Al oír el sonido del motor, no puedo reprimir una gesto de odio, - esos cabrones, lo han conseguido - murmuro

- Me dejaron aquí,... - digo, mientras comienzo a andar apoyado en la muleta y Flo, - ... como cebo.

- Me golpearon, y me dejaron ahí tirado...- continúo, señalando con la cabeza mi amoratado costado. 

Miro hacia la escalera por si veo aparecer a Ryan, y le acerco a Flo el palo que uso como arma improvisada, - lo usarás mejor que yo... aunque no se si servirá de algo contra... eso

Detrás de ti oyes un grito, de Flo, y lo que sea que hay en el agujero se revuelve y queda en absoluto silencio.

-¡RYAN! VUELVE HEMOS EN-ENCON... ¡TANNIA NO ESTA ALLÍ VUELVE! ¡NOS VAMOS DE ESTA PUTA CASA!

Una lágrima resbala por la mejilla de Ryan, que se lleva la palma de la mano a la cara y sorbe por la nariz, a la vez que suelta el garrote que antes sujetaba con tanta fuerza, que sus nudillos estaban blancos.

Cae de rodillas.

El sonido de los huesos quebrándose ya era suficiente indicativo del destino de su chica, a la que no ha podido proteger.

—¡MIERDA! ¡MIERDA! ¡MIERDA Y MIL VECES MIERDA!— Dice entre hipidos y con la voz estrangulada.

Esto no debería haber acabado así. No. Era una puta mierda de programa basura que verían cuatro gatos conspiranoicos o ansiosos de emociones fuertes. Un mero ruido de fondo en una paja de un adolescente. No eso.

Durante un momento pensó en bajar y despedazar a lo que fuera que hubiera allí abajo con sus propias manos, y vengar a Tannia. Pero al fin y al cabo, él no era el caballero de brillante armadura que durante unos momentos se había atrevido a creerse. ¿Qué caballero de mierda permite que el dragón calcine a la princesa antes de llegar a lo más alto de la torre?

Ya todo ha terminado para Tannia, y, quizás también para él.

Se levanta y se limpia la nariz con el dorso de la mano. Da media vuelta y vuelve al vestíbulo caminando tranquilamente.

Hoy ha perdido.

Arrancáis la furgoneta y, sin mucho reflexionar, os alejáis del edificio. Estáis convencidos que era lo mejor, iros a buscar a ayuda, además, tienen el otro coche si conseguían salir de allí, ¿no? Seguís por el camino estrecho que lleva a la carretera y tomáis millas de distancia con aquel edificio de pesadilla al que nunca volveréis.

Al oírte gritar, la cosa del agujero comienza a escalar por la pared, buscando quizás un aperitivo. Tus pasos son tranquilos pese a todo. Esa cosa, sea lo que sea, puede haberse comido a Tannia y tú serías el siguiente si no te dabas prisa. Cuando vuelves a recepción, ves a Flo ayudando a Dennis a ponerse de pie. Ambos se dirigen hacia la puerta, aunque el técnico cojea.

Veis llegar a Ryan, con los ojos enrojecidos. Está derrumbado emocionalmente y camina lento. Denis ha conseguido ponerse de pie y ambos os encaminabais ya hacia la puerta cuando aparece. La furgoneta fuera se ha perdido por el camino, acelerando a todo gas. Pero no es eso lo que os llama la atención, tras los pasos pesados del joven, se vuelven a oír los andares de aquella cosa enorme. Le sigue y a una velocidad mayor a la que camina el investigador.

Apurada por salir de aquella casa cargando a Denis, observo con cierta felicidad que Ryan volvía para reunirse con ellos, afuera podía oírse el motor de la furgoneta alejarse, pero eso ahora era lo menos importante, esa cosa estaba de regreso y de espaldas al único que era capaz de hacerle frente.

-¡¡RYAN DETRÁS DE TI!! ¡¡CUIDADO!!-Alzo la voz lo máximo que pudo señalando de donde venia aquel enorme amasijo de músculos, esperando que fuera rápido en respuesta.

En cuanto Florencia grita, Ryan se vuelve para encarar aquel horror, se gira tan rápido que trastabilla unos pasos hacia atrás. Ahora se arrepiente de haber abandonado su garrote. .

—¡FLO, CORRE, CORRE!

Al fin y al cabo, no quiere morir, y corre hasta donde Denis. No va a abandonarlo.

Tras Ryan no tarda en aparecer una criatura salida del inframundo. Corre por las paredes, por el techo y por el suelo como si de una araña enorme se tratara, buscando a sus presas en la su tela. Su boca está chorreante de sangre, suponéis de quién. No tiene ojos ni nariz, por lo que debe guiarse por el sonido. Aquel ser huele a humedad y putrefacción. Al entrar en la habitación suelta un chillido que todos habéis oído ya y que poblará vuestras pesadillas de por vida. Ha tomado un tentempié con Tannia y ahora vuelve por el plato fuerte.

-¡AAAAAHHHH! ¡CORRED!, ¡HACIA EL COCHE!

Intento correr lo mejor que puedo, sin demasiado éxito. Entre mi patética forma física, y mi pie dañado, cojeo a trompicones por el vestíbulo en dirección a la salida, mientras hurgo en mi bolsillo en busca del último regalo de Tannia. 

Ryan pasa un brazo de Denis por encima de su hombro como puede. él ha atraído a la bestia allí por su enfado infantil, pero no va a dejar que nadie más muera.

Sin embargo, en cuanto echa a correr hacia la puerta, da un traspié y cae de rodillas sobre el firme.

"Joder... Esto no tenía que terminar así"

Busca con la mirada cualquier objeto, cascote, que pueda lanzar para distraer al monstruo en cualquier dirección.

Flo no pudo hacer otra cosa que doblar una de las piernas por culpa de Denis y si continuo traqueteo y mas la tuvo que apoyar cuando Ryan cayo de rodillas después de llegar donde estábamos nosotros.

-¡MALDITA SEA!-La desesperación llegaba a unos niveles insospechados y para situaciones limite existen acciones limite. Por eso Florencia busco con desesperanza algo útil, un arma que le diera algo de ayuda frente a ese monstruo sin la mitad de la cabeza.

Aquel ser se cierne sobre vosotros, amenazante. El hedor de cerca de aquella cosa no tiene nada que envidiar a la peor de las cloacas de una ciudad grande. Su piel está pegajosa y supura algún tipo de líquido que hace que se mantenga húmeda y con ese olor putrefacto. Abre la boca y veis dos hileras de dientes, siendo los externos más grandes y puntiagudos y los internos más pequeños y romos, como si fueran para masticar. La sangre de Tannia aún gotea de su barbilla o lo que sea que tenga aquella cosa. Veis cercano vuestro final, cuando Denis saca una lata ruidosa, aprieta un botón y la tira lo más lejos que puede, que es un par de metros. El ruido llama su atención momentáneamente y se aparta con rapidez a buscar la fuente del ruido.

Al ver como Flo y Ryan se molestan en ayudarme no puedo creerlo, - gra!, grafh! arfh! gracias! arfh! chicos!

Sigo cojeando como alma que lleva el diablo, al tiempo pulso el botón y arrojo el juguete sonoro hacía un lado, todo lo lejos que puedo, esperando que su ruidillo atraiga a la bestia.

Al ver que la treta de aquel gordo surtió efecto, sonrió levemente antes de recordar que estaba en peligro de muerte y perdida de cordura masiva por lo que hizo un esfuerzo para conseguir salir de una pieza con el resto.

Corréis hacia el coche que queda, pues vuestros "compañeros" han huido en el otro. La criatura ha ido corriendo a comprobar que era aquel ruido que procedía de la lata, pero los tres sabéis que eso no durará mucho. Denis es un lastre, si ya de por sí correr no era lo suyo, hacerle correr cojo es misión imposible. Pero con la fuerza de Ryan conseguís salir fuera los tres, momento en que la lata deja de sonar.

Las respiraciones pesadas y Denis medio arrastrando es sonido suficiente para que aquella cosa os busque. Corre hacia vosotros y alarga el brazo justo cuando cruzáis el umbral para atraparos. Ryan y Denis están a una distancia suficiente, pero no Florencia, que ve su pelo enredado en los dedos de aquella cosa. El bicho ruge y tira de Florencia para dentro de la casa, por alguna extraña razón, no puede salir fuera.