Partida Rol por web

La pícara sonrisa de la togruta no desaparece como es habitual en ella. A veces casi parece burlesca, cargada de ironía, como si siempre tuviera algo gracioso en mente pero nunca llegara a revelarlo. 

- Mi querida Alana. - dice exagerando los gestos - Sorpresa es mi segundo nombre... Pero no es posible usarla para escalar este muro, no tiene cuerda.

Mirando la herramienta, desvía sus ojos risueños hacia Sarek y le propina un ligero codazo.

- Crees que podrías hacer algo?

Alana torció el labio pues no se esperaba esa respuesta. Aquel artilugio sin cuerda solo servía de arpón.

-Sí, espero que Sarek haga su magia, si no nos costará mucho más ascender -comentó un poco desilusionada.

Luego, dejando que el mecánico hiciera de las suyas, ella, acompañada de Gluz se fueron a buscar el sitio idóneo por donde ascender.

Al poco su compañero le señaló un sitio. Pese a que no lo veía, se acercó a él y entoces pudo ver lo que las sombras escondían.

-Por todas las galaxias, Gluz, a veces me sorprende tu capacidad de observación -comentó la chiss palmeando la espalda de su amigo.

El rodiano agradeció el gesto de Alana con un asentimiento.

- Ez mi trabajo - respondió con modestia - Aunque creo que hemoz tenido zuerte. Gluz observó el lugar de escalada que parecía tan prometedor. Cuando se aproximaron por el otro lado ni siquiera lo había visto. Pero ahora al venir desde el lugar en que se habían quedado Sarek y Ash hablando sus ojos sí habían sido capaces de detectarlo. Cuestión de fortuna, pensó.

La oscuridad de Ord Mantell parecía abrazar a Sarek Gallo mientras su mente calculaba cada posible variable. Sus dedos acariciaron la superficie del lanzaclavos, sintiendo su peso y textura, mientras sus ojos se fijaban en las sombras que danzaban en la cima de la colina rocosa. Las palabras de Ashara resonaron en el aire, una melodía de ingenio y desafío. Un destello en sus ojos mostró su aprecio por su determinación y, como un artista ante un lienzo en blanco, comenzó a esbozar los detalles del plan.

Sus manos se movieron con una destreza precisa, desmontando partes y reconfigurándolas en una coreografía mecánica. El cable líquido de Gluz se convertiría en el engranaje crucial. Cada componente encajó como una pieza en un rompecabezas, y pronto el lanzaclavos se transformó en una herramienta híbrida de ingeniería y audacia.

Con el lanzaclavos modificado en su mano, Sarek se dirigió hacia el grupo reunido en la penumbra. La luz de las estrellas destellaba en sus ojos mientras hablaba, su voz resonando con la autoridad de quien comprende el potencial de la tecnología. Describió su plan con una pasión que enlazaba pasado y presente, uniendo su habilidad técnica con la causa que todos compartían.

-Amigos, en esta galaxia sombría, la tecnología es nuestra aliada. En la oscuridad, encontramos la chispa de la resistencia. He modificado el lanzaclavos para que lance el cable líquido con precisión y fuerza. Gluz, tu habilidad y tu cable se unen en esta creación. La colina rocosa es un muro, pero juntos lo escalaremos. La luz de la libertad nos guía, y con este 'invento', desafiamos las sombras del Imperio. Unidos, superaremos cualquier obstáculo y forjaremos un camino hacia la justicia.

La situación es la siguiente:

Ashara y Sarek permanecen bajo la pared rocosa de la colina, arrodillados y trasteando con el lanzaclavos y el generador de cable líquido para usarlo como medio de escalada, mientras Alana y Gluz se han movilizado para localizar un lugar seguro para el ascenso.

Sin embargo, al doblar la esquina observáis a un par de figuras humanas descendiendo rápidamente por una cuerdas amarradas en lo alto y no tardan en tocar tierra, formando una pequeña nube de polvo bajo sus pies. Ambos portan armas contundentes y rústicas en forma de garrotes y corren hacia vosotros entonando gruñidos de guerra.

Además, asomadas por la pared en lo alto de la colina, veis a otro par de figuras humanas armadas con arcos preparándose para disparar sus flechas contra la togruta y el mecánico, que no disponen de cobertura.

Lo más probable es que os detectaran anteriormente pero, en lugar de dar la alarma, se han estado preparando para asaltaros por sorpresa. Por suerte, los habéis descubierto a tiempo!!

Os recuerdo que pillar por sorpresa permite, al que sorprende, llevar a cabo una ronda de ataques gratuita. Pero como no ha sido el caso, pasamos a tirar iniciativas para determinar el orden de actuación. Para evitar mucho lío, yo haré una única tirada para todos los enemigos, que actuarán al unísono. También tiro iniciativa por Ashara.

Recordad que la Iniciativa se determina con 1D20+DES (y posibles modificadores por dotes y demás).

Ante la sorpresiva situación que, de repente, ha dado un vuelco tal que ahora los cazadores parecen estar siendo cazados, Ashara se moviliza con avidez y desparpajo para pegarse al muro y evitar ser un blanco fácil mientras su mano diestra se desliza hacia la desgastada bandolera que rodea su cintura y, con presteza, desenfunda su pistola blaster, una DX-13 oscura con restos de óxido, y aprieta el gatillo apuntando hacia lo alto de la colina.

A pesar de la presión del momento, la togruta guiña el ojo apuntando con la mirilla del arma y consigue impactar en la frente de su enemigo, que cae inerte al suelo mientras una hilera de humo ardiente brota de su cabeza.

- Que le den al modo aturdimiento. -

Las dos figuras humanas visten ropas maltrechas y sucias típicas de territorios áridos: finas pero que cubren todo el cuerpo para evitar los rayos ultravioleta de la o las estrellas del sistema.

Garrotes en mano se abalanzan con inusitada rapidez hacia vosotros. Ahora que los tenéis más cerca observáis que tienen añadidas unas púas metálicas en sus puntas gruesas y redondeadas.

Alana no puede zafarse de su potente agresor y sufre un golpe contundente en el brazo. Nada que no pueda soportar la soldado perteneciente a la exótica especie de los chiss.

Por su parte, Gluz ve venir el ataque y consigue evitar el golpe con un ágil movimiento de pies.

Al otro lado, Sarek también recibe un flechazo desde lo alto de la colina, cuyo impacto le desgarra la ropa obligándolo a retroceder.

- Vamos Sarek, muévete de ahí! - le grita la togruta desde la base de la colina.

Por cierto que el lanzaclavos lo tienes en tu mano, Sarek.

Pese a la maniobra defensiva que intentó hacer Alana para librarse del ataque de los guardias, recibió un golpe ligero que no le provocó que siguiera luchando.

Arma en mano, la ex-soldado se zafó de su adversario y le disparó.

Cuando aquel tipo apareció corriendo en su dirección blandiendo una especie de garrote Gluz pensó que no estaba teniendo un buen día. Ni siquiera les había visto. Casi nos cazan como a porgs. Pero el rodiano reaccionó con rapidez para esquivar el golpe. Amagó en una dirección y con un veloz juego de piernas se movió en la dirección opuesta y el garrote pasó muy lejos. Mi turno, pensó con un brillo en los ojos. Tal como Alana había ordenado Gluz había dejado el rifle bláster de caza en modo aturdimiento y no veía motivos para cambiarlo. Todavía... pensó fugazmente en las heridas de sus compañeros. 

El rodiano sujetó el rifle con cuidado y desde la corta distancia en la que estaba disparó y un halo azulado alcanzó de lleno al humanoide que había intentado golpearle. Esperaba dejarle fuera de combate con eso. Y si te levantas hay más de dónde salió esto.

El modo aturdimiento de las armas es una buena táctica para deshacerse de los enemigos sin acabar con sus vidas. A veces es beneficioso mantenerlos con vida. Sin embargo, el modo aturdimiento solo tiene un alcance de cuatro metros, por lo que Ashara no habría podido alcanzar a los enemigos apostados en lo alto del fuerte-colina con el modo activado.

Todo ocurre al mimo tiempo: mientras Ashara dispara su blaster y el enemigo cae, Alana recibe un golpe y falla su contraataque, y Gluz esquiva a su enemigo y consigue impactarle con la energia aturdidora de su rifle.

El enemigo se retuerce y sacude en el suelo mientras restos energéticos se dispersan por su cuerpo. Permanecerá fuera de combate durante unos minutos al menos.

A ver si actúa Sarek y vamos a por la segunda ronda.

Sarek observó la veloz sucesión de acontecimientos, Con rapidez, tomó su lanzaclavos en mano, sintiendo su peso y equilibrio. Era hora de contribuir al combate. Sin embargo, el ataque sorpresa desde lo alto de la colina hizo que una flecha alcanzara su ropa, desgarrándola causandole algo de daño. El lanzaclavos en su mano se convirtió en una extensión de su voluntad.

Siguiendo la voz de Ashara, Sarek dio un paso atrás, protegiéndose detrás de la cobertura más cercana y apuntando su lanzaclavos hacia los asaltantes en la colina. Aprovechó su conocimiento técnico para modificar ligeramente la potencia de lanzamiento del dispositivo. Cuando estuvo listo, presionó el gatillo, lanzando un proyectil cargado de energía hacia los atacantes en la cima, con la intención de forzarlos a replegarse y proporcionar a su equipo un respiro necesario.

-Sigan avanzando-, instó Sarek a sus compañeros mientras mantenía su posición defensiva. 

Finalizamos la primera ronda del combate! Sarek intenta maniobrar el arma para su beneficio, pero la realidad es que el arma no tiene ningún tipo de modo para disparar energía ni tienes tiempo para hacer un trabajo de artesanía tan explícito :D Pongamos, a lo sumo, que consigues impactar al enemigo con uno de los clavos que le produce un 1d4 (por la buena primera tirada).

Ashara se siente en racha por lo que, en cuanto Sarek trata de pegarse al muro de piedra y tierra, vuelve a disparar con su blaster hacia el arquero apostado en lo alto de la colina. Sin embargo, esta vez el rayo de energía se pierde en el cielo nocturno de Ord Mantell.

El arquero por su parte vuelve a arremeter contra Sarek, cuya flecha se quiebra al impactar en tierra firme.

El contrincante de Alana vuelve a alzar su garrote, pero esta vez la chiss se mueve con destreza y logra evitar el poderoso ataque.

El otro chatarrero se encuentra acostado en el suelo boca abajo, inconsciente (aún estará así otro turno más).

Os toca a vosotros! No importa el orden, tan solo tened en cuenta las acciones del jugador anterior :)

La chiss se zafó por poco de un segundo golpe que le lanzó su oponente. A su lado combatían sus compañeros con otros oponentes pero parecían que tenían más suerte que ella. Eso le molestaba aún más y parecía desconectarse y alejar su concentración en lo que estaba haciendo.

Pero antes de disparar, le lanzó su rifle a sarek, pues vio por el rabillo el ojo que estaba disparando con una pistola de clavos. -Madre mía así no acabaremos en la vida. -Cógela Sarek y dispara con algo seri... -no pudo acabar la frase pues tuvo que eludir otro ataque de su oponente.

Sarek asintió con rapidez mientras Alana le lanzaba el rifle. Sus habilidades técnicas siempre se habían centrado en la tecnología y la mecánica, pero no era un novato en el uso de armas. Apretó el arma con firmeza, sintiendo la familiaridad de su empuñadura.

Apuntó rápidamente hacia el arquero en la colina, tratando de aprovechar la distracción momentánea que había creado Alana con su agilidad en el combate. Sabía que no tenía tiempo que perder. Sus dedos apretaron el gatillo, y un rayo de energía azul se disparó hacia su objetivo, buscando desequilibrar al arquero y, con suerte, neutralizarlo.

El sonido del disparo se mezcló con la tensión en el aire mientras Sarek mantenía la esperanza de que este disparo fuera suficiente para darles una ventaja necesaria en la lucha. La galaxia podía ser un lugar peligroso, pero la determinación y la cooperación de su equipo eran sus mejores aliados.

Gluz contempló en un breve lapso como Alana continuaba con su forcejeo con aquel humanoide sin conseguir sacar ventaja. Se había desprendido de su rifle arrojándoselo a Sarek y éste lo recogió, lo empuñó apuntando lejos y hacia arriba e hizo un soberbio disparo sobre el tipo que le había estado hostigando con sus flechas. Por las lunas de Iego, este humano es una caja de sorpresas, pensó el rodiano con estupor. 

De modo que Gluz decidió que ya estaba bien de tanto miramiento. Con un dedo cambió el selector de tiro y su fusil de caza quedó preparado para un disparo letal. Alzó el arma y disparó sobre el humanoide que llevaba un rato intentado descalabrar a Alana, esta vez el fusil lanzó un fulgor rojo y un zumbido atroz. La descarga de energía le alcanzó con fuerza para gran satisfacción del rodiano que no deseaba que aquel salvaje pudiera herir a la chiss. Diana. 

Gluz se relajó levemente y dirigió su atención al otro humanoide apenas aturdido. Tenemos un prisionero al que podemos interrogar. Hay varias preguntas que tenemos que hacer.