Partida Rol por web

Estamos en el año 1983, nos encontramos al norte de Boston, en el interior del condado de Massachussets. Por una carretera sin asfaltar circula un vehículo blanco, con tracción a las 4 ruedas, bien visible en los laterales con letras rojas "Brooks & Co.", una compañía constructora a la que se le ha asignado la construcción de un embalse en la zona.

El todoterreno traquetea por el camino debido a los continuos socavones y grietas, a causa de este movimiento constante la ventana del conductor se ha descolgado levemente, un par de dedos y no cierra bien, además hace un ruido molesto al zimbrearse. A ambos lados del camino se extienden prados y arboledas, pero el único símbolo de civilización lo habéis dejado atrás hace varios kilómetros, un cartel de carretera cortada y el anuncio del proyecto del "EMBALSE BROOKS".

Dentro del vehículo hay cuatro personas, bastante variopintas, tienen el encargo de inspeccionar la zona, en especial el pueblo de "Nazarene´s Lot", abandonado hace ya mas de 50 años. Deben corroborar que nada impide la construcción del embalse. Suena música en la radio del coche, pero las interferencias de la misma empiezan a ser continuas, están alejados de la civilización y los últimos repetidores debieron quedar atrás hace mucho tiempo.

El día estaba siendo de los mas insufrible para el Señor Gambetta, Los constantes baches de la carretera no solo le habían revuelto las tripas, ademas tenia la espalda empapada y pegada al asiento, sin contar que la ventana decidió hacer su propia música arritmica y tenia el oído izquierdo con un molesto zumbido en consecuencia y para dejarle claro que ese coche blanco le odiaba la música empezó a petardear mas que su vieja madre en navidad.

-Maldita Brooks, cuando me van a dar un coche en condiciones. -Soltó al fin antes de apagar la radio para intentar tranquilizar un poco sus nervios. Pero el incomodo silencio no fue una mejor solución. Sus tres acompañantes llevaban horas con él pero apenas habían cruzado alguna frase que no fuera la típica de ascensor. Por suerte pronto podrían salir de allí, si los cálculos no fallaban y el mapa era correcto no faltaba mucho para poder salir de ese destartalado coche, cambiarse de camisa y ver que les deparaba ese pueblito con nombre tan "pintoresco".

-Bueno creo que no puede faltar mucho, si alguien tiene algo que decir, creo que es el momento. -Iniciar una conversación no es fácil y menos rodeados de cerebritos y menos cuando tienes una voz de no haber dormido en días.

Los viajes siempre han sido la peor parte de su trabajo y, en esta ocasión, no se va a tratar de una excepción a la norma. Debe evaluar desde el punto de vista del patrimonio cultural la zona a inundar por parte de la compañía; el antiguo pueblo de Nazarene's Lot. Para eso la había contratado Brooks & Co., para que su informe aumentase el permiso oficial para destruirlo todo cuanto antes. En ocasiones se preguntaba si su trabajo servía de algo, en realidad. El año anterior, un asentamiento indio con un valor incalculable había sido sepultado en grava para hacer una autopista de seis carriles. De poco sirvió su informe solicitando cuatro meses de moratoria para el desenterramiento de los elementos más importantes.

Gloria mira de reojo a sus compañeros. No conoce a ninguno de ellos y, aunque ha oído mencionar sus nombres y forman parte de sus papeles, tampoco tiene mucho interés en establecer ninguna relación. Según la documentación sobre el lugar, existen un par de edificios que podrían ser importantes, pero el resto aparece catalogado como zona civil corriente. ¿Puede ser corriente algo que se remonta al siglo XVII y XVIII? Mira algunas fotografías hechas desde el aire y calcula la zona que ocupará la presa por centésima vez? Todo quedará anegado por el agua, probablemente con independencia de lo que diga su maldito informe.

Escucha hablar a Frank. Parece un buen hombre, aunque fiarse de las apariencias no tiene mucho sentido.

—No, señor Gambetta, por mi parte no hay nada que decir —musita mientras mira la vegetación del lugar y trata de fingir que no está mareada—. Pero gracias.

Estaba sentada en la parte de atrás, cerca de una de las ventanas que había bajado un poco, mientras hacia el crucigrama del periódico con un gesto pensativo y que hacía parecer que no estaba pendiente de lo que pasaba a mi alrededor.
Por el rabillo del ojo podía ver los árboles que iban pasando y que se intercalaban con los pequeños prados. Iba a tener el culo dolorido por la condición de la carretera, nada que un buen baño no arreglara por la noche.
Arqueo una ceja escuchando la frase del conductor y levanto la mirada del crucigrama.
— Con siete letras, miembro de una orden religiosa — murmuro jugando con el bolígrafo

Tras un largo camino por fin divisáis entre la espesura algunas casas, están practicamente derruidas, ninguna tiene techo, y muchas paredes han caído. La naturaleza se ha adueñado del lugar, engullendo la mayoría de las construcciones.

Frank conduce con cuidado, por el estrecho camino que antes era la calle principal del pueblo, llegando finalmente a la plaza mayor, donde vuestros informes indican que se encuentra la sacristía o antiguo edificio de reuniones, si hay algún documento de interés debe hallarse en ese lugar.

Cuando bajáis del coche, lo primero que sentís es un olor nauseabundo, que os invade hasta lo mas profundo de vuestro ser, muy desagradable, es como si algún animal se estuviera descomponiendo cerca de allí. En medio de la plaza hay una gran estatua de piedra, que representa un tocón de árbol de enormes dimensiones, y un hacha clavada en la base superior. El hacha tiene algo de óxido en su hoja, lo que impregna al tocón de un color sanguinolento. Además en el mango de la herramienta parece haber algún tipo de inscripción.

Las casas que circundan la plaza central están derruidas, alguna pared queda en pie, incluso hay alguna construcción de la que crece un árbol que atraviesa el techo hundido. La única edificación que parece tenerse en pie es un edificio de dos plantas, parece ser robusta y la única construida sobre cimientos de piedra, el tejado parece aguantar bien, menos en algunas zonas donde parece que se ha hundido y faltan algunas tejas. Algunos cuervos negros están posados en las anchas vigas de esta casa y parecen miraros con curiosidad. Sin duda este edificio es la sacristía que viene en los informes, la única construcción junto con la iglesia que puede tener algún valor en este lugar apartado del mundo.

Ese edificio de dos plantas es la sacristía, según el informe que te facilitaron en la plata superior del edificio hay algún tipo de registro donde se guardan informes del lugar, mayormente registros de la iglesia (bautizos, bodas, sepelios, etc).

Te facilitaron la llave de este edificio para que pudierais acceder sin problemas, una llave metalica, oscura y grande.

Como arquitecta y experta en construcciones coloniales esta es una plaza típica en estas poblaciones, donde la gente celebraba las festividades y donde los lugareños trataban de vender su mercancía a sus vecinos. Nada extraño.

Además esa edificación de dos plantas, seguramente se construyó en principio para celebrar reuniones y seguramente socializar, después con el tiempo seria la residencia del párroco local, es robusta porque esta construida sobre cimientos de piedra caliza, y además con madera de buena calidad, seguramente este en buenas condiciones para explorarla. No puedes decir lo mismo del resto de casas, ya que son construcciones baratas, hechas con material de la zona y vigas de madera. Además sabes que este tipo de construcciones suelen tener un sótano o bodega, donde se solía guardar alimentos para que se conservaran mejor.

Tras un agradable viaje en el que incluso he dado un par de cabezadas, llegamos a nuestro destino. Tras abrir la puerta del coche, una olor a podredumbre me golpea como a un joven púgil haciendo de sparring... -Por el amor de Dios, ¿se puede saber de donde sale este olor?-, las palabras salen de mi boca casi sin pensar, al mismo tiempo que bajando del coche saco un pañuelo inmaculado del bolsillo derecho de la chaqueta y me lo acerco a la nariz con la vana esperanza de mitigar el olor tan nauseabundo que impregna la zona.

Voy alejandome del coche pasito a pasito contemplando las ruinas y pensando para mi, que antaño, podría haber sido un bonito lugar para pasar una vida tranquila de recogimiento, escribir unas memorias, leer el breviario junto a una chimenea con tan solo el crepitar de las llamas como compañero las frías noches de invierno. Pensando en ello de pronto me paro frente a la sacristía, el único edificio que incomprensiblemente ha permanecido más o menos en pié.

-Parece que la voluntad de Dios ha querido mantener en pie la sacristía, bien, bien.- exclamó en voz alta mientras retiro el pañuelo de la nariz.

La razón por la que había sido llamada para ese trabajo en concreto quedaba claro: arquitectura colonial. Esa es mi especialidad y, muy seguramente, pensaron que mi firma quedaría preciosa sobre un documento que afirmase que en ese lugar no había nada que mereciese la pena salvar. La plaza, por ejemplo, era el típico lugar creado para las grandes concentraciones de vecinos (hablando siempre de forma relativa) para las festividades y el mercado.

La construcción que tanto ha llamado la atención de Flaherty, la sacristía, aparece como uno de los más importantes a investigar en la documentación que me había sido entregada, especialmente por su posible archivo documental. 

—Me alegra que le ilusione la idea de que la sacristía esté en pie, padre Flaherty —le comentó con una sincera sonrisa—. Es uno de los lugares que tengo que inspeccionar y cuenta con cimientos de piedra caliza, lo que le da cierta solidez. ¿Alguien más vendría conmigo?

Por alguna extraña razón, pienso que no van a querer entrar conmigo a pesar de que, sin duda, es algo interesante en sí mismo por encima de su importancia desde un punto de vista laboral. Sin embargo, antes de dar un solo paso en dirección al no tan ruinoso edificio, recuerdo el hacha de metal en el tocón de la plaza central. Había una inscripción. Me acerco, mientras dejo que mis compañeros respondan a mi petición de compañía, para leer la inscripción que parece haber en el mango.

La voz de la Srta Méndez me hace salir de mi pequeña fantasía para traerme a la apestosa realidad, haciendo ademan de tornar el pañuelo a la nariz, paro a mitad de camino y me lo guardo de nuevo en el bolsillo, girándome y dedicándole una de mis mas sinceras sonrisas intento disimular lo máximo posible la incomodidad que siento hacia este hedor.- Por supuesto Srta Méndez, será un autentico placer acompañarla, es mas, es mi obligación me temo, he de evaluar en que estado se encuentran los bienes religiosos de este lugar, relicarios, pergaminos y demás objetos que.. - No termino la frase al percatarme de que la muchacha avanza hacia un hacha clavada en un tocón que debido a mi ensimismamiento, se me había pasado enteramente por alto.

De mi bolsillo interior de mi chaqueta saco una pluma y una pequeña libreta negra donde apunto notas a modo de recordatorio e intento plasmar un esbozo de la primera impresión que me ha producido esta pequeña aldea al llegar, mientras camino lentamente hacia el tocón hacia el que la joven se dirige.

- ¿Algo interesante hija mía?-

Para cuando paro el coche Frank se sentía mas cansado que si hubiera recorrido una maratón, pero al menos la mitad del trabajo ya estaba hecho. Ahora necesitaba mover las piernas y un cambio de camisa, así que dejo al resto de pasajeros que estiraran las piernas, mientras el abría el maletero y buscaba una camisa limpia, una pequeña toalla y un poco de spray para el olor, aunque dudaba si alguien notaria la diferencia con el nauseabundo olor de las ruinas que les rodeaba.

-No se preocupen demasiado sobre que tipo de piedra sujeta la otra, en cuanto hallan hecho y recogido lo suyo, esto ira abajo, si ha durado tanto es por que nadie a pisado este sitio en años, pero es poco mas que una pared que se cae tras la primera patada. -Frank se unió a la conversación con una idea muy clara, ese trozo de edificio en ruinas era mas un problema que una bendición y deseaba terminar con todo ello para volver cuanto antes, no sea que una piedra le cayera en la cabeza.

-Sí vamos dentro, pero cuiden donde pisan y donde se apoyan, no quiero escribir un informe de daños extra, ni sustos innecesarios, dudo que pueda llegar alguna ambulancia hasta este páramo.

Revisas el monumento que hay en el centro de la plaza, un hacha clavada en un gran tocón de piedra que simula ser un árbol cortado, este pueblo en su época de esplendor se dedicaba a la industria maderera, esta rodeado de arboledas.

Miras la inscripción en el mango de la herramienta.

<<Fuera de Nazarene´s Lot, el mundo no existe; solo el purgatorio, la tortura el propio infierno. 1696.>>

Cuando paramos, por fin oigo hablar al único integrante de esta curiosa expedición. Doblo el periódico con mucho cuidado para dejarlo a un lado, terminaré más tarde el crucigrama.
Arrugo la nariz al salir del vehículo, si, definitivamente, huele a perro muerto. Y no es por tener una mejor definición de lo que huele, podría ser un animal salvaje que haya muerto en algún lugar, pero no es mi problema o si por si infecta las aguas cuando se llene el embalse.

Miro a los cuervos de reojo, aves de mal augurio. Negras son sus alas como la túnica que cubre a la parca. Rebusco en mis bolsillos algo que no sé si esta ahí o puede que en otro sitio.

-Deberíamos llevar un par de linternas por si acaso, tal vez no haya la suficiente luz dentro y si hay murciélagos los ahuyentaremos con los haces. - cojo la pequeña mochila que llevo como equipaje de mano y observo como parece interesarles la extraña escultura, si puede llamarse así claro, que ocupa el centro del pueblo. Puede que lo cortaran y dejaran el hacha en él, tal vez quisieran terminar de arrancar el árbol. La verdad es que yo lo hubiera arrancado de raíz. No la tengo en los bolsillos, así que rebusco en los de la mochila, un día voy a perder la cabeza. Pero esta ahí, enganchada a la cuerda de cuero trenzada que la había puesto para no perderla y colgarla al cuello si fuera necesario.

Te acercas hacia donde esta Gloria, revisas el monumento que hay en el centro de la plaza, un hacha clavada en un gran tocón de piedra que simula ser un árbol cortado, este pueblo en su época de esplendor se dedicaba a la industria maderera, esta rodeado de arboledas.

Miras la inscripción en el mango de la herramienta.

<Fuera de Nazarene´s Lot, el mundo no existe; solo el purgatorio, la tortura el propio infierno. 1696>

Para un hombre versado y culto como tu este pasaje te recuerda a otro de la obra Romeo y Julieta de W.Shakespeare, el original dice asi:

<Fuera del recinto de Verona, el mundo no existe; solo el purgatorio, la tortura, el propio infierno. La proscripción es la muerte con un supuesto nombre, llamar a esta destierro es cortarme la cabeza con una hacha de oro y sonreír al golpe que me asesina>

A un historiador como el padre Flaherty esa fecha 1696, y los versos tallados, te hacen suponer una relación directa con los juicios por brujería celebrados en la cercana Salem.

Te cambias de camisa, parece que tanto el padre como Gloria se interesan mas por esa extraña escultura que por el edificio de la sacristía, tu en cambio tienes tu objetivo claro, unos cuantos edificios ruinosos y una escultura extraña no van a detener un proyecto de la envergadura de ese embalse.

El edificio de dos alturas se alza ante ti, parece aguantar mucho mejor el abandono que el resto de edificios circundantes, levantas la mirada y ves que el techo en algunos lugares esta hundido, una gran viga de madera recorre de lado a lado la pared que da a la plaza, casi completamente cubierta de musgo y una enredadera, menos una porción de la misma que parece resistirse a la hiedra. Media docena de cuervos están posados en este gran madero y te miran de manera curiosa, y hasta dirías amenazante

Parece que eres la única previsora del grupo, mientras el bueno de Frank se cambia de camisa y los otros dos se ponen a curiosear en medio de la plaza una escultura, cuanto menos extraña, tu aprovechas para adelantarte y preparar algo de equipo que de seguro necesitareis ahí adentro.

Cuanto agarras la linterna, algo llama tu atención a tu espalda, esa extraña sensación de que alguien te esta observando, te giras rápidamente pero tan solo logras intuir un leve movimiento en de las ramas de un frondoso arbusto que crece lindando con un par de casas ruinosas. Esa frondosidad es inquietante, no puedes evitar preguntarte como ha avanzado el bosque hasta dentro de esas casas incluso. Quizá haya algún animal y es lo que has sentido.

Durante un instante, lo que dura un parpadeo, ves una figura colgando de esa parte de la viga donde no crece la vegetación. Ahorcado, sin vida, balanceandose de manera ominosa un cuerpo vestido con ropas antiguas y oscuras, como de un antiguo colono puritano.

En cuanto vuelves a tomar aire esa visión horrenda desaparece, pero estas completamente seguro de lo que has visto.

Estas inspeccionando esa curiosa escultura, y leyendo la extraña inscripción cuando notas que el padre Flaherty se acerca a tu posición, vas a decirle algo cuando algo llama tu atención. El óxido que se ha formado en la hoja del hacha empieza a fluir, como si de sangre se tratase, resbalando en el tocón de piedra, y goteando en el suelo, una sangre roja, espesa.

La visión es desagradable e inquietante, pero algo golpea tu tobillo, giras la cabeza y una cabeza decapitada con los ojos abiertos y sin vida te devuelven la mirada, parece haber rodado hasta golpear tu pierna.

Todo esto dura un instante, desaparece en tan solo un parpadeo, pero estas segura de lo que has visto, aun tienes esa sensación en el pie, donde esa cabeza cortada te toco