Partida Rol por web

Para cuando María regresó con los cafés, Jiménez y Mate ya estaban en la sala de interrogatorios con el detenido. En aquel breve intervalo de tiempo ya había llegado el abogado y estaba parlamentando con su cliente. Para cuando María entró en la sala y le dio el café a Jiménez éste lo aceptó con gusto, no así Mate, quien nunca tomaba café cosa que María no sabía, pero aún así le dio las gracias.

El abogado pidió unos minutos para entrevistarse con su protegido en privado y se los concedieron. Al final era un derecho que le asistía. Unos diez minutos más tarde, el abogado de oficio hizo pasar a los agentes y les propuso iniciar la declaración del investigado. Jiménez se colocó frente al ordenador para ir transcribiendo todo lo que se decía.

- Vamos a empezar con a declaración. - Le propuso el Inspector al joven detenido. - Todo lo que preguntemos y tus respuestas van a ser transcritas. Además, la declaración se está grabando, ¿verdad? - Miró a Jiménez y este asintió con la cabeza. - Te recuerdo que tienes derecho a guardar silencio, lo que comprende no declarar si no quieres, no contestar alguna o algunas de las preguntas que le formulen, o a manifestar que sólo declarará ante el juez. Derecho a no declarar contra ti mismo y a no confesarte culpable. Además de tu derecho de acceder a los elementos o pruebas existentes en las actuaciones que sean esenciales para impugnar la legalidad de la detención o privación de libertad. - Le recordó. - Por eso, te hemos dado copia de todos los derechos que nos has solicitado y te daremos copia de lo que vamos a actuar ahora. ¿Lo entiendes?

- Si todo claro... - Respondió el joven sin dejar de mirar fijamente al Inspector. Casi se podría decir que lo hacía de forma desafiante. - Ya he hablado con mi abogado. Está todo más que claro... - Se recostó sobre el respaldo de la silla y estiró su espalda haciéndola crujir. - Podéis empezar cuando os salga de la polla... - Sonrió.

- ¡Ese lenguaje! - Exclamó el cabo.

Aquello sólo sirvió para recibir una sonora risotada por parte del detenido. El cabo resopló, se llevó las manos a la cara y trató de relajarse. En otro tiempo aquel asunto se habría resuelto de otro modo más sencillo y rápido, sin tanto papeleó ni burocracia.

En ese momento Luis Mate recibió una llamada, miró la pantalla del teléfono y salió de a sala tras pedir disculpas a María, al cabo y al abogado defensor. 

- Pues cuenta... - Resopló. - ¿Qué ha sucedido esta noche en el pub Alex?

- Pues... - Se detuvo a recordar. - ...estaba yo de marcha con mi colega Juan, cuando una tipa se nos insinuó. Nos llevó a la trastienda del local y sacó una pistola. - Comentó. - Nos apuntó y entonces llegó un poli que también nos apuntó y empezó un tiroteo. Creo que Juan le quitó la pistola a esa chica y lo demás... no le recuerdo. - Se encogió de hombros. - Luego me defendí. Cogí a la chica que nos había amenazado y luego... - Sonrió. - Todo lo demás es borroso...

Cuando aquel desgraciado comenzo a hablar no pude aguantar el vaso con cafe en la mano. Me puse helada....

Ahora resulta que era nuestra culpa y que yo me habia insinuado, sin embargo me quede tiesa suponiendo que diria que yo iba de paisano. Me quede mirando la pared mientras sentia un escalofrio recorrer mi cuerpo hasta que la sangre volvio a circular en mi cuerpo cuando escuche que no habia dicho nada al respecto.

Salvada a la segunda. La tercera era la vencida.

Visiblemente habia controlado mis impulsos asesinos y tras respirar profundo me acerque con cuidado a donde estaba Jimenez. Lamentaba que Mate su hubiese ido. 

- Asi que simplemente fue en defensa propia y la mujer que ...  espera. Entonces abri los ojos de par en par. 

El hombre no habia reconocido que la chica del callejon y yo eramos la misma persona. Casi podia gritar de la alegria. Hasta el cansancio se me habia quitado. Podia mostrarle la cortada que me habia hecho en la pierna pero no seria una buena idea. Por ahora era mejor asi.

Me di cuenta que si hacia preguntas podia ponerme en entre dicho y joder la investigacion y joder todo mucho mas. Teniamos que encontrar una manera de presionarlo y no lo teniamos.

- Supongo que las camaras traseras del local corroboran tus historia (menti) y resulta que solo por casualidad o mala suerte dos... e hice hincapie con mi mano y mis dos dedos extendidos, - Dos de tus amigos mueren la misma noche! Y tu solo eres una victima y no sabes nada!

Lo miraba atenta porque no habia mencionado el nombre de Vich, pero su reaccion me diria si sabia algo o no, podia extrañarse de verdad por lo que yo acaba de decir, o podia quedarse callado o salir con una chorrada indicandome que si sabia que Vich estaba muerto.

Esperaba que Jimenez pudiera ayudar.

- Así es... - Dijo el joven. - Defensa propia. - Miró a su abogado y éste asintió con la cabeza. 

Entonces María mencionó lo de las cámaras. 

- ¿Cámaras? - Preguntó inquieto. - ¿Hay cámaras? - Miró de nuevo a su abogado, pero sólo de reojo. - ¿Eso es legal?

Su abogado le hizo un gesto con la mano. Su intención era que se tranquilizara y que no siguiera por ahí. Luego llegó la revelación sobre el segundo amigo fallecido esa noche.

- De eso... - Bajó la mirada. - De eso no se nada. - Comentó, aunque a María le parecía evidente que mentía.

- Sabemos lo que pasó, José... - Le comentó el cabo con serenidad. - Da igual lo que digas, da igual que mientas. Sabemos la verdad. Tú no disparaste el arma, por lo que quizás y sólo quizás puedas salvarte de una condena elevada, pero sabemos lo de las chicas. - Hizo una pausa. - Una confesión no estaría mal si quieres pactar con la fiscalía un trato beneficioso.

- ¿Chicas? - Frunció el ceño. - ¿Qué chicas? ¿De qué...? - Miró a su abogado. A María le pareció que en ese momento su desconocimiento de los hechos era verídico. - ¿De qué coño habla...? - Soltó una risa nerviosa.

Evidentemente el cabo preguntaba en esos momentos por los secuestros de las chicas de las últimas semanas. No obstante, a María, por alguna razón le daba la impresión de que el arrestado no sabía nada. Aunque tan solo era eso, una simple impresión. Podía ser que tuviera mucho que ver con todo aquello y el cabo estaba tirando por allí... 

Entonces me recoste de mi silla como si poco me importaba si realmente hablaba o no.

- Ya caistes Jose, solo que no te has dado cuenta, hasta tenemos un testigo que te vio con tu amigo el otro que murio esta noche y al parecer Juan y tu fueron los ultimos de verle con vida, tambien vas a hecharle la culpa a Juan, tambien fue en defensa propia, que te hizo, te robo tu bollo de de canela?

Me referia a la madre de Tomeu que me dijo que Juan y Jose se lo habian llevado hacia dos semanas. Obviamente no contaba como testigo y tampoco la llamaria, pero Jose no sabia eso.

Respire profundo soltando el aire como si todo esto me fastidiara.

- Veras, sabermos que no eres el cabecilla y hay mas gente importante en todo esto, asi que si te quieres ayudar un poco puedes contarnos lo que sabes o hundirte tu solo con la culpa de los demas, es asi de sencillo, vale?

Esta vez mire yo al abogado, porque si bien el estaba haciendo su trabajo, me puteaba que hiciera el nuestro mas dificil, las victimas podian ser hasta conocidas de el y nada le importaba a esos mal nacidos sin conciencia. Solo esperaba que este fuese un poco mas decente y no dejara que Jose se hundiera solo.

- ¿Un testigo? - Preguntó. - ¿Un testigo de qué? - Sin duda José se había puesto nervioso. - Si nosotros...

 El detenido miró al abogado y éste le hizo un gesto. No dijo nada más. Simplemente se mantuvo tenso y con expresión agria. Sin duda alguna no se esperaba que el interrogatorio fuera por esos derroteros. Fue entonces María mencionó lo de que "sabían que él no era el cabecilla".

- Bueno... - Se mantuvo pensativo. - ¿Y... qué trato me ofrecen? Yo no he matado a nadie. Eso que quede claro...

Estaba aceptando de forma involuntaria que lo que había expuesto María era cierto. Se estaba tratando de quitar responsabilidad, eso también lo era, por lo que quizás, si se le ofrecía algo interesante, algo que consiguiera que su condena se quedara en lo mínimo, acabase cantando.

Yo no estaba en capacidad de ofrecer algun trato en todo casi Jimenez creo que podia o algo mas oficial tendria que hacerlo un juez, pero visto que era yo quien hablaba tenia que seguir por alli.

Podia mencionar lo del testigo pero complicaba las cosas. Era mejor ir por el trato.

- Creo que seria facil de que salieras bien de esta, tal vez un cargo menor, incluso podrian darte una medalla si informamos que gracias a tus esfuerzos e invaluable contribucion incluso arresgiando tu propia vida pudimos desmantelar y capturar a los importantes y salvar vidas de gente inocente, pero todo depende de cuanto y que tal util sea los que nos cuentes. Dije con determinacion. 

Mire a Jimenez para que me apoyara en esto, ya que obviamente el tenia mas rango que yo.

Mate, donde estas!!!!

Estaba tan excitada como preocupada, porque todo parecia ir bien en el interrogatorio y sabia que una sola palabra podia mandar todo a la mierda, pero mi mayor esfuerzo era que no se me notara nada y seguir conversando como si solo hablaramos del clima. 

- Es un buen trato... - Intervino el abogado defensor del joven. - Perdón... - Dijo mirando a los dos agentes. Sabía que una vez iniciado el interrogatorio, no podía intervenir ni condicionar las respuestas de su defendido, pero al escuchar las palabras de Miranda, supo que en ese momento podían conseguir un buen trato. - Lo de la medalla, bueno, eso no creo que sea posible, pero la retirada de cargos puede ser algo muy interesante. - Miró fijamente a su defendido. - Piénselo señor Rodríguez, piénselo bien...

- Tengo que... - Inspiró profundamente. - Tengo que pensarlo. - Bajó la mirada.

María no era experta en psicología, pero veía que poco a poco iban doblegando la mente y la voluntad de aquel joven. Quizás si seguían por ahí, lograsen dar con la clave de todo aquello. O quizás no... pero tenían que intentarlo. 

- No diré nada. - Dijo al fin la cabeza. - Pueden hacerme las preguntas que quieran, pero no diré nada mas. ¿Les queda claro?

Y justo entonces, José Rodríguez decidió ponerlo dificil.

Sentada alli mirandole pensaba en mi gran triunfo hasta que dio su negativa de seguir hablando. Sin duda le tenia mas miedo a sus amigos que a nosotros. 

No mostre rabia pero por debajo de la mesa tenia las manos apretadas de furia.

- Bien..... Respire profundo. 

Me levante con calma sin entender porque Jimenes no hacia nada, se me escapaba de las manos. Se suponia que iba a interrogar el, yo no era una experta, ni siquiera era detective.

- Te tenemos en ambas escenas de ambos crimenes, tengo testigos en ambas escenas, estan las camaras, y la declaracion de un testigo y puedo llamar otro que ya interrogamos por la muerte de tu amigo Vich. Si! tal vez no fuistes el asesino en ambas, pero estuviste alli y como colaborador como se puede probar, y lo haremos, como dije te hundiras tu solo. 

Me levante de la silla dispuesta a salir de la sala solo esperando que dando por terminada la sesion entendiese que se acaban sus opciones y la proteccion que podiamos darle.

Entonces hice una jugada extrema, antes de salir.

- Por cierto.... Y me gire con cierta sorna.

- Sabemos lo del club (no recuerdo el nombre) Y si, me encargare que todos sepan que fuistes tu quien nos dijo todo, asi que seguro te encontraran fuera de la carcel o dentro.

Regrese por mi taza y luego de mirar a Jimenez me dispuse a salir esperando que fuese suficiente para amedrentarle. Si quedaba algo por decir Jimenes tendria que empujarlo porque yo no sabia que mas hacer y devolverme seria mostrar debilidad algo que no podia hacerse con esos desgraciados. 

A menos que abriese la boca antes de que yo saliese de alli.

Tal vez me haga de la Judicial, Aina estaria encantada.

José levantó la mirada y conectó con la de María. Se notaba que aquello le había preocupado más que cualquiera de las otras cosas que se habían hablado en aquella sala de interrogatorio. Apretó los labios, tragó saliva y resopló mientras volvía a bajar la mirada. Estaba a punto de decir algo, pero no acababa de hacerlo. María se giró y se dirigió a la puerta y entonces...

- El predio de Binineu. - Dijo entonces sin más. - La antigua posesión...

- ¿Qué quieres decir con eso? - Le preguntó el cabo.

José no respondió. De hecho, sólo miró de reojo a Joaquín y luego devolvió su mirada hacia María, de quien trataba de leer una reacción en su rostro. 

- ¿Están allí las chicas secuestradas? - Preguntó algo nervioso el cabo.

Tampoco le respondió. 

- ¿Qué hay allí? - Insistió. - ¿Es en ese lugar donde lleváis a cabo vuestras actividades? - Jiménez se empezaba a poner nervioso ante el silencio de José. Para éste, parecía que sólo existía María en ese momento.

Me detuve en la puerta tan pronto escuche la voz de Juan. Al girarme pude notar se preocupacion y si, tal vez su miedo. No podia ser inventado, no tendria sentido. 

Me devolvi siempre mirandolo a los ojos aunque ahora de manera mas concialiadora, maternal si podia decirse. 

Jimenez hacia pregunta pero Juan se hundia en sus pensamientos. Sabia que habia cometido una indiscrecion al decirnos el lugar, lo que cual indicaba que no habia vuelta atras, de una forma u otra tendria hablar para salvarse y yo se lo iba a poner mas facil. 

Puse mi mano en el hombro de Jimenez para que se calmara, mas preguntas no resolverian nada, aquel hombre necesitaba empatia. 

Me sente frente a el y tome sus manos entre las mias siempre mirandolo. 

- Siempre fuistes una victima verdad... 

No era una pregunta, era una declaracion, una aceptacion de que su defensa era cierta. 

- Tu sabes de lo que son capaces, tu saben lo que han hecho y lo que te han obligado a hacer....

Acababa de darle una puerta de salida a todos sus problemas. El era simplemente una victima, bien que fuese verdad o no, el necesitaba un escape y nosotros toda la verdad.

Me voy a graduar de actriz.

 - Juan, mirame.... Solo hay una forma de que podamos ayudarte, solo hay una forma que puedes ayudarte....

Hablaba pausadamente, dejando que mis palabras fueran calando en la mente de Juan, necesitaba su confianza, su empatia.

- Solo tu puedes ayudarnos a que no escape ninguno pero para eso tenemos que saber quienes son y tu podras tener una vida, no tendras que ocultarte, no tendras que tener miedo. 

Mi voz era casi un susurro, con mi intencion y atencion puesta en Juan mientras sujetaba ligeramente sus manos.

- Ningun juez o jurado podra reprocharte nada, porque todo depende solo de ti, y solo de ti...

Ahora solo faltaba que fuese concreto y comenzara a hablar. Estaba segura que Jimenez podria dejarlo detenido 24 horas para su proteccion mientras deteniamos a todos los involucrados y despues dejarlo libre seria muy sencillo. Si realmente colaboraba y se jugaba la carta de que fue obligado, no seria dificil liberarlo. 

Y luego Mabel se encargaria de el... en las calles. Por mi pierna que aun ardia por la herida que me habia hecho, y por su culpa tambien le habian disparado a Campaner, pero esa justicia podria llegar de otra maneras. Estaba segura y decidida a ello.