Partida Rol por web

Natus Luciferi

ESCENA II: LA CACERÍA

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02/01/2012, 13:00
Xoan Manoel

Escucho el discurso que me da Bernal, y le replico:

-¿Fraternitas Vera Lucis?, ¿cómo te has podido aliar con esos asesinos?, no Bernal, esta chica es mi prisionera.

Me acerco hasta ella y la agarro del cogote, obligandola a que se arrodille dándole un pequeño golpe en la parte de atrás de la rodilla.

-Esta chica es mia, y voy a hacer lo que es debido y lo que mi religión y el rey manda.

Le digo a la chica:

-Quedas bajo mi protección hasta que te entregue y seas juzgada por participar en actos de brujeria. Dios decidirá si eres inocente o culpable.

Miro furioso a Bernal, y le digo:

-Dame una cuerda para atarla, voy a hacer que no he visto lo que has hecho antes, y no te voy a denundiar por asesino, en tu conciencia quedarán rus actos, pero delante mio no vas a asesinar a nadie mas. Mientras asesinabas a la vieja, ¿sabes lo que he visto?, al demonio que te había poseido. Reflexiona en lo que has hecho, ayudame a hacer justicia, y sal de de la fraternidad a la que te has unido. Acompáñame a Santiago, y tus pecados serán perdonados en el confesionario del de la catedral.

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02/01/2012, 16:05
Andreia

La muchacha no opone ninguna resistencia. Ahora ves en ella un gesto de esperanza, aunque no ha desaparecido su expresión de terror.

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02/01/2012, 16:06
Bernal de Castro

La furia se intensifica en los ojos de Bernal al escucharte, hasta que finalmente explota.

"¡Maldita sea, Xoan! ¡Estás de su parte! ¡Defiendes a quienes mataron a María!"

Observas cómo aprieta los dientes y mira al suelo, pasándose la mano ensangrentada por la calva. La suya es la pura imagen de la locura.

"¡Te odio!", te grita. "¡Te odio por lo que me vas a obligar a hacer!"

Y entonces se lanza hacia ti enarbolando la espada. No puedes creerlo. ¡Tu amigo te está atacando!

Notas de juego

Antes de seguir, tenemos que resolver el combate. Lee la escena DE RE MILITARI. Cuando acabe el combate, lo narraré aquí.

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02/01/2012, 19:36
Bernal de Castro

Ciego de ira, Bernal te lanza dos golpes apresurados, pero solo el primero de ellos está cerca de rozarte el abdomen. El segundo, debido a su exceso de ímpetu, corta el aire sin encontrar tu armadura. Tú, como luchador avezado, esperas tu oportunidad y, una vez que Bernal deja abierta su defensa tras lanzar sus torpes ataques, te aseguras el golpe, que va directo al pecho. No querías hacerle tanto daño, pero has rajado sus pieles, dejando al descubierto su pecho ensangrentado, y ahora surcado por una profunda tajada.

Bernal, sorprendido, se lleva la mano a la herida, pero no se amilana: vuelve a la carga, esta vez más comedido. Esta vez intenta darte en la cabeza, pero vuelve a fallar por mucho. Igual que antes, esperas a encontrar el hueco para atacar, pero esta vez intentas desarmarle; sin embargo, no tienes éxito, y te ves obligado a golpearle de nuevo para alejarlo de ti. Él trata de parar el golpe con su espada, pero no calcula bien y le causas otra herida, esta vez en el brazo con el que sujeta su arma.

El último golpe no ha sido tan severo, pero tras él ves que Bernal ha perdido mucha fuerza. Este resopla, y al hacerlo exhala una buena bocanada de vaho. Pero, lejos de rendirse, vuelve a la carga. ¿Cómo puede ser que arriesgue su vida de esa forma? Desesperado, trata de empujarte para hacerte perder el equilibrio, y aunque llega a agararte co su mano izquierda, te zafas fácilmente. Viendo que no lo ha conseguido, opta por lanzarte un nuevo ataque, y esta vez casi se cae al suelo al hacerlo, debido a su desventajosa posición después de ese fallido intento de empujón. Tú tratas de nuevo de desarmarle, pero tampoco lo consigues esta vez. Resignado, le lanzas un último ataque, que esta vez rasga sus pieles a la altura del abdomen.

Bernal suelta la espada, se dobla y se agarra el estómago, castigado por el dolor. Poco después, cae al suelo semiinconsciente, jadeando y temblando.

Cuando te acercas a él, intenta hablarte, pero solo le sale un hilo de voz. A duras penas puedes entenderle:

"Lo siento, Xoan... siento haberte atacado... tenías razón, me he convertido en un demonio, aquello que tanto odio y contra lo que he luchado. Por favor, no dejes que esos dos maten a la mujer y a su bebé..."

Y dicho esto, se le nuba la vista y se desvanece.

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02/01/2012, 19:59
Director

Cuando Bernal te nombra a la mujer, te das la vuelta y te das cuenta de que ya no está allí. Ha huido mientras peleábais.

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02/01/2012, 21:17
Xoan Manoel

Me agacho delante de Bernal, y le digo al oído mientras lo arropo con su capa:

-Amigo, vuelve a casa, cura tus heridas y descansa, recapacita de todo lo que has hecho, y dios sabrá perdonar tus pecados. Te prometo que salvaré a la mujer, y si quieres, cuando termine todo esto, yo mismo te ayudaré a realizar la penitencia que creas precisa. No te culpes de lo que has hecho, ha sido la pena de perder a María, yo también me habría vuelto loco.

Me giro buscando a la chica, y pienso:

Será insensata, conmigo estaría a salvo, y ahora hay dos cazadores que la estarán buscando. Tengo que darme prisa para poder encontrarla y sacarla de este bosque.

Salgo disparado en la dirección que ella estaba buscando alguna pista para poder encontrarla.

- Tiradas (1)