Felicidades, Mark. Así es como se caga una investigación
Mark se encontró envuelto en un fastidio consigo mismo por el estrepitoso fallo. Permaneció frente a la puerta cerrada, que sabía que no iba a volver a abrirse por más que lo intentara. Quizás debía sí, haber mencionado a Leopold Jung, o quizás haberlo llevado con él: pero la verdad es que algo dentro de sí, luego de ver las reacciones que acababan de darse, le daba una muy mala impresión. El ocultismo y lo paranormal en general se podían asociar con una especie de mafia de los secretos y de las vidas... pero eso ya iba demasiado lejos.
¿Qué le habían hecho a esa mujer?
Se corrió, apoyó la cabeza contra la pared. Molesto, se pegó la frente varias veces contra la superficie, aunque sin ánimos de lastimarse. Luego se pegó su puño cerrado contra la frente. Dirigió una mirada más a la puerta, y si ningún detalle, sonido extraño, nuevas palabras, o cualquier cosa que pudiera llamarle la atención, le hacía tener la idea de que debía o le convenía permanecer allí, bajó.
Buscaba a la señora Richmond.
Y la encontro al bajar la escalera. La mujer estaba cambiando las flores de un jarron en un estante en el hall de entrada. Le miro y le saludo brevemente con una sonrisa.
Sr.Mark!... Que breve ha sido su visita!
Mark le dedicó una sonrisa sincera, a pesar que se notaba a kilómetros que estaba contrariado con la brevedad de la visita.
- He tenido mala suerte y elegido palabras que no eran las correctas. No me extraña haber durado tan poco.
Mark suspira profundamente.
- Fue mi error. No sabía que la señorita Beckman se encontraba tan mal, e insistí de todas formas en verla.
Ah! Jovenes!... Me temo que no puedo reprocharle lo impulsivo, digo, yo tambien solia seguir mis impulsos con vehemencia... pero con Anja es diferente, quiere tanto a su amiga que supongo que le ha juzgado mal a usted... ¿Conoce usted a Minna?
- En verdad, no la culpo. - Mark sacudió la cabeza - No soy conocido de su amiga, y no le sirve que le jure que no tengo ninguna intención escondida. No, no conozco a la señorita Beckman excepto por nombre, es por eso que quería hablar con ella. Ignoraba por completo su estado. ¿Desde hace mucho que está así?
No... no... mire Usted, siempre fue alguien muy vital. Hace una semana comenzo a empeorar. Fue despues de ese... viaje... No se a donde abra ido, pero me aseguro que cuando volviera me pagaria lo que me debia... y lo hizo!... Vaya, y eran como 6 meses que debia!... Bueno, no quiero que piense que soy una especie de ogro, pero yo tambien debo vivir y esta es mi unica fuente de ingresos y bueno, ya sabe, le habia insistido bastante en el pago... Bueno, supongo que me siento un poco culpable por lo qu ele pasa es demasiada coincidencia que cuando volviera comenzara a enfermar ¿no lo cree?... Y digame algo... ¿A usted como se le ocurrio hablar con ella? Digo... si no la conocia...
- No creo que deba usted culparse por ello. Y sí, definitivamente sí es mucha coincidencia pero no puedo creer que usted tenga nada que ver con eso - dijo Mark con suavidad, mirándola a los ojos con una leve sonrisa. - Un conocido me hizo una referencia a ella, y me dijo que era probable que me interesara conocerla. No tenía más intención que esa. Nunca esperé encontrarme con esta situación, y lamento haber molestado a la señorita Anja. Admito que insistí sin razón primero, pero después insistí porque me pareció que necesitaban ayuda. No la mía, pero quizás de alguien. No lo sé, es realmente algo muy extraño.
Tira un Carisma+Empatia (dif.6)
Tirada: 5d10
Motivo: Carisma + Empatía
Dificultad: 6+
Resultados: 8, 7, 10, 4, 7
Exitos: 4
=)
Mark elevo una ceja como pensativo en lo que la mujer decia y esta sonriendo picaramente, se acerco bastante a el buscando intimidad al tiempo que miraba en direccion a la escalera...
Ella vino acompañada de dos tipos... Traia su bolsito, el mismo que habia llevado al salir de... "viaje"... Yo creo que esos tipos eran hombres de la Reina...
La mujer se alejo para ver el impacto que habia tenido en el joven sus palabras...
La reacción de Mark fue instantánea: en su gesto, muy nítido, se reflejó una sorpresa respetuosa. De aquellas donde la persona no sólo se encuentra sorprendida por lo que le cuentan, si no por el hecho de que la persona que lo cuenta se haya enterado de algo así; y refleja muy bien que la persona se encuentra halagada por ser objeto de semejante revelación.
Miró a los ojos a la señora Richmond, conteniendo un momento su sorpresa para dar paso a algún atisbo de racionalidad. El periodista estaba preparado para replicar al instante ante una primicia catástrofe, pero en esos segundos sintió que era mejor guardar silencio y tratar de ver qué esperaba la señora Richmond para continuar hablando. Pero ya, sólo con esa revelación...
¿En qué se ha transformado todo esto?
- No puedo creerlo - dijo finalmente Mark, en voz baja e íntima, respondiendo a su confianza. La miraba a los ojos, desconcertado, como un niño que espera que le expliquen algo que no entiende.
La Sra. Richmont asintio con la cabeza al dicho del joven y luego como quien ya ha perdido mucho tiempo...
Bueno, joven, creo que tengo que partir. Esta tarde tengo una partida de bridge en casa de la Sra. Stone, es muy agradable pero se enoja si no hago uno de mis pudins y llevo mi anis arabe... Ja! cosa de viejas.. Un gusto conocerle Sr. Mark
... la anciana extiende su arrugada mano hacia Mark, dando por concluida la entrevista...
Mark evitó cerrar los ojos y pensar en darse la cabeza contra la mesa. En cambio, asintió tomando con calidez la mano de la señora, y estrechándosela respetuosamente.
- Perdone que la retraso. Y si no le molesta, señora Richmond... quizás me dé una vuelta otro día. No he tenido suerte con lo que vine a hacer, pero ha sido un gusto encontrarme con usted.
Parte verdad, parte distorsionada de la verdad. Mark sonrió, y esperó a que la señora le guiase a la salida, o le indicase que él debía salir primero. Si nada le llamaba suficiente la atención, o la señora no decía nada más al verlo irse confundido, iba a quedar en la calle preguntándose contrariado a dónde ir.
PD: Y Mark decide arrojarse del Támesis por lo mal que le está yendo con las entrevistas a la gente! Hahaha.
Luego de sus indagaciones, Mark salio a la calle sintiendo un gusto ambiguo en la boca. El barrio bohemio de Bexley le recibio con su barabunta de olores a especies y sus sonidos discordantes de instrumentos musicales... Se sintio un tanto defraudado por sus pesquizas y ahora el rumbo a seguir le parecia incierto...
Bien, tirate una Percepcion+Alerta (dif.6)
y luego una Inteligencia+Alerta (dif.6)
Cita:
No considero que sea una apreciacion cierta de los hecho que ha protagonizado, por lo cual postergaremos el suicidio.
Tirada: 3d10
Motivo: Percepción + Alerta
Dificultad: 6+
Resultados: 7, 2, 8
Exitos: 2
Tirada: 4d10
Motivo: Inteligencia + Alerta
Dificultad: 6+
Resultados: 6, 10, 5, 4
Exitos: 2
Veamos...
Tirados ;)
Y nah, bromeo. Lo que pasa es que veo al personaje muy seguro de sí mismo y muy metido en lo que ama, y andar a tientas sin lograr los resultados que le parecen [en realidad, con tanta curiosidad, sólo le parecerían bien que alguien se le sentara a contarle toda la historia :P] le frustraría bastante. No al nivel suicidio, claro XDDD
Cita:
Mark, mira el cielo verificando el estado plomizo de las nubes cerradas pero con el rabilla del ojo ve un movimiento. Es en una ventana, una joven muy palida le observa por unos segundos, sus ojos lucen unas profundas ojeras. La joven al verse observada se oculta detras de la cortina. De mas esta decir que Mark, calcula que se trata del apartamento de Minna.
Cita:
Mark recuerda que ha quedado con Jung en encontrase en el Hotel de este, o que dejaria un mensaje para el diciendole donde esta.
Un momento de contemplación le resulta suficiente. Un solo segundo donde sus ojos se cruzan. Y Mark tiene el impulso de quedarse observando más de la cuenta, ese espacio vacío que antes era ocupado por esa joven, pero no lo hace. Desvía la vista casi al momento que la joven se esconde, y comienza a caminar metiendo las manos en los bolsillos. Piensa aceleradamente en todos los datos que ha podido reunir en cuestión de tan poco.
El nombre de Leopold Jung vuelve a su cabeza, inexorablemente.
Recuerda haber quedado con él, pero ahora tiene ciertas dudas. El supuesto fantasma, el sueño, la negativa de paso, los hombres de la Reina, la joven en la ventana... Mark siente la inevitable emoción de su curiosidad, coartada por la proximidad al peligro. Adrenalina.
Sabe que cuando vea a Jung, tendrá la mitad de cosas para decirle. La otra mitad, luego de escucharlo.
Camina en la dirección que recuerda, y que si no recuerda, tiene anotada en uno de sus bolsillos.
Bueno, este mensaje te lo mando para que no me pongan la partida en Revision, nada, que sigue pausada....
Hahaha! 'Este es un mensaje automático que no se autodestruirá en 5 segundos'