Partida Rol por web

Gluz escucha a Renci e incluso sonríe (al modo rodiano) al ver cómo se desenvuelve con sus compañeros, particularmente con Ashara. Cuando prosigue con sus explicaciones hace un leve asentimiento al hablar la humana de su caza espacial. 

- A mí me ha convencido - murmura - Creo que eztá ziendo zincera - comenta el rodiano en su farragoso básico. La humana ya notablemente cansada sigue con su respuesta a la chiss.

 ¿Trato hecho?

Cuando la humana saca el tema del dinero, Gluz carraspea y dice:

- Ejem... nueztra jefa ha hablado de nuestroz honorarioz típicoz. Pero zu encargo tiene complicacionez, y ezo zupone unoz ekztraz... - continúa el rodiano en su básico más enrevesado - Ezo elevará el precio por encima de loz 2.000...- Hasta que se ve interrumpido por la exclamación de Renci...

 ¡¡Mierda, ya están aquí!!

- ¡Poodoo! - repite Gluz en huttés - Laz complicacionez han entrado en la cantina... - y señala a Sarek y Ashara - ¡Rápido, zacadla por la puerta trazera antez de que la vean! - luego mira a Alana - Nozotroz intentaremoz conzeguir máz tiempo.

La mirada de la chiss siguió atenta a los dos tipos a los que Renci se refería. Al instante Gluz comenzó a dar órdenes a sus compañeros, nervioso, habitual del carácter de un rodiano.

-Gluz, tranquilo, ya hemos hablado de esto otras veces, tiene que parecer algo normal, no forzado -le recordó Fire mirándole y hablando tranquilamente, como si estuviera comentando la siguiente ruta que iba a hacer.- Gluz, préstale el sombrero a Renci. Sarek, ponle tu gabardina encima, algo le tapará, y sal con ella por la puerta trasera como bien ha sugerido Gluz, hablando con ella como si fuerais al servicio.

-Gluz, tú sal por la puerta principal y mira a ver si hay más tipos esperando, sé discreto.

-Ash, usa tu pico de oro para hablar con los tipos esos, no te pases que te quiero fuera en breve.

-Yo vigilaré todo desde aquí, para seguirles por si salen por la puerta trasera o para apoyar a cualquiera de los grupos.

-Para todos, nos comunicaremos por el canal tres en modo privado. Y nos vemos en la parte trasera de este garito en dos minutos -dijo la mercenaria mirando a sus compañeros muy tranquila, como si esto lo hiciera todos los días.- En marcha.

Gluz ya estaba dispuesto a poner en práctica la costumbre rodiana de "actúa y ya pensarás después", pero el plan de Alana le pareció mejor. Para eso tenemos una chiss. Para elaborar planes.

- Entendido, Alana. 

Asiente y se pone manos a la obra, aunque lo de desprenderse de su sombrero lo hizo con desgana. Puso la prenda en las manos de Renci y se levantó y echó a andar con un paso tranquilo y sin mirar directamente a los dos hombres que habían asustado a la humana. Era preferible no llamar su atención y quedarse mirándolos habría sido una torpeza. De modo que Gluz sencillamente dirige sus pasos hacia la puerta principal para salir después a la calle.

Sarek, consciente de la urgencia y la necesidad de actuar con cautela, sigue las indicaciones de Alana y se prepara para acompañar a Renci fuera del local sin levantar sospechas. Se acerca a la mesa donde están sentados, simulando una conversación casual, y coloca su gabardina sobre los hombros de la mujer para ocultar su identidad.

Mientras habla con Renci en tono bajo, tratando de mantener la apariencia de una charla normal, observa de reojo a los hombres uniformados que han entrado en la cantina. Calcula mentalmente los movimientos que deben hacer para evadirlos sin levantar sospechas y señala discretamente la salida trasera a Renci.

-Debemos irnos por ahí. Será más seguro. Sígueme y mantén la calma. Actuaremos como si no tuviéramos nada que ocultar. Confía en mí.

Sarek camina a huradillas con paso tranquilo hacia la salida trasera, manteniendo la atención en los hombres que los vigilan. Trata de no llamar la atención y, a medida que se acercan a la puerta, se prepara para actuar rápidamente en caso de que los sospechosos intenten detenerlos. El objetivo es salir del local sin despertar la curiosidad de los hombres y reunirse con el resto del grupo en un lugar seguro.

Ashara ya estaba mirando a la Bothan que había dejado atrás para pedirle cobertura de manera muy persuasiva cuando la Shiss tomo el mando. Extendió los brazos, se encogió de hombros.

Era algo que le gustaba de ese grupo, no le buscaban a ella para dictar las ordenes, o ejecutar sus descabellados planes, eso solo pasaba cuando se iba todo de madre y aun no había dado tiempo.

Miro a la nueva con esa sonrisa picara tan particular suya, le coloco el pelo suavemente por delante de la cara.

-Para que oculte esos bonitos ojos que tienes encanto... .- Se levantó tomando los vasos de chupitos que habia pedido antes.- ... Lastima que te pierdas mi actuación...

Caminó hacia los hombres robustos, en dirección contraria a la puerta, choco contra ellos para que la miraran y dejo caer los chupitos al suelo con un estropicio cristalino que resonó en toda la taberna.

-Oops... pero que torpe soy... .-Tomó una servilleta de su bolsillo y comenzó a limpiarles.- ...De verdad que lo siento... .-Cuando le mirasen le dedicaría su mejor sonrisa.- Venga, les invito a un trago por las molestias...

El matón se mira de arriba a abajo en cuatro rápidos movimientos de cabeza con los brazos levantados, incrédulo ante la inesperada situación. Aún más si cabe cuando la togruta de colores tan vivos como su don de gentes comienza a atosigarlo con la servilleta de bolsillo.

- Eh tú, aparta!! - gruñe incómodo dándote un empujón, haciendo caso omiso de tu gentil ofrecimiento.

Mientras tanto, la chiss observa la escena sin descaro, viendo cómo Gluz abandona sutilmente la cantina por la puerta principal,  en cuyo arco de piedra se puede ver el nombre de Nadie escrito en básico con letras luminosas, sin haber sido advertido.

En el lado opuesto de la entrada,, Sarek y Renci, llevando ésta última el peculiar sombrero del rodiano y la oscura gabardina de cuero del técnico, atraviesan la cantina hasta la puerta trasera sin ser detectados. En ella puede leerse "Salida de emergencia" escrito en básico con unas letras que aparecen un poco corroídas por el paso del tiempo.

Poco después os reunís en un callejón solitario a un par de esquinas de la cantina. Gluz avisa de que ha visto otros dos de esos mercenarios en la puerta de entrada. Parecen muy entusiasmados con la idea de hacerse con la humana.

- Tenemos que salir de la ciudad cuanto antes. - dice Renci quitándose el sombrero y la gabardina de a una y devolviéndolas a sus legítimos dueños - Conozco una salida. Seguidme.

A Gluz le acaba suponiendo poner cara de satisfacción ver a todo su grupo a salvo en las callejuelas de detrás del tugurio de Nadie. El plan de Alana ha funcionado perfectamente y todos han ejecutado su parte como una orquesta bien dirigida. Después de avisarles de la presencia de otros dos mercenarios en la puerta principal, el rodiano empieza a figurarse que a la caza de Renci hay un grupo numeroso. Tendremos que ser cautos, pensó. 

Cuando la humana se ofrece a sacarles ya de la ciudad, Gluz se para a observar el parecer de la chiss, aunque el rodiano ya parece decidido a ponerse en marcha según lo dicho por Renci.

Fire salió de la cantina y se reunió con los demás en la parte de detrás. Parecía que todo había salido bien y que no se habían dado cuenta que se habían ido, pero eso no duraría mucho. Como bien decía la humana, debía de salir de la ciudad y escapar de ahí. Pero una cosa es que coincidieran sus pensamientos y otra que coincidieran en la forma de ejecutarlos.

La chiss cogió de la muñeca a Renci cuando se disponía a andar.

-Aún disponemos de veinte segundo que podemos malgastar -comenzó a decir la mercenaria de piel azul e inquietantes ojos rojos-. Dónde nos llevas y cuál es tú propuesta. Pues, si bien es cierto que debemos salir de la ciudad, no me iré sin mi nave... nuestra nave -dijo implicando a sus amigos-. Además, conseguiremos llegar antes a tu nave si usamos un transporte, ¿no te parece?

-Tienes esos veinte segundos para explicarte y convencernos -dijo Alana mirando fíjamente a la Humana.

Renci mantiene la mirada fija en los penetrantes e hipnóticos ojos rojos de la soldado. Cree que el contrató quedó cerrado instantes antes, en la cantina, pero por otro lado han realizado un buen desempeño ahí dentro y están en su derecho de recabar más detalles al respecto, aunque el tiempo apremie.

- De acuerdo. Soy una exploradora, como ya os dije. Pero en los últimos meses también he estado haciendo... algunos encargos de contrabando. Ya sabéis, la paga es buena, y la nave no se mantiene por sí sola. Iba camino de entregar mi último encargo cuando me interceptó un control rutinario del Imperio. Fallé las claves de transporte solicitadas para comerciar por esta ruta y el resto es historia. Intenté escapar pero acertaron en mi nave y no tuve más opciones que realizar un aterrizaje de emergencia en este planeta. Y en ella tengo los créditos. Vosotros me ayudáis a recuperarla, y yo os pago según lo acordado.

Por otra parte, está el asunto de la nave. Renci no parece muy segura al respecto.

- Toda la zona aérea estará controlada. Radares, escáneres... y si me descubren en vuestra nave irán a por ella. Si vamos a pie tardaremos más, pero será más seguro para todos... siempre y cuando nos vayamos antes de que empiecen las batidas terrestres.

Gluz escucha las explicaciones de la humana, y no oculta su creciente mal humor. Cuando termina de referirse a su encuentro con el Imperio, el rodiano murmura pero lo suficientemente alto para que todos le oigan:

- No ez lo mizmo tener una avería que zer derribado por la flota imperial. Ezto zon laz complicacionez a laz que me refería antez. Ezpero que no noz hayaz ocultado máz cozaz. - dice añadiendo un bufido exasperado y señalando a Renci con el dedo.

No queriendo añadir más leña al fuego, Gluz hace una seña a Alana para tener una conversación apartados de la exploradora (por supuesto incluyo en el parlamento al resto del clan, salvo que no quieran acercarse). El rodiano expone su punto de vista:

- La humana tiene razón en lo de loz vehículoz. Zi el Imperio eztá buzcando un Z-95 derribado, lo primero ez eztablecer un ezpacio de ekzcluzión aérea. Cualquier aztronave o repulzor zerá rápidamente marcado. Por tierra zeremoz difícilez de localizar, porque zeguramente ella hizo el aterrizaje forzozo en una zona abrupta. De eztar en una zona fácilmente vizible, loz impez ya habrían encontrado zu nave. - argumentó Gluz - Y ez también cierto que tenemoz tiempo hazta que el Imperio haga un dezpliegue de fuerzaz terreztrez. En cuanto zuz motoz dezlizadoraz empiecen a patrullar, ezconderze zerá cazi impozible. 

El rodiano deja a sus amigos meditando estas palabras y se acerca unos pasos a Renci, y todavía en un tono enojado le dice:

- Quiero que me aclarez un par de puntoz. El primero, hay que zaber zi tienez lo necezario para reparar tu nave; por zi ez necezario conzeguir piezaz de repuezto o herramientaz. Zi tienez todo ezo, para Zarek la tarea zerá máz fácil. Y lo zegundo, aunque no me quieraz revelar ahora la pozición ekzacta de tu nave, para trazar una ruta conveniente debo zaber hacia dónde vamoz.

Gluz se queda con los brazos cruzados en el pecho, esperando que los demás digan sus opiniones, Renci incluida.

Alana sonrió de medio lado al saber cómo se había "dañado" la nave de Renci. Eso era lo que la chiss buscaba, ese era lo que tenía escondido o le esperaba en la nave, el Imperio buscándole. Alana le escrutó un segundo y como esperaba, Gluz se le adelantó. Sin dejar de mirar a la recién descubierta contrabandista, esperó a que su compañero terminara. Pero éste les tenía una sorpresa a modo de reunión informal para decirles su parecer.

FireStorm asintió, sin dejar de mirar a Renci.

-No hace falta que lo digas solo para nosotros. Lo puedes decir en alto, de hecho, creo que te ha oído -dijo Alana con su habitual máscara de hielo en su cara-. Lo tenía ya presente tanto ella como yo. Pero quería que me dijera la verdad -confesó la chiss. Luego Gluz se le volvió a adelantar y esta vez Alana sí que sonrió tímidamente.

-Gluz, si busca a un técnico o mecánico es que tiene todo lo que necesita, aunque no está de más preguntar. Pero lo que tenemos que hacer ahora es salir de aquí -cortó a su amigo esta vez mirándole a él y haciendo un leve asentimiento con la cabeza para que supiera que estaba en lo cierto y lo había hecho bien, pero que ahora primaba más escapar.

-De camino, cuéntanos dónde está tu nave y la forma que piensas llegar a ella... pues supongo que no querrás volver por el mismo sitio que has venido -dijo como si fuera obvio para todos que esa era una mala opción.

-¡Vamos! 

Cuando se pusieron en marcha, la chiss comenzó a pensar en la aproximación y en todo lo que necesitaban. Cuando lo tuvo pensado se dirigió a cada uno de los componentes del equipo.

-Necesitaremos raciones de comida para una semana cada uno, yo no tengo nada, está todo en la Fénix ¿vosotros cómo vais? -preguntó a todo el grupo-. Estaremos dos días de camino, más otros dos de vuelta, más otro por lo que pueda pasar tanto a la ida como a la vuelta, eso son seis días de comida y bebida -concretó la chiss-. En cuanto salgamos de la población y estemos a resguardo, habrá que ir de compras. Encárgate tú, Ash. Haz una lista de lo que podamos necesitar para el camino. Que cada uno piense lo que sea necesario... comida, ropa, herramientas,... lo que sea.

-Necesitaremos un mapa de la zona, a ser posible detallado, ¿Gluz? -dijo mirando a su compañero para que supiera que era su cometido-. E intenta saber peligros que podamos encontrarnos... plantas, animales, oriundos... ya sabes.

-Necesitaremos herramientas para reparar la nave. Yo llevo las mías, ¿tú llevas las tuyas contigo, Sarek? -preguntó la chiss al humano-. Además, de camino, busca las especificaciones del modelo de su nave para tenerlas a mano cuando la reparemos.

Gluz escuchó con atención a la chiss, como solía hacer siempre, pero en este caso fue distinto. Cuando dijo algo de adquirir raciones (¿¡Raciones de comida!? Pudiendo cazar es casi un insulto para un rodiano), el rodiano negó lentamente con la cabeza y, a su modo, sonrió.

- Zon zolamente unoz pocoz díaz de viaje por laz tierraz zalvajez de Ord Mantell. No necezito racionez, me alimentaré de lo que dé la tierra - y con una sonrisa de satisfacción continuó - Cazar durante varioz díaz zerá un placer para mí - Aunque a todos los seres de la galaxia no les gustan las mismas cosas, claro - El que no quiera forrajear zobre el terreno, que lo diga, no me ofende. Pero eztoy zeguro de que con la ayuda de Renci - dice el rodiano mirándola - encontraremoz agua y comida de zobra - Ella ha seguido el camino sola y sin problemas, estoy seguro de que sus habilidades para sobrevivir a la intemperie son respetables. - Eztoy lizto para partir, no necezito nada máz.

En cuanto a lo del mapa, Gluz decidió que lo mejor era firmar la paz con la humana, y preguntar por los detalles referentes a la zona a la que se dirigían (suelo, cursos de agua, animales, peligros naturales) prolongando la charla con Renci todo el tiempo necesario para hacerse una idea precisa de las características de la zona que atravesarían. El cómo se afrontarían los retos a superar, lo vería sobre la marcha: Al fin y al cabo, es mi oficio.

Sarek observó el intercambio entre Alana, Gluz y Renci, mientras escuchaba atentamente las explicaciones y propuestas de cada uno. Su mirada se desplazaba de uno a otro, tratando de analizar la situación y tomar una decisión informada.

Cuando Alana mencionó la necesidad de herramientas para reparar la nave, Sarek asintió en silencio. Llevaba consigo un pequeño kit de herramientas básicas, pero sabía que podrían necesitar más equipos especializados según las circunstancias. Respondió a Alana con voz tranquila pero firme:

-Sí, tengo algunas herramientas conmigo, pero puede que necesitemos más dependiendo de las reparaciones que sean necesarias. Si me proporcionas las especificaciones del modelo de la nave, podré revisarlas y hacer una lista más precisa de las herramientas que podríamos requerir.

Sarek comprendía la importancia de tener una lista detallada de suministros y recursos necesarios para el viaje. Aunque no estaba acostumbrado a la vida nómada y de supervivencia, estaba dispuesto a adaptarse y contribuir en lo que fuera necesario para la seguridad y el éxito de la misión.

Cuando Gluz mencionó su capacidad para cazar y encontrar alimentos en la naturaleza de Ord Mantell, Sarek asintió nuevamente, reconociendo la habilidad del rodiano y su disposición para ayudar en la provisión de comida durante el viaje. Sin embargo, él mismo prefería tener algunas raciones de emergencia como respaldo, ya que no se sentía tan confiado en sus habilidades de caza y recolección.

-Entiendo tu enfoque, Gluz, y aprecio tus habilidades para encontrar comida en el entorno natural. Sin embargo, también sería prudente tener algunas raciones de emergencia por si acaso. No estoy tan familiarizado con las condiciones de supervivencia en este planeta, así que preferiría tener una medida adicional de seguridad en términos de alimentos.

Sarek estaba consciente de que cada miembro del grupo tenía fortalezas y habilidades únicas, y veía la importancia de complementarse mutuamente para maximizar sus posibilidades de éxito. Esperó a que los demás dieran su opinión sobre los preparativos y estuvieran listos para emprender el viaje.

-Gluz querido, lo primero para lo que voy a usar mis habilidades y carisma es para comprarte un traductor universal, me cuesta mucho entenderte piquito verde .-Le dijo con un guiño y una sonrisa, pero era cierto que le costaba seguirle el ritmo.

-Conozco de camino unos conocidos que nos podrian hacer buen precio por unas raciones, aunque nuestro amigo no las necesite los demas si .- La Togruta volvio a tomarse confianzas con su compañero mas cercano, esta vez Alana y posó su brazo en sus hombros.- Dejad que me encargue de mi parte, negociar y hablar .- Dijo mirando a los ojos con una sonrisa divertida.- Tambien puedo conseguir un mapa por un buen precio...

-¿Querida... y esos que te seguian eran del imperio? .-Le dijo a la exploradora humana.- Debes tener una carga importante si se estan tomando tantas molestias... ¿Como llegaste desde donde te estrellaste hasta la taberna?

Soltó a la chiss, a sabiendas que habia tentando a la suerte y se acercó a la humana.

-Perdona que te estemos aturullando con tantas preguntas cielo -.Movió la cabeza en un gesto lleno de confianza, apartando uno de sus lektus hacia un lado.- Vas a ver que todo va a ir bien, encontraremos a esos amigos mios, descansaremos, nos preparemos, y saldras volando de nuevo hacia las estrellas .-Su sonrisa no podia brillar mas.- Confia en nosotros, somos el mejor equipo de la galaxia. 

Y finalmente, antes de partir de la ciudad, tenéis tiempo de visitar Suministros Ni'tas. El establecimiento pertenece a la peluda bothan con la que Ashara flirteó en la cantina de Nadie, y os ofrece gustosa unos sobres de fibroproteínas que se inflan al calentarlos, ofreciendo todos los condimentos necesarios para la supervivencia ocupando el mínimo espacio en vuestros cinturones. Además os aprovisionáis de un mapa así como de herramientas y algunos recambios básicos para la Headhunter de Renci, que parece satisfecha con los materiales aunque no sean de primera calidad.

Renci desconoce la ubicación exacta de la nave. Mientras penetráis en la densa jungla explica que fue abordada cuando se dirigía a la ciudad en busca de ayuda y llevada prisionera durante el último tercio del camino, por lo que perdió el rastro de vuelta al lugar del accidente, aunque sabe que se encuentra hacia el oeste de Ord Mantell. 

En el mapa apreciáis la extensa jungla que rodea la ciudad y el desierto montañoso y repleto de cañones que se extiende más allá de la mancha verde. Por suerte no será necesario aventurarse en terreno abierto...

[FUNDIDO EN NEGRO]