Partida Rol por web

Aina tenía que volar si quería llegar a tiempo a Puerto de la Cabeza. De hecho, no le salían las cuentas. Según María, había quedado con Vich en aproximadamente media hora, pero de eso ya habían pasado algunos minutos. Desde Llanura hasta el Puerto había un mínimo de treinta minutos yendo rápido. Llegar hasta el bar Tolo en ese tiempo récord iba a ser complicado y hasta peligroso. 

No obstante, tenía que hacerlo. María dependía de ella y no podía defraudarla ni dejar que se pusiera en peligro. Debía decidir ahora si seguir confiando en la guardia civil y contarles lo que estaba sucediendo o bien ir sola hacia el Puerto, pero hiciera lo que hiciera, debía hacerlo rápido, pues cada minuto que perdía, era un minuto que dejaba solos a Campaner y María.

Sabía que iba a coger a Vich. Ella quería que la Guardia Civil confiase en ella para estar en el caso. Si ahora actuaba por su cuenta esa confianza se rompería. Por lo que decidió contarles a sus compañeros lo que ocurría, eso si, ya fuera de la casa y del alcance de los oídos de aquella pobre mujer. 

-No se preocupe, todo ira bien. Intente descansar un poco, le informaremos si hay novedades- No era de aquellas personas que dan abrazos, ni de las que ponen la mano en el hombro de un desconocido que se derrumba. Siquiera sabía poner una cara de las que parecen decir "comprendo por lo que estas pasando, pero no estás solo" Ella no era María Miranda, era tan sólo Aina Vallespir, y ahora su mejor amiga, su única amiga, estaba a punto de meterse en la boca del lobo. Sentada a la mesa con un loco, posiblemente un asesino. 

Ya fuera de la casa, y memorizado las descripciones de los dos tipos amigos de Vich, informó a los dos pejotas. 

- Nuestros agentes en puerto de la Cabeza han dado con Vich, Miranda lo entretendrá mientras llegamos. Se que quizás no ha sido la mejor idea del mundo, pero la cosa ha sucedido así. Ella estará en un local de paisano. Debemos ir sin demora, podemos tener a Tomeu esta misma noche. - no hacían falta más detalles. Simplemente habían de llegar a tiempo y detenerlo con a saber qué pretexto. 

-  Yo..... 

Lo siento.

Pero como era de esperarse me salia regaño. Y era logico, realmente no lo habia pensado muy bien, o si? 

- Lo se, lo se.... tienes razon....

Pero dejame hablar!!!!!

Y no era para menos, mas que molesta se notaba preocupada y tambien era logico... yo tambien lo estaba y algo asustada pero que podia salir, era un lugar publico, yo sabia defenderme, Campaner estaba cerca. Y aun asi.....

- Claro Aina, pongo al corriente a Campaner y te espero alla, todo saldra bien, vale!!! 

Aquellas ultimas palabras fueron mas para mi que para ella. Trague grueso antes de continuar hablando con Campaner.

Luego de ultimar detalles con Campaner y haber conseguido un vestido sencillo y fresco, le recalce que necesitaba informacion.

- Asi que si ves que estoy con el en una mesa, no lo detengan aun. Dile a Aina que espere y me de todo el tiempo que pueda darme para hablar con el, mientras mas pueda hablar con el podre sacarle alguna informacion, Vale?

No habia para mucho mas. Confiaba en que Aina podria llegar a tiempo, una conversacion con Vich podia tomar media hora al menos y eso deberia darle suficiente a mi amiga.

Habia comprado tambien un bolsito que hacia juego con el vestido de lo mas lindo y unas sandalias que me encantaron, pero cuando me cambiaba me di cuenta de que entraba mi arma pero no entraba la placa o el movil. Asi que solo lleve mi arma, el movil y algo de dinero en efectivo, un labial y que mas podia necesitar una chica?

- Deseame suerte!! Dije a Campaner antes de despedirme y bajar del furgon. Las manos me temblaban un poco.

Nos estacionamos a una cuadra del local y camine el resto del camino algo apurada porque estaba llegando justo con el tiempo, pero despues de todo un par de minutos de espera no iban a impotar, estaba muy linda segun mi reflejo en una de las tiendas y sabia que a Vich le iba a gustar.

Mientras caminaba cada paso me ponia mas nerviosa pero trate de pensar en alguna estrategia de conversacion para poder sacarle informacion y asi mantener mi mente ocupada.

Aina conducía a gran velocidad por la carretera MA-20133 que unía el núcleo urbano de Llanura, con Puerto de la Cabeza. Detrás, le seguían a duras penas los agentes de la policía judicial de la guardia civil. Difícil era seguirle el ritmo a una persona que sufría por una amiga a la que casi consideraba "su protegida". Y es que María se había metido en un lío tremendo y ella no estaba a su lado para ayudarle, aunque eso iba a solucionarlo.

Estaba muy oscuro. Quizás el ayuntamiento debiera invertir más en iluminación pública, aunque aquel tramo de carretera no era competencia municipal, sino del Consell insular. No obstante, estaban cansados de acudir a accidentes de circulación en aquella carretera y si fueran más agentes, podrían controlarlo mejor, pero no con los escasos efectivos con los que se contaba.

No había demasiado tráfico por suerte a esa hora. La gente que iba a salir de marcha, todavía estaba cenando. Era pronto. Sin embargo, lo normal para llegar desde Llanura al puerto era invertir casi cuarenta minutos, demasiado. Estaban construyendo un túnel que reduciría a la mitad el tiempo de viaje, pero... no estaría acabado hasta al menos dentro de dos años. 

Llegó la zona montañosa. Subir el puerto, las múltiples curvas, era lo que más tiempo le hacía perder a una. También era el tramo en el que se debía ir más lento, pues aunque habían arreglado la carretera, seguía siendo peligrosa y... de nuevo, poca luz. Giró a derecha, una curva cerrada. Ascendió unos pocos metros, menos de cien y una curva cerrada de nuevo, esa vez a la izquierda. De nuevo un tramo ascendiendo y entonces...

Una rueda se salió de la trazada, resbaló y Aina perdió el control. Frenó de forma brusca y el coche hizo un extraño. Sintió como el lateral derecho del coche chocaba contra la pared vertical y expulsaba el coche patrulla hacia el abismo. Dio un volantazo y el el coche volvió a ir directo contra la pared y finalmente, un frenazo logró que el vehículo se detuviera. Una rueda había reventado y el lateral estaba completamente abollado... no podía seguir.

El coche de la guardia civil se detuvo al lado del de Aina. La expresión de los dos guardias civiles era un poema. Se habían asustado y mucho, aunque probablemente, menos que la propia Aina.

- ¡Aina! - Carles salió del coche a la carrera y se detuvo frente al coche patrulla de Aina. Ella ya estaba fuera, algo dolorida, pero en buen estado. - ¡Joder! ¡Estás bien? - Le preguntó.

Mensaje para Mabel Orihuela:

Cambio de planes. Nos vemos en el Alex bar. Tienes dos minutos.

El Alex's Bar estaba junto al bar Tolo, pero era bastante más grande y concurrido que éste. María no tuvo tiempo de pensar mucho. Vich la estaba forzando. ¿Sospechaba algo? ¿Podía ser que sólo se estuviera divirtiendo con ella? ¿O es que simplemente era un tipo mucho más precavido de lo que pareía?

María pronto se encontró frente a las escaleras de aquel pub. Estaba lleno de gente, casi todos súbditos británicos. Encontrar allí a Vich iba a ser difícil a menos que éste le concretara un poco más la ubicación y además, no le había dicho nada a Campaner sobre el cambio de ubicación de la cita y a decir verdad, no tenían nada previsto ni preparado. ¿Cómo iba a saber Campaner cuando entrar a ayudarle? ¿Si se ponían feas las cosas, cómo iba a enterarse? ¿Tenía que llamarle o enviarle un mensaje?

La madre que lo pario!!!!

Luego pensaria en la pobre Jacinta. Al menos la rabia por el cambio de lugar me hacia despejar mi mente.

Mensaje para Aina y Campaner:

Vich me cambio el lugar de encuentro y ahora estoy en el Bar Alex, justo al lado. Aun no lo encuentro. =X

Si Vich me estaba observando era mejor aparentar. Me tomo una selfie con la entrada del Bar en mis espaldas como si fuese una foto bonita y luego entre a buscarle. 

No tenia intenciones de recorrer todo el bar, mirar un poco por aqui y por alla y tal vez luego esperar en la barra. Estaba segura que si no le veia el si me iba a ver. 

Tal vez podia sentir sus ojos sobre o mi o eran mis nervios. 

Sentir mi arma en el bolsito me hizo sentir mas tranquila.

Donde estas canalla....

Mensaje para MaMi de Campaner:

María, esto pinta mal! Voy a por una chaqueta o algo y vengo. Intenta no meterte en líos. Dame cinco minutos...

María entró finalmente en el local. Estaba sonando una canción que atentaba contra los sentidos. Contra el oído por lo terrible de la letra y el ritmo y contra la vista al ver a todos los clientes de aquel establecimiento retorciéndose de forma macabra tratando de seguir aquea disforme melodía.

El local estaba abarrotado. Al fin y al cabo el Alex, era uno de los garitos de moda del Puerto. La mayor parte de la clientela era inglesa, aunque también había alemanes a tenor del acento de algunos de los jóvenes que escuchaba hablar entre la terrible canción que estaba sonando y también algún que otro español, aunque eran minoría. 

Las luces estroboscópicas y le cegaban entre fogonazo y fogonazo y los empujones se sucedían a medida que María avanzaba hacia la barra. Y es que el aforo sin duda se estaba superando con creces en aquel local. Poco se había aprendido de la pandemia del 2019 y si algo se había aprendido, ya estaba olvidado. 

Finalmente María, preocupada por no encontrar a Vich, agarró de nuevo su teléfono móvil. Aina seguía sin responder, pero Vich si le había enviado un nuevo mensaje...

Mensaje para Mabel Orihuela:

Sal por la puerta trasera y guarda tu teléfono. Te estoy viendo. Si no lo haces, no hay encuentro. ¿Entendido? Y nada de mensajes. 

Mensaje para Campaner:

Salgo por la puerta trasera del Bar. Tendre cuidado.

Mensaje para Vich: 

Claro cariño, aunque me asustas un poco sabes, ahi voy pero no hace falta tanto cuidado, vale. 

Y es que tenia que responderle a Vich porque si de verdad me estaba viendo era la unica forma de avisar a Campaner donde iba estar y que el pensara que estaba enviando el mensaje para el. Al parecer ya no habria platicas acerca de sus creencias, lo cual no era nada bueno. Oh bien queria sexo o queria ponerme a prueba o incluso que fuese su siguiente victima. Nada bueno en ninguno de los casos. 

Tampoco tenia mucho tiempo de pensar, ubique la salida trasera y comence a caminar hacia la salida despues de guardar el telefono, al pasar tome una copa de una de las mesas para salir con algo en la mano, podia ser util si necesitaba distraer a Vich y ...

- Ey!!! Suelta..... dije girandome.  

Pero no habia nadie o mejor dicho habia mucha gente. Alguien me habia magreado una nalga y era imposible saber quien habia sido de las 4 o 5 personas que se movian tras de mi. 

Tenia que salir de alli, y si algo me molestaba mas que el rap, era el rap que sonaba como regeatton. El mundo se iba a la mierda. Continue apartando gente hacia la puerta hasta que vi a Matias como a 20 metros. Obviamente no me reconocio o estaba ocupado vendiendo algo que paso rapidamente en una mano a una pareja mientras esta le dejaba un billete verde en su camisa. 

Asi que estas vendiendo aqui....

Tal vez no era el, la luz no ayudaba mucho pero si lo era, era bueno conseguir a uno de mis antiguos vendedores aqui. Ahora no lo necesitaba pero podia ser util en otro momento. 

Tampoco entendia porque tenia ganas de fumar. Asi años que habia logrado dejarlo, pero de pronto senti ganas de cigarrillo. Era mejor no estar en lugares como este.

Abri la puerta y sali al exterior sintiendo como un mundo atroz y de perversion quedaba tras de mi al cerrarse la pesada puerta, aunque claro, podia estar entrando a uno mucho peor. Parpadee un poco para acostumbrar la vista pero no veia Vich.

- Tomeu? Llame con duda mientras camine alrededor.

El callejón era oscuro y solitario. Se trataba de un lugar estrecho lleno de cajas de botellas y con varios contendores. Un único acceso desde la calle daba a una calle las concurrida a unos cuarenta metros de donde María se hallaba. Al fondo no había salida, tan solo una puerta de garaje y allí frente a ella y de espaldas, se encontraba la figura de un hombre quieto que parecía estar contemplando la puerta de dicho garaje. 

Matia estaba a escasos diez metros de allí junto a la puerta trasera de la discoteca. Todavía se escuchaba la música y el murmullo de la gente procedente del interior. Pero eso poco le importaba ahora a María e incluso había olvidado sus repentinas ganas de fumar. Lo único a lo que prestaba atención era a aquel hombre de pie, junto a la puerta. 

¿Era Vich? No lo tenía claro. Evidentemente tenía que ser él, aunque recordaba a Vich de la noche anterior con algo más de pelo, algo más corpulento y sobre todo más alto. No pudo aguantarlo más y preguntó. Fue en ese momento cuando notó algo a su espalda. ¡Estaba siendo asaltada por otro hombre!

El hecho de que estuviera tan oscuro ya me ponia un poco los pelos de punta aunque  podria agradecer la soledad y el silencio que reinaba en ese oscuro callejon. Tenia salida? No estaba segura, pero debia tenerlo. 

Avance nerviosa pero con determinacion. Estaba claro que Vich no confiaba en mi y por ello se habia tomado tantas molestias o simplemente me habia descubierto. No importaba. Aina venia en camino, Campaner debia estar afuera, no seria tan estupido para atacarme en un lugar publico y no podria secuestrarme sin que nadie viera nada, y aun asi avance con cautela sujetando mi bolso en una mano y la otra pronta para sacar el arma si era necesario pero no iba a arriesgar mi pantalla o perderiamos a Vich y a las chicas secuestradas. 

Un poco mas y vi que aquel hombre me miraba mas adelante del callejon. Tenia que ser Vich, quien si no me hubiese citado aqui. Pero porque no avanzaba a la luz, porque parecia mas bajo y delgado, porque...

Parecia una trampa....

Senti que alguien se acercaba bruscamente por detras y saque mi arma apuntandole rapidamente.

Ahora ya estaba comprometida aunque por otro lado aun podia tratar de forzar las cosas, podia incluso interrogarles ahi mismo pero primero tenia que someterles, eran dos al menos. 

- Alto ahí y no te muevas! Dije mientras apuntaba sin estar segura quien era.

Si era Vich y no mostraba violencia podia bajar el arma y tratar de mostrar que era un mal entendido pero si venian a por mi tendria que mantener a este hombre sometido con mi arma mientras el otro huia y todo estaria perdido. 

Aina donde estas!!!!

- Dije que no te movieras! Quien eres, donde esta Tomeu?

Despues de todo era el quien me habia citado, era el que importaba, o no?

Aina sabía que aquella carretera era traicionera, pero se trataba de María y no podía contener la imperiosa necesidad de llegar a tiempo. 

Sus ojos se abrieron de par en par al darse cuenta de que perdía el control del vehículo, y realmente se asustó mucho, pues podría haberse matado, que a punto había Estado de caer Barranco abajo. Pero por suerte ella estaba bien, aunque no podía decir lo mismo del coche. 

Mierda, María... 

Ahora sí que no tenía ninguna opción de llegar a tiempo, se sentía algo aturdida y con ganas de llorar, pero no, no podía derrumbarse, no se lo iba a permitir. 

Maldita niñata, no llores, has sido una idiota, pues ahora busca una solución. Llorar no sirve de nada, no arreglará nada. Das pena. 

Tragó saliva y se apoyó en el capó del coche. Carles acudió a la carrera  aver cómo estaba y en su fuero interno algo se removió, sentimientos no olvidados pero que tampoco podía dejar salir. 

-Sí, sí... Creo que sí. Solo un poco mareada- respondió para que no se preocupasen por ella demasiado. Estaba segura de que al día siguiente tendría el cuerpo dolorido, pero ahora, en caliente y con la adrenalina a tope no sentía dolor. En cualquier caso no sería nada grave. No como MaMi, que sí que estaba en un aprieto. 

-La agente, María, debéis ir por ella. Detened a Vich... - porque yo no puedo, ¡maldita seas! 

Indicó a los dos guardias civiles como llegar al bar Tolo. Tenían que encontrarlo y evitar cualquier mal a MaMi. Aunque había sido impulsiva y en cierta forma inocentemente estúpida, todo lo había hecho por Aina, y ella no podría perdonarse jamás que le ocurriese algo por su culpa. 

El joven que había seguido a María se dejó ver. Era un chico alto y con la cabeza rapada. Se sobresaltó un poco al ver el arma, pero aún así no se achantó y dio un paso adelante y cerró la puerta de acceso a la discoteca tras de sí. 

- Tira ese arma, guapita. - Le dijo con tono impositivo. 

- Tomeu ni tardará en venir. - Deben el orto chico. - Haz caso y nadie saldrá herido. Esconde esa pistola, ¿quieres? Te lo explicamos todo a su tiempo.

Aquel chico era bastante más bajo que el otro,algo enclenque desde luego, pero tampoco parecía tenerle demasiado miedo a María.

- Hay sitio en nuestro coche. - ​​​​​Le dijo Carles ofreciéndole la mano. - Apraca este en el apartadeeo. Esta a veinte metros y subes con nosotros. - Le ofreció. - Si cierras bien el coche no tiene porqué pasar nada. Luego te acompañamos otra vez...