Los ojos de Mariano se volvieron pura expresión, incluso parecieron brillar por un instante, mientras que asentía con la cabeza, apoyando la idea con un esbozo de sonrisa que no quería disimular...
Bien, nuestro amigo recibirá una dosis de su propia medicina...
-Si todo sale bien, podría estar de puta madre tío - Le dice Belleti a Besnier dándole unos golpecitos en su espalda para felicitarle por la idea. - Cuando queráis nos ponemos en marcha. Parece que el tiempo apremia.