Partida Rol por web

Los cuatro que quedan empiezan a disparar sin silenciadores, un sonido que retumba por entre las calles del antiguo y violento barrio cercano al Museo Nacional. La gente reacciona escondiéndose en sus casas, Juan reacciona y nuevamente dispara con una puntería certera - Vaya que estoy de buena suerte hoy, ya van dos de dos, y qué crees que estás haciendo ahí quieta, vamos que necesito un poco de ayuda - este último comentario iba dirigido exáctamente a Luciana mientras todos anonadados observan la carnicería que se está presentando

Observo la situación totalmente seria, no sabia como reaccionar. ¿Seria un problema de Mafia? Pero la mojigata estaba comportándose de manera extraña. Tal vez la estatua tenia algún alucinógeno o algo así Frunzo el ceño mientras miro todo a mi alrededor, quedándome con los demás No tenia por que matar a gente que parecía inocente.

 Un buen maestro y un buen geologo, siempre saben que en ciertas ocasiones lo mejor es mantener la calma, evitar movimientos bruscos, y... mantenerse a cubierto.

... Por fortuna soy ambos...

Tras unos minutos de duda, Luciana volvió en sí. Aunque no era exactamente Luciana. Su mirada denotaba antigüedad y su porte se veía más seguro.

-No me des órdenes humano, no te gustaría verme enfurecida- la muchacha le hablaba a Juan en tono despectivo.

A ver que puedo hacer... Pensativa murmuró para sí misma. Hace mucho que no lo intento... en fin, no hay nada que perder.

Sus ojos, antes color avellana se tornaron azules y el aire a su alrededor comenzó a vibrar. Un poder extraordinario se conjuró a su alrededor.

JA JA JA, vaya actitud típica de un Nephilim, bien, deja a este "humano" sorprendido y muéstrame de que eres capaz - la voz de Juan lejos de sonar como amenazadora o retadora sonaba más como bromista y compañerista mientras apuntaba nuevamente con su arma a alguno de los tres individuos en pie - Probemos suerte nuevamente

La muchacha miró a Juan con cara de pocos amigos pero siguió en lo suyo.

Murmuró algo, sus ojos se pusieron en blanco un momento, sus manos se extendieron hacia abajo en tensión, la vibración del aire se volvió más intensa y luego... nada ocurrió.

Un grito de frustración, lanzado a las alturas, escapó de la garganta de Luciana.

-AAAAAAAHHHHHRRRRGG ¡Este simulacro no sirve para nada!- toda la rabia y el enojo de la mujer se evaporaron con ese grito. Divertida, miró a Juan y se encogió de hombros.

-Aún no me alineo con las esferas. Deberás arreglártelas tu solo-  y sonrió de una manera muy hermosa, mientras sus ojos volvían a la normalidad sin perder la chispa de picardía que habían adquirido ante la gracia que le causaba la situación actual.

Juan se sorprendió ante la respuesta de la mujer llamada Luciana - Puta madre, ¿me estás hablando en serio? - Juan se notaba preocupado, incluso nervioso - mierda, agáchense y mantenganse hacia abajo - inmediátamente ven que Juan toma un pequeño aparato de su chaqueta y habla rápidamente, casi susurrando por lo que no pueden escucharle, en menos de 1 minuto, Juan sin terminar de reorganizar su chaqueta después de hablar se parquea frente a ustedes una camioneta negra grande con sus vidrios totalmente oscuros, al ver la camioneta los 3 individuos que les disparaban inmediatamente se van, al pasar esto Juan se levanta y hace con señas de sus manos que pueden ponerse de pie - Bien, se que no es lo más normal pero lo mejor es que suban a la camioneta conmigo y ya, la Policía no demora en llegar, vamos

La entidad llamada Erthynn que ahora ocupaba el cuerpo de Luciana, siguió divertida los cambios de expresión en el rostro de Juan y no pudo evitar reirse ante su creciente preocupación.

Desoyendo al humano en lo que les pedía, permaneció de pie esos escasos minutos que pasaron entre que el guía se comunicó con alguien y la camioneta arribó.

Mmmm, que bien planeado estaba esto... ¿me estarían esperando?

Con evidente curiosidad miró primero a sus agresores*, quienes cada vez se encontraban más cerca y luego a los otros humanos que estaban allí. Se demoró un poco más en Ben, sintiendo una extraña sensación de proximidad, notando que le gustaba, pero enseguida centró su atención en otras cosas.

¿Serán también ellos los simulacros para los demás? Interesante... hace años que no veo otro despertar.

Cuando la camioneta arribó, con total calma subió a la misma y dejó que la condujeran a la base de operaciones de su grupo. Estaba claro que esta gente pertenecía a los de su bando.

De no ser por la sangre derramada y lo realista de los disparos, Ben hubiese creido que todo seguia siendo parte de un buen montado espectaculo del Museo. "Vaya... nunca crei que serian tan divertidos... Cuando los chicos se enteren de lo que puede pasar en un Museo...."

Pero las cosas se pusieron algo mas serias... a pesar de todo los disparos, la sangre, los heridos tambien podian ser meras actuaciones. De las personas alli presentes, Luciana era en la que mas confiaba, y en verdad, por un momento, se creyo que podria hacer algo. Pero nada ocurrio. "¿Sera ella tambien parte de la actuacion?" El Ala lo dudaba un poco.

Y para colmo luego una camioneta negra llego. Y los supuestos "enemigos" se retiraron sin mas. Lo peor de todo era la invitacion de Juan. Salir del museo tiroteado por unos actores era una cosa, pero entrar a una camioneta negra era algo totalmente distinto. ¿Seria posible que todo sea un costosisimo montaje de alguna organizacion con el unico proposito de secuestrar gente? ¿O seria solo a Ben? El no conocia a ninguno de los alli presentes. Ni siquiera a Luciana. Esto ya no le gustaba. No era del tipo paranoico, pero las cosas ya se ponian cada vez mas extrañas, serias y peligrosas. Alejandose un poco del grupo y mirando de reojo a la camioneta con cuidado y procurando correr en cuanto bajaran tipos encapuchados o algo asi, Ben titubio y agrego: "Ehm... creo que hasta aqui llega mi interes por la cultura greco-romana..."

Para su sorpresa Luciana entro a la misma sin mas. Confirmado. Ella era parte de todo eso. Y a Ben menos confianza le irradiaba.

Erthynn vio la duda en los ojos de Ben cuando subía al vehículo y sus últimas palabras le confirmaron sus pensamientos. El muchacho no quería seguir con esto por desconfianza.

Una parte de si misma pugnaba por ignorar la situación y seguir su camino. Si el quería quedar por su cuenta era su problema. Siempre se podría conseguir otro simulacro, aunque tal vez ello retrasara todos los planes y la situación se complicara más de lo previsto.

Sin embargo, otra parte muy relacionada con lo que había sido Luciana no deseaba verlo partir. Esa parte de su persona era la que temía por su seguridad y la que quería seguir compartiendo tiempo con él y avanzar más allá la relación de amistad que se había forjado la noche anterior.

Recriminándose a si misma por su estupidez, bajó de la camioneta al ver que el muchacho daba media vuelta para irse y corrió hasta alcanzarlo.

-Ven Ben, no te pasará nada. Ahí dentro del museo no fui sincera contigo. Algo ocurrió cuando miré la estatua. Prometo contarte todo lo que recuerdo en el viaje. Por favor, acompáñanos... Allá afuera ya no es seguro para nosotros- con la súplica reflejada en sus ojos, la chica tomó la mano del rugbier y tímidamente lo besó en los labios. -No me dejes ahora-

Ben ya se alejaba algunos centimetros cuando Luciana salio de la camioneta para convencerlo de que se quedara. Se acerco a el y le hablo de cosas que no comprendia, pero le ofrecia una explicacion si la acompañaba. Ademas, para su sorpresa lo beso.

El Ala de los Barbarians solia comportarse con las mujeres. No era una estretegia, no le costaba, asi era el. Por lo general las mujeres con una fugaz iniciativa carnal no le atraian. Asi lo habia demostrado la noche en que conocio a Luciana, y por suerte tanto ella como el se habian equivocado en lo que a priori pensaban el uno del otro.

Aquel inesperado beso, el cual ironicamente siempre veia acercarse venir de mujeres que solo querian pasar una noche con el, esta vez lo tomo igualmente por sorpresa pero por otros motivos.

Ben no estaba seguro de que hacer. No sabia si era real, una actuacion o que pasaba alli, pero lo cierto es que Luciana lo habia besado. Y aunque en su interior no lo pensaba, deseaba que eso no haya sido parte del espectaculo. En silencio, y algo avergonzado por la escena en general (su cobardia y el beso), Ben aseguro la mano de Luciana con la suya y la siguio dentro de la camioneta. Una vez dentro, sabia que la suerte ya estaba hechada, pero al menos no se iba a dejar retroceder hasta el line. Pelearia por lo que creia mejor para si, sin importar las situaciones que se le pondrian enfrente. Esa era su filosifia de vida. Asi le habia enseñado el Rugby.

Altair dudaba sobre la conveniencia de subir o no a la furgoneta negra. Había esperado algo cuando vió a Luciana tan concentrada, aunque al final no ocurrió nada. Vio vacilar a Ben, y por un momento estuvo tentada de alejarse de allí al igual que él. Pero se recordó que se había metido en aquello por propia voluntad, y estaba segura de que a Juan aún le quedaban balas en las pistolas, y aún más segura de que no eran de fogueo. Así que hinchó los pulmones y soltço el aire de golpe.

-¿Te hace un paseo? -le preguntó a Edgardo con una sonrisa irónica, pensando en si realmente tendría la opción de no subir a aquella furgoneta, de la que sus instintos le avisaban se alejase.

 -Con gusto señorita, ¿le ayudo a subir?... ¿prefiere ir en la puerta, o al fondo?

La voz de Edgardo tan teatral que sonaba con naturalidad, o acaso como una broma teatral demasiado cruenta no hace mas que ocultar la confusión que siente. Pero... seguro sera mas fácil cooperar momentaneamente...

Bien profesor, me alegra ver su colaboración, aligual que todos los demás, pero, Mina - la mirada de Juan se depositaba en la pelirroja con quien había chocado previamente en el museo - confío que esta vez si creas  que te digo - extendió su mano para ayudarle a subir a la camioneta.