Partida Rol por web

Te desvaneces del dolor, sientes como la sangre y la vida salen derramadas de tu cuerpo, con un sentimiento dulce, de liberación.
Tu alma sale de tu cuerpo y como si se estuviese ahogando inspira con gran fuerza, no aire, ya que el aire es inmaterial. Llenas tus pulmones, tu interior, de un suspiro inmaterial de un sentimiento de libertad, como si hubieras estado presa dentro de tus costillas sin poder respirar.

Y el tiempo parece detenerse. Todo brilla con una luz tenue, sin ser de día o de noche, sin luna ni sol en el cielo que parece infinito y a su vez una senda de espesura transitable...

De repente un viento frío del norte y del otro lado del canal se aparece. Una sombra que te contempla...

-Bien... no ha sido tu voluntad la que ha caído. Aun tienes fuerzas para luchar... Aun tienes fuerzas para existir.
Pero lamentablemente la vida se escapa de tus manos.
Ya no tienes vida para vivir.
Aun así...-

Busca dar unos lentos pasos sobre el agua del canal, cruzando, y este a medida que pisa se cristaliza como congelado en un azul solido.

-...Aun así puedes seguir, más allá de la vida.
Acepta nuestro regalo y existirás sin banalidad... una "vida" sin igual.-

Extendiendo el brazo...

-¿Aceptas?-

Que sucedió? Quién eres?

*Intento preguntar, pero no tengo fuerzas para hablar. Escucho a la sombra hablarme y quiero responder, hacerle preguntas. Debería sentir miedo, pero no siento más que paz y frío. Ni siquiera dolor.*

-Acepto... -Le respondo, aunque no estoy segura de que me haya escuchado.

-...este regalo te es concedido.- Soltando algo invisible en su mano.

De repente un frío viento te penetra, saciando la sed de tu alma hasta que ese trago te quema en un helado dolor.

Y te sentís temblar, te sentís en carne nuevamente, sentís tus huesos por dentro y la extraña sensación de ser completamente consiente de ellos...

-Y dales este mensaje. Se ejemplo de lo que ofrecemos. Diles que se entreguen para que como tú disfruten de una vida eterna.-

Lentamente se aleja desvaneciéndose.

-Lo prometemos...-

Pesadamente un cuerpo cae entre las sombras.
El semi dragón Ashardalon se desplomaba casi etéreo en el suelo.
Desvanecido del dolor, siente como la sangre y la vida salen derramadas de su cuerpo, con un sentimiento dulce, de liberación.
Su alma sale de su cuerpo y como si se estuviese ahogando inspira con gran fuerza, no aire, ya que ahora el aire es una ilusión. Llena sus pulmones, su interior, de un suspiro inmaterial de un sentimiento de libertad, como si hubiera estado preso dentro de sus costillas sin poder respirar.

Y el tiempo parece detenerse. Todo brilla con una luz tenue, sin ser de día o de noche, con un sol en el cielo que parece infinito y a su vez alcanzable...

De repente un viento frío sopla del Este y sentada en la arena aparece. Una sombra que lentamente toma forma.

Era Nalmyr se encontró sentada de cara al mar que habían cruzado para llegar allí, con los ojos pesadamente cerrados.

Ese espiritu tenia en razon en algo, siento una gran libertad.

-Asi que hasta aqui llegue, una vida provechosa, pero lejos de alcanzar a mis parientes lejanos.

-Asi que tu tambien estas aqui, ya veo... parece que realmente mordi el polvo. Le digo a Nalmyr, a quien vuelvo a encontrar.

*Sintiendo aún el susurro desvaneciéndose, distingo un vozarrón familiar cerca mío. Abro los ojos y levanto la mirada, sobresaltada.*

-Ashardalon, qué... ¿Cómo llegaste aquí? ¿Estás...? ¿Dónde están los demás? -pregunto, precipitadamente.

*Me incorporo, me pongo de pie de un envión y observo hacia todos lados, en búsqueda de rostros familiares, sin éxito.*

-Yo no... No sé que sucedió... Pero aquí estamos...

Como si de una pluma al viento se tratase un cuerpo cae entre las sombras.
El elfa Vallewida ahora descansa casi etérea en el suelo.
Desvanecida de dolor, siente como la sangre y la vida salen derramadas de su cuerpo, con un sentimiento dulce, de liberación.
Su alma sale de su cuerpo y como si se estuviese ahogando inspira con gran fuerza, no aire, ya que ahora el aire es una ilusión. Llena sus pulmones, su interior, de un suspiro inmaterial de un sentimiento de libertad, como si hubiera estado preso dentro de sus costillas sin poder respirar.

Y el tiempo parece detenerse. Todo brilla con una luz tenue, sin ser de día o de noche, con un sol en el cielo que parece infinito y a su vez alcanzable...

De repente un viento frío sopla del Oeste y haciendo que dos figuras allí paradas se cubran los ojos, al detenerse este corren sus brazos mostrando sus rostros
Nalmyr y Ashardalon se encontraban allí parados.

Cuando pueden darse cuenta notan como unos lazos como hilos de plata o cristal atan el alma de Ashardalon y Vallewida a sus cuerpos allí tirados.

Aunque podrían fácilmente cortarlos también una sensación de tirantez podrían llevar de nuevo sus almas a los cuerpos.

Entre el alma de Vallewida y su cuerpo en el suelo esta figura se aparece.

Colándose entre lo que parecen ser unos hilos de plata o cristal que unen a la elfa que se encontraba casi consciente flotando con su cuerpo en el suelo allí descansando, tocando estos lazos que al instante se oscurecen volviéndose como oscuros y pegajosos hilos de brea.

Un risa suave lentamente la sombra deja escapar...

*Observo la escena, con Ashardalon a mi lado, visualizando en mi mente la misma escena conmigo como protagonista. Me acerco lentamente a la elfa.*

¿Habrá sido igual conmigo? No recuerdo los hilos de plata, solo a la sombra... ¿Qué será?

-Vamos, va a necesitar ayuda -Le digo a Ashardalon-. ¿Podrías explicarme qué está sucediendo? ¿Qué los atacó? Espero no haya sido la víbora, teniendo en cuenta que hice lo que estuvo en mi mano para que puedan escapar...

*Observo a la sombra sonreír y recuerdo sus indicaciones.*

"Se ejemplo de lo que ofrecemos..." *Las palabras resuenan en mi mente.*

-Tengo algo que decirte. A ambos.

Realmente no entiendes bien que es lo que hace la sombra entre el alma y el cuerpo de la elfa. Pero supones que puede ser lo mismo o algo parecido a lo que hizo contigo.

La sobra se detiene por un momento y levanta su cabeza mirando hacia Nalmyr con esa oscuridad que se suponía fuera su rostro.

-... ¿No olvidado algo? Nalmyr heraldo de la muerte.
Respeta el pacto... Ofrece a tus amigos una vida eterna sin dolor... él solo tiene que decir "SI, ACEPTO"...

Concluye volviendo a transformar en negro los plateados lazos de vida de la elfa.

*Escucho a la sombra y observo que Ashardalon no se mueve de su sitio. Comprendo, entonces, que aún no acepta la propuesta.*

-Ashardalón... -levanto la voz, hacia él-. La sombra te ha ofrecido un regalo... Vida eterna. No más dolor, mucho poder... Dile que si... Es la única forma... -Le digo, animándolo a aceptar el trato, aunque mi voz no suena del todo animada.

Consecuencias de estar "muerta", ja.

*Observo a Vallewida, suponiendo que está en la misma situación.*

-Elfa, acepta la propuesta de la sombra... Esta "vida" es diferente, pero tiene sus recompensas... -Le digo, sin saber si puede oírme del todo.

Que molesto se ha tornado todo esto, incluso para morir debo pasar por tantos problemas.

Mientras forcejeo con los hilos me dispongo a hablar, ya que es lo unico que puedo hacer mientras tanto.

-Te recuerdo.. le digo a la sombra. Y esas palabras me suenan familiares, las he oido antes, ya veo, con que se trata de cosechar un ejercito? Debiste haberme oido tu a mi cuando te dije lo que significaba ser un draconido, he sido derrotado, pero no voy a someterme a nadie, si voy a morir que asi sea, pero no sin luchar.

-Cuando te vi por primera vez, senti miedo, pues estaba ligado a mi mortalidad, pero aqui? No importa el destino que pueda tener, no tengo barreras, no voy a someterme al mandato de ningun cobarde, prefiero que mi alma desaparezca.

Forcejeo entre los lazos intentando liberarme.

-Nalmyr! le digo sin mas. Antes de que sea demasiado tarde, lo que me trajo aqui no fue mas que aquella cosa por la que estas respondiendo, esa vida sin dolor no es mas que una esclavitud ligada a su voluntad, es una oferta que no pretendo aceptar, no importa si desaparezco por completo, el fin llegara cuando ya no pueda pelear, no cuando decida no hacerlo.

El orgulloso semi dragón parecía preferir la muerte antes que una eterna no vida, sirviendo a una oscura fuerza superior.
Lucho contra sus ataduras buscando escapar hacia el más allá logrando una muerte digna y que su alma pudiera descansar en paz.

Pero fue su ímpetu la que lo traiciono, cuando más luchaba contras los lazos que unía su alma a su cuerpo más fuertes estos se hacían, hasta que no pudo contenerlos más. Y así su alma envuelta en hilos de plata fue apresada sin más por su propio cuerpo, uniéndola para volver a formar uno.

La sombra miro perpleja la lucha del semi dragón... y en cuanto este logra escapar del limbo gira su rostro hacia Nalmyr.

-...Ve por ellos, convénceles. Que mi trabajo aquí ya casi esta hecho...- Dice mientras los hilos que de vida que unía al alma de Vallewida se oscurecían cada vez más, al igual que su alma que lentamente dejaba de brillar.

-... Pronto te acompañare en tu viaje en el mundo mortal...- Dice la sombra, dejando escapar una risa mientras se prepara para tomar el alma y cuerpo de Vallewida.

Entonces todo se vuelve borroso y Nalmyr escapa de este campo onírico de nuevo a la realidad.