Partida Rol por web

Ya volando, y con el ruido taponando mis oído, no puedo evitar sacar la cabeza para echar un vistazo, y soltar una escupitada.

-Puaj, para los que llamáis "charlies".

Al escuchar que igual tenemos sorpresa en esta misión, comienzo a revisar mi arma.

-Hombre prevenido vale por dos -digo en voz alta, y sin mirar a nadie en especial-

Cuando termino, le digo a un artillero:

-Oye, ¿yo puedo manejar una de esas? -digo al soldado señalando su arma.

Joder...mejor que no le dejen-bromeé con Mark- Este tío tiene más peligro que todos los charlies juntos

El ruido de las aspas me estaba volviendo loco, pero las vistas eran magnificas. Solo esperaba que fuese una excursión como nos intentaba convencer Stone...aunque solo recordar las miradas de los veteranos y el bautismo de fuego del que hablaban me ponía los pelos de punta.

El viaje transcurría en el helicóptero de combate hacia su destino. Desde luego, Edward se había acomodado lo mejor que podía en ese trasto. Se encontraba cerca de una de las ventanas, y observaba la selva sin mucho entusiasmo. No dudaría que en el tiempo que estaría allí acabaría odiándola. 

El artillero miro al tipo grande que hacia preguntas mientras el estaba concentrado en la selva.- Joder Stone, te a tocado la loteria socio...jajajjajaja

Chico presta atencion, esta arma montada es la misma que la que llevas tu...¿A que no sabes que es lo mejor del mundo?

Oler el Napalm antes de desayunar jajajjaja- Rio y siguio concentrandose en la selva. El piloto hizo un giro hacia la derecha metiendose aun mas en la selva.

¡Esto no es el jodido autobus de la academia, sujetaros antes de que os caigais en esa jodida selva! jajajjajaj

El sargento Stone, se encendio un puro y entre sus labios habia una gran sonrisa sujetandose a una de las cuerdas que hacian como de anillas.

Porque si os caeis, no haremos eso de los marines de "Todos entran y todos salen"- Seguia el artillero hablando y bromeando cuando el piloto puso la luz roja y derrepente su semblante se puso serio.- Entramos en zona caliente "Niñas" silencio y concentrados...

El vuelo transcurría tranquilo, escuchando las bromas de Ryan, que hacían que pensara otra cosa, y el malestar estaba despareciendo por completo. Abajo la verde selva del país lo inundaba todo, un giro brusco del piloto indica algo, y el artillero lo confirma estamos en la zona caliente. Agarro con fuerza una de las cuerdas para no caer, mientras miro al sargento como está disfrutando del viaje, o al menos eso es lo que quiere aparentar.

- Parece que empieza lo duro - digo a Ryan mientras afianzo el fusil para que no se me caiga. Miro a Edward y a Jones mientras me quedo en silencio como ha dicho el artillero, esperando a que lleguemos a nuestro destino.

Claro, por eso nos reclutan por millones, porque todos salimos- respondí antes de darme cuenta de lo que estaba diciendo. Nunca había sido capaz de dejar de decir lo que pensaba, esperaba poder aprender a contolarme porque sí no me iban a joder pero bien.

Cierra la boquita que estas mejor

Sin embargo, cuando el artillero mando callarnos lo hice, aunque no comprendía el motivo de ese silencio. El helicoptero era lo suficientemente ruidoso como para delatar nuestra posición hasta al vietnamita con peor oido de la región. Lance una mirada a Edwards que parecía preocupado, vaya gurpo más peculiar que habiamos formado

Sonrío al escuchar lo que dice Pignoise, hasta que nos manda guardar silencio, entonces, me pongo a mirar fijamente hacia abajo buscando movimiento entre las malezas.

-Aquí no se ve una mier..., FLAP FLAP FLAP FLAP FLAP y con este ruido es imposible quw FLAP FLAP FLAP FLAP

Mis palabras se perdían con el ruido de las hélices, y casi que eran incomprensibles.

Al parecer entraron ya en zona de combate. La cosa se iba a empezar a complicar una vez aterrizarán allá abajo. Pero para eso habían venido allí, ¿no? para luchar contra los sucios comunistas.

No había mucho que decir o hacer, salvo agarrarse a uno de los asideros del helicóptero para no caerse.

Debajo vuestra empezaron a salir los campos de arroz en forma de escaleras.

Al fondo se veia el pueblo y unos puntitos negros con lo que parecian unos sombreros de paja en aquellos arrozales, algunos alzaron la cabeza y "Pignoise" tenia el dedo en el gatillopr si veia un movimiento extraño.

¡Vamos, vamos dadme una alegria!- Susurro entre dientes y cn cara de cncentracion.

Pasasteis por encima del pueblo en una pasada.

y tras pasarlo el piloto hablo- Os dare luz verde segun pasemos a dos Cliks, donde hay un claro..

alli os dejare y sera todo vuestro Sargento...- Este asintio con la cebeza.

No tardo apenas unos segundos en descender el helicoptero hasta dos metros del suelo- ¡Luz verde, Go, go, go!

El sargento fue el primero en saltar y colocarse en posicion esperando.

El pueblo al que tenemos que llegar aparece por el horizonte, tras las indicaciones del artillero. En un momento hemos superado el poblado, el helicóptero tras un brusco descenso se mantiene a escasos metros del suelo en un claro de la selva. Escuchamos las palabras 'magicas' que nos indican que aquí termina el viaje. 

Afianzo a Alice, agarro con fuerza el fusil y cuando me toca el turno salto del Huey, esperando que el entrenamiento con el sargento Hartman haya servido de algo. Cuando estoy en el suelo quedo vigilando que no haya moros en la costa.

Apoyo un pie ne la pala del helicóptero para poder bajar, y pego un salto, alejándome del pájaro de metal, y coy corriendo hacia algún arbusto que hubiese por la zona.

-¡Vamos, vamos, vamos!

Observo preocupado, a ver si alguno de mis compañeros cae mal en el suelo.

Sólo faltaría que me torciese ahora un tobillo...

Con los dientes apretados trate de recordar el entrenamiento básico mientras aseguraba bien aquella jodida mochila y comprobaba de nuevo que el fusil tuviese el seguro puesto. En el momento oportuno cerré los ojos y salté al suelo preparandome para el golpe que iba a recibir mi cuerpo. Mientras caía se me ocurió que odía haber lanzado a ALICE previamente, pero seguro que eso hubiese causado alguna bronca de los jefazos

Edward, tras escuchar la orden, da un salto y sale del helicóptero, y tras caer al suelo, corre hacia su posición, mirando hacia el frente y el arma preparada por si había que combatir.

A partir de ahora estaban en terreno enemigo y la posibilidad de combatir era mas que real. Empezaba ahora por lo que había estado entrenándose durante los meses anteriores.