Partida Rol por web

Me apoyo contra la pared a recuperar el aliento. Mi cabeza da vueltas, no entiendo lo que pasa, no puedo procesar los datos a suficiente velocidad.

Hyris me habla, me agradece lo que he hecho con un tono que, en el fondo de mi cabeza me llama la atención. Asiento y comento distraído.

-Realmente no he echo nada. -No estoy atendiendo completamente. ¿Que ha pasado? Al principio, con la adrenalina, pensé que el mapa era un recuerdo mio pero, ¿y las supuestas posiciones del tirador y sus compañeros?, ¿como iba a saber yo que había cuatro hombres siguiéndonos y donde iban a estar? Eso ya no es una corazonada ni una suposición, es completa inventiva... o algo más.

Miro el portátil, no me ha pasado por alto que lo que me ha pasado ha parado cuando le he quitado la batería. ¿Tendrá relación? Mi curiosidad por las nuevas tecnologías y mis "habilidades" con el ordenador me han llevado a seguir el desarrollo de nuevos inventos de realidad aumentada, mejoras sensoriales con diversos aparatos y algunos más que van por la misma temática y que, en muchos casos, todavía no han sido ni siquiera publicados los primeros resultados. En ninguno de estos casos existe algo que pueda hacer, ni remotamente, lo que me ha pasado a mi sin que yo lleve algún tipo de dispositivo encima.

Me dan ganas de revisar toda mi ropa, solo por si acaso, pero Hyris vuelve a hablarme. Sigue teniendo ese tono que quiere decir algo más pero, aunque lo intento, no puedo centrar la atención en ella, mi procesador esta trabajando en otra tarea.

Río ligeramente ante su gracia y luego añado: -Si, será lo mejor. ¿A las once?, ok, allí nos vemos. -En el último momento se me ocurre añadir: -Ten cuidado.

Hyris se marcha, yo debería hacer lo mismo. Mi pulso ya ha bajado... ligeramente. Me incorporo y echo un vistazo hacia donde yo me voy a dirigir. No veo a nadie y me dispongo a salir. Se que más adelante hay una calle principal donde podría conseguir un taxi o algo así, lo recuerdo ligeramente del mapa de antes.

Mientras avanzo cauteloso, esta vez no voy a la carrera, mirando hacia todos los lados por si aparece alguien sospechoso, miro mi portátil otra vez.

¿Y si...?

Otra vez curiosidad versus precaución. Esta vez gana la curiosidad. Mientras avanzo encajo, otra vez, la batería en el portátil.

Segun conectas el aparato, ves en tu cabeza como las piezas cobran energia y empiezan a funcionar incluso con la falta de enchufarlo. 

De repente en tu mente puedes ver un aviso de que tienes una conversación de Chat esperando que la recibas. Es absurdo, pero la tienes en la cabeza, y aun no te decides por si contestar o no. 

El caso es que algo extraño esta pasando, o pasandote. Puede el usuario que te busca tener algo que ver con ese mapa que habias visto hacia poco...

Me quedo quieto en medio de la calle, últimamente me pasa muy a menudo, parezco un ordenador con windows vista.

¿Que me esta pasando?

Me apoyo contra la pared y cierro los ojos. El mapa sigue ahí a pesar de que tenia una ligera esperanza de que desapareciese. También sigue ahí la invitación al chat.

No se como lo hago, pero enfoco mi mente como si fuese un ratón y "abro" la conversación:

¿Quien eres?, ¿que está pasando? -Mi mente escribe esas palabras en una ventana de chat que se parece mucho a la que uso en un foro que frecuento. No se si es mi mente la que da forma a las cosas o es casualidad.

Intento acompasar mi respiración y tranquilizarme mientras espero la respuesta.

El usuario Overframe te estaba esperando en la sala de chat. El Nick era conocido, hacia menos de veinticuatro horas que lo habías visto meterse en muchos problemas siguiendo el rastro de tu amiga.

Y ahora sabias porque, era una especie de aliado de Hyris, alguien que de alguna manera, te había ayudado a conocer las pistas para desentrañar tu pasado.

Pero también, al mismo tiempo, el que había abierto en cierto modo la caja de pandora, y el que había puesto aquellos asesinos en tu camino.

Overframe: Gracias por contestar.
Overframe: Coge a Hyris y venid hacia la calle Lemon.

En ese momento puedes ver de nuevo el mapa, se aleja la vista y vez una calle marcada a unas seis manzanas.

Overframe: Allí tenemos amigos que os pueden sacar de la zona.
Overframe: No tardéis, porque su rastreador puede volver a localizar el rastro de Hyris.

No tienes claro de que está hablando, pero parece que lo tiene todo pensado. Ahora la cuestión como siempre es que piensas hacer con ello. 

Parpadeo varias veces pero la información que aparece ante mi no desaparece.

Instintivamente respondo a mi interlocutor:

Repito, ¿quien eres? -En la pequeña ventana de chat aparece mi nick delante de mis mensajes.

Subphyton: ¿Que tipo de sistema usas para contactar conmigo?

Sigo apoyado en la pared mientras pienso en lo que ha dicho de Hyris. Tiene sentido ir a buscarla igualmente así que comienzo a moverme en la dirección en la que ha huido. Espero encontrarla, sino tendré que esperar a la cita de mañana.

Mientras avanzo a un trote medio le hago otra pregunta a Overframe.

Subphyton: ¿Que tipo de rastreador tiene Hyris y donde esta?, podría desactivarlo.

Es extraño, Hyris entiende muchísimo mejor que yo el hardware, lo mio es el código. Cualquier dispositivo que tuviese encima, incluso dentro del cuerpo, Hyris puede desactivarlo o al menos camuflar su señal, ¿como se le puede haber pasado?

Enfilo la calle por donde se ha ido Hyris, en un principio no la veo así que empiezo ha avanzar más rápido para ver si la pillo en alguna calle lateral. Corro al trote con la cabeza gacha como si en cualquier momento me pudiesen disparar, otra vez parezco imbécil pero por lo visto mi instinto manda en estas situaciones.

Mientras busco a la hacker intento interactuar con la imágenes que aparecen en mi cabeza al igual que hice cuando respondí al chat. Hacer zoom al mapa, girarlo, mostrar algo en concreto y todo lo que se me ocurre. También sigo hablando con el misterioso hacker.

Subphyton: ¿De que conoces a Hyris?, si quieres que navegue contigo tendrás que darme más información.

La ventana de chat parpadea, y cuando intentas ver el mapa, ves que este no está, en cuanto te concentras en él, termina por aparecer, pero parece como si estuviera cargando.

Mientras en la ventana de Chat te contestan.

Overframe: Soy un amigo, no puedo darte más dato, el tiempo juego en contra. El sistema que uso es… muy avanzado, cuando nos veamos te explico cómo funciona ahora no hay tiempo.

Overframe: No, no vayas hacia ese lado, puede que te encuentren a ti también, seguro que ya tienen tu rastro del coche, y no es un rastreador tecnológico, es como un perro, parecido.

Te vas acercando, y ves a Hyris calle arriba. Se ha puesto una chaqueta que seguramente ha robado de alguna línea de tender, y camina rápido, pero sin llamar la atención de la gente de la calle.

Según la ves, en el mapa aparecen todos los puntos juntos, justo a tu derecha, y cuando miras, ves un vehículo todo terreno de color negro que te rebasa a toda velocidad.

Ella está en peligro lo sabes con total seguridad, y intentas correr pero el vehículo va mucho más rápido que tu, también intentas gritar, pero ella está muy lejos, y hacer algo más llamativo seria llamar la atención sobre tu persona.

Con un frenazo, dos tipos con pinta de músculos sin cerebro, pero bastante peligroso, se tiran casi del vehículo en marcha y agarran a Hyris, luego otro, un negro flacucho, la huele y asiente antes de que la metan en el vehículo. Pero luego se gira hacia donde estas, parece que está siguiendo un rastro, esta oliendo algo, el aire, y tras unos segundos te mira, para luego señalarte.

Overframe: Mierda, te han descubierto, corre hacia el puente. Apollo, necesitamos tu ayuda, ya estás en la zona.

No notas que conteste nadie, pero sin duda algo positivo pasas, no lo lees en el chat, pero te da esa sensación. Y sin duda no tienes tiempo para nada mas, otra vez, y está teniendo al enemigo mordiéndote el culo, hechas a correr como un loco calle abajo.

El vehículo tiene algunas dificultades para dar la vuelta con el trafico de la zona, pero es un pobre consuelo, dado que en cuanto enfile la calle seguramente tarden muy poco en alcanzarte.

Corres por puro instinto, el mapa de tu cabeza te muestra que hay pocos sitios para esconderse, quizás entrar en una casa, pero con la distancia que los separa de ti, seguramente no puedas huir muy lejos. Es más, quien demonios era ese tipo que te había olfateado. Aquello era peor que cualquiera de tus pesadillas sobre ciborgs dominando el mundo.

De pronto un punto que pone A en mayúscula y es de color verde aparece cerca de ti, y se está acercando. Puede que sea ese aliado.

Los últimos metros de carrera hacia el puente están acabando con tus pulmones, tu resistencia y tu cabeza. No eres un deportista nato, y no puede seguir ese ritmo de sprint, el vehículo de los malos esta pisándote los talones, no estás seguro de que tu salvador llegue a tiempo.

Giras la cabeza, para ver lo que tienes detrás, y tus piernas flaquean, la ventana del cuatro por cuatro se abre y un brazo con un arma sale para dispararte, entonces, intentas, porque solo se queda en eso, darle más velocidad a tus piernas, pero trastabilleas.

El suelo es duro cemento que se incrusta por tu cuerpo, al tiempo que saca todo el aire de tus pulmones, estas acabado, solo puedes levantar la cabeza para ver mas allá de donde estas. El portátil que sale por el suelo se rompe, y tu mente se despeja de información que en ese momento ya no era útil.

Sin embargo, puede que por causa de la carrera, del dolor que te recorría el pecho, o quizás la falta de aire, un coche que está acercándose se salta su carril y de su cristal brota una llamarada de luz que lo ilumina todo.

Pasan los segundos y poco a poco la sangre vuelve a su lugar, y tus oídos empiezan a funcionar. Milagrosamente aun no estás muerto. Y puedes escuchar una pita sonar sin descanso, como si se hubiera quedado pulsada.

Un hombre rubio se acerca a ti corriendo, quizás a socorrerte, parece concentrado. Te giras buscando a tu única a amiga, y puedes ver el vehículo que se ha accidentado contra el muro lateral de la carretera, el conductor seguramente este muerto o inconsciente, pues el golpe ha sido fuerte.

Intentas volver hacia allí para ver como esta Hyris, pero los brazos del hombre se agarran, y casi que te llevan a rastras hacia su coche, el mismo vehículo rojo que antes había brillado como el sol.

Te resistes, hasta que el tipo de olfatea y otro mucho más grande salen con armas en las manos y empiezan a disparar. Demonios te van a matar.

El joven rubio te pone detrás suyo y haciendo una pistola con los dedos dispara un rayo de luz que liquida al olfateador. Qué demonios era eso, luz, había disparado luz. No podía ser. Entras el vehículo rojo, y salís a la carrera mientras las balas chochan contra la carrocería del vehículo. 

Han pasado dos días desde que sucediera lo de Los Ángeles. En cierta manera te sientes secuestrado. Nadie te dice nada claro. Has cogido varios aviones, y ahora, si no te equivocas, estas en Holanda.

El hombre rubio que te había salvado, se había presentado como Apollo, aunque poco importaba, había dejado morir a Hyris, porque si no había muerto en aquel accidente, seguramente ya la habrían matado.

El vehículo en el que ibas se acerca hasta una granja en las afueras, que tiene un bonito colorido de flores de colores, tulipanes que se cultivan en todo el país.

El vehículo para, y varias personas salen de un edificio para recibiros. Tu no estás de humor. 

Parecía un ordenador viejo, me costo un día entero procesar la información de lo que había pasado. ¿Que había visto?

No me dejaron acceder a ningún ordenador así que las únicas herramientas de las que disponía eran mi cabeza y mis recuerdos.

Vi un hombre que olfateaba y parecía reconocer a la gente por su olor, vi a otro hombre disparando "luz" y matando con ello, vi como, sin encender mi portátil, alguien era capaz de trasmitirme información a mi cabeza. Lo he repasado cientos de veces, he intentado hallar una respuesta lógica a cada uno de estos sucesos por separados y a todo el conjunto de los hechos. He aplicado un razonamiento lógico intentando, como podía, no poner mis emociones en el código del programa.

Los posibles resultados son dos: uno, no ha pasado lo que yo creo que ha pasado. El típico "todo ha sido un sueño". Pero esto implicaría un sueño tremendamente imaginativo y detallado y que, ademas, siguiese soñando.

La segunda opción es más aterradora aun: que haya un mundo completamente desconocido para mí, probablemente de una nueva generación de tecnologías o mejoras biológicas que permitan realizar acciones como las que creo haber visto.

Ninguna de las opciones me gusta, por eso he pasado estos dos días sin hablar más que para las cosas básicas: comida, servicios, etc. Mi cabeza vuelve constantemente a Hyris, que murió por mi culpa, por culpa de ayudarme. No es que piense que es mi culpa directa y vaya a atormentarme por ello, no la maté ni tenia intención de hacerlo; pero tampoco voy a olvidar a los responsables directos, empezando por el tal Apollo.

Cuando veo la gente que se acerca en la granja considero mis opciones. Hasta ahora no he podido resistirme mucho, ni tampoco tenia ganas. Estoy en un país desconocido para mi, sin dinero, contactos, ni siquiera una pequeña tablet para conectarme a internet. Miro a la gente que se acerca y tomo una decisión, no había podido hablar con Apollo por los recelos que despertaba en mi pero a esta gente no la conozco y ya va siendo hora de entender un poco más lo que pasa. Ahora toca recopilar toda la información que pueda.

El rubio que se hace llamar Apollo se gira y te mira.

Bueno, estas en la granja, aquí podrán explicarte que es lo que te sucede, y que es lo que ha pasado.

Parecía que quería decir algo mas, quizás disculparse, sus ojos pretendían hablar de algo que su boca mantenía bajo llave.

Finalmente se despidió con un gesto y se fue hacia otra casa, una especie de almacén cercano.

Cuando las personas se acercaron, te invitaron a pasar al interior, sin embargo no te moviste. Querías respuestas. Y no ibas a dejar que te marearan mas.

Hola.

Lo escuchaste en tu mente, sin chat o con él, podías reconocer la persona que te hablaba. Pero no lo habían dicho en voz alta.

Soy Overframe, antes en tu mundo me llamaban Ser Ocult, y soy telepata, entre otras cosas.

Las personas que estaban delante, como si alguien les indicara que lo hicieran, se hicieron a los dos lados, y desde la puerta viste a un hombre con el pelo canoso, barriga prominente y gafas, que te miraba desde la puerta.

No sabias como, pero estabas seguro de que decía la verdad, habías seguido las andanzas de Ser  Ocult durante años, y podías hacerte una idea del aspecto que tendría.

Te hizo un gesto para que le siguieras y entro en el edificio.

No querrás creerlo, pero básicamente el que hacia esas cosas con la pobre conexión de red eras tú. Siempre has tenido una intuición tecnológica, y sabes de casi cualquier manera cómo funcionan las cosas, ves códigos y algoritmos que los demás no pueden entender, no es que seas, listo, que seguramente lo eres, sino que tienes un don, un don que solo comparten una minoría en este mundo.

Y quizás por eso, estas en peligro. Hay mucho de lo que hablar, y te lo podre mostrar sin entras a las instalaciones. Esto no es una granja, es una instalación especial. Y tu mundo, tu mundo está a punto de pasar un punto de no retorno.  

Demasiada información a la vez que no comprendo, o que me niego a comprender. ¿Un telépata?, ¿que tengo un don? Si que es verdad que siempre había comprendido bien como funcionaban las redes y las conexiones inalámbricas, pero otra gente también lo hacia. No era un don, había estudiado y practicado muchísimo.

No me salen las palabras... ni los pensamientos de respuesta. Sigo a Ser Ocult, u Overframe, cuando me lo indica por instinto, realmente mi mente solo intenta comprender las nuevas noticias pero constantemente me encuentro preguntándome, ¿será algún tipo de broma?, ¿habrá una cámara oculta?, o, lo que es peor, ¿estaré drogado o soñando?

No logro alcanzar una respuesta que me satisfaga así que hago mía la que parece ser la única opción que tengo: entrar en ese edificio y descubrir que me espera en el futuro.