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Mayor Esra Piedra

A los recién llegados a Villa Mercado suele sorprenderles el nombre del mayor: Piedra. Los nombres bastardos de Poniente no duran demasiadas generaciones. Los bastardos entran en familias legítimas mediante el matrimonio, adoptan nombres basados en sus pueblos natales o sus profesiones, o mueren sin hijos legítimos. Los Piedra de Villa Mercado han sobrevivido y prosperado gracias a su astucia durante más de cien años. No son plebeyos para haber de adoptar el nombre del territorio o de su oficio. Son todo lo que se supone son los bastardos: despiadados, orgullosos y adaptables. Y quieren que todo el mundo lo sepa. El mayor Esra Piedra es el actual líder de la familia, tan audaz como cualquiera de sus antepasados.

Esra Piedra es un hombre alto y de hombros anchos que avanza lentamente hacia una vigorosa mediana edad. Es atractivo, en un sentido maduro y paternal, con rasgos fuertes y pelo negro que se vuelve ligeramente gris en las sienes. Los ojos marrón oscuro de Esra brillan con inteligencia, sentido del humor y picardía, y parecen fuera de lugar en su rostro firme y digno de confianza. Viste bien, pero no con ostentación. Esra mantiene un equilibrio entre demostrar su posición, atrayendo a los comerciantes ricos de Villa Mercado, e identificarse con las clases bajas de la ciudad. Esra casi nunca lleva armas encima y no sabría lo que hacer si llevara una, pero raramente va a ninguna parte sin una pequeña escolta de guardias del pueblo, a menudo sus sobrinos Kurt y Elias, vestidos con corazas de cuero y armados con recias porras.

La gente de Villa Mercado llama a Esra "el Mayor Astuto", y se merece el título. Esra Piedra ha mantenido Villa Mercado libre de influencia noble durante más de una década a pesar de los denodados esfuerzos de las casas circundantes por reclamar la ciudad, y no da muestras que ahora se esté debilitando.

Villa Mercado y los nobles locales han chocado numerosas veces a lo largo de los años a medida que los nobles han ido probando la dedicación y la independencia de Villa Mercado y su mayor. Esra ha tenido que emplear inteligencia y puro descaro incontenido para mantener la independencia de la ciudad. Esra ha puesto a unas casas en contra de otras, ha hecho promesas que nunca pensaba mantener y ha proferido amenazas que no podía cumplir, ha mentido, ha robado y ha ordenado asesinar, todo para mantener la libertad de Villa Mercado. La gente lo ama por ello, aunque tal vez lo amaría un poco menos si supiera los sacrificios que ha hecho por el bien de los demás.

Mentiroso y manipulador, Esra no confía fácilmente. No obstante, fue criado con historias sobre la iniquidad de la nobleza y tiene una debilidad hacia los vasallos de los que la nobleza se aprovecha. Por otro lado, Esra guarda rencor a los nobles y le encanta frustrar sus maquinaciones. Lo que es más importante, Esra es amable y moderado, todo sonrisas y palabras gentiles, sin importar las circunstancias. Es un creyente incondicional del nepotismo, pero se asegura de dejar espacio para los plebeyos prometedores que no formen parte de su familia inmediata.

Esra Piedra vive con su esposa, Devra, en la mansión del mayor en Villa Mercado, no muy lejos del ayuntamiento. Tienen cuatro hijos. Lilah y Maryan de doce y catorce años, aún viven en casa. Su hija mayor, Daisy, se ha casado con un artesano local y vive en Villa Mercado, y su hijo mayor, Niall, se ha establecido como mercader en Lannisport y escribe con poca frecuencia. El hermano menor de Esra, Hans (padre de Kurt y Elias) vive también en Villa Mercado.

Esra lo tendría difícil para defenderse en una pela y no se molesta en llevar armas. En cambio, se rodea de hombres jóvenes de confianza en la guardia de la ciudad, como sus sobrinos Kurt y Elias. Aunque estas características de juego están pensadas para Kurt y Elias en particular, podrían ser utilizadas fácilmente para un miembro genérico de la guardia civil de Villa Mercado.

Septón Harald Finch

Harald Finch es el septón de Villa Mercado. Es el devoto al Padre y lleva un símbolo de dicho aspecto de los Siete hecho de plata en una cadena alrededor del cuello. Harald es un hombre pequeño, delgado y en ningún caso atractivo de cuarenta y tantos años, con pelo gris y una barba espesa. Viste las túnicas de un septón como si hubiera nacido con ellas, y el difícil imaginarlo como algo más que un melindroso septón de mediana edad. Sus asistentes acostumbran a decir: "El septón Finch nunca fue joven".

Harald dista de ser un septón perfecto. Es brusco, desagradable, poco concesivo cuando trata con gente a la que considera inferior. Soltero durante toda su vida, no tiene paciencia con las mujeres, a las que considera frívolas y distractoras independientemente de sus verdaderas cualidades. La mayoría de la gente de Villa Mercado evita al septón Finch siempre que es posible, dirigiéndose en su lugar a uno de sus asistentes, que generalmente son mucho más agradables y están más dispuestos a solucionar sus problemas. Ante gente poderosa (mercaderes ricos, nobles, oficiales de alto rango de la Fe) Harald se transforma instantáneamente en un cobista pesaroso y adulador.

Este último rasgo (la sumisión ante la autoridad) es el que le sirvió a Harald Finch para obtener la posición de septón en el septo de Endra. El anterior septón era un hombre más fuerte y ambicioso que recurría en gran medida a los mercaderes locales para que financiaran sus empresas benéficas. Los gremios y las asociaciones de Villa Mercado prácticamente son dueños del septo de Endra, y fueron capaces de disponer la llegada de un septón más agradable.

En el fondo, Harald Finch es débil, y se escode del conocimiento de su propia debilidad. Se deja manipular por miedo y por ignorancia de su propia fuerza. Su fe en los Siete y en el Padre es muy real, y reza cada día para tener fuerza, sabiduría y coraje, sin darse cuenta de que todas esas cosas están a su alcance, si solo se hiciera respetar. Harald Finch nunca ha estado en una situación en la que su vida o la de cualquier otro hayan corrido peligro, y nadie, el septón Finch el que menos, sabe lo que haría en tal caso. Puede que Harald Finch sea más de lo que se ve a simple visto, o tal vez sea exactamente lo que parece.

Dama Adrienne

La propietaria de La Casa de la Doncella es una escultural mujer de mediada la treintena. Lleva su rojo cabello peinado en diferentes estilos elaborados y emplea una variedad de cosméticos que más parece la caja de herramientas de un maestre para asegurarse de que su apariencia sea excelente. Adrienne viste lo mejor que puede, con vestidos muy recargados, cortados y teñidos para complementar su dramática apariencia y para agasajar su amplia figura, y lleva gran cantidad de joyas de oro y rubíes.

El comportamiento de la dama Adrienne se define en dos palabras: vicio y clase. Siendo la propietaria del único burdel de Villa Mercado, Adrienne es consciente de que ocupa un lugar alejado de la sociedad educada. Es deliberadamente pícara, arruinando a otros a entregarse a sus propios placeres de una manera que resulta tanto atrayente como maternal. Al mismo tiempo, la dama Adrienne se esfuerza por mantener la apariencia de clase y educación, desde su asumido título de "dama" hasta su estilo de vestir o su acento perfectamente disimulado. La dama Adrienne no solo vende sexo en La Casa de la Doncella, vende la fantasía de que sus clientes son gente poderosa e importante, como los nobles a los que admiran y temen, con serrallos llenos de mujeres bellas y dispuestas. La dama Adrienne raramente atiende clientes ella misma, y solo mediante invitación. A un noble de paso o a un rico mercader podría ofrecérseles la oportunidad de pasar la tarde con la propietaria de La Casa de la Doncella, al igual que los viejos amigos de Adrienne de sus días en Dorne.

Por supuesto, la dama Adrienne es más y a la vez menos de lo que aparenta. A pesar de su gentil fachada, puede ser notablemente brutal con las prostitutas o los clientes que la desagradan. Ha ordenado que apaleen a más de un cliente casi hasta matarlo por lastimar a una de sus chicas, y aunque no hace daño físicamente a sus trabajadora, es completamente despiadada a la hora de echar a una de ellas a la calle si comete un error grave, como ofender a un cliente importante, robar en la casa o quedarse preñada. La dama Adrienne también es muy religiosa. Asiste con regularidad al septo de Endra y hace generosas donaciones.

La dama Adrienne es también una espía para la princesa de Dorne. Villa Mercado está muy bien situada para recabar todo tipo de información sobre las Tierras de los Ríos. Constantemente llegan informes a La Casa de la Doncella de manos de un "noble de paso", un "rico mercader" o un "viejo amigo" de Dorne que Adrienne pasa después a sus superiores. Adrienne lleva siendo espía mucho tiempo, desde su estancia en Dorne cuando ella era una adolescente. Adrienne cree sinceramente que Dorne es un lugar mejor y más justo que el resto de Poniente. Regentar el burdel es su vocación, pero aumentar la influencia de Dorne en Poniente es su llamada.

Capitán Yorik Ralk

El jefe de la guardia civil de Villa Mercado es un hombre alto y fornido de espeso cabello negro, ojos oscuros y piel morena. El capitán Yorik Ralk es sin ningún género de dudas el hombre más duro de Villa Mercado. Entrena a todos los guardias personalmente y nunca ha sido derrotado, ni siquiera por sus mejores estudiantes. Su entrenamiento no es fácil, pues obviamente prefiere que los hombres a su servicio sean menos pero no peores. Al gunos de sus hombres lo han visto encajar sufrir heridas que matarían o dejarían tullidos a casi cualquiera como durante las incursiones de los bandidos de Pico Deslumbrante de hace cinco años, y sobrevivir con más cicatrices que añadir a su ya importante colección. Yorik viste una coraza corriente de cuero hervido pintada con los colores de la guardia: rojo y blanco.

Yorik es casi tan lacónico como puede ser un hombre sin limitarse a negarse a hablar en absoluto. Suele liderar a través del ejemplo y mediante conversaciones tranquilas con sus lugartenientes. Y además, las cosas se llevan a cabo, y esos lugartenientes le son fanáticamente leales a su oficial al mando. El capitán Ralk actúa con un grado de honor que no se ve en la mayoría de caballeros juramentados. Nunca ha abandonado a un guardia en peligro, y se considera responsable de su seguridad. Cuando un guarda muere o resulta herido, Yorik se encarga personalmente de que su familia sea atendida.

Ralk habla de su pasado con menor frecuencia si cabe que de ninguno otra cosa. Casi con seguridad, el mayor Piedra conoce los detalles; a la mayoría de los habitantes de Villa Mercado les resulta difícil imaginar al astuto mayor permitiéndolo a Yorik mantener su posición si no lo conociera. No obstante, no los comparte. Yorik tiene una espada forjada en castillo y se lo ha visto practicando con ellla, aunque en su posición de capitán blande una porra recia, como todos sus hombres. ¿Es Yorik un caballero deshonrado? ¿El bastardo de un noble que busca escapar de la vergüenza de su nacimiento? ¿O es algo completamente distinto?

A pesar de sus misterios, Villa Mercado siente aprecio por Yorik. Como el mayor Piedra, es un héroe local, un buen hombre que se esfuerza mucho para que Villa Mercado se mantenga segura, próspera y libre. Yorik vive en los barracones de la guardia, y no tiene otro hogar. No tiene esposa ni hijos que nadie conozca, y pese a los denodados esfuerzos de los entrometidos del pueblo, nadie lo ha visto entrar o salir de La Casa de la Doncella. La dama Adrienne, por supuesto, guarda silencia al respecto.