Dejando la copa, práctiacamente intacta en la mesa la joven se levanta.
- Bien, gracias por su atención sr. Straws, no le robaré más tiempo. Ahora tengo que reunirme con mi superior y contrastar informaciones.
Tras despedirse, la joven emprende la marcha hacia el exterior para ir al encuentro de Stred.
Sales de la mansión para reunirte con Stred, al parecer él había llegado unas horas antes, aunque no con mucha información, pero valiosa.
Hola Weelk, tengo noticias sobre nuestro sospechoso fugado, al parecer se dirigió a las montañas de lo enanos contratado por un enano, un tal Kibanib.
La joven asiente.
- Eso mismo es lo que he podido averiguar. Al parecer, el enano con el que se vió pasó por el distrito de los ricos.- Dice usando la palabra un poco inadecuadamente.- Hizó algún trabajo para alguna de las familias acincadas allí. Luego creen que regresó a las montañas de donde vino. Creen que el mercader, ese tal Kibanib, trabajaba para otro enano, creo que tal vez trabaja por algun enano que explota alguna mina, y ese se encarga de comerciar con ella, haciendo alguna arma con el material, a gusto del cliente.
Tras mover dubitatibamente los labios apunta.
- No he encontrado nada acerca del asesino, nada como que tipo de relación tiene con el tal Kibanib. ¿Se conocían con anterioridad o se hizo pasar por mercenario para escortarlo, y quedarse con el dinero tras degollarle? Propongo no demorarnos, encontremos a un guía y partamos cuanto antes.
He arreglado ese asunto, me han dicho que hay un enano en un gremio mercenario que puede guiarnos a Loch-Modan, y puede que incluso a la propia puerta del hogar del tal Kibanib, es tarde para partir hoy, pero aún podemos ir a ver cuánto cuestan sus servicios.
La joven asiente ante las palabras del sargento.
Acomodándose la mochila la joven pasea la mirada por esta comunidad, que tan pronto dejarán a sus espaldas. Parece un tanto distante. Quizás esperaba que su compañero de misión le dijera algún comentario acerca de la nueva indumentaria, que la hacía parecer menos bárbara y más 'civilizada'.
- Vayamos a ver al guía.
Stred asiente y se encamina hacia el gremio como si toda la vida hubiera vivido en aquella ciudad, el día avanza y cuando llegáis al edificio el sol esta a punto de ponerse, sin embargo la actividad en la urbe no parece descender ni un ápice.
Dentro del edificio hay una recepción, y un montón de gente de todo tipo, orcos provenientes de las llanuras, enanos con pesadas armaduras, elfos con grandes arcos, e incluso algún mediano intentando pasar desapercibido, sin embargo Stred parece que ya ha hecho una visita, pues se dirige directamente a un enano en concreto que parece un poco viejo. Hola de nuevo maese enano, ahora podemos discutir el precio del viaje, como verá tanto mi amiga como yo estamos preparados para un combate, por lo que el extra que quería cobrarnos por peligrosidad no es necesario.
Weelksy, ataviada con la nueva armaadura de cuero endurecida, formada por coraza, grebas, brezales y un casco, mira a los allí presentes mientras Stred trata con el enano acerca del viaje a Loch Modan.
Su mirada se posa en estos 'aventureros', estos mercenarios dispuestos a ceder sus servicios, entre ellos algunos peligrosos, a cambio de una suma de dinero. Ese metal que usan los civilizados y que sirve para comprar de todo... y para nada.
La negociación se alarga unos minutos, finalmente Stred consigue fijar un precio con el enano, aunque es tarde para partir deja esa decisión en vuestras manos, Stred parece no querer perder un segundo, sin embargo decide que es mejor partir mañana, sospechas que esa decisión tiene algo que ver contigo.
Igual dejo de contestarte unos días ya que los jugadores a los que vas a alcanzar van atrasados, intentaré que no suceda así.
Weelksy asiente ante la decisión de Stred.
- Creo que haces bien. Será bueno descansar para estar fuertes para el siguiente tramo de la persecución.
Mientras salen del gremio de ¿mercenarios?. Una vez haber quedado para mañana a primera hora de la mañana a la salida del pueblo comercial. La joven anda junto a Stred mientras pasea curiosa la mirada por las mercaderías expuestas en las tiendas. La mitad de estas no las había visto jamás con anterioridad y la mayoría de las demás, tan solo las había visto en las últimas semanas en las que se movía por tierras 'civilizadas'.
- Vayamos a buscar donde descansar y a prepararnos para mañana.
Claro, antes he visto una posada en la que sirven buena bebida y tienen buenas camas, podemor mirar allí. Stred empezó a guiar por las calles, algo que parecía muy fácil cuando lo hacía él, ya que Weelk estaba acostumbrada a ver todo lo que podía alcanzar a pie y le costaba orientarse con tantos edificios.
Llegáis a la posada donde hay bastante gente hablando tranquilamente alrededor de unas cuantas mesas, el posadero se acerca a vosotros cuando os ve entrar, Stred negocia rápidamente el precio y al final consigue un buen trato por dos habitaciones, te extraña que gaste más dinero del necesario, ya que en tu tribu aunque durmáis en diferentes tiendas, no es extraño que una mujer duerma con un hombre sin necesidad de que ocurra nada entre ellos.
Aún es un poco pronto para acostarse, por lo que decidís que podéis charlar un rato antes de ir a dormir.
Abro nueva escena, espera.