Partida Rol por web

[P.L.2] Ecos del Pasado.

Epílogos.

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30/09/2021, 12:52
Narrador

Epílogo 1. Los huesos.

Hasta huesos de doce personas diferentes fueron contabilizados entre los que se hallaban en el fondo del pozo. Tan solo fueron identificados los huesos de tres personas, el resto acabó como no podía ser de otra forma, en el fondo de una fosa común en el cementerio municipal de Llanura del Buenpaso. Lo que si pudieron certificar gracias a las tres personas identificadas fue que a actividad de aquella extraña secta, llevaba más de veinte años activa.

Lo que también se determinó fue que aquellos huesos pertenecían a nueve mujeres y sólo tres hombres, todos pertenecientes a personas adultas. Que no hubiera niños entre las víctimas fue un hecho en cierta manera tranquilizador para muchos. Algo que también se determinó en varios casos, fue que al menos dos de las personas murieron probablemente por un arma blanca que podía concordar perfectamente con la daga ceremonial que portaba Phausto en el momento en que fue detenido. 

El primer cadáver que fue identificado pertenecía a una mujer. Sara Nuñez Feijó, quien desapareció en Llanura hacía cuatro años. Aquellos depravados la raptaron y probablemente, tras tenerla retenida un tiempo, no tuvo tanta suerte como la joven que pudieron salvar en el último momento gracias a la intervención de María y sobre todo al certero disparo de Aina.

Otro de los cuerpos pertenecía a un hombre. Juan Cánovas Seguí, un vecino de Binissalem que desapareció siete años atrás. Para cuando desapareció ya era un hombre de edad, pues con setenta años salió a pasear por una zona rural y nunca regresó a casa. Su familia lo estuvo buscando de forma activa durante muchos meses hasta que se dio por vencida y dejó de hacerlo.

Entre los fallecidos se encontraron también los cuerpos de un chico y una chica, que todavía no se habían descompuesto del todo y a los que fue muy fácil identificar. Se trataba de dos de los tres jóvenes desaparecidos en la comarca en las últimas fechas. Marina Caldentey Miralles y Rodrigo Santiago Mesa, fueron identificados los primeros por sus familias, convirtiéndose en un drama para toda la zona. Por supuesto la tercera chica desaparecido era la joven que lograron salvar en el último instante. Al parecer, el número de secuestros y asesinatos de la secta de Azrael se había incrementado mucho en las últimas semanas.

Y sí... la noticia que Aina no quería escuchar fue finalmente la que le cayó como un plomo sobre la cabeza. Su querido hermano Dídac, estaba entre los huesos encontrados en aquel pozo, junto a los de otras personas que corrieron la misma suerte. Dídac, o lo que quedaba de él, encontró reposo en el panteón familiar de os Vallespir y con ello, también pudo reposar Aina, que tras tanto tiempo buscando a su hermano perdido, al fin había dado con él y podría cerrar al fin, aquel pasaje de su vida.

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30/09/2021, 13:13
Laura Fernández Capó

Epílogo 2. La superviviente.

Laura Fernández Capó era el nombre de la joven que logró sobrevivir. Cuando la encontraron estaba fuera de sí. Había tomado muchos medicamentos y drogas que habían distorsionado su visión de la realidad hasta tal punto que empezó a creer realmente en que el objetivo de aquella secta era justo y necesario y que su sacrificio sería una bendición para ella y para el resto del mundo, pues con su muerte ritual, el cuarto advenimiento de Azrael sería posible y ella sería recompensada.

De hecho, cuando salió del trance en el que estaba imbuida, arremetió contra las fuerzas y cuerpos de seguridad, se enfrentó a los médicos y trató de tirarse por la ventana de la tercera plana del hospital donde estaba internada. Fue diagnosticada con esquizofrenia paranoide severa y nunca volvió a ser la misma niña alegre de la que su madre y amigos hablaban. Lo que Phausto y la secta le hicieron, la cambió para siempre.

En algunos momentos de mayor lucidez, se podía tratar de conversar con ella y aunque a veces llegaba a admitir que lo que habían hecho con ella había sido un trato inhumano, la gran mayoría de veces defendía al culto y ponía como los malos de la película, a los agentes que le salvaron de la muerte. Sin duda el lavado de cerebro que le hizo la secta fue efectivo y perduró en el tiempo hasta el fin de los días de la pobre Laura.

Aina trató de interrogarla una vez, pero pronto se dio cuenta de que era inútil sacar nada en claro de su versión distorsionada de los hechos. Lo máximo que pudo sacarle fue que dijo haber conocido a Dídac. No obstante y aunque parecía tener una visión muy clara de como era el hermano de Aina y la propia Aina llegó a reconocer en las palabras de Laura a su hermano, era imposible que le hubiera conocido realmente, pues ella llegó a Mallorca tres años atrás procedente de Barcelona y para ese entonces, Dídac ya reposaba en el fondo del pozo hacía años.

Sin embargo, lo que más enturbió la mente de Aina fueron las últimas palabras que tuvo con Laura...

Es un buen chico. Me gusta cuando me canta "estrellita dónde estás". Me tranquiliza tanto... - Y es que parecía que hablaba en presente, como si aún hoy le cantara esa canción por las noches antes de dormir y lo que fue todavía más extraño para Aina, fue que recordaba que cuando ella era muy pequeña, su hermano, mayor que ella, a veces le cantaba precisamente esa canción...

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30/09/2021, 13:28
Samuel Darín "Phausto"

Epílogo 3. La Confesión.

Phausto confesó todo cuando fue interrogado en los calabozos de la guardia civil. Aina y María, así como el Inspector Mate estuvieron presentes durante el interrogatorio, aunque no participaron activamente en el mismo. Fue el cabo Jiménez quien se hizo cargo del mismo y los tres policías locales, escucharon la confesión tras el espejo policial en la sala contigua a la de interrogatorios.

El objetivo de nuestra fé es la salvación. - Dijo aquel hombre con una convicción absoluta. - Debemos hacer sacrificios para que Azrael regrese a la Tierra. Su cuarto advenimiento está próximo. ¿Es qué no lo veis? - Preguntó con énfasis. - ¡Azrael necesita el sacrificio de unos pocos para el bien de muchos! - Dijo sonriente y exaltado. - Rezos, sangre y orgías. Esa es la clave. Es lo que llevamos haciendo los últimos veinte años. Hemos pospuesto el fin del mundo que debía llegar en el 2000. ¿Es que no lo veis? 

Al ser preguntado por aquel hecho, el fin del mundo, Phausto miró con desprecio a cabo, como si estuviera escuchando las palabras de un loco  o un necio, justo lo que el propio Joaquín pensaba del hombre que estaba diciendo toda aquella sarta de estupideces. 

No se cuanto se producirá, pero sabes bien que el final se acerca. - Respondió convencido de ello. - Guerras, enfermedad, inmigración... - Negó con la cabeza. - ¿Acaso no lo ves? - Le preguntó con los ojos bien abiertos. - ¡Hemos impedido hasta ahora el fin del mundo! Pero si nos encierras... - Negó con la cabeza disgustado. - Todo nuestro trabajo se irá al traste. ¡Serás cómplice del fin del mundo! ¿Lo sabes, verdad? ¡Lo sabes!También fue preguntado por Dídac. Las respuestas fueron vagas y sin demasiado que aportar. Recordaba a aquel joven. Recordaba su nombre y que era un "joven prometedor", pero poco más pudo aportar. Aunque el interrogatorio duró horas, no obtuvieron más que una sarta de historietas pseudoreligiosas, que no lograron aportar nada de luz a la resolución del caso.

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30/09/2021, 13:42
Pelayo

Epílogo 4. Pelayo.

Aina habló con Pelayo semanas después. El joven amigo de su hermano acabó testificando en el caso como testigo. Al parecer no sabía nada de los asesinatos y aunque era miembro de la secta, su vinculación no era más que la de un mero novicio, el cual parecía mantenerse bastante alejado de las verdaderas intenciones y prácticas de la secta.

Quien si fue investigado y posteriormente condenado fue su padre. Fue uno de los detenidos de entre los veintitrés miembros de honor del culto y por supuesto acabó en prisión. El propio Pelayo quedó perplejo al saber las actividades secretas a las que su padre, un empresario de éxito, se dedicaba. De hecho, para Pelayo, la secta no era más que un club algo depravado en el que se divertía de tanto en cuanto, pues durante las reuniones de todos los miembros de la fé, abundaban las drogas y el sexo en grupo, algo que a él, le iba muy bien.

Se disculpó con Aina, pues como acabó confesándole, fue él quien introdujo a su hermano en la secta muchos años atrás. De haber sabido el triste final que correría su hermano, nunca se lo hubiera propuesto. Al principio todo fue bien. A Dídac le gustó lo que le ofrecían, drogas, sexo y diversión.  No se creía nada acerca del fin del mundo y cuando el su reclutador (un miembro de la secta que se encargaba de captar y adoctrinar a los nuevos miembros, se rebeló y aunque Pelayo no pudo afirmarlo rotundamente, hablando con unos con otros y también con su padre, llegó a la conclusión de que finalmente al tratar de dejar la secta, se convirtió en uno de los primeros sacrificios de la misma.

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30/09/2021, 20:42
Marta Quetglas

Epílogo 5. Mecanismos de Defensa.

Todo el pueblo vio en Aina una heroína. No había actuado sola evidentemente, María había tenido mucho que ver en la resolución de caso. También Ferrer, Mate y Jiménez, pero Aina era de allí y eso se valoraba por encima de todo. Muchos ya la veían como la futura jefa de policía cuando el Inspector actual se marchara a otro municipio o se jubilara. Pese a lo terrible de la situación, que una llanera hubiera estado al frente de la investigación reconfortó en cierta medida a todo el pueblo.

¿A todo, todo? No...

Y es que, aunque de buenas a primeras Marta Quetglas, madre de Aina había felicitado a su hija por sus logros, ella sabía desde un primer momento que aquella sonrisa en el rostro de su madre era más falso que una moneda de tres euros. Algo que por la mente de nadie más salvo Marta Quetglas, estaba dando vueltas y llenando a aquella mujer altiva de cierta rabia e incluso de resentimiento.

Marta no podía soportar que Aina hubiera triunfado dentro de la policía local. Para aquella mujer el trabajo de policía no era digno de su hija. Por mucho éxito y reconocimiento que tuviera dentro de aquella profesión, Aina estaba predestinada para cotas más altas. Aina debía casarse, de hecho ya debería de haberle dado algún que otro nieto y por no tener, ni novio tenía. Es más... ¡Vivía con aquella lesbiana marimacho en la casa que fuera de su abuela!

Una noche explotó todo.

- Estarás muy contenta, ¿verdad? - Le dijo Marta a su hija durante una cena en el club de campo al que también asistía como invitada personal de su hija, el marimacho con el que vivía. Sin duda, Marta se había cansado de que Aina tuviera que contar por enésima vez su historia a los amigotes de sus padres en el club, guardándose mucho por supuesto de decir mucho más de lo que ya había salido en las noticias.

La verdad es que sí, madre. - Respondió Aina hastiada de los desaires de su estimada madre.

Pues yo no lo estoy mucho. - Dijo entonces ella captando la atención de toda la mesa. - Lo que le hiciste a Trevor es imperdonable. Un socio de tu padre. Una buena persona... - Negó con la cabeza. - ¡Humm! - Ladeó la cabeza retirando la mirada a su hija. - El pobre...

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30/09/2021, 20:55
Jordi Vallespir

¡Marta! - Exclamó indignado el padre de Aina, quien se levantó sobresaltado de la mesa haciendo que sus cubiertos y su plato resonaran a punto de caer al suelo. - ¿Tú te oyes? - Le preguntó realmente alterado. - ¡Aina ha demostrado ser una gran policía! ¡Estoy muy orgulloso de ella! - Miró con cierto despreció a su mujer. - ¡Mucho más orgulloso de ella de lo que podré estarlo nunca de ti! - Sentenció ante el asombro de todos los comensales y de la propia Marta, quien con los ojos muy abiertos se llevó la mano a la boca escandalizada. - ¡Trevor nos tuvo engañados mucho tiempo! ¡Es un ser despreciable, joder! - Y esa fue la primera vez en muchos años en la que Aina vio decir un taco a su padre. Jordi estaba realmente enfadado. - ¡Eres una bruja despreciable! ¿Me has oído? - Le soltó de pronto.

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30/09/2021, 20:59
Marta Quetglas

¡Serás...! - Marta se puso en pie. Sus ojos inyectados en sangre miraron con odio a su marido. - ¡Serás...! - No le salían las palabras, pero sus dientes rechinaban de rabia. - ¡Serás...! - Ni al tercer intento obtuvo el apelativo que buscaba. 

Tiró la servilleta al suelo con odio y pisoteó con fuerza. Sus puños cerrados se tornaron blancos y su rostro, rojo por el terrible enfado al que se había visto sometida no le dejaba ni pensar. Se mascaba la tragedia y ni Aina, ni María, así como tampoco ninguno de los presentes sabían que podían hacer para calmar las aguas, que bajaban bravas.

¡Esto se ha acabado! - Le dijo finalmente. - ¿Me oyes Jordi? - Le preguntó, aunque Jordi no respondió. - ¡Se ha acabado! - Y Marta salió corriendo entre lloros, más de pura rabia que de pena.

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30/09/2021, 21:04
Jordi Vallespir

Pues... - Jordi se giró hacia los comensales que compartían mesa con él y finalmente la posó sobre Aina. - Me quita un peso de encima. - Sonrió. - ¡Si ella dice que se ha acabado, no tendré que ser yo el que le pida el divorcio! - Exclamó. 

Y como si nada hubiera pasado continuaron cenando. Aina tuvo la cena más relajada en el club de campo de los últimos años. Que no estuviera allí presente la "reina de hielo", hacía las cosas muchos más fáciles. Incluso, con el paso de lo minutos, el tema de conversación dejó de ser sobre lo sucedido e incluso se hicieron algunas bromas. Aina descubrió que los amigos de sus padres eran bastante más normales de lo que aparentaban frente al "sargento de hierro", como la llamó la señora Nicolau e incluso, por primera vez desde que María frecuentaba aquellas cenas, aquella gente de dinero habló con ella como una más.

Sí, Jordi y Marta se acabaron divorciando, pero tuvo que ser Jordi quien finalmente lo pidiera. No soportaba más a aquella mujer orgullosa que esperaba una disculpa por parte de su marido. Una disculpa que no llegó y en cambió si lo hicieron los papeles del divorcio. Los bienes de la familia se dividieron de forma equitativa y al poco tiempo, Marta Quetglas encontró un novio nuevo que le llevó de crucero por el Mediterráneo. Le sacaba veinte años a Marta, pero Davidou Kostantinos era el hombre perfecto para una mujer como Marta y Marta... era la mujer perfecta para él.

Jordi no volvió a casarse y tampoco se le conocieron demasiados amoríos. Era un hombre sencillo, siempre lo fue, pero la mujer florero con la que estuvo casado tantos años, le había cambiado de los pies a la cabeza. Jordi volvió a hacer deporte, a quedar con sus viejas amistades y sí... dejó de ir a ese maldito club de campo. De hecho, la noche en la que discutió con su mujer fue la última vez que lo pisó.

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30/09/2021, 21:15
Narrador

Epílogo 6.

Phausto fue condenado por todos los cargos de los que se le acusó. Secuestro y asesinato de doce personas, estafa, abusos sexuales e incluso fraude fiscal. De haber vivido en otro país, la condena hubiera sido perpetua, pero en España, tan solo se le pudo imponer una pena de prisión permanente revisable. Pasaría veinte años en prisión antes de poder pasar ante un tribunal médico que dictaminase si podía salir a la calle de nuevo o si por el contrario, tenía que permanecer en prisión durante algunos años más.

Fuera como fuera, desde la prisión publicó algunos libros, todos ellos de temática esotérica y dedicados a la deidad a la que todavía adoraba. Eso no ayudaría a su reinserción en la sociedad, pero tampoco le importaba demasiado. En prisión se encontraba bien. Tenía la comida pagada, cama caliente, había empezado una carrera universitaria y había empezado a cosechar un club selecto de maleantes a los que adoctrinar con su filosofía religioso-satánica. Se puede decir que encontró finalmente su sitio.

A Trevor, que resultó ser el tesorero de la secta, le cayeron quince años de prisión, de los cuales acabó cumpliendo solo siete y volvió a salir a la calle. Su esposa no quiso regresar con él, lo que había hecho le parecía asqueroso y aunque pudo rehacer su vida, sobre todo en el tema de los negocios, tuvo que salir de la isla y acabó regresando a Alemania donde murió tan solo cinco años después de salir de la cárcel por una intoxicación de ansiolíticos y antidepresivos.

Al resto de los miembro de la secta les cayeron entre tres y siete años de prisión salvo a José Rodríguez, que finalmente acabó confesándose culpable del asesinato de Vich y del secuestro de los tres jóvenes que la secta pretendía sacrificar para conseguir el cuarto advenimiento de su Dios Azrael.

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30/09/2021, 21:40
Joan Lluís Campaner Llaneras

Epílogo 7. 

Joan Campaner salió del coma. Tuvo que pasar el resto de su vida en una silla de ruedas, pues perdió la movilidad de las cintura para abajo. No obstante, no dejó el trabajo de policía, pero si que tuvo que cambiar de departamento. Se encargaría del servicio de multas y sanciones, así como de la oficina de objetos perdidos. 

De hecho, Joan era un buen nadador ya antes de su lesión, pero a partir de ese entonces se dedicó mucho más a aquel deporte. Poco a poco se fue superando y finalmente se convirtió en uno de los mejores nadadores paralímpicos de España. No llegó a competir en unos juegos olímpicos, por la edad que tenía ya, era un reto demasiado difícil, pero si que fue campeón de España de su categoría dos veces y una vez quedó en segunda posición.

Meses después de su regreso al cuerpo habló con María y con Aina. No les guardaba ningún tipo de rencor y daba gracias por haber conservado la vida y poder seguir trabajando. Joan, Aina y María se fundieron en un fuerte abrazo tras hablar del tema y nunca hubo ningún tipo de tensión entre ellos. Al fin y al cabo, el oficio que les apasionaba era peligroso y todos sabían que estaban expuestos a algo como lo que le había sucedido a Campaner. Por suerte aquel hombre tenía una mente fuerte y pudo superarse a sí mismo y reinventarse.

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01/10/2021, 15:41
Sofía

Epílogo 8. Sofía.

Entonces... - Dijo con cara de incredulidad. - ¿De verdad que saltaste entre un grupo de potenciales asesinos sectarios y corriste como pollo sin cabeza entre ellos por tal de causar confusión? - Preguntó Sofía con una mirada  incrédula y con una sonrisa en la boca.

Las dos chicas se encontraban en el apartamento de Sofía. Estaban en la cama y salvo por las sábanas que cubrían su cuerpo desde el cuello hasta los pies, iban como Dios les había traído al mundo. Había pasado una semana desde los convulsos hechos que habían salido en todas los noticieros nacionales y por desgracia, era la segunda vez en demasiado poco tiempo que Llanura del Buenpaso era noticia por un hecho terrible.

¡Estás más loca de lo que hubiera podido pensar nunca! - Exclamó Sofía con su típica sonrisa contagiosa. - ¡Eres increíble! - Le besó la frente y se destapó, sentándose sobre un lateral de la cama.

María pudo comprobar de nuevo su bonita anatomía. Su espalda perfecta, sus pechos pequeñitos pero bien puestos y su trasero duro como una piedra. De nuevo se sorprendió al ver aquel cuerpo femenino con lujuria, pues ella siempre se había considerado heterosexual, pero fuera como fuera, ahora las cosas parecían haber cambiado. Sofía se puso en pie y caminó un par de pasos hacia el lavabo anexo al dormitorio.

Me daré una ducha rápida y prepararé algo para desayunar. - Le dijo lanzándole una mirada pícara a la joven agente de policía. - ¿Vienes?

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01/10/2021, 15:51
Carles Ferrer

Epílogo 9.

El Tajer d'Oro era una de los restaurantes que más fama habían ganado en los últimos años en la comarca. Empezó como una clásica pizzería con una carta modesta pero con platos elaborados y con ingredientes de primera calidad, pero con el paso de los años se había ganado un hueco entre los restaurantes italianos más demandados de toda la isla. De hecho, dos años atrás había sido propuesto para la estrella michelin, pero Giacomo, el dueño, la rechazó porque no quería pagar la abusiva tasa que pedían por incluirla en la guía y decía que prefería seguir con su clientela de siempre, que ya le bastaba y la decisión fue correcta, pues para conseguir una mesa tenía lista de espera de una semana.

Lo cierto era que Carles se lo había currado para conseguir mesa. Tan solo dos días después de los sucesos, logró conseguir una mesa para dos. Tuvo que tirar de morro y contactos para que le hicieran un hueco, pero finalmente lo consiguió. Quería que su primera cita con Aina en su nueva etapa juntos fuera perfecta y... ¿qué mejor que uno de los mejores restaurantes de la isla? Al menos en teoría, había hecho lo que se esperaba que hiciera.

Bueno y... - Carles miró a los ojos de Aina por encima de la carta. - ¿Qué vas a pedir? - Le preguntó. - ¿Parpadelle a la fiorentina? Creo que son muy buenos. - Sonrió. Era evidente hasta para el más iluso, que aquel chico se había quedado prendado de Aina nada más verla salir por la puerta de su casa. Y es que María había ayudado a Aina a maquillarse y desde luego que parecía otra. - ¿Quieres vino? - Le preguntó. - Antes no te gustaba pero quizás hayan cambiado tus gustos. - Le dijo nervioso. - ¿Sabes qué? Voy a pedir un entrante. - Y es que Carles en aquella cita parecía bastante más inseguro que en el trabajo. Se veía que se estaba esforzando por que todo fuera bien. 

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12/10/2021, 00:56
Aina Vallespir

 

Aina había esperado desde que todavía era una cría a que llegase ese momento. Sin embargo la esperanza de encontrar un Dídac vivo no se había apagado hasta el mismo instante en que le comunicaron que allí estaban los restos de su hermano. Aquello le produjo una sensación de caída al vacío, de gran pesar pero también de alivio por saber lo que había sido de él. Sentimientos encontrados y un futuro totalmente impredecible la invadían y no sabía muy bien como lidiar con ello. Quiso refugiarse en la investigación del caso, en los testimonios y en su profesionalidad, pero en casa solía derrumbarse, por la pena y por estar libre al fin de toda aquella tensión y presión que ella misma se había exigido. Por suerte no estaba sola, y en esos días María fue su gran apoyo más que nunca. 

Todos en Llanura la felicitaban y parecían considerarla una especie de heroína del momento, Aina trataba de ser amable con ellos y complacer en su justa medida la curiosidad y necesidades de atención de sus vecinos, pero ella no se sentía como el héroe que todos creían que era. Había llegado demasiado tarde, ya no por su hermano, si no que de los tres jóvenes secuestrados dos habían sido sacrificados, y la superviviente, bueno, ella estaba viva, pero habían hecho desaparecer a la niña que fue de todos modos. No la había salvado, sería una víctima para siempre, una enferma mental por culpa de Phausto y su maldita secta.

Siguió los interrogatorios con gran atención, sin exteriorizar sentimientos, reprimiéndolos tan bien como había aprendido a hacerlo. Pues si los desataba bien podría haberse puesto a llorar desconsoladamente o, con más probabilidad, haber entrado en la sala de interrogatorios sin previo aviso para propinar una paliza de muerte a algún que otro de los detenidos, como Phausto o Trevor. Pero se contuvo, apretando los dientes y puños y con la mirada fija en aquellos hombres que no sabían que tras el espejo estaba ella observando.

Cuándo Laura Fernández le habló así de Dídac a ella se le hizo un nudo en el estómago. Soñó muchas noches con su hermano y los momentos que habían compartido en una feliz infancia, cuando él todavía le daba cariño, antes de que entrase en aquella secta o quizás antes de querer salir de ella, momento en el que comenzó a distanciarse de la joven Aina. El sueño era placentero al principio, pero al final se despertaba entre sudores y agitada, con una sensación horrible. ¿Acaso existían los fantasmas? No es que ella creyese demasiado en esas cosas, por no decir nada, pero era inevitable cuestionárselo. Finalmente decidió creer que la muchacha simplemente reproducía lo que le debían haber contado mientras la tenían embriagada con a saber cuántas sustancias, alguien dentro de aquella secta conocía muy bien a su hermano y debió explicar todo aquello a Laura. 

De Pelayo descubrió que simplemente era lo que parecía, ni más ni menos, un niño rico que no toma nada en serio y al que le gusta jugar y vivir rodeado de sexo, drogas y juguetes caros. No le podía odiar ya, pues no era el traidor a su hermano que ella había sospechado, no era quien lo había alejado, no voluntariamente, aunque tampoco podía perdonarle. Queriendo o no le había jodido la vida, y de la peor forma: llevándolo a su muerte.

¿Y ahora qué iba a hacer? Se había hecho policía para lograr descubrir qué había sido de Didac, y ahora ya tenían la respuesta. Decidió que ella seguiría en el cuerpo, había mucho que hacer, habían visto el mal en más de una ocasión y no podía dejarlo así. 

En cuanto a sus padres, las palabras de su madre ya no podían herirla. Claro que como cualquier hija hubiese preferido recibir un amor sincero por parte de Marta, pero tras escuchar como defendía a Trevor sintió asco, igual que su padre al parecer. 

¿Acaso está en sus cabales?

Por suerte su padre le ahorró el tener que enfrentarse a su madre ante todos aquellos ricachones y el espectáculo quedó entre sus dos progenitores. Sintió cierta lástima por que se rompiese el matrimonio, al final eran sus padres, pero desde luego su madre se había convertido en una mujer que anteponía muchas otras cosas a su familia. Del nuevo novio de Marta Quetglas no quiso saber nada. Ella ya había logrado ser una mujer rica para siempre, el divorcio les venía bien tanto a ella como a Jordi Vallespir, pero Aina tenía claro a quien prefería tener cerca. Que su madre no pudiese aceptar a María no le sorprendía, para empezar era de origen humilde, lo cual molestaba a su madre por incomprensible que fuese, pues ella procedía de una familia normal y corriente, y después estaba segura de que lo que le reconcomía no era que MaMi pudiese estar saliendo con otra mujer, si no que para colmo dormían bajo el mismo techo, y las habladurías le dolían más a Marta que la muerte de su propio hijo. Definitivamente Aina tenía muy claro con quien invertir y disfrutar el tiempo que le quedase por delante.

Respecto a Campaner nació en ella un sentimiento de cierta admiración y aprendió a apreciarlo mucho más que al principio, viendo en él fuerza y valor muy por encima de la media. Era fácil derrumbarse en sus circunstancias, pero en cambio se había alzado y luchado estoicamente. Aina admiraba eso de él y eso se notaría en la relación en adelante. 

En cuanto a su vida personal decidió darse una oportunidad con Carles, le contó lo que había vivido y sus motivos de entrar en la academia de policía, con todos los esfuerzos que le había costado, pues de niña no es que fuese muy buena deportista precisamente. También por qué la relación de ellos no había prosperado más en aquel tiempo. Temía que igual él no la comprendiese, pero no fue así. 

María le había ayudado a maquillarse y peinarse. Aina no había tenido muchas citas, y ninguna en mucho tiempo, años, así que estaba como un flan y muy desubicada. Al verse en el espejo abrazó ella a su compañera rubia, lo frecuente era que sucediese al revés, pero ¿Qué más podía necesitar Aina para saber que MaMi era esa mejor amiga que una tiene por y para siempre? Nada, y por eso cada vez se abría más emocionalmente con ella.

-¿Crees, crees que le gustaré?- preguntó nerviosa.

Ya en el restaurante Aina miraba la carta y a Carles. Él estaba muy guapo también. Se había esforzado mucho y se notaba, quería halagarla y conquistarla, aunque para llegar a Aina bastaba con una cerveza y unas bravas. 

Bueno y... - Carles miró a los ojos de Aina por encima de la carta. - ¿Qué vas a pedir? - Le preguntó. - ¿Parpadelle a la fiorentina? Creo que son muy buenos. - Sonrió.

-Vale, sí, por esta vez me dejaré aconsejar-

Madre mía, parecemos dos adolescentes en el baile de fin de curso.

Pensó Aina mientras se sorprendía sonrojándose. 

-Vino está bien, ¿un tinto? Soy más de cervezas, pero... bueno, a ver cuánto sabes de vinos- le dijo mirándole con seriedad al principio pero sin poder reprimir una sonrisa después, ambos estaban nerviosos y ella luchaba por no sacar sus escudos, pero también era divertido ver que no era la única que se sentía fuera de su lugar de confort. 

 

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24/10/2021, 21:54
María Mabel Miranda

Todo había terminado.

Si bien era el fin de la Secta de Azrael en la Isla, aquello fue el principio de mas investigaciones que nos ocuparían buen tiempo de nuestros días venideros, pero no importaba. Nada importaba, porque había sido tarde.

De seguro mucho de nosotros trataríamos de ser mucho mejores agentes, mas rapidos y efectivos a la hora de hacer que nuestro trabajo realmente hiciera la diferencia para algunas personas y no solamente llegar cuando nada había mas por hacer y solo debía proteger el cuerpo de alguien caído.

No habíamos salvado a aquella chica, no realmente, porque nunca tendría una vida normal, porque nunca nada sería igual para ella, pero al menos no iba a continuar, ya no podían hacer más daño y aunque las investigaciones seguramente nos llevarían a mas conexiones y más gente relacionada ese ya no sería mi trabajo de momento.

Al principio de los interrogatorios trataba de escuchar tras el vidrio pero mas de una vez Aina me tomaba del brazo o la muñeca para detener algún momento de explosión que estuviese creciendo en mi pecho. Al final era mejor quedarme afuera y que ella me contara.

La prensa e incluso los vecinos hablarían de todo aquello durante semanas al punto que en la Jefatura bromeábamos acerca de que vendrían de Hollywood a hacer una película del caso, pero todos nos quedábamos en duda de quien podría ser la actriz para Aina. No encontrábamos alguien que diera la talla.

 No habíamos salvado al hermano de Aina. Tampoco es que tuviera muchas esperanzas pero al menos ver a Aina descansar de su obsesión me había dado un sentimiento de victoria.

Dias después aun encontraba a mi amiga con los ojos llenos de agua recordando algún episodio o mirando algún recuerdo de Didac. En silencio siempre la acompañe sabiendo que nada podía hacer sino simplemente estar con ella. Cuando recogimos su cuarto secreto incluso pensamos en sacar todo, los archivos, las computadoras y demás.

- Aina, todo esto es lo que tu eres, gracias a Didac eres una buena persona, diste todo por encontrarle y ahora puede descansar con tu familia gracias a ti, y has salvado la vida de muchas victimas futuras, todo gracias a tu….

Iba a decir terquedad, pero había una mejor forma de decirlo.

- Dedicacion.

Al final decidimos recoger todo y dejar la habitación funcional, tal vez podría ser útil mas adelante en nuestras vidas si algún otro caso requería ser investigado por nosotras o tal vez encontrábamos alguna rama de la Secta que indicara actividades en Europa. Aina puso mala cara cuando le sugerí que podía cambiar todo para tener la habitación del bebe.

- Te imaginas a Carlitos corriendo por toda la casa???? Dije con una carcajada de las mias.

La mirada de fuego de Aina era capaz de hacerme callar, al insinuar que tendría un hijo con Carlos Ferrer.

Todo era posible.

Joan era un invalido… pero saber como aquello cambiaria su vida y la mia para siempre jamás lo hubiese imaginado. Su alegría, su forma de enfrentar su nueva condición lograron que con el tiempo dejara de realmente sentirme culpable. Muchas veces llore con el acerca de lo sucedido aquella noche, y realmente trate de colaborar con el a adaptarse a su nueva vida  al punto de ser un estorbo o una molestia y no fue hasta que el me hizo comprender en cuerpo y alma que nada le debía, que él no estaba roto, que ciertamente su vida había cambiado, pero que él seguía siendo Joan Campaner y que quería ser tratado como un ser humano normal, con emociones, con gustos y disgustos y sobre todas las cosas un compañero y un amigo.

Ese día supe que Joan también me había salvado de mi misma. Nadie tenía porque saber porque o como, aunque sabía que se lo contaria a Aina tarde o temprano, se lo debía a ella y a mí misma.

Sofia por su parte había sido un oasis en un mar de tormentas y agradecia cada momento que pasábamos juntas, pero por extraño que pareciera no pensaba en el futuro. Era feliz con ella, vivíamos el presente y aunque ninguna de las dos había pasado por una experiencia asi, estaba claro que estábamos dispuestas a disfrutar y navegar juntas esas aguas aunque no supiésemos a donde íbamos a llegar. Nunca pensé en mudarme con ella ni nada parecido. Las cosas estaban bien como estaban.

Incluso cuando le conte a Aina me había sonrojado como un tomate, sin saber realmente como lo iba a tomar.

- No lo se Aina, no es que yo sea lesbiana, no lo soy o si?

Aina me miraba con aquella mirada que no necesitaba decir nada.

- No me veas asi… simplemente paso lo que paso con Sofia, yo no lo busque y no es que este enamorada, ni nada de eso, ya no tengo 15 años, pero si soy feliz con ella, y a veces solo salimos o comemos pizza, no todo tiene que ver con sexo, sabes? Tal vez podemos salir las tres algún dia y la conoces, vale?

Ya habría tiempo para eso.

Al final todo aquel caso quedo en el pasado y ahora recuerdo las cosas de manera diferente, mucho mas calmada y analítica. Definitivamente Aina me ha hecho una mejor mujer y una mejor persona.

Un dia llegue temprano y vi que me había llegado un sobre grande a mi nombre. Hacia meses que había mandado un email informativo pero después con el trabajo y todo se me había olvidado por completo contarle a Aina y después no tuvo importancia.

Revise la documentación y fui dejando los papeles sobre la mesa.

Notas de juego

Los voy a extrañar.

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24/10/2021, 22:03
María Mabel Miranda

El sobre tenia un sello redondo con la silueta de los continentes y dos espigas alrededor en color azul y dos letras a su lado: UN

 

 

Una de las planillas tenia los siguientes lineas

Job Opening

Posting Title:

CLOSE PROTECTION OFFICER, FS4

Job Code Title:

CLOSE PROTECTION OFFICER

Department/Office:

United Nations Multidimensional Integrated Stabilization Mission in the Central African Republic

Job Opening Number:

21-Security-MINUSCA-166680-F-Bangui (M)

United Nations Core Values: Integrity, Professionalism, Respect for Diversity

Deje el resto de la documentacion sobre la mesa y me fui a dar un baño. Tal vez debía hablar con Aina antes de tomar una decisión sobre aquella oportunidad que estaba en los papeles sobre la mesa.

Notas de juego

Un beso a ambos.