazo en la cabeza era, sin duda alguna, un golpe bajo y humillante, e iba a dejar secuelas psicológicas durante algún tiempo, si es que sobrevivía para experimentar el horror de la humillación en propias carnes. Como si fuera un épico momento en el que el protagonista de la historia corre hacia su más preciado objetivo, sorteando los múltiples cuerpos sin vida de frikis que caían como víctimas de una orgía de La Parca, y con la banda sonora de Carl Orff por bandera e hilo musical al mismo tiempo, me abrí paso entre la multitud, caminando sobre los cadáveres, pisando extremidades, torsos que crujen, cabezas que al ser aplastadas expulsan los ojos como si de un invitado descortés se tratara, apartando con la mano a los pénejotas como cada uno de los múltiples personajes protagonistas de una saga de juegos nada repetitiva1 y con historia cada vez menos explotada2 y más coherente3. Como la canción del hilo musical era larga, que no era de esas de dos minutos, mi movimiento fue paulatino. Me dio tiempo a visualizar todo aquello que habiendo ido rápido habría pasado por alto: aquella camiseta impresionante que con porte llevaba uno de los frikis que, melena rubia en rostro aporreaba cada vez con más insistencia y menos fuerza las puertas, sin haberse dado cuenta del boquete que habían dejado el bardobaro y el tío raro; el cúmulo de cuervos que, como unas nubes traicioneras de mediados de abril, revoloteaban atraídos por el olor de alma, carroña y sudor que empezaban a exudar los cadáveres; los múltiples objetos de dentro de la tienda que salían disparados hacia el exterior como si de objetos mágicos se tratara; las múltiples muertes que nadie iba a reportar porque, al fin y al cabo, en una fiesta así más de doscientas bajas son una minucia, un problemilla sin importancia; la suerte4 de unos pocos como yo, que mientras podíamos estar disfrutando de una botella de vodka tranquilamente en una taberna, estábamos cargando una de cerveza en la mochila porque el amable compañero5 nos la había puesto en un alarde de gilipollez; y el yermo paisaje alrededor de la tienda, ahora alimentado por los nutrientes de la sangre derramada por todas partes.
Una vez la última nota de la melodía se apagó como la llama de una vela al expirar la cera que la nutre, puse el primer pie en la tienda. Y luego el otro. Y luego el primero de nuevo pero hacia delante, porque poner el otro o poner el primero atrás habría sido contraproducente, y una cosa contraproducente de ese tipo, tan ridícula, no era permitida en la Madre Patria. Una vez en el interior del edificio busqué algo para mí, hasta que lo encontré.
-Oh, habría estado mejor con una hoz, en vez de con otro martillo-, murmuré con acento ruso y gran hastío, acariciando uno de los dos martillos como se acaricia la cabeza de un recién nacido, con el mimo con el que se riega una planta delicada o se quiere a una mascota. Sin embargo, para lo que quería hacer, ya me estaba bien. Armado con un martillo en cada mano y al más puro estilo Bruce Lee (después de haber sido enseñado por Dan Inosanto, no antes), salí afuera, a donde la multitud, a dar mamporrazos con los martillo-nunchaku de Merchandise6 oficiales a los que até la botella de cerveza a uno de los extremos (porque, seamos sinceros, ¿para qué tenerla y no usarla, si pesaba más la mochila con ella?) y unas bolas unidas de aspecto dudoso al otro. Poco después volví a la tienda, con 41 frikis muertos y la sensación del trabajo cumplido, con parte de la cara manchada de salsa de ketchup humana y parte de la ropa teñida de colorante rojo natural.
Motivo: Dado
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+5)=6
Motivo: Extra merchandise
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Motivo: Frikazos muertos
Tirada: 14d6
Resultado: 41
1: Sarcasmo
2: Ironía
3: Sarcasmo
4: Ironía
5: Sarcasmo
6: En el Word le he dado con el click derecho y ponía "Marchante7", no sé lo que significará.
7: Como Carmele.
+4 botella de cerveza, +1 arma improvisada (bolas de aspecto dudoso)
Ares vio como el moquete se iba huyendo de encima de él sin entender por qué ahora que le estaba cogiendo cariño sabiendo que estaba dentro del programa TETO, Ares cerrando y abriendo la mano se despidió de él, gran y corta amistad también derramo una lágrima, que todos tenemos sentimientos o creías que él ¿no?.El moquete pudo salir espantado por la reacción del tang repeliendo el ectoplasma o la imponente figura que había desarrollado Ares gracias al putrefacto refresco.
Ares observo como vomito su compañero y pudo retener su nausea unos minutos aunque era propenso a seguir a los iniciadores, como no echo todo lo que se había zampado ese día y el tang que había tragado. Por desgracia recupero su escuchimizado cuerpo de fiestero.
La gincana o programa de desintoxicación continuaba por eso todos sus compañeros salieron del laboratorio. Antes de irse Ares vio y cogió un Walkman con cascos que sería del científico nazi y al lado una caja que contenía probetas con líquido de diferentes colores llamativos con pegatinas de este símbolo. El genio de Ares dijo “Tubos luminosos de festivales” “con esto la montamos gorda”.
Estuvieron andando hasta que llegaron a los alrededores de la Tienda de Ultramarinos de Johnny Melavo. Todos sus compañeros empezaron a hacer paridas como de costumbre hasta atravesar la multitud. Los frikis lentos y ambiciosos de adquirir SUS TESOROS se movían por instintos de coleccionar todo lo que pudieran de la Tienda de Ultramarinos de Johnny Melavo.
Ares se acerco a la marabunta de frikis, se puso los cascos a todo volumen, sujeto la caja abierta delante suyo y dijo “es la hora de escuchar música y animar a este personal”. Comenzó a bailar erráticamente, robóticamente y penosamente al ritmo de esta canción hacia la Tienda de Ultramarinos de Johnny Melavo. Como no, Ares no podía estar más de una escena sin bailar, lo llevaba en el cuerpo. A medida que iba avanzando con fuerza iba gritando “¡party people, party people, can y'all get funky? VENGA PEÑA FIESTA, FIESTA AHÍ VAN TUBOS DE FESTIVAL, FIESTA, FIESTA yaaah!, just hit me!”. Ares empezó a lanzar probetas a todas las direcciones sin perder el ritmo y cantando “¡just taste the funk and hit me, just get on down and hit me, bambaataa's jus' gettin' so funky, now, hit me!”.
Cuando se originaron las primeras explosiones por el impacto de las probetas la gente no respondía ya que solo pensaban en MERCHANDISING y Ares dijo “que guay hay efectos de fuego, debe de ser la reinauguración de la tienda” después de lanzar los tubos de dos en dos o tres en tres ya se veían saltar por los aires frikis chamuscados que Ares entendía que saltaban los frikis porque ya se estaban animando y divirtiéndose en el momento álgido de un festival.
Ares llego sin problemas a las puertas de la tienda por la labor de sus compañeros y los boquetes que iban generando en la calle tirando los tubos de festival a la aglomeración pero uno de sus compañeros peludo y sarnoso le lanzo un muñeco-explosivo cerca de él. Ares salió disparado de la entrada de la tienda por la onda expansiva y levemente herido por unos perdigones.
Sus compañeros entraron, arramplaron con lo que vieron. Ares se levanto como pudo fue corriendo hacia la tienda. Fue corriendo por los pasillos pero todo el merchandising era demasiado friki para él hasta que unos lasers que se movían continuamente a todos lados pero enfocados a la esquina de la tienda le hicieron ver lo que le interesaba.
Ares se cogió unos carros planos de compra y desplazo hasta la entrada el SUPER EQUIPO DE MEZCLAS DE DAFT PUNK que usaron en la primera actuación profesional de su carrera profesional. Lo enchufo, Ares no tenía ni idea como se usaba, empezó a tocar todos los botones, dispositivos y palancas. Comenzó a sonar la música y Ares subía, subía, subía y subía el volumen que era ensordecedor esperando que los frikis disfrutase de la música y les explotara la cabeza. Lo que no sabía Ares que es iba a ser literal lo que iba a suceder. El tema que pinchaba no era de Daft punk sino de PAAAAACCCOOOOOOOOOO PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIILLLLLL VIVA LA FIESTA.
Motivo: Tubos explosivos
Tirada: 1d6
Resultado: 5(+1)=6
Motivo: Equipo de mezclas revienta cabezas
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: Frikis que llegan al apoteosis festivalero mortal
Tirada: 12d6
Resultado: 4, 5, 1, 2, 5, 5, 6, 6, 2, 3, 3, 3
Los tubos luminosos de festivales es la arma improvisada. La mesa de mezclas es el merchandising. Calculo 45 frikis muertos.