Partida Rol por web

Te mira de reojo, como si mirarte demasiado le causara enfado.

Es un Ventrue. Y ya sabes lo que eso significa. Política. Pero no la política que nos gustaría, sino la que ellos hacen usando a los demás como titiriteros.

Se levanta y empieza a caminar por el lugar.

Pero tienes que ir, Asia. Si no, tú y yo estaríamos en problemas... Europa estaría en graves problemas -dice, con total seriedad-. Este tal Alain es un tipo bastante influyente en esta zona, y según tengo entendido no sólo eso, sino que hay más de un fiambre Samedi que estaría dispuesto a dejarte hecha un montón de carne putrefacta sólo por un puñado de monedas.

Se va hacia la puerta, abierta, y se apoya en el quicio, mirando hacia afuera.

 Asia escucha reclinada en el sofa mientras ve levantarse y escucha las palabras de su sire.

 - No tengo reparos en ir más que no me gusta separarme de tu lado, no sé cuanto tiempo me mantendrá alejada de tu lado y esto no me gusta.

-En cualquier caso debes ser independiente, Asia. Aunque no es de la forma que me gusta, vas a poder separarte de mí. En cualquier caso, llámame si necesitas lo que sea. Ahora debo irme. Asuntos... Quédate preparando las cosas.

 Asia asiente ante las palabras de su sire.

 Poco después de que Jef se vaya, Asia sale para alimentarse un poco. Siguiendo las enseñanzas de Jef, Asia se alimenta casi a diario, para alejarse de los problemas del hambre. Al terminar queda con Europa en la biblioteca pública dónde se imparten clases nocturnas.

 Asia llega antes y se adentra en busca de info, información básica y accesible de Cuba, información tal como la geografía, la política, costumbres, climatología, etc. Está enfrascada en esto cuando llega Europa, con una sonrisa afable en su rostro al ver a su hermana, al verse se saludan y Asia le pone al día.

 - Así pues si no queremos hacer el primo debemos ir preparados Opa, evidentemente no aprenderemos nada de la noche, pero sí datos básicos. Para mañana por la noche prepara lo que necesites y despídete, sin concretar de quien debas. No quiero que la maldita isla se entere.- Le hace un gesto significativo.

 Tras recojer info buscada e imprimirla y hacer una copia en un pen, Asia se va.

 - Opa, tu que eres más ducho con estos trastos, busca información acerca de hospedajes y tugurios, es provable que tengamos qu eacudir a ellos en caso de necesidad, cuando termines nos vemos en casa. Yo iré a ver los demas chupones a ver si saco algo más.- Le besa antes de partir.

Encuentras una guía de viajes de Cuba, encuentras alojamientos en Guantánamo, algunos hoteles sólo accesibles para los turistas, pensiones, y algunas casas particulares que se ofrecen.

Vale, yo me quedo aquí. Ten cuidado por ahí, ¿vale? -te dice, mirándote con ternura, verdaderamente preocupado. Por un momento, te das cuenta de que, para ustedes dos, como Vástago y como ghoul, el tiempo se ha detenido, y hace años que tienen los mismos semblantes. Con un gesto que evoca una ligera nostalgia, se sienta, dirigiéndose al ordenador para ponerse a buscar información.

 Imagino que necesitaré pasta... y rápida... tendré que recorrer a métodos expeditivos... todo y que lo detesto...

 Saca de su bolsa, siempre lleva una bolsa en la que tiene mudas de ropas de poca tela y mucha provocación, y se viste en el baño de la biblioteca antes de partir, se maquilla un poco, se pone unas grandes gafas de sol todo orteras en plan reina del carnaval, y con un largo abrigo sale de la biblioteca...

 Sus pasos sin rumbo fijo la llevan a unas calles que conocía muy bien, demasiado bien, allí había practicado la prostitución muchísimas veces, una vez cambió de vida siguió viniendo en busca de alimento y dinero ocasional... pero en lugar de hacerlo mediante intercambio de placeres, lo obtenía partiendo narices de los sucios prochenetas y pervertidos...

 Cuando llega en la zona guarda el abrigo y deja al descubierto sus evocadoras curbas, insinuadas en sus ropajes ajustados. Pronto caen ante tal atractivo señuelo, un par de cabrones, se los lleva por un callejón con oscuras sombras, con su rostro distorsionado por las gafas y el maquillaje.

 - Quereís que mami, os lleve al paraíso hombresss

  Poco despué sale, dejando a un par de tullidos, con los huevos reventados, sin pantalones y sin cartera.

 Pues luego de canviarse de nuevo en otra parte, se va a dar un largo paseo, por las calles que la vieron crecer, vivir y morir. Recordando las historias que en ellas ha vivido.

 Cuando faltan un par de horas para el alba, regresa a casa, nunca supo relacionarse muy bien con los demas seres, por eso cuando con alguien traba una amistad, le es leal hasta el fin. Por eso tiene un tan gran apego a Jeff y a Opa.

La noche siguiente se declara casi igual que la anterior, a excepción de la presencia de un extraño en aquella casa oscura, al menos no dentro, pues la voz de Jefferson te insta desde que entras en el salón:

El lameculos está ahí fuera, esperándote. Europa ya ha llevado las cosas al coche.

Te mira, con una mezcla entre la frustración, la preocupación y un dejo de tristeza.

 Asia se levanta presta, se lava y se pone guapa. Al poco saluda a su sire, con efectuoso beso.

 - Buenos días Jef.- Le ronronéa.- Espero que este viaje no me mantenga mucho tiempo separada de tu lado.- Tras una pausa.- Será mejor que parta ya, algún último consejo?- Dice mientras revisa su bolsa que contiene unas pocas mudas, maquillaje, un reproductor de música, las guías y folletos encontrados la noche anterior y la pasta.

Escucha, observa y elige bien -dice, con rostro serio-. Cuidado. La Camarilla puede ser mejor opción que el Sabbat, pero eso no significa que dentro de la secta no haya más de un monstruo, y desde luego, tú y yo sabemos que están llenas de hijos de puta que lo que quieren es ganar poder para ellos. No les dejes que se pasen de la raya, y si puedes, adelántate tú, ¿ok?

Hurga en el bolsillo y saca de pronto unos cuatro frasquitos, de no más de 50 ml, rellenos con sangre, oscura y espesa, que te entrega: Por si te sientes muy sola y quieres acordarte de mí, toma, es sangre mía. Además, puede incluso servirte como reserva de emergencia. Quizás incluso puedas convencer a algún Tremere para que te ayude a pedirme ayuda o qué sé yo, esos brujos hacen de todo con la sangre. Eso sí, no dejes que caiga en malas manos o estaré muerto en un abrir y cerrar de ojos. Ahora vete, pequeña.

 Asia recoje los cuatro viales, con muestra de asombro en el rostro, abraza a Jeff, en un cálido abrazo que dura unos pocos instantes.

 - Gracias, maestro. Espero estar a la altura de tus enseñanzas, no defraudarte y regresar pronto a tu lado.

 Entonces se aprata un poco y recoje su poco equipaje, una peuqeña mochila-bolsa de mano, en la que hay los folletos y documentación gráfica y escrita de Cuba. Un par de mudas, pasaporte, maquillaje y algunos complementos como gafas de sol. Y ahora, cuatro viales de 50 ml de sangre. Antes de andar hacia la puerta se queda mirando a Jeff, sin saber muy bien que decir.

 - Ha llegado el momento de partir, no sirve de nada retrasarlo. Cúidate Jeff. Si te parece bien, puedo ir mandándote mensajes de como andan las cosas, agradeceré tus consejos.